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3.

Cómo hacer un resumen


Un resumen es el producto de un análisis y síntesis de un texto; su finalidad es condensar la
información de una manera más dosificada para que el lector lo comprenda de una mejor
manera. Como bien lo indica Umberto Eco:
El resumen tiene dos funciones, una para quien lo hace y otra para quien lo lee. Pienso que
hacerlo es mucho más importante que leerlo. El arte del resumen es importante y muy útil, y
se aprende haciendo muchos resúmenes. Hacer resúmenes enseña a condensar las ideas. En
otras palabras, enseña a escribir.135

Más que un ejercicio puramente formal que solicitan las instituciones, el resumen
es un tipo de texto que nos permite comprender y reordenar las ideas de tal manera que
podamos afianzar lo aprendido, por así decirlo, dos veces: la primera, al interpretarlo; y la
segunda, al explicarlo. Por eso mismo, elaborar un resumen implica un papel activo por
parte del escritor: «Los resúmenes, al exigir condensación y brevedad, suponen ya, más
allá de los usos didácticos o publicísticos, una interpretación, una indicación de lectura
[…]».136
Si bien algunos autores (como el mismo Eco) sugieren que en el resumen haya
cabida para que el intérprete realice una postura crítica, lo cierto es que en el acervo común
se entiende que un resumen debe ser siempre apegarse en lo que más se pueda al texto
original. Aquellos textos en los que además de resumirse un texto o discurso se realizan
observaciones y posturas propias podrían acercarse más a lo que se realiza en una reseña
o protocolo (textos explicados más adelante).
Ahora bien, todo resumen se debe caracterizar por ser preciso, sintético, pertinente,
tener corrección lingüística (seguir las normas ortográficas), ser coherente, claro, conciso,
fiel, directo, objetivo y metódico.137 Todo resumen exige tres grandes procesos o habilidades
del pensamiento: 1. Analizar el texto; es decir, descomponerlo en sus partes esenciales
y decantar la información inocua o irrelevante. 2. Reordenar el texto: buscar una nueva
forma de orientar el discurso o explicación de forma tal que quede entendible para
aquel que no conoce el texto que deseamos resumir. Y 3. Sintetizar todo lo anterior en
un cuerpo coherente que no exceda la extensión solicitada.138 Por supuesto, cada proceso
135
Umberto Eco, «Elogio del resumen» (Quimera, n.° 52, 1985, 12-15. Recuperado de: http://
scholar.googleusercontent.com/scholar?q=cache:FLi_FYU0Ka8J:scholar.google.com/+Umberto+Eco+
resumen&hl=es&as_sdt=0,5), § 3.
136
Eco, «Elogio del resumen», § 1.
137
María Pinto Molina, «Aprender a resumir» (en: Proyecto ALFineees: habilidades y competencias
de gestión de la información para aprender a aprender en el Marco del Espacio Europeo de la Enseñanza
Euperior, recuperado de: http://www.mariapinto.es/alfineees/resumir/que.htm), § 4.
138
En este sentido, estaría siguiendo las tres macrorreglas —eliminación, generalización y
construcción— de Teun van Dijk, y Walter Kintsch, Strategies of discourse comprehension, New York:
Academic Press, 1983.
se vuelve menos complejo si hemos realizado el anterior proceso de forma eficiente. Por
ello, el núcleo de la dificultad de todo resumen está en saber identificar cuál información
es imprescindible (es decir, que si la omitimos el texto carece de sentido o coherencia
argumental) y cuál no.
[…] el arte del resumen consiste también en eso, en saber qué se puede pasar por alto y en
reconocer que algo que se dice en medio minuto no es lo mismo que se ha dicho en dos minutos,
por lo cual es necesario decidir qué lo que es lo verdaderamente importante, central.139

Ahora, en este punto es importante identificar dos grandes clases de resúmenes: los
estructurados (aquel que encabeza todo informe de investigación y artículo científico) y
los de texto libre (aquellos que solemos realizar como material de estudio o como trabajo
escolar). A su vez, los resúmenes de texto libre se dividen en dos subclases: los tipográficos
(que presentan la información de manera esquemática) y los discursivos (que la presentan
de forma literaria). De la primer clase de resumen no nos ocuparemos aquí, sino en otro
apartado (vid. infra 9). Por otra parte, de la segunda clase de resúmenes se ofrecerán algunas
pautas para que aquel que está iniciando su aprendizaje en la elaboración de resúmenes
comience a elaborarlos de forma más sistemática y estructurada y pueda de esa forma
poco a poco ir explorando otras formas más libres de escritura una vez haya adquirido
experticia:
1. Al comienzo, se recomienda realizar una lectura veloz y superficial el texto, pues
esto permite dimensionar de manera general la estructura, contenido y finalidad de
este.
2. De ser posible, analice si la estructura del texto se compone de estructuras más
pequeñas y, si lo considera necesario, grafíquelas con algún esquema mental (como
un mapa conceptual o un cuadro sinóptico).
3. Para entenderlo mejor, se debe releer por fragmentos las veces que sea necesario,
procurando hacer las pausas y entonaciones que indican los signos ortográficos.
4. Busque las palabras que para usted sean desconocidas o que crea no poder definirlas
de manera concreta y preferiblemente escriba su definición al margen del texto
en forma de glosa. Para ello puede ser útil consultar diccionarios especializados
(diccionario de filosofía, de psicología, de biología, etc.), o el DLE de la RAE y
ASALE o el DUE de María Moliner si el término no es técnico.
5. Al releer el texto original, se deben subrayar las ideas claves, importantes para la
explicación del tema (conceptualización, partes, características).
6. Preguntarse constantemente las preguntas de comprensión lectora mencionadas en
la sección anterior: ¿qué dice el texto? ¿Qué informaciones no dice el texto

139
Eco, «Elogio del resumen», § 3.
pero necesito saber para entenderlo? ¿Cuáles son las ideas más importantes
(imprescindibles)? ¿Qué nuevas ideas me aporta el texto?
7. Se escriben todas las ideas centrales a manera de oración realizando un listado. Cada
oración debe tener sentido completo y establecer una relación entre un sujeto y un
predicado con el cual se afirma o niega algo de este. V. gr.: «Todo ser humano busca,
por naturaleza, aprender».
8. Dentro de las oraciones no se incluyen todavía los conectores gramaticales ('pero',
'aunque', 'sin embargo', 'aun', 'no obstante', 'porque', 'ya que', 'entonces', etc.). Si nos
vemos en la necesidad de emplearlos, esto nos indica que de esa oración podemos
extraer otras.
9. Una vez se hayan desarrollado todas las oraciones, se analiza una por una y se piensa
cuál puede estar inmersa en otra o cuál se descarta por ser redundante o prescindible.
10. Se le da un orden a cada oración según la importancia. Podemos preguntarnos «¿A
partir de cuál proposición puedo explicar a esta otra?», y desde allí construir una
ruta.
11. Se unen las oraciones con conectores gramaticales según corresponda al tipo de
vínculo que deseemos establecer entre ellas (copulativo, causal, adversativo, etc.). Se
recomienda tener en cuenta el texto de Domínguez García140 para emplear diversos
conectores y evitar que se repitan, generando una sensación de redundancia.
12. Una vez estructurado el resumen, procure darle fluidez de manera que el lector
pueda entender de forma clara el texto. Revíselo una segunda vez leyéndolo en voz
alta y, si es posible, pídale a alguien más que también lo haga para así saber qué
lagunas todavía hay en el texto y dificultan su comprensión.
4. Cómo hacer una reseña crítica
Siguiendo a Cortés, «La reseña crítica es un tipo de texto híbrido compuesto de una parte
expositiva (descripción y síntesis) y otra parte argumentativa (que puede ser a favor o en
contra de la posición del autor del texto)». 141 Así, es un texto pensado para que, en medio de
tanta producción textual disponible, el lector pueda informarse de forma rápida y sencilla de
qué trata un texto (generalmente, un libro) y, de paso, escuchar opiniones acerca de este para
decidir si vale la pena leerlo o no. Así lo explica Mostacero:
¿Cuál es el objetivo? Atrapar el interés del lector y persuadirlo para que busque la obra y la lea.
Si se trata de una reseña crítica el lector se beneficiará con una doble opinión, la que plasmó el
autor de la obra y la que se deriva de la intervención del reseñador. Las buenas reseñas divulgan
y acrecientan el interés por la obra y su autor.142

Siendo la reseña un puente entre el lector y el texto, esta debe dar cuenta tanto del
contenido y estructura general de forma tal que cumpla las condiciones de un muy buen
resumen; pero, yendo más lejos, quien reseña debe al finalizar estar en la capacidad de sostener
una postura propia acerca de los argumentos del texto, así como de este en su conjunto; y, sin
embargo, en ningún momento pueden confundirse los argumentos del autor con los propios.
Otro desafío se presenta al intentar adoptar una postura crítica respecto al texto fuente, para lo
cual es imprescindible poseer un conocimiento previo del problema y del área disciplinaria. Pues
bien, esto es lo que marca la diferencia entre una reseña-resumen y una reseña crítica, o entre un
reseñador principiante y otro experto.143

En este sentido, la reseña exige del escritor un mayor dominio del tema, puesto que no
es suficiente comprender internamente el texto, sino que también es necesario entender cómo
este se relaciona con otros, cómo irrumpe en un contexto determinado, cuál es la innovación
de sus planteamientos, etc. Solo de esta manera la valoración final puede ser valiosa para el
lector.
Siguiendo la línea propuesta en la sección anterior acerca de la elaboración de
resúmenes, las reseñas también son escritos de prosa libre; sin embargo, teniendo en cuenta
la complejidad que implica la elaboración de este tipo de textos para quien todavía apenas
está aprendiendo a realizarlos, a continuación se ofrecerá un listado de elementos o ficha
técnica que le permitirán ir bosquejando un borrador —no es la reseña como tal— con los
elementos necesarios para que a partir de ellos pueda integrarlos en un texto ya fluido o con
141
Edwin Cortés González, «Reseña crítica: ¡con ganas de escribir, pero de manera crítico-
reflexiva!» (en: Herramientas para un modelo: guía para interactuar en la modalidad de educación
a distancia de la Universidad de Tolima, compilado por Carlos A. Gamboa y Marien A. Gil. Ibagué:
Universidad del Tolima: 2019), 132.
142
Rudy Mostacero, «Construcción de la reseña crítica mediante estrategias metacognitivas».
Lenguaje, XLI, n.° 1 (2013): 179. DOI: https://doi.org/10.25100/lenguaje.v41i1.4966.
143
Mostacero, «Construcción de la reseña», 178.
mayor participación suya. Recuerde: el siguiente esquema solo es una ficha que le permitirá
extraer los elementos esenciales del texto para hacer un borrador. Luego de hacer el esquema
es necesario que ello se articule de forma fluida en un texto unificado, continuo y en prosa
libre.

AcLARACIÓN: los ejemplos de la reseña, el protocolo y el ensayo que ofreceré a


continuación serán citados según el estilo APA, ya que, igual que como se explicó en el
aparado de la citación canónica, es el manual más usado.

Título de la reseña
Por: [nombre de quien elabora la reseña]
144
1. Palabras claves: conceptos esenciales que se enuncian durante el texto y que son
imprescindibles para describirlo a forma cabal.
2. Referencia bibliográfica: referencia según el manual de estilo asumido (vid. supra
1.9).
3. Tesis del autor: aseveración que, bien sea explícita o no —es preferible si se cita
directamente el texto para que no haya dudas—, el autor intenta sostener durante el texto.
4. Argumentos a favor de su tesis: ideas con las cuales el autor sostiene que lo que dice
es verdadero y válido (preferiblemente, citados).
5. Críticas formuladas [por el autor]: son aquellos argumentos con los cuales el autor
refuta a otros autores; o bien, algún fenómeno social problemático.
6. Conceptos o nociones desarrolladas: definiciones de los conceptos principales del
texto (pueden ser los mismos del punto 1).
7. Autores citados y su función en el texto: ¿cuáles son los referentes145 del autor?
8. Resultados / conclusiones del texto: ¿a qué llega el autor después de todos los
argumentos?
9. Implicaciones / aportes del texto: ¿qué relaciones encuentra usted entre el texto
con otros textos o con algún contexto en particular?
10. Postura crítica (aspectos a resaltar, inconsistencias, posibles aplicaciones):146
¿Qué valoraciones considera usted que hay que hacerle al texto en cuanto al carácter
argumentativo y las implicaciones teóricas que tras ellas se vislumbran?
V.gr.:

144
Se propone usar máximo cinco y usarlas desde las más complejas o amplias a las más simples
y particulares.
145
Cabe aclarar que no toda fuente citada es un referente para el autor o que, por el hecho de
citarlo, considere que sus citas deban ser tomadas como argumento de autoridad. Solo se debe poner aquí
los autores que el autor principal explícitamente nombre como esenciales para su trabajo y lo demuestre
en el escrito (si no tiene ninguno, se omite el paso).
146
Se recomienda, en la medida de lo posible, recurrir a otras fuentes primarias y secundarias.
Reseña de La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes [ejemplo]
1. Palabras claves: filosofía náhuatl, tlamatinime (sabios filósofos), Ometeotl (el Absoluto),
yollotlixtli (‘persona’).
2. Referencia bibliográfica:
León-Portilla, M. (2017). La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes. Décima primera
edición (primera ed. de 1956). México: Universidad Nacional Autónoma de México.
3. Tesis: ¿podemos hablar de un pensamiento filosófico náhuatl? «Con base en la evidenciade
los documentos nahuas examinados al tratar de las fuentes, nuestra respuesta es
decididamente afirmativa» (p. 96).
4. Argumentos a favor:
— «[…] el náhuatl, así como el griego y el alemán, son lenguas que no oponen resistenciaa la
formación de largos compuestos a base de la incorporación de varios radicales, de
prefijos, sufijos e infijos, para expresar así una compleja relación conceptual con una sola
palabra, que llega a ser con frecuencia verdadero prodigio de “ingeniería lingüística”. Es
pues en este sentido el idioma náhuatl un adecuado instrumento para la expresión del
pensamiento filosófico» (p. 96).
— «[…] preocupó a los nahuas, ante la honda experiencia de la fugacidad universal de las
cosas, la idea de encontrar una fundamentación del mundo y del hombre, como lo
expresan sus citadas preguntas: “¿qué está por ventura en pie?, ¿acaso son verdad los
hombres?”» (p. 105).
— «Podemos, pues, sostener que, aun desconociendo todavía las respuestas dadas por los
pensadores nahuas, basta con la sola enunciación de sus problemas (¿sobre la tierra se
puede ir en pos de algo? ¿Acaso son verdad los hombres? ¿Qué está por ventura en pie?)
para afirmar que había entre ellos no sólo mitos y aproximaciones, sino antes bien un
pensamiento capaz de reflexionar sobre lo que se percibe, preguntándose sobre su
firmeza o evanescencia (¿son acaso un sueño?), hasta llegar por fin a ver racionalmente al
hombre —a sí mismo— como problema» (p. 106).
— Si podemos hablar de reflexiones filosóficas por parte de los presocráticos u otros
filósofos a pesar de que no tienen tratados, ¿por qué no deberíamos aceptar que los nahuas
desarrollaron un pensamiento filosófico por el hecho de acudir a la poesía o partir de los
mitos para, posteriormente, exponer ideas y conceptos altamente abstractos?
— A partir de los códices (anteriores y posteriores a la conquista) es posible encontrar enlos
poemas de los tlamatinime (filósofos nahuas) cuestionamientos filosóficos acerca dela
naturaleza y alcance de la verdad (epistemología), el sentido de la existencia del hombre
(antropología filosófica/existencialismo), cómo es posible la formación de mejores seres
humanos (filosofía de la educación), cuál es la naturaleza de lo Absoluto y su relación con
nosotros (metafísica).
5. Conceptos desarrollados:
— Ometeotl (Absoluto dual): principio fundamental metafísico de la realidad, según los
nahuas. Es de carácter dual (activo-pasivo, femenino-masculino, etc.) y es creador de todo
cuanto existe. Es impersonal, trascendente y es el ideal o fin del desarrollo de todos los
seres.
— Yollotl-ixtli (persona): construcción del complejo difrasismo entre ‘corazón’ y ‘rostro’;
significa: ‘persona’. Dice León Portilla (2017): «ixtli, cara, apunta al aspecto constitutivo del
yo, del que es símbolo el rostro. Yollotl implica el dinamismo del ser humano que busca y
anhela» (p. 442). Justamente
— In xochitl in cuicatl (cantos y flores): difrasismo con el que se quieren indicar las
donaciones que el poeta realiza al Ometeotl como el más puro y verdadero gesto de
comprensión de sí y de él/ella: la poesía.
— Neltiliztli (‘verdad’): es entendida como «aquello que está enraizado, firme, profundo». Con
esto se quiere dar a entender que la verdad no puede ser cambiante, sino que debe ser
firme, permanente, un fundamento.
— In quallotl in yecyotl (conveniencia, rectitud): es el concepto de ‘bondad’ ético. Tienedos
connotaciones: por un lado, la receptibilidad y agrado (o «beneficio») que tiene paraquien
realiza la acción; y segundo, que esa acción es (cor)recta. Con base en esta idea —lo bueno
es lo agradable y correcto para todos—, el ideal de formación de la educación náhuatl
es: yolteotl (corazón endiosado): elevar al ser humano a partir de sus obras y palabras
hasta Dios (el Ometeotl).
— Ilnamiqui (búsqueda interior): se refiere a la intensa búsqueda que realiza el sabio dentro
de sí mismo para descubrir la verdad de las cosas.
6. Conclusión: la cantidad de textos —dispuestos por León-Portilla tanto en este libro como
en Trece poetas del mundo azteca (1967)—, la profundidad de los cuestionamientosy el
desarrollo de estos, así como el desarrollo de una cultura, un ideal de formación, el papel
del sabio, etc. permiten concluir que sí hubo filosofía náhuatl.
7. Aportes:
— El texto de León-Portilla es fundamental para la comprensión, no solo de la cultura
mexica («azteca»), sino también de las filosofías no occidentales y de la filosofía misma.
— El análisis que realiza el autor desde los textos originales, la morfología y filología delos
términos, los símbolos y el contexto histórico de los textos es un trabajo de gran valor,ya
que con base en ese tipos de ejercicios se da la pauta de qué requerimientos podrían
estipularse para el reconocimiento de «nuevos» pensamientos filosóficos hasta ahora no
contemplados.
— El autor, además de hacer un prolijo análisis de los conceptos, establece también
relaciones con el pensamiento de otras filosofía (como la griega). Esto permitiría establecer
puentes entre los problemas y conceptos filosóficos, así como la
posibilidad de futuros estudios de filosofía comparada.
8. Postura crítica: primero, como diversos filósofos le reclamaron a
León-Portilla, sigue quedando la duda de si esos fragmentos del fray
Bernardino de Sahagún y otros sacerdotes están tamizados por el
paradigma cristiano. Este es un problema no solo para la filosofía
náhuatl, sino también para otras, como la maya o andina (incaica). Con
esto no quiero decir que la filosofía náhuatl es un invento de los
españoles, ya que podemos encontrar códices de poemas precoloniales
—como los de Nezahualcóyotl— que muy probablemente no estuvieron
influenciados por el «encuentro de culturas». En este sentido, es
evidenteque sí hubo filosofía náhuatl. Sin embargo, lo que queda por
cuestionarse no es tanto sihubo o no filosofía náhuatl, sino cómo la
estamos leyendo…
Por otra parte, sigue haciendo falta realizar mayor análisis
acerca de los posibles vínculos entre la filosofía náhuatl y otros
pensamientos. Son correctas las observaciones de León-Portilla al
relacionar conceptos como ‘verdad’ (neltiliztli) o ‘búsqueda interior’
(ilnamiqui) con la οὐσία (usía) y el γνῶθι σεαυτόν (gnōthi seautón)
griegos. Sin embargo, queda pendiente desarrollar in extenso esos
vínculos, así como establecer otros con otrastradiciones. Por ejemplo, el
conocimiento de sí en la filosofía confuciana (Confucio, 1975, Ta-Hio,
VI, § 2, Chung-Yung, I, § 3); la dualidad del Absoluto respecto a otras
tradiciones en la filosofía china e india, etc. Además, así como es
importante establecer las semejanzas, así también lo es marcar las
diferencias para contemplar lo distintivo de esta filosofía respecto a
las otras (cfr. Hernández, 2019, pp. 265-267).
9. Referencias:
León-Portilla, M. (Ed. y trad.). (1967). Trece poetas del mundo
azteca. UniversidadNacional Autónoma de México.
Confucio. (1975). Los cuatro libros clásicos. Trad. Oriol Fina Sanglas.
Bruguera.
Hernández Rodríguez, J. C. (2019). El Ometeotl: la dualidad como
fundamento metafísicotrascendental. Perseitas, 7(2), 248-273.
https://doi.org/10.21501/23461780.3290.

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