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EJERCICIO PROFESIONAL
Las decisiones en la vida están fuertemente ligadas a los resultados, es decir cada
“acción tiene una reacción” de una decisión puede depender como en este caso
nuestro futuro o puede abarcar cosas mas simples como decidir que ropa me
pondré o que comeré, pero todo de alguna manera influye en nuestro ámbito para
bien o para mal, dejando consigo experiencias inolvidables y otras tal vez no muy
agradables.
La decisión después del colegio, quizá seria para mi una de las más difíciles ¿Qué
voy a hacer con mi vida? Es el pensamiento de muchos estudiantes póstumos a
culminar sus estudios de secundaria y es que es algo a lo cual le dedicaras tu
vida, lo cual también te dará para tu sustento de vida diaria.
La arquitectura es un campo que ha sido estudiado desde hace miles de años,
desde la edad antigua, media por grandes filósofos también destacados en el
campo como Leonardo Davinci, no solo arquitecto sino también ingeniero, escultor
y pintor.
La decisión no solo abarca referentes o la demanda en el mercado como ya se
mencionó anteriormente también influyó mucho ¿para que soy buena? Y es que
desde pequeña jugaba con hacer casa para las muñecas, de cartón, madera,
plástico, decorando con telas de mi abuela que en aquel entonces cosía y así
poder colocar de cortina o alfombra aquel pedazo de tela; mas adelante desarrolle
cierto gusto por pintar y dibujar, me encantaba realizar bocetos de cualquier cosa.
Pero la arquitectura no es solo arte o saber dibujar, la encuentro con una razón
social, arquitectura hecha para el hombre, con un fin de hábitat, de enseñanza,
político y muchos fines. Desde nuestra casa, hasta el colegio, universidad o
trabajo la arquitectura esta presenta, cosa que incluyó mucho para tomar la
decisión porque construí un pensamiento crítico a partir de lo que presenciaban
mis ojos “mira esa puerta” “ya viste la venta” “¿Por qué ese balcón tiene esa
textura?” eran preguntas que hacía de camino a casa.
En primera instancia, quise saber si realmente era mi campo de estudio y a lo cual
le iba dedicar mi tiempo, así que aborde el tema de delineante, en la cual dure un
semestre y me fue muy bien, a pesar de que son disciplinas con fines diferentes y
con metodología distintas, era un pequeño abrebocas para mí, para así poder
tomar la decisión final y así fue como llegue a la facultad de arte y diseño donde
me enamore de lo que se hacia en la institución, las maquetas, los planos, las
exhaustivas entregas a final de cada semestre.
Podría decir que no me equivoque de profesión, es algo que disfruto y que cada
día aprendo algo nuevo, he aprendido de antropometría, matemáticas, filosofía,
historia, arte, construcción, leyes, psicología, tecnologías, topografía, diseño y
todas las que me queden por estudiar y aprender.
Ni que decir de los docentes, son personas muy capacitadas que a partir de su
experiencia nos inculcan los valores y los conocimientos necesarios para llegar a
la vida profesional, algunas veces pensé en desistir, creo que todos en algún
punto los pensamos; recuerdo a mis primeros compañeros de semestre, no
culminaron la carrera porque no les gusto o simplemente les pareció tediosa la
cuestión del diseño, los que hemos logrado llegar hasta este punto donde por
poco culminamos la carrera es porque de verdad nos apasiona este campo.
Es inevitable no enamorarse de lo que haces y es ahí donde nacen las cosas
buenas, cuando no tienes problema en desvelarte o en madrugar, cuando te
cortas haciendo una maqueta o simplemente te quedas sin tus onces para
comprar materiales.
Es ahí donde te das cuenta que no te equivocaste y si tuvieses la oportunidad de
volver a elegir, no lo pensarías dos veces para escoger arquitectura como tu
proyecto de vida.
Uno de los cambios más evidentes y para bien que he notado satisfactoriamente
es el pensamiento crítico, te vuelves una persona que ya no se queda con lo que
le dicen o miras, empiezas a construir pensamientos de índole descriptivo,
argumentativo y por supuesto critico donde la capacidad de la razón empieza
abarcar muchos campos para si poder construir una idea respecto a un proyecto,
pensamiento u opinión.
El arquitecto y habló por experiencia propia debe desarrollar cierto orden de ideas
y ser expresivo a la hora de plasmar sus ideas; porque suele suceder donde
compañeros tiene o argumentan ideas muy buenas, pero a la hora de plasmarlo
en algún proyecto como dicen los profes “se quedan cortos” y es desarrollar la
capacidad de orden y expresión, fundamental para esta ciencia. Algo que
anteriormente incluso yo no tenía pero que con el pasar de la carrera se ha ido
desarrollando y así he fomentado el habito de organización de mis ideas para
poder plasmarlas en algún proyecto.
Algo que también vi muy notorio a la hora de los trabajos es el “perfeccionismo” y
es que en realidad podríamos existir que nada es perfecto pero en la arquitectura
se busca su aproximación, es decir a la hora de entregar maquetas, estéticamente
bien hechas, planimetrías concordantes y con sus respectivos elementos pero o
solo hablo desde el aspecto tangible, también cabe resaltar que desde el área de
razonamiento, los proyectos deben ser congruentes y abastecer las necesidades
de las personas al igual que la comprensión del territorio y que se cumpla con lo
establecido, y es que no por nada Sosa hace un llamado a la reflexión con esta
cita “Una arquitectura perfecta es aquella donde todas las variables forman un
engranaje continuo, una unidad”.
En cuanto al ámbito tecnológico se puede hacer referencia a las herramientas de
diseño donde se aprende cada vez más de estos, se debe estar innovando y
aprendiendo, porque no es lo mismo ser arquitecto en los años 80 que ahora, los
tiempos han cambiado y así mismo debemos evolucionar y aprender cada día algo
nuevo.
La empatía es un valor que se desarrolla también con la carrera, cuando se realiza
un proyecto bien sea residencial, comercial, institucional o corporativo aprendes
de la cultura de cada grupo o persona, es decir el arquitecto debe hacer de
psicólogo para comprender las necesidades espaciales y de habitad de cada
persona, no es lo mismo diseñar para un medico que para un cantante, es ahí
donde la empatía juega un rol importante y empiezas a involucrarte y a pensar
como la otra persona, sus movimientos, antropometría, sus hábitos y costumbres;
de acuerdo a ello se realiza el proyecto para que la persona no tenga que
acomodarse son por el contrario encuentre confort y familiaridad en su entorno.
Prospectiva