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Datos interesantes
El más joven de los 12 discípulos
Conocido como “el discípulo amado”
Jesús le puso el apodo “hijos de trueno” a él y Jacobo
El único de los 12 que no sufrió el martirio
Autor del evangelio y las epístolas que llevan su nombre, y de
Apocalipsis.
Pescador de profesión
Su hermano Jacobo también era uno de los 12
Pedro y Andrés eran compañeros en la pesca
Primo de Jesús
Historial de Juan
Los padres de Juan eran Zebedeo y Salome (Mateo 27:55-56). Varios pasajes
en los evangelios nos hacen pensar que esta familia contaba con buenos
recursos. Zebedeo, un pescador, le iba lo suficientemente bien para poder
emplear a otros (Marcos 1:20). También su madre apoyaba el ministerio de
Jesús con sus bienes. Basándose en Juan 19:25, algunos creen que Salome
era hermana de María, la madre de Jesús, por lo cual Juan y Jacobo eran
entonces primos hermanos del Señor y de Santiago. Si es así, pues también
era pariente de Juan el Bautista, del cual Juan fue discípulo antes de seguir a
Jesús.
A Juan también se le conoce por la forma en que habla del amor, el tema
central de las tres epístolas que escribió. En 1 Juan 4:8 encontramos la
simple, pero impactante, frase “Dios es amor”.
Discípulo amado
Curiosamente, Juan nunca es nombrado en el Evangelio que tradicionalmente se
le ha atribuido. El Evangelio de Juan menciona a los dos hijos de Zebedeo una
sola vez, en el último capítulo, donde se hallaban entre los siete discípulos que se
encontraron con el Señor resucitado junto al Mar de Galilea. Incluso allí, sin
embargo, no son mencionados por su nombre. En cambio, la tradición, apoyada
por referencias de las Escrituras de la Restauración 14, ha identificado a Juan como
el anónimo “discípulo a quien Jesús amaba” que estuvo presente en la Última
Cena, la Crucifixión, la tumba vacía y la aparición final de Jesús en el Mar de
Galilea15.
También puede haber sido el “otro discípulo” que, junto con Andrés, había sido
seguidor de Juan el Bautista, y le oyó testificar que Jesús era el Cordero de Dios
(véase Juan 1:35–40), y es probable que fuera el discípulo que acompañó a Pedro
después del arresto de Jesús y le ayudó a acceder al patio del sumo sacerdote
(véase Juan 18:15–16).
En el Evangelio de Juan, el discípulo amado emerge como un amigo cercano y
personal del Señor. Junto con Marta, Lázaro y María, Juan es descrito
explícitamente en este Evangelio como alguien a quien Jesús amó (véase Juan
11:3, 5). Su posición en la mesa durante la Última Cena reflejaba no solo honor
sino también cercanía.
Más allá de su amistad con el Salvador, otros pasajes lo revelan como un testigo
poderoso de los acontecimientos más importantes de la misión de Jesús:
permaneció al pie de la cruz para presenciar la muerte del Señor como sacrificio
por el pecado, corrió a la tumba después de la Resurrección para confirmar que
estaba vacía, y vio al Salvador resucitado.
Como el Evangelio de Juan, ninguna de las tres cartas atribuidas a Juan lo
nombra directamente. Sin embargo, 1 Juan, que es más un tratado doctrinal que
una carta real, está estrechamente asociado con el Evangelio en su estilo y temas,
los cuales abarcan la importancia del amor y la obediencia, temas que el Salvador
enseñó en el relato de Juan de la Última Cena.
1 Juan, escrito después del Evangelio, comienza declarando el testimonio del
autor sobre el Señor Jesucristo, “lo que era desde el principio, lo que hemos oído,
lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que
palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida”(1 Juan 1:1; cursiva
agregada). Además de reafirmar las primeras líneas del Evangelio de Juan, el
autor recalca su poderoso testimonio personal y físico de Jesucristo, quien fue la
Palabra de Dios literalmente hecha carne.
Los primeros cristianos, que eran la primera audiencia del libro, aparentemente
habían sufrido divisiones internas con un grupo que abrazaba creencias
incorrectas acerca de que Jesús había abandonado a la Iglesia 19. En 1 Juan, el
autor no es solo un testigo; es una autoridad llamada a corregir la falsa doctrina y
a contrarrestar las amenazas a la fe de los anticristos y los falsos espíritus
(véase 1 Juan 2:18–27; 4:1–6). Su misión también consistía en animar a aquellos
que permanecían fieles compartiendo verdades significativas acerca de Dios y
Cristo, y la importancia de perseverar en la fe y la justicia.
En 2 Juan y 3 Juan, él se identifica simplemente como “el anciano” y continúa
recalcando la importancia del amor y la obediencia y los peligros de los falsos
maestros y de aquellos que rechazan la autoridad apropiada de la Iglesia 20.
Estos tres libros nos enseñan la importancia de la devoción continua al Jesucristo
revelado.
El revelador
De los cinco libros que se le atribuyen, solo Apocalipsis utiliza realmente el
nombre de Juan, identificando a su autor tres veces por ese nombre en sus
versículos iniciales (véase Apocalipsis 1:1, 4, 9). Aparte de identificarse a sí
mismo como el siervo de Dios, el autor no da ninguna otra indicación de su cargo
o llamado, pero la mayoría de las autoridades cristianas primitivas creían que él
era Juan, hijo de Zebedeo.
El Libro de Mormón y Doctrina y Convenios confirman que el apóstol Juan
había recibido el cometido especial de recibir y escribir las visiones que tuvo 21.
Apocalipsis, un libro complejo y altamente simbólico, tenía por objeto consolar y
tranquilizar a los cristianos que sufren persecución o pruebas en todas las épocas,
y al mismo tiempo revelaba el papel de Jesucristo a través de la historia.
Aunque se han propuesto dos fechas diferentes para cuando Juan escribió el
Apocalipsis —una fecha temprana en los años 60 d. C., durante el reinado del
emperador Nerón, y una fecha posterior en los años 90 d. C., durante el reinado
del emperador Domiciano— ambas serían posteriores al martirio de Pedro, lo que
significa que Juan sería el único de los apóstoles principales que seguía vivo.
.
Se convirtió en uno de los discípulos favoritos y Jesús quería que fuera testigo
de la resurrección de la hija de Jairo, su transfiguración y su agonía en el
jardín de Getsemaní, lo comisionó junto con Pedro para preparar la cena de
Pascua, le permitió recostar su cabeza sobre su pecho y antes de morir, heredó
a su madre María Santísima.
Lleno de amor y celo por Jesús, merecio ser llamado "el hijo del trueno".
Despuès de la Ascensión de Jesús, se quedó por un tiempo en Jerusalèn y con
San Pedro tuvo los primeros lugares en la Iglesia de Jerusalèn. Estuvo
presente en el milagro realizado por el Príncipe de los Apóstoles con el lisiado,
que estaba sentado en la puerta del templo, y con el mismo Pedro fue
encarcelado y sufrió mucho por los judíos.
Más tarde fue con San Pedro a Samaria para completar el trabajo de
evangelización iniciado por el diácono Felipe e impartir el Espíritu Santo a los
nuevos conversos. En el segundo viaje de Pablo a Jerusalèn, èl estaba en esta
ciudad. En los últimos años de su vida, debido a la fe cristiana, fue
exiliado.según Juan, las tres cartas de Juan y el Apocalipsis de Juan.
San Juan en la isla de Patmos, donde tuvo visiones del Apocalipsis. Liberado
del exilio, ejerció la supremacía sobre las iglesias de Asia Menor.
Hacia el final de su vida, San Juan fue enviado a Roma, y aquí, como
testimonio de Tertuliano, lo sumergieron en aceite hirviendo, pero no sufrio
naa. Más tarde fue enviado al exilio en la isla de Patmos, cerca de Éfeso, y aquí
escribió el Apocalipsis. Liberado del exilio, regresó a Éfeso, donde murió en los
primeros años del imperio de Trajano.
Despuès de afirmar que Jesús hizo muchas otras maravillas que no están
registradas en el libro que escribió, agrega: Estas cosas han sido escritas, para
que crean que Jesús es el Cristo Hijo de Dios, y creyendo tengan vida en su
nombre. Al escribir su Evangelio, San Juan propuso confirmar a sus lectores en
la fe de la Mesianismo y Divinidad de Jesucristo. Con este fin, todas las páginas
de su libro apuntan, de hecho, desde el prólogo, en presentar a Jesucristo
como la Palabra y el único Hijo de Dios.
Según los escritores antiguos, San Juan quería completar la narrativa de los
tres sinópticos, escribiendo "un Evangelio espiritual", es decir, poniendo
especial ènfasis en lo que se refería a la naturaleza íntima de Jesucristo.
San Juan escribió su evangelio despuès de regresar del exilio de Patmos, que
conduce al año 96.
Los destinatarios del cuarto evangelio no son los judíos y ni siquiera los
cristianos de la primera generación. El evangelista en su libro se dirige a
cristianos adultos que ya conocen los elementos de la doctrina enseñada por el
Salvador, y solo necesitan ser confirmados en fe contra las falsas doctrinas
difundidas por los herejes.
Mc 3:17
A diferencia de Simón, hijo de Jonás, a quien Jesús le modifica su nombre por el de Pedro en
señal de dominio, no hay modificación del nombre de los hermanos Zebedeo,pero sí una
calificación que algunos autores argumentan posteriormente con el pasaje único de Lucas, en
el que se hace referencia a una mala acogida en un pueblo samaritano. La hostilidad de los
samaritanos contra judíos y galileos era proverbial.Los samaritanos eran considerados
cismáticos.Jesús se dirige a Jerusalén por el camino más directo, por Samaría, en lugar de ir
por los caminos más frecuentados: por la costa occidental o por el Jordán abajo.Sin embargo,
al buscar hospedaje,no es recibido.
[...](Jesús) se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, y envió mensajeros delante de sí, que
fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada;pero no le recibieron
porque tenía intención de ir a Jerusalén.Al verlo, sus discípulos Santiago y Juan,
dijeron:«Señor,¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?»Pero
volviéndose,(Jesús) los reprendió y se fueron a otro pueblo.
Lc 9:52-56
Según Leal,los dos hermanos Santiago y Juan justificarían así el apelativo de «hijos del
trueno» que le diera Jesús.Él no aprueba ese celo demasiado humano, pero ese ímpetu bien
canalizado podría ser un medio eficaz para la obra pretendida por Jesús.El académico
estadounidense Alan Culpepper destaca el significado dado por el teólogo alemán Otto
Wilhelm Betz (1917-2005) a las expresiones «Boanerges» e «hijos del trueno».El término
«Boanerges» pertenece a una tradición temprana, que provendría incluso del mismo Jesús,
puesto que la comunidad cristiana primitiva no tendría ningún interés en dar a sus pilares ese
tipo de nombres.Así también, Jesús habría llamado a los dos hermanos «hijos del trueno», no
como un apodo despectivo, sino como una promesa de lo que llegarían a ser.La sugerencia –
dice Culpepper– de que el nombre, como en el caso de Pedro, sea una promesa o una
previsión de la grandeza que alcanzarían los hijos de Zebedeo es muy meritoria.Dándoles el
nombre de «Boanerges», Jesús habría anunciado que Santiago el Mayor y Juan se
convertirían en «hijos del trueno»,testigos valientes como «voces del cielo».
El círculo de dilectos
Contrariamente a las costumbres de la época,según las cuales los discípulos elegían a los
maestros que los guiarían,el Evangelio señala que es Jesús quien elige a sus discípulos.Y
Jesús elige a su vez, dentro del grupo de los doce Apóstoles, a un círculo más restringido de
sólo tres (a veces cuatro),quienes lo acompañan en situaciones especiales.Ellos son Simón
Pedro,Santiago y Juan,a quienes en alguna ocasión se suma Andrés.
Siempre según los Evangelios,Juan,junto con Pedro y Santiago,acompaña a Jesús: a la casa
del jefe de una sinagoga,Jairo, a cuya hija resucita,cuando sube a la montaña para
transfigurarse;al monte de los Olivos, donde frente al imponente templo de Jerusalén
pronuncia su discurso sobre el fin de la ciudad y del mundo,ocasión en que se suma Andrés.
Esta situación de relieve hace comprensible que Juan tome la iniciativa para mantener
posiciones de privilegio.Así mismo, resulta entendible que Juan y Santiago (Mc 10:35-41),en
conjunto con su madre,quieran asegurarse una colocación distinguida.Cuando, en el monte de
los Olivos,Jesús se retira a orar en agonía por los padecimientos y muerte que se avecinan y,
finalmente, encontramos a Juan y Santiago el Mayor, mencionados indirectamente como
«hijos de Zebedeo», formando parte del grupo restringido de discípulos testigos del último
signo realizado por Jesús ya resucitado: su aparición a orillas del lago de Tiberíades y la
pesca milagrosa.Se trata de la única referencia en el Evangelio de Juan a los dos «hijos de
Zebedeo», ubicada en el epílogo del evangelio.[4]
Pilar de la Iglesia
Pedro,Santiago y Juan fueron los únicos testigos de la resurrección de la hija de Jairo.Los tres
también fueron testigos de la Transfiguración y estos mismos tres fueron testigos de la agonía
en Getsemaní.Juan fuer uno de los discípulo que informaron a Jesús de que habían prohibido
un no-discípulo de echar fuera demonios en nombre de Jesús,lo que llevó a Jesús a declarar
que "el que no está contra nosotros,está de nuestro lado".
Jesús envía sólo a Juan y a Pedro a la ciudad para hacer la preparación para la última
cena.En la cena,el "discípulo a quien Jesús más amaba" estaba al lado de Jesús y la tradición
identifica este discípulo como San Juan.Después de la detención de Jesús,Pedro y el "otro
discípulo" [5],Juan,lo siguió hasta el palacio del sumo sacerdote. Fue el único entre los
apóstoles que permaneció cerca de Jesús al pie de la cruz en el Calvario junto con la Madre y
otras mujeres;siguiendo las instrucciones de Jesús desde la cruz,Juan tomó a María, la madre
de Jesús,bajo su cuidado como el último legado de Jesús (Jn 19:25-27).
Después de la Ascensión de Jesús y la venida del Espíritu Santo en Pentecostés, Juan y
Pedro,tuvieron un papel destacado en la fundación y dirección de la iglesia.Él estaba con
Pedro en la curación del hombre cojo en el Templo,ambos también fueron encarcelado (Hch
4:3) y visitaron juntos a los recién convertidos en Samaria (Hch 8:14).
Mientras permaneció en Judea y sus alrededores,los otros discípulos volvieron a Jerusalén
para el Concilio Apostólico (alrededor del año 51).Pablo,en oposición a sus enemigos en
Galacia,recuerda que Juan explícitamente,junto con Pedro y Santiago el Justo,son los pilares
de la Iglesia y se refiere al reconocimiento de su predicación apostólica de un Evangelio libre
de la ley judía que recibió de estos tres hombres prominentes de la comunidad en Jerusalén.
El discípulo amado
La frase al discípulo a quien Jesús amaba [6] o, en Juan 20:2,el discípulo predilecto se utiliza
cinco veces en el Evangelio de Juan,pero en ningún otro relato del Nuevo Testamento.En
Juan 21:24 se afirma que el Evangelio de Juan se basa en el testimonio escrito de este
discípulo.El discípulo a quien Jesús amaba se refiere,en concreto,seis veces en el evangelio
de Juan:
Este es el discípulo que,mientras recostado al lado de Jesús en la última cena,le pide a
Jesús,por idea de Pedro,que revele quién es el que lo va a traicionar.(Jn 13:23-25).Más tarde
en la crucifixión,Jesús le dice a su madre:"Mujer,ahí tienes a tu hijo",y al Discípulo
Amado:"Aquí tienes a tu madre"(Jn 19: 26-27).Cuando María Magdalena descubre la tumba
vacía,ella corre a decirle al Discípulo Amado y Pedro. Los dos hombres se apresuran a la
tumba vacía y el Discípulo Amado es el primero en llegar.Sin embargo,Pedro es el primero en
entrar (Jn 20:1-10) y,en Juan 21,el discípulo amado es uno de los siete pescadores que
participan en la pesca milagrosa de los 153 peces.También en el último capítulo del
libro,después de que Jesús hace alusión a como Pedro va a morir,Pedro ve el Discípulo
Amado tras ellos y le pregunta: "¿Qué pasa con él?" Jesús responde: "Si quiero que él quede
hasta que yo venga,¿qué te importa a tí?Tú sígueme" (Jn 21:20-23) y,por último,afirma que el
libro se basa en el testimonio escrito del discípulo a quien Jesús amaba.
Ninguno de los otros Evangelios tiene a nadie en las escenas paralelas que podría ser
entendido directamente como el Discípulo Amado.Por ejemplo,en Lucas 24:12,Pedro solo
corre al sepulcro.Marcos,Mateo y Lucas no mencionan cualquiera de los doce discípulos de
habiera presenciado la crucifixión.También hay dos referencias a un anónimo "otro discípulo"
en Juan 1:35-40 y 18:15-16,que puede ser a la misma persona.
Tradiciones
No hay información en la Biblia en relación con la duración de la actividad de Juan en
Judea.Según la tradición,Juan y los demás Apóstoles permanecieron unos 12 años en este
primer campo de trabajo.La persecución de los cristianos bajo Herodes Agripa I llevó a la
dispersión de los Apóstoles a través del Imperio Romano.
Existía una comunidad cristiana en Éfeso antes de Pablo,Priscila y Áquila llegaran y estaba
bajo la dirección de Apolo (1 Co 1:12) un discípulo de Juan el Bautista convertido por Priscila y
Áquila.
Según la tradición de la Iglesia,después de la Asunción de María,Juan fue a Éfeso.Desde allí
escribió las tres epístolas que se le atribuyen y,luego,fue desterrado presuntamente por las
autoridades romanas a la isla griega de Patmos,donde,según la tradición,escribió el
Apocalipsis. Según Tertuliano,Juan fue desterrado después de haber sido sumergido en
aceite hirviendo en Roma y nada le sucedió.Se dice que toda la audiencia del Coliseo fue
convertida al cristianismo al presenciar este milagro.Este evento se habría producido a finales
del siglo I,durante el reinado del emperador Domiciano,que era conocido por su persecución
de los cristianos.
Cuando Juan envejeció,entrenó Policarpo quien más tarde se convirtió en obispo de
Esmirna.Esto era importante porque Policarpo fue capaz de llevar el mensaje de Juan a las
generaciones futuras.Policarpo enseñó Ireneo y le contó historias sobre Juann.En Contra las
Herejías,Ireneo relata cómo Policarpo le contó una historia:
"Juan,el discípulo del Señor,iba a bañarse en Efeso y,al percibir a Cerinto dentro,salió
corriendo sin bañarse,exclamando: "Vamonos,no sea que incluso el baño de la casa
caiga,porque Cerinto,el enemigo de la verdad,está dentro."
Se cree tradicionalmente que Juan era el más joven de los apóstoles y les sobrevivió a todos
ellos.Se dice que vivió hasta una edad avanzada,muriendo en Éfeso en algún momento
después del año 98.Una explicación alternativa de la muerte de Juan,atribuido por los
escritores cristianos posteriores a principios del siglo II,como el obispo Papías de
Hierápolis,afirma que fue asesinado por los judíos.Los estudiosos más joánicos duda la
fiabilidad de Papías,pero una minoría sostienen que estas referencias de Papías son
creíbles.Zahn sostiene que esta referencia es,en realidad,a Juan el Bautista.
Se cree tradicional tumba de Juan que se encuentra en Selçuk,un pequeño pueblo en las
cercanías de Efeso.[7]Según Polícrates de Éfeso (190),acreditado por Eusebio en su Historia
Eclesiástica,5:24,el Apóstol se "durmió" en Éfeso.Sin embargo,se dice que la tumba estaba
vacía cuando fue abierta por Constantino que le edificaba una iglesia.
Apostol inmortal
Las controversias se plantean en base a los mismos textos bíblicos que según parece afirman
que este discípulo no morira según Mateo 16,28 y Juan 21:18-25.Interpretaciones
teológicas,sin embargo, resuelven esta dificultad bíblica con que Jesús afirmó hasta recibir el
Apocalipsis.[8]
Los dos juanes
Las polémicas que sobre él se abatieron y aún se abaten;en particular,si Juan el Apóstol y
Juan el Evangelista fueron o no la misma persona, y si Juan el Apóstol fue autor o inspirador
de otros libros del Nuevo Testamento,como el Apocalipsis y las Epístolas joánicas no impiden
ver la tremenda personalidad y la altura espiritual que a Juan se adjudica, no sólo en el
cristianismo, sino en la cultura universal.
Muchos autores lo han identificado con el discípulo a quien Jesús amaba, que cuidó
de María,madre de Jesús,a pedido del propio crucificado (Stabat Mater).Diversos textos
patrísticos le adjudican su destierro en Patmos durante el gobierno de Domiciano, y una
prolongada estancia en Éfeso,constituido en fundamento de la vigorosa «comunidad joánica»,
en cuyo marco habría muerto a edad avanzada.A través de la historia, su figura ha sido
asociada con la cumbre de la mística experimental cristiana.
Su presencia en artes tan diversas como la arquitectura, la escultura, la pintura, la música, la
literatura, y la cinematografía es notable. La Iglesia católica, la ortodoxa, y la anglicana entre
otras, lo celebran en distintas festividades.
Símbolos e iconografía
El águila es probablemente el atributo más conocido de Juan, como símbolo de la
«devoradora pasión del espíritu» que caracterizó a este hombre. [9]
En el arte,Juan se representa como el discípulos más joven.En la iconografía su atributo es
generalmente el cáliz con una serpiente y un caldero de aceite hirviendo.También se le
representa rodeado con escenas de Apocalipsis " y en un caldero de aceite hirviendo. [10]
Libro de Apocalipsis
El autor del libro de Apocalipsis se identifica como "Juan".El escritor del siglo II,Justino
Mártir,fue el primero en equiparar el autor del Apocalipsis con Juan el Apóstol.Sin embargo,
algunos estudiosos de la Biblia ahora sostienen que estos eran individuos separados.Juan el
Presbítero , una figura oscura en la iglesia primitiva, también se ha identificado con el vidente
del Apocalipsis por autores como Eusebio en su Historia de la Iglesia (Libro III, 39) y Jerónimo.
Juan se considera que ha sido desterrado a Patmos,durante las persecuciones bajo el
emperador Domiciano.Apocalipsis 1: 9 dice que el autor escribió el libro en Patmos:
"Yo,Juan,vuestro hermano y compañero en la tribulación ... estaba en la isla llamada Patmos
por la palabra de Dios y por el testimonio de Jesucristo."
Adela Yarbro Collins,una erudita bíblica en Yale Divinity School,escribe:"«Una tradición
temprana dice que Juan fue desterrado a Patmos por las autoridades romanas.Esta tradición
es creíble porque el destierro era un castigo comúnmente utilizado durante el período imperial
por una serie de delitos. Entre esos delitos eran las prácticas de la magia y la astrología.La
profecía fue visto por los romanos como perteneciente a la misma categoría,ya sea
pagna,judía o cristiana.Profecías con implicaciones políticas,como las expresadas por Juan en
el libro de Apocalipsis,habría sido percibida como una amenaza para el poder político romano
y el orden.Tres de las islas en las Espóradas eran lugares donde fueron desterrados los
delincuentes políticos".
Algunos eruditos modernos más críticos han planteado la posibilidad de que Juan el
Apóstol,Juan Evangelista, y Juan de Patmos había sido tres individuos diferentes.Estos
eruditos afirman que Juan de Patmos escribió el Apocalipsis pero no el Evangelio de Juan,ni
las Epístolas de Juan.Por un lado, el autor del Apocalipsis identifica a sí mismo como "Juan"
varias veces,pero el autor del Evangelio de Juan nunca se identifica directamente.Algunos
eruditos católicos afirman que "el vocabulario, la gramática y el estilo que sea dudoso que el
libro podría haber sido puesto en su forma actual por la misma persona responsable del cuarto
evangelio".
En el Corán
El Corán también habla de los discípulos de Jesús,pero no menciona sus
nombres,refiriéndose a ellos como ayudantes a la obra de Dio.La exégesis musulmana y los
comentarios del Corán,sin embargo,los nombra e incluye a Juan entre los discípulos.Una
tradición antigua, que implica la leyenda de Habib el carpintero , menciona que Juan fue uno
de los tres discípulos enviados a Antioquía a predicar a la gente de allí.[11]
Nuestra información sobre el apóstol Juan proviene de dos fuentes: el NT y la
patrística.
a. En los evangelios
b. En Hechos
Según los primeros relatos del libro de Hechos, Juan, junto con Pedro, con quien
permaneció íntimamente relacionado, tuvo que soportar el peso principal de la
hostilidad de los judíos contra la iglesia cristiana primitiva (Hch. 4.13; 5.33, 40).
Ambos mostraron tal audacia en palabras y hechos que asombraron a las
autoridades judías, que los consideraban “hombres sin letras y del vulgo” (Hch.
4.13). Parecería que Juan, durante algunos años, continuó desempeñando un papel
principal en la iglesia de Jerusalén. En nombre de los otros apóstoles, él y Pedro
impusieron sus manos a los samaritanos que se habían convertido merced al
ministerio de Felipe (Hch. 8.14), y pudo ser descrito como verdadera “columna” de
la iglesia de Jerusalén en la época en que Pablo visitó la ciudad, alrededor de 14
años después de su conversión (Gá. 2.9). No sabemos cuándo abandonó Juan la
ciudad de Jerusalén, ni a dónde fue después de su partida. Si suponemos que él es
el que tuvo la visión descrita en el libro de Apocalipsis, presumiblemente se
encontraba en Éfeso cuando fue desterrado a Patmos “por causa de la palabra de
Dios y el testimonio de Jesucristo” (Ap. 1.9), aunque la fecha de su exilio es
insegura. No hay otra mención de Juan en el NT, aunque algunos eruditos creen
que se refiere a sí mismo bajo el título de “el anciano” en 2 Jn. 1; 3 Jn. 1.
R.V.G.T.