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LAS BASES DE LA LEGISLACION

CIVIL DE LA URSS
Introducción, traducción y notas de
Juan Carlos Rey Martínez
del ,1. E. P.

INTRODUCCION
1. El Proceso de Renovación Legislativa
Las Bases cuya traducción española ofrecem os* represen­
tan, al decir de los ju ristas soviéticos, una etapa impor­
tante en el “proceso de elaboración y renovación legislativa” que
desde hace unos años se viene desarrollando en la U R SS .1 Dicho
proceso habría comenzado en diciembre de 1958 con la aprobación
por el Soviet Supremo de las Bases de la legislación penal, las Ba­
ses del procedimiento judicial penal y las Bases de la organización
de tribunales de la U R SS, a las que han seguido las Bases de la
legislación civil y las Bases del procedimiento civil de 8 de diciem­
bre de 1961, previéndose para un futuro próximo la aprobación
de las Bases de la legislación del trabajo, actualm ente en estudio.
Tal proceso se explica por sus autores como algo que obedece
a razones políticas inmediatas, pues con ello se tra ta ría de lograr
un m ejoram iento de la legislación que redundaría en un fortale­
cimiento de la “legalidad socialista” y de los derechos de las Re­
públicas Federadas que habrían sido violados durante la época de
Stalin.
Como justificación jurídica de la nueva legislación se citan
las disposiciones de la Constitución de la U R SS que, si bien reco­
nocen un cierto grado de autonomía a los miembros de la Federa­
ción, señalan como de la competencia de la Unión el estableci­
miento de las líneas básicas de la legislación, dentro de cuyo m ar­
* La traducción ha sido realizada sobre la versión francesa publicada
en el N" 2.942 de Notes et Etudes Documentaires, a cargo de la Do-
cumentation Franjaise.
1. Así, por ejemplo, Bratus en la revista El Estado y el Derecho Sovié­
ticos (en ruso), N5 2 de 1962, p. 15 (Cit. en Les Fondements de la
Législation et de la Procédure Civiles en URSS, Notes et Etudes Do­
cumentaires, de 3 de diciembre de 1962, N? 2.942, p. 12).
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co podrán los Estados miembros dictar las normas más acordes


a sus peculiaridades nacionales y culturales y a su grado de des­
arrollo.2
La tendencia a la unidad legislativa no es nueva sino que ca­
be encontrarla desde el propio nacimiento del Estado soviético;
para ju stificarla los ju ristas soviéticos gustan de citar las pa­
labras de L enin: “La legalidad no puede ser una en la provincia
de Kaluga y otra en la de Khazan”. Y a con anterioridad a la pu­
blicación de la Constitución de 1936, en la que se reclamaba el
establecimiento de Bases para la legislación de toda la U R SS, esa
tendencia unificadora se había manifestado aun en contra de to­
da norma legal expresa pues, por una parte, los Códigos civiles de
las Repúblicas que componen la U R SS fueron calcados sobre el de
la R .S .S.F . rusa,3 pero, además, la ley federal había venido regu­
lando m aterias que eran de la competencia del derecho republi­
cano, a lo que se añade que las Repúblicas miembros de la Unión
adoptaron su legislación a la federal sin poner en duda el derecho
de ésta a regular tales m aterias.4
E s cierto que con la promulgación de las Bases por lo pron­
to se aclara la situación de confusión que anteriorm ente a ellas
existía, sin embargo, sólo a través de estudios serios que se rea­
licen en el futuro y que no se contenten con el simple examen de
las disposiciones legales vigentes, se podrá aclarar si estamos en
presencia de una tendencia que significa una afirm ación de los
derechos de los Estados miembros o, por el contrario, de una ma­
yor influencia del poder central.

2. Una nueva etapa de desarrollo de la sociedad soviética


Los ju ristas soviéticos, de acuerdo con la tesis m arxista del
condicionamiento de las superestructuras por la base económi­
ca, no conciben el orden jurídico como la expresión de ideales o
valores que deban ser alcanzados, sino como un reflejo del grado
de desarrollo a que ha llegado la sociedad.
Según esto, la nueva legislación civil se ju stifica insistiendo
sobre la necesidad de poner al día los viejos preceptos del Código
2. Constitución de la URSS, art. 14, letras s, t, v.
3. Después del Código civil ruso de 1922, aprobaron códigos que eran co­
pia casi literal de éste: Ucrania (16-XII-1922), Bielorrusia (2-II-
1923), Armenia (13-11-1923), Azerbaiján (16-VI-1923), Georgia (18.
VIII-1923). En Moldavia se adoptó el Código civil de Ucrania y en
Usbekia, Turquestán y Tadjikia se declaró en vigor el Código civil
ruso.
4. Cfr. P. Arminjon, B. Nolde y M. Wolf: Traité de Droit Comparé, to­
mo III, pp. 254 y 255, París, 1952.
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civil ruso de 1922 dictado en la época de la N. E . P. (Nueva Po­


lítica Económica) y que resultarían insuficientes para regular las
relaciones de la nueva etapa en que a partir del X X II Congreso
del Partido Comunista de la Unión Soviética habría entrado la
sociedad soviética, esto es, la etapa de “edificación del comunis­
mo en todos los fren tes”.5
Así, en la introducción a las B ases de la legislación civil, se
señala que la nueva legislación responde a las tareas que la so­
ciedad soviética se plantea en la nueva etapa, enumerándolas en
form a análoga a la del nuevo Program a del P.C.U.S. En las dis­
cusiones que precedieron a la aprobación de las Bases, ante el So­
viet Supremo, se subrayó la importancia de la nueva ley como
“instrum ento para la edificación del comunismo”, así como el he­
cho de que se inspiraba en los principios en que se basa la socie­
dad soviética al llegar a la nueva etapa de desarrollo y a la apa­
rición del “Estado de todo el pueblo”6, reflejándose en ella la
“unidad orgánica” de las relaciones m ateriales existentes en la
sociedad de la U R SS .7
E n relación con todo ello, las Bases aprobadas no sólo a fir­
man — en form a análoga al artículo 1 del Código civil de 1922—
que la protección de los derechos civiles se lim ita a los casos en
que su ejercicio no esté en contradicción con la finalidad de los
mismos en una sociedad socialista que construye el comunismo,
sino que, además, se añade la obligación en que están todos los
ciudadanos de respetar, en el ejercicio de sus derechos y obliga­
ciones, no sólo las leyes sino tam bién “las reglas de la vida en co­
mún socialista y los principios morales de una sociedad que cons­
truye el comunismo”.8
Los ju ristas occidentales han solido interpretar la disposi­
ción del artículo 1 del Código de, 1922 como una consagración de
la teoría del “abuso del derecho”.9 Los soviéticos consideran que

5. La N .E .P . implicó una liberalización de la economía y muchas de


las normas del Código de 1922 que respondían a ella (por ejemplo los
arts. 276-366 regulando el contrato de sociedad) cayeron en desuso al
abandonarse tal política.
6. En el nuevo Programa del PCUS se dice que “el Estado de dictadu­
ra de la clase obrera se ha transformado en Estado de todo el pue.
blo” al dejar de existir las clases antagónicas.
7. Informe de Polianstky, presidente de la comisión de propuestas le­
gislativas del Soviet de la Unión, aparecido en Pravda, de 9 de di.
ciembre de 1961 (Cit. en la publicación francesa a la que se hace re­
ferencia en la nota 1).
8. Vid. el artículo 5 de las Bases.
9. Inaugurada, como se sabe, por la jurisprudencia francesa y consa­
grada legislativamente por los Códigos civiles de Alemania (BGB) en
su art. 266, Italia en su art. 883, Suiza en su art. 2 y Venezuela en
su art. 1.185.
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tal norma f i ja una directiva para la “interpretación política” ade­


cuada por parte del juez. Contraponen tal “interpretación polí­
tica ” a la “interpretación form al y burocrática”, exigiendo que el
juez examine las condiciones sociales que originaron la publica­
ción de la legislación y los fines que buscaba el Estado soviético
al dictarla. P ara los ju rista s soviéticos la aplicación de normas
jurídicas por parte de los tribunales “no constituye una operación
lógico-formal, sino un acto poli tico-jurídico que debe re fle ja r la
valoración, políticamente acertada, desde el punto de vista esta­
tal, de las circunstancias reales que concurrieron en el hecho y
contener dentro del marco de la ley, la solución más conveniente
a la cuestión, práctica y políticamente”.10
E s evidente que en tales circunstancias adquieren una gran
importancia no sólo los trabajos preparatorios y discusiones del
proyecto de ley, sino otros documentos eminentemente políticos,
como, por ejemplo, el Program a del Partido. Así, por ejemplo, el
nuevo Program a aprobado en el X X II Congreso no sólo f i ja las
tareas presentes de la sociedad y el Estado soviéticos sino tam ­
bién los principios de la moral de una sociedad que construye el
comunismo a los que hace referencia el artículo 5 de las Bases.

3 . Extensión del derecho civil soviético. E l llamado “derecho


económico”.

Un índice de la importancia que en la U R SS reviste el dere­


cho civil lo constituye el hecho de que el 85 por ciento de los asun­
tos que conocen los tribunales soviéticos son “civiles” .11 Ello, que
podría extrañarnos en un régimen en el que la mayor parte de la
economía está bajo el control estatal, se explica fácilm ente si te ­
nemos en cuenta que los soviéticos incluyen en el “derecho civil”
m aterias que nosotros consideraríamos como de derecho públi­
co,12 excluyendo de él, en cambio, el derecho fam iliar al que con­
sideran como una ram a autónoma.
10. N. G. Alexandrov y otros: Teoría del Estado y del Derecho, trad.
del ruso de A. Fierro, México, 1962, p. 312.
11. Según Rasulov, Presidente de la comisión legislativa del Soviet de
las Nacionalidades, en su informe sobre el Proyecto de Bases de la
legislación civil (Pravda de 9 de diciembre de 1961).
12. Los juristas soviéticos rechazan la distinción entre derecho público
y privado citando la frase de Lenin: “Para nosotros no existe nada
privado; en la economía todo es derecho público, nada privado” (car.
ta a D. I. Kurskii de febrero de 1922). Según ellos la distinción en­
tre derecho público y privado “refleja las contradicciones antagónicas,
propias de la sociedad capitalista, entre los intereses de la sociedad
y del individuo” y, por lo tanto, no pueden ser aplicadas al socialis­
mo pues en éste no existe “la oposición entre el Estado y la ‘socie­
dad civil’, entre los intereses generales e individuales” (Alexandrov,
ob. cit., pp. 348 y 349) .
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Form an parte del derecho civil soviético el conjunto de nor­


mas que regulan lo que ellos llaman “relaciones m ateriales” — es­
to es, derivadas de la utilización de la “ley del valor” y de la fo r­
ma mercancía-dinero— entre los siguientes sujetos de derecho:
a) E n tre organizaciones socialistas (entre organizaciones del
E sta d o ; entre organizaciones del Estado y koljoses u otras orga­
nizaciones cooperativas y sociales; entre koljoses y otras organi­
zaciones cooperativas y sociales) ;13
b) E n tre organizaciones socialistas y ciudadanos;
c) E n tre ciudadanos.
Form an también parte del derecho civil las llamadas “rela­
ciones personales” (derecho al nombre, derecho de autor, etc.).
Lo que caracteriza a las relaciones de derecho civil es que se lle­
van a cabo entre sujetos jurídicos situados en un plano de igual­
dad y opuestas a la subordinación propia del derecho adm inistra­
tivo.14
Como se ve sólo una mínima parte del derecho civil corres­
ponde a la regulación de relaciones del sector privado. Pero si bien
las relaciones entre organizaciones del sector público form an par­
te del mismo derecho que las que surgen entre ciudadanos, es evi­
dente que obedecen a principios muy diferentes de las de éstas.
Ello ha llevado a que se hable de la existencia, ju nto al derecho
civil, que regularía sólo las relaciones del sector privado, de un
“derecho económico” aplicable al sector público de la economía.
Llevado por estas consideraciones el ju rista soviético P. I.
Stuchka propuso en 1928, que el Código de 1922 debía ser reem­
plazado por dos: a) Un Código civil que regularía las relaciones
entre el Estado y los particulares y de éstos entre sí, y b) Un
“Código económico” que regularía las relaciones internas del E s ­
tado o del sector socialista.15 Pese a las críticas que a tal teoría
se hicieron,16 la idea de un “derecho económico” fue lanzada de
nuevo por Pashukanis en 1986, entendiendo por tal una ram a
jurídica en la que se integraba, como una parte de poca impor­
tancia, el derecho civil en sentido restringido.17 Pashukanis fue

13. En el interior del koljós las relaciones derivadas de sus estatutos es­
tán reguladas por el derecho koljosiano y lo relativo a la posesión
de la tierra por el derecho agrario.
14. Vid. arts. 2 y 3 de las Bases.
15. En su Kurs Sovetskogo Grazdanskogo Prava, tomo I, p. 10, Moscú,
1928, cit. por H. Chambre, El Marxismo en la Unión Soviética, Ma­
drid, 1960, p. 194.
16. Vid. M. B. Eliachevitch: “Le droit contractuel dans le systéme du
droit soviétique”, en Rev. Trim. Dr. Civ., 1938, pp. 406 y 419.
17. E . Pashukanis: “Gosudarstvo i Pravo pri Socializme”, en Sovetskoe
Gosudarstvo, N5 3, 1936, p. 11. Cit. por Chambre, ob. cit., p. 195.
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a su vez objeto de terribles ataques por parte de Vichinsky18 pero


después de la desestalinización iniciada en el X X Congreso y a
p artir de las críticas dirigidas contra el que fue “ju rista oficial”
de la U R SS por tantos años, la idea del “derecho económico” ha
vuelto a estar en el tapete de la discusión. Así, recientemente un
ju rista soviético que goza de prestigio y consideración dentro del
régimen, el profesor Pavlov, ha hablado de nuevo de la necesidad
de constituir un “derecho económico” que regularía la actividad
de las organizaciones económicas socialistas y las relaciones patri­
moniales entre ellas, vinculadas a los objetivos de la propiedad
socialista dentro del propio sistem a de economía social (relacio­
nes de suministro, de grandes obras, e tc .).19
Pese a todo ello en la elaboración de las Bases de la legisla­
ción civil prevaleció la tesis de la inclusión del derecho económico
en el civil, dándose como razón para ello el que la constitución de
aquél en una ram a autónoma “habría significado que el sistem a
de relaciones m ateriales de la U R SS, condicionado por la unidad
de toda la economía socialista, se encontraría artificialm ente di­
vidido y, por ello mismo, habría sido perturbada la unión armóni­
ca de los intereses de la sociedad y de los particulares”.20

4. E l “cálculo económico” y las empresas “personificadas”.

L a actividad económica estatal se desarrolla, según los so­


viéticos, como una aplicación del principio del centralismo demo­
crático en el que a una dirección centralizada de las empresas so­
cialistas por parte del Estado, se une la autonomía de cada empre­
sa en cuanto a la gestión económica efectiva. Con tal fin se ads­
criben a tales empresas, a las que se otorgan personalidad ju rí­
dica — empresas “personificadas” según la terminología soviéti­
ca— . una porción del fondo único de la propiedad socialista del
Estado, no en propiedad sino en “gestión efectiva”. E l artículo

18. Se le acusó de ignorar la importancia de la propiedad privada para


la construcción del socialismo, de acentuar la teoría de la desapa­
rición gradual del derecho civil, de hacer del hombre viviente y de
sus derechos personales y patrimoniales un accesorio del mecanismo
económico, etc. Sobre la teoría del “derecho económico” y los supues­
tos políticos implícitos en cada autor véase H. Kelsen, Teoría Co­
munista del Estado y del Derecho, Buenos Aires, 1957.
19. I. V. Pavlov: “Acerca del sistema del Derecho Socialista Soviético”,
en El Estado y el Derecho soviéticos, 1958, N5 11, pp. 11-13. En con.
tra, A. I. Denisov y N. I. Bernstein: “Los fundamentos de la legis­
lación civil y el derecho económico”, en la misma revista, 1959, N9 5,
pp. 52 y ss., y O. S. Ioffe: Regulación jurídica de la actividad eco­
nómica en la URSS, Universidad de Leningrado, 1959. (Todas las
obras en ruso). Vid. Alexandrov, ob. cit., pp. 355 y ss.
20. Informe de Poliantsky. Vid. nota 7.
BASES DE LA LEGISLACION C IV IL DE LA URSS 159

19 del Código civil de 1922 definía a estas empresas como perso­


nas morales, independientes y sin nexos con el Fisco, colocadas
bajo el régimen de utilidad comercial, no financiadas por el pre­
supuesto estatal y dotadas de un patrimonio que, en su parte alie­
nable, sólo responden de las deudas contraídas por ellas.
L a personalidad jurídica de que gozan tales empresas está
limitada a ciertos objetivos concretos determinados por sus esta­
tutos o reglamentos ( “teoría de la prohibición de los actos extra-
estatu tarios”) . 21 E n muchos casos la personalidad jurídica no se
otorga a una empresa individual sino a un tru st o unión de varias
empresas.
Las relaciones que tienen lugar entre estos sujetos de dere­
cho, si bien están reguladas por el derecho civil, se diferencian
de las que tienen lugar entre particulares, pues, en primer lugar,
el procedimiento para concluir y dar cumplimiento a los acuerdos
celebrados entre estas empresas está regulado por normas espe­
ciales y, en segundo lugar, no son los tribunales los que conocen
de las controversias que con ocasión de tales acuerdos se susciten
sino un órgano especial de a rb itra je .22
E stas empresas que gozan de autonomía, se rigen, por el
principio del “cálculo económico” o utilidad comercial. La expre­
sión rusa Joziestveny rastchiot (en form a abreviada Jozrast-
chiot) que suele traducirse por “cálculo económico”23 hace refe­
rencia a la utilización de. la “ley del valor” y constituye un méto­
do de gestión planificada que exige que se midan en dinero las in­
versiones y los resultados de la actividad económica de la empre­
sa, que la empresa cubra sus gastos con sus ingresos, asegurán­
dose la rentabilidad, y que sean eliminadas las empresas defici­
tarias. Se basa en el principio del “estímulo m aterial” ya que la
empresa no sólo obtiene, recursos m ateriales en función de sus
éxitos sino que, además, parte de sus ganancias son destinadas
a m ejorar las condiciones de vida de sus obreros y empleados (vi­
viendas, casas de reposo, etc.).
E l “cálculo económico” tra ta de llenar las funciones que en
un sistem a de economía libre corresponde al “mercado” evitando
21. Vid. arts. 11 y 12 de las Bases.
22. La Ley de Arbitraje del Estado de 3 mayo de 1931 dispone en el
art. 1: “Se constituye el arbitraje del Estado para decidir las con­
troversias pecuniarias entre las instituciones, empresas y organiza,
ciones del sector colectivo de forma que asegure la consolidación de
la disciplina contractual y la de los planes y el ‘cálculo económico’ ”.
Cfr. artículo 34 de las Bases, aparte 2''
23. La traducción literal sería “cuenta de explotación”. En las versiones
francesas se ha usado la expresión bilan commercial. Nosotros hemos
preferido usar cálculo económico por ser una expresión ya acreditada
en traducciones a nuestro idioma de obras económicas rusas.
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una excesiva centralización de la planificación estatal que, hasta


ahora, ha demostrado en la U R SS tener efectos negativos.
Corresponde a las nuevas Bases de la legislación civil el mé­
rito de haber reunido por primera vez en un mismo acto legisla­
tivo las disposiciones fundamentales relativas al “cálculo econó­
mico”.

5 . Regulación de la propiedad.
E n lo referente al derecho de propiedad la nueva legislación
abandona la división trip artita del Código de 1922 (propiedad del
Estado, propiedad cooperativa y propiedad privada) y recoge la
distinción de la Constitución de 1936 entre propiedad socialista y
propiedad personal, subdividiendo la propiedad socialista en pro­
piedad del Estado y propiedad de las empresas cooperativas.
Con respecto a la propiedad socialista, tanto la doctrina co­
mo la jurisprudencia soviética han estado de acuerdo en otorgar­
le sobre la propiedad personal una preeminencia no sólo cuantita­
tiva sino también cualitativa pues, en primer lugar, existe una
presunción en favor de que la propiedad es socialista24 y, en se­
gundo lugar, la propiedad personal sólo puede entenderse co­
mo derivada de la socialista,25 ya que, se nos dice, “la fuente, el
origen de la propiedad personal de los ciudadanos se encuentra
en su participación en la economía socialista”.20 Y así, m ientras se
declara a la propiedad socialista “sagrada e inviolable” 27 aplicán­
dole el calificativo que las declaraciones de derecho burguesas uti­
lizaban para la propiedad privada, con respecto a la propiedad
personal se afirm a simplemente que está “protegida por la ley”,
y ello sólo en los lím ites fijado por el artículo 5 de las Bases.
E n el informe de Poliantsky ante el Soviet Supremo se sub­
rayó la “dependencia de la propiedad personal de los ciudadanos
con respecto a la propiedad socialista”. E l reconocimiento de tal
propiedad personal en la fase actual fue considerada como una
concesión al principio del “interés m aterial”, pero se advirtió que
a medida que se avance hacia el comunismo la satisfacción de las
necesidades de los ciudadanos se cubrirán por los “fondos socia­
les” o “públicos”, actuando “estímulos morales” que harán que la
propiedad personal vaya perdiendo importancia.

6. L a “socialización” de la ju sticia y los “tribunales de


camaradas”.
Especial atención merece la disposición según la cual la de­
fensa de los derechos civiles no se realiza sólo ante los tribunales
24. Cfr. Arminjón, Nolde y Wolf, ob. cit., pp. 312 y ss.
25. Alexandrov, ob. cit., p . 336.
26. D. M. Genkin y K. A. Grave, cit. por Chambre, p. 139.
27. Arts. 131 y 10 de la Constitución.
BASES DE LA LEGISLACIO N C IV IL DE LA URSS 161

de ju sticia sino también, en ciertos casos, ante los “tribunales de


camaradas, organizaciones sindicales y otras organizaciones so­
ciales”.28 E n el inform e de Rasulov, presidente de la comisión le­
gislativa del Soviet de las Nacionalidades, con motivo de la discu­
sión de las Bases, se subrayó la importancia que se atribuye a las
organizaciones sociales diciendo que “el papel im portante de la
sociedad en un proceso halla su expresión en el hecho de que, pa­
ra defender los derechos y los intereses legales de los ciudadanos,
los sindicatos y otras organizaciones sociales pueden participar
en el examen judicial por medio de sus representantes y hacer co­
nocer al tribunal la opinión de la colectividad en la causa exam i­
nada”.29 Se tra ta de la aplicación de la línea política señalada por
el X X I Congreso del Partido y reafirm ada en el X X II, según la
cual determinadas funciones que hasta la fecha venían siendo des­
empeñadas por órganos estatales, en lo sucesivo serán desempe­
ñadas paralela y simultáneamente por órganos estatales y socia­
les (sindicatos, organizaciones juveniles, etc.). Con ello, esperan
los soviéticos ir preparando las condiciones para la fu tu ra des­
aparición del Estado que, según la tesis m arxista, se produce en
la fase comunista al ser sustituido el Gobierno del Estado por la
autoadministración de la sociedad.30 (V éase: W. Leonhard: E l
mundo ro jo del mañana, en Documentos, Instituto de Estudios
Políticos, Caracas, N9 6 ,1 9 6 1 ).
Los “tribunales de cam aradas” son órganos sociales electivos
que funcionan en las empresas, sovjoses, koljoses, cooperativas,
barriadas, etc., formados por las personas que allí trab ajan o vi­
ven y cuyas atribuciones en un principio eran velar por las in­
fracciones de la disciplina laboral, de las normas de vida en co­
mún, y, en general, de las normas de comportamiento social, apli­
cando medidas de presión social y a los que ahora se atribuye una
intervención en el proceso civil.

28. Art. 6, aparte primero de las Bases de la legislación civil, coincidien­


do con el art. 4, aparte primero de las Bases del procedimiento civil
que establece: “En los casos previstos por la ley, los asuntos civiles
pueden ser examinados por los tribunales de camaradas. La legisla­
ción de las repúblicas federadas fija el modo de su actividad” .
29. Informe de Rasulov. Vid. nota 11.
30. La intervención social en cuestión se ha manifestado en el manteni­
miento del orden público a través de los “equipos populares de vo.
luntarios" y los “estados-mayores del komsomol” (Decisión del Comi­
té Central del PCUS y del Consejo de Ministros de la URSS de marzo
de 1959 “Sobre la participación de los trabajadores en el manteni­
miento del orden público en el país”) y en el proceso penal a través
de instituciones tales como los “asesores populares”, “acusadores y
defensores sociales”, la “garantía social”, el “padrinazgo social”, etc.
(Vid. Bases de la legislación penal de la URSS, arts. 38 y 47 y Ba­
ses del procedimiento penal, arts. 8, 33 y 41).
162 JUAN CARLOS REY

7. Algunos otros rasgos de la nueva legislación.

E l proyecto de Bases fue publicado a partir de julio de 1960


en numerosas revistas especializadas y profanas soviéticas. En
torno a tales publicaciones se procedió, como es costumbre en la
U R SS, a una “discusión pública” en la que los lectores enviaban
críticas y sugerencias. Fruto de tales discusiones es la inclusión
de varias disposiciones, pues, fren te a los 106 artículos de que
constaba el Proyecto el texto definitivo consta de 129. A tal in­
tervención pública se debe la inclusión de artículos que como el 7
proceden a la defensa del honor y de la dignidad de los ciudada­
nos y que por primera vez aparecen en la legislación civil.31
Con respecto al “derecho económico” merecen especial aten­
ción las normas sobre regulación del “contrato de sum inistros”
(artículos 44-50), la compra por el Estado de la producción de la
economía rural a koljoses y sovjoses (artículos 51 y 5 2 ), el con­
trato de empresa de grandes obras (artículos 67-71) y sobre to-
de lo referente al “cálculo económico” al que ya hemos hecho alu­
sión.
Hay que subrayar también la extensa regulación del derecho
de autor, de descubrimiento e invención. Dentro de esto resulta
interesante la inclusión del derecho por “propuesta de racionaliza­
ción” que actúa como estímulo m aterial en favor de aquellas per­
sonas que introducen m ejoras en los procesos productivos o de,
distribución.
Por último, las Bases introducen numerosas normas que re­
cogen soluciones de la jurisprudencia soviética a lagunas existen­
tes en el Código de 1922.32

31. Sobre las modificaciones sufridas por el proyecto original véase la


publicación francesa citada en la nota 1, pp. 9 y ss.
32. Tal es el caso del art. 16 muy semejante a la Resolución del Pleno
32 del Tribunal Supremo de la URSS de 10 de febrero de 1931. Tal
es también el caso del art. 18, del art. 28 que confirma la práctica
del Tribunal Supremo de ampliar las procedencias de la acción reivin.
dicatoria a casos no previstos por el art. 60 del Código civil de 1922.
Igualmente el capítulo 13 de la sección III se pone en concordancia
con el art. 131 de la Constitución y la jurisprudencia. Son también
soluciones establecidas por la jurisprudencia las recogidas en los
arts. 14,37 y 93 de las Bases.

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