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LA EVIDENCIA EXTERNA

El testimonio de la patrista
Las iglesias primitivas valoraban a juan de una manera singular y desde sus
inicios reconocían a juan, el discípulo de Jesús, como el escritor.
El argumento podría construirse de la siguiente manera: En la segunda mitad del
siglo II hay unanimidad en atribuir el 4º Evangelio a Juan el hijo de Zebedeo. Más
aún, de hecho, no se atribuyó nunca a ningún otro autor. La atribución a Juan se
da en la Iglesia universal: Asia Menor, Siria, Roma, África, las Galias. Es común a
los Santos Padres, los gnósticos y los apócrifos. Sustanciemos cada uno de estos
puntos.
Policarpo (69-155): fue obispo de la iglesia en Esmirna autor de una carta a los
filipenses, según los relatos de Ireneo y Jerónimo fue un discípulo directo de Juan
en su escrito a los filipenses, muestra una semejanza con las palabras de juan y
cita directamente a 1 de juan 4:3 Ireneo escribió sobre Policarpo.
Justiniano Martir (100-165): Filosofo apologista ante el emperador romano, fue
un líder de la iglesia de Romay un defensor de los derechos de los cristianos ante
las autoridades romanas.
En su primera Apología sobre el bautismo dice:
En el nombre de Dios el Padre y Señor del Universo, y de nuestro salvador
Jesucristo y del Espíritu Santo, reciban el lavamiento con del agua. Porque Cristo
también dijo: El que no naciere de nuevo no puede entrar en el reino de los cielos
ahí cita a Juan 3:3-5.
Ireneo de Lyon (140-202): un gran defensor de la fe cristiana frente a los embates
del gnosticismo del segundo siglo fue Ireneo de Lyon, el comparte su
conocimiento sobre el origen del evangelio de Juan en su obra contra los herejes
“por fin Juan el discípulo del Señor que se había recostado sobre su pecho Jn.
21:20 13:23”
Este testimonio es muy creíble e importante, ya que Ireneo fue discípulo de
Policarpo quien a su vez fue discípulo de juan.
Eusebio de Cesárea (260-340): Fue el primer gran historiador del cristianismo. Su
otra historia eclesiástica es una fuente de información de valor inestable sobre la
realidad de los primeros siglos de la iglesia, incluyendo los libros del nuevo
testamento y sus autores Eusebio identifica al apóstol Juan como el autor del
cuarto evangelio.
Toda mención del evangelio de Juan y su autor en la Patrista afirma lo mismo que
juan el apóstol fue el autor de la obra. No existe ningún documento antiguo que
afirme algo diferente.

A continuación, damos una serie de textos tomados de los escritos de la Primera


Iglesia que nos ayudan a formarnos una idea de las opiniones que eran corrientes
entonces acerca de la paternidad del 4Ev.
A) LOS SANTOS PADRES
1. Canon de Muratori. En Roma. Hacia el año 170 Segunda mitad del siglo II
"El cuarto de los evangelios, de Juan, uno de los discípulos. Otros
condiscípulos y obispos le exhortaban y él dijo: "Ayunad conmigo hoy por tres
días, y luego nos contaremos unos a otros lo que nos sea revelado". Aquella
misma noche le fue revelado a Andrés el apóstol que Juan lo escribiera todo
en su nombre, mientras todo lo reconocían" (EB. 1-7).
Comentario: Se describe a Juan como "uno de los discípulos", en curioso
contraste con Andrés a quien se le llama "uno de los apóstoles". Queda la
sospecha de que el Juan del que se habla no fuese el apóstol.
2. Polícrates (obispo de Éfeso). Hacia el año 190. Escribe al Papa Víctor:
Finales del siglo II
"En Asia también se han dormido grandes lumbreras, que se levantarán de
nuevo en el último día a la llegada del Señor, cuando venga con gloria del
cielo y busque a todos sus santos. Entre ellos está Felipe, uno de los doce
apóstoles, que duerme en Hierápolis, y sus dos hijas vírgenes, y otra hija que
vivió en el Espíritu Santo y ahora descansa en Éfeso; y sobre todo Juan, que
fue a la vez testigo y maestro, que reclinó sobre el pecho del Señor, y siendo
sacerdote, llevó el "Pétalo" sacerdotal. También duerme en Éfeso" (En
Eusebio HE. III,31,3; V,24,2f).
Comentario: Polícrates quiere justificar una costumbre referente a la fecha de
la Pascua, y para ello da unos argumentos que prestigian las sedes de Asia
Menor. Para Polícrates, el Juan famoso enterrado en Éfeso, parangonado a
Felipe el apóstol, es, sin duda el discípulo amado del evangelio que se reclinó
sobre el pecho del Señor.
3. Teófilo de Antioquía: En Siria Hacia el año 180. Segunda mitad del siglo II
"Hombres inspirados, entre los cuales dice Juan: "En el principio era el Verbo
y el Verbo estaba junto a Dios" (Ad Autolycum II,22).
4. San Ireneo: En Asia y en Galias (130-200) Segunda mitad del siglo II
a) "Después Juan, el discípulo del Señor, el que se había recostado sobre su
pecho, escribió el evangelio residiendo en Éfeso de Asia" (Adv, Haer. III,1,2
PG 7, 845). Lo incluye entre los apóstoles: "No sólo Juan, sino los otros
apóstoles" (Adv. Haer. II,22,5).
b) "Otros no admiten la doctrina que está en el evangelio según san Juan, en
la que el Señor prometió que enviaría el Paráclito, sino que al mismo tiempo
rechazan el evangelio y el espíritu profético" (PG 7,890-891).
c) "Esto lo atestigua Papías, que oyó a Juan y fue compañero de Policarpo,
hombre viejo… (PG 7, 1214).[1]
d) "Juan, el discípulo del Señor, enseñaba que se refería a la primera semana
con esas palabras (PG 7,532.538). Insinúa aquí que ya Ptolomeo atribuía el
evangelio a Juan.
e) "Puedo señalar el lugar donde se sentaba el venerable Policarpo para
hablar, cómo entraba y salía… cómo hablaba de sus relaciones con Juan y
con los otros que habían conocido al Señor, cómo recordaba sus
palabras…" (Carta a Florino, citada por Eusebio en HE V,20,4-
7; PG 20,485).
f) "Yendo cierta vez (el apóstol Juan) a los baños de Éfeso, vio en el interior a
Cerinto (un hereje). Entonces, sin bañarse, salió fuera del establecimiento.
"Pongámonos a salvo, no sea que el edificio se desplome, ya que Cerinto,
el enemigo de la verdad, está dentro" (Adv. Haer. III,3,4).
g) Ireneo cita a "los antiguos que se juntaron en Asia en torno a Juan, el
discípulo del Señor, y referían lo que había oído de la boca de Juan sobre
la edad de Jesús y otros temas. Atestigua que Juan vivió hasta el tiempo de
Trajano (Adv. Haer. II,22,5; citado también por Eusebio, Hist. Eccl III,23,3).
h) "Pero también la Iglesia de Éfeso, que fue fundada por Pablo, y donde
Juan permaneció hasta el tiempo de Trajano, es un fiel testigo de la
tradición apostólica (Adv. Haer. III,3.4).
5. Prólogo antimarcionita: Hacia el año 170: Segunda mitad del siglo II.
"El evangelio fue revelado y dado a las Iglesias por Juan, estando aún en el
cuerpo, como lo recordó un tal Papías de Hierápolis, un querido discípulo
de Juan, en sus exegéticos, es decir, sus cinco últimos libros. El escribió
mientras Juan dictaba fielmente. Y Marción el hereje, cuando por sus
opiniones contrarias había sido rechazado por él, fue rechazado por Juan".
Comentario: Se trata de un prólogo latino de origen controvertido.
Atestigua también la estancia de Juan el apóstol en Éfeso, pero posee
rasgos legendarios. Su afirmación de que Papías fue discípulo de Juan el
apóstol fue refutada por Eusebio. Confunde también a Felipe apóstol con
Felipe diácono, el que tenía las hijas vírgenes.
6. San Justino: Murió el año 165. De mediados del siglo II
a) Se refiere a las memorias de los apóstoles que se leían en la liturgia
dominical, y dado que utiliza datos del 4º evangelio, puede ser que lo
considerara como una de esas memorias (1ª Apología 66,3; PG 6,429).
b) Por otra parte, san Justino se refiere también al apóstol Juan como
residente en Éfeso (PG 6,669).
7. Clemente de Alejandría: Hacia el año 180
a) "Juan, el último de todos, viendo que en los evangelios de los otros se
cuenta lo que se refiere al cuerpo de Cristo, él, bajo la inspiración del
Espíritu Santo, y a petición de sus allegados, escribió un evangelio
espiritual" (Citado por Eusebio HE. 6,14,7; PG 20,552).
b) En el tratado "Quis dives salvabitur" (42,1) menciona una actividad del
apóstol san Juan En Asia Menor, y cuenta cómo convirtió a un joven jefe de
salteadores. Sitúa Clemente esta fábula, o mejor, "verissima historia" a la
vuelta de Juan a Éfeso después de su destierro en la isla de Patmos en
tiempo de Domiciano (Citado por Eusebio en HE III,23; PG 20, 257).
8. Escritos Gnósticos
Los Escritos gnósticos del siglo II coinciden todos en atribuir la autoría del
cuarto evangelio al apóstol Juan, identificado con el discípulo amado. Esta
identificación es anterior a Ireneo y en modo alguno depende de él. Así
puede verse la opinión de Teodoto, Tolomeo y Heracleon.
Valoración de la evidencia externa positiva:
 Los textos que identifican a Juan el apóstol como autor del 4Ev. son
muy antiguos. Ya en el siglo II tenemos el testimonio de Teófilo de
Antioquía (T3), Ireneo (T4), Canon de Muratori (T1) y Prólogo
antimarcionita (T5). Parece bien establecido que a partir de la
segunda mitad del siglo II con unanimidad casi total la Iglesia tanto
de Oriente como de Occidente reconoce como autor del 4Ev. a Juan
el hijo de Zebedeo.
 El que un evangelio de una comunidad marginal, con una teología
personalísima, con material nuevo diverso de los sinópticos, y
utilizado continuamente por los herejes, acabase imponiéndose en
toda la Iglesia, no se explica si no presuponemos que el evangelio
estaba respaldado por la figura de un apóstol de primera magnitud.
Ahora bien, en toda la tradición de la Iglesia no se han sugerido
ningunos otros nombres de apóstoles para el cuarto evangelio sino el
de Juan. Por supuesto este argumento no prueba que el propio Juan
fuera el escritor, pero sí al menos la autoridad que respalda el
evangelio.
 Varios textos recogen la tradición sobre la estancia de Juan en Éfeso
Juan se habría trasladado a Éfeso muy tarde, después de la muerte
de Pablo. Por eso ni en las cartas paulinas ni en los Hechos hay
ninguna alusión a esta estancia de Juan en Éfeso. Hacia el año 80
judeocristianos se instalan en Éfeso paralelamente a la Iglesia
paulina, y forman una comunidad distinta que mantiene su identidad.

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