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TEOLOGÍA DEL NUEVO

TESTAMENTO

1. LA PREDICACIÓN DE JESÚS

]OACHIM ]EREMIAS

EDICIONES SíGUEME
SALAMANCA
1974
Título original: Neutestamentliche Theologie. 1: Die Verkündigung lesu
Tradujo: Constantino Ruiz-Garrido
Cubierta y maquetación: Luis de Horna
© Joachim Jeremias, 1971
© Ediciones Sígueme, '973
Apartado 333-Salamanca (España)
ISBN: 84-3°1-°556-5
Depósito legal: S. 18-1974
Printed in Spain
Gráficas Ortega, Asadería, 17 - Salamanca 1974
CONTENIDO

Siglas y abreviaturas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Bibliografía general 11

1. ¿HASTA QUÉ PUNTO ES FIDEDIGNA LA TRADICIÓN DE LAS


PALABRAS DE JESÚS? .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
§ 1. La base aramaica de los «lógia» de Jesús en los
sinópticos 15
§ 2. Las maneras de hablar preferidas por Jesús. . . . 21
§ 3. Características de la «ipsissima vox». . . . . . . . . . 43
Apéndice: El problema sinóptico.. . . . . . . . . . . . . . . . . . 53

2. LA MISIÓN .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
§ 4. Jesús y el Bautista. .. . .. .. .. .. .. .. .. . ... .. . . 60
§ 5. La vocación de Jesús.. .. . . .. . . .. .. . . . . . . . . . . 67
§ 6. La entrega de la revelación. . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
§ 7. 'Abba como invocación para dirigirse a Dios. . . . 80
§ 8. El sí a la misión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88

3. LA AURORA DEL TIEMPO DE SALVACIÓN .. . . . . . . 97


§ 9. El retorno del Espíritu extinguido. . . . . . . . . . . . 97
§ 10. La victoria sobre el poderío de Satanás. . . . . . . . 107
§ 11. La aurora del reino de Dios. . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
§ 12. La buena nueva para los pobres. . . . . . . . . . . . . . 133
4. EL PLAZO DE GRACIA. . .. .. .. •....... 149
§ 13. Ante la catástrofe 149
§ 14. La imprecación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 170
§ 15. La exigencia de la hora. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181

5. EL NUEVO PUEBLO DE DIOS . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . 189


§ 16. La fe . .... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189
§ 17. La congregación de la comunidad de salvación. 198
§ 18. La filiación 210
§ 19. Vida de discipulado.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239
§ 20. El envio de los mensajeros. 269
§ 21. La consumación del pueblo de Dios 280

6. JESÚS y SU CONCIENCIA DE MAJESTAD .. . . . . . . . . . . . . . . 291


§ 22. El que trae la salvación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 291
§ 23. El Hijo del hombre. . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 299
§ 24. La pasión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 321

7. PASCUA......................................... 347
§ 25. La más ~?tigua tradición y la más antigua in-
terpretaclOn. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 347

Indice de citas bíblicas... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 361


Indice general . . . . . . . . . . . . . . . . .. 375
APENDICE
EL PROBLEMA SINOPTICO

No vamos .a estudiar aquí a fondo el problema sinóptico, sino


que con toda brevedad expondremos el punto de vista de crítica
literaria sinóptica que hemos tomado como base en este trabajo.

1. Marcos escribe el griego más primitivo. En cuanto al con-


tenido (por ejemplo, con respecto a la cristología, a las censuras
dirigidas contra los discípulos, etc.), este evangelista es también
el más espontáneo de todos. Esto indica que su evangelio es el
más antiguo de los cuatro evangelios canónicos. La observación
de C. Lachmann (1835) 1 de que Mateo y Lucas van paralelos
únicamente en cuanto concuerdan con Marcos, y que en cambio
se apartan el uno del otro en cuanto se alejan de Marcos, demues-
tra también -además- que Marcos ha constituido el fundamento
de los otros dos sinópticos. El evangelio de Marcos nació por la
agrupación, no de historias aisladas ni de «lógia» aislados, sino
de complejos de tradición que habían nacido de exposiciones doc-
trinales (OIOcxo"Kcx/dal) 2. Es obvio, sin más, que en Mc 4, 1-34
tenemos un complejo de tradición sobre el tema de «parábolas»,
complejo que está enhebrado por la fórmula pre-márquica de
unión Kai EAEYEV (vv. 9.26.30), y que Marcos luego elaboró 3.
De manera semejante, 4, 35-5, 43 está caracterizado por el tema
de «historias de milagros». Pues bien, pensamos nosotros que se
puede mostrar también que todo el evangelio de Marcos consta
de complejos de tradición, a saber: 1, 1-15; 1, 16-39; 1,40-3, 7a;
3, 7b-19; 3, 20-35; 4, 1-34; 4, 35-5, 43; 6, 1-32; 6, 33-7, 37; 8,
1-26; 8, 27-9, 1; 9, 2-29; 9, 30-50; 10, 1-31; 10, 32-45; con 10,
46 ó 11, 1 comienza la historia de la pasión, en la cual se han
elaborado los complejos de tradición 12, 1-44 Y 13, 1-37 4 • Buscar
una estructura sistemática del evangelio es, en estas circunstan-
cias, trabajar en balde.

1. De ordine narrationum im evangeliis synopticis: ThStKr 8 (1935) 570 s.


2. Papías en EUSEBIO, Hist. eccl. III 39, 15.
3. J. JEREMIAS, Gleichnisse,7 9 S (= Parábolas, 17 s).
4. Para la delimitación de los pasajes, delimitación acerca de la cual se
podrán sostener diversas opiniones en casos concretos, véase: J. JEREMIAS,
Abendmahlsworte4, 86 nota 1.
2. El evangelio de Mateo es un evangelio de Marcos elaborado
estilísticamente y ampliado con nuevos elementos en más de la
mitad. Hoy día se sostiene preferentemente la teoría de las dos
fuentes, según la cual el primer evangelista y el tercero utilizaron,
además del evangelio de Marcos, otra fuente: la fuente Q de «/6-
gia». Ahora bien, formulada así, esta teoría simplifica excesiva-
mente los hechos, como podemos ver por de pronto por el hecho
de que Lucas no encontró por separado el material de los «lógia»,
sino que lo encontró ya fundido con el material específico de Lucas
(véase más adelante, p. 56 s.). Además, surgen dudas acerca de si
la fuente Q de «lógia» ha existido jamás. Mencionemos cuatro
consideraciones:
a) Lo que fue antaño el principal apoyo de la hipótesis de la
fuente «Q», el testimonio de Papías (Ma,6aios IlEV OQV 'E13patot
OtaAÉK'<:.p ,O: Aóyta (jVVE,ó:~a,o) 5, no sirve ya para soportar este
peso. Porque debe considerarse como cosa probada el que Pa-
pías, al referirse a ,o: Aóyta, no está aludiendo a una compilación
de palabras de Jesús sino a un evangelio 6.
b) En cuanto al texto, los «lógia» que hallamos en Mateo
y los que encontramos en Lucas suelen mostrar entre sí considera-
bles divergencias. En la medida en que se trata de variantes de
traducción o en que aparece incluso como probable una bifur-
cación de la tradición ya en el ámbito lingüístico arameo (véase
supra, p. 19, nota 49, queda excluida una fuente común para Mateo
y para la Vor/age (<<modelo») de Lucas. Es cierto que, poco más
o menos, una quinta parte de los «lógia» concuerdan literalmente
o casi literalmente en Mateo y en Lucas; pero se trata casi siem-
pre, como hizo notar H.-Th. Wrege 7, de materiales de especial
plasticidad (metáforas, parábolas breves, paralelismos antitéti-
cos), que podrían haber encontrado también en la tradición oral
una sólida fijación.
e) La secuencia de los «lógia» difiere muy profundamente,
con excepción de algunos ejemplos aislados en los que se da una
secuencia común, y que también podrían haberse formado en la

5. En EUSEBIO, Hist. eccl. III 39, 16.


6. Así entendió ya IRENEO, Adv. haer. III 1, 1 la nota de Papías. Véase
J. KÜRZINGER, Das Papiaszeugnis und die Erstgestalt des Matthiiusevangeliums:
BZ 4 (1960) 19-38.
7. H.-TH. WREGE, Die Ueberlieferungsgeschichte der Bergpredigt: WUNT
9, Tübingen 1968.
tradición oral (verbigracia, bautismo-tentación; discurso de Je-
sús-centurión de Cafarnaum) 8.

d) La consideración más importante es que, en numerosos


casos, un solo y mismo «lógion» se halla conectado en Mateo
y en Lucas con su contexto por una palabra clave distinta. Tres
ejemplos podrían servir de ilustración de lo que ocurre en muchos
otros: Mt 5, 15 está vinculado con su contexto, hacia atrás por
medio de la asociación Kpvl3fíVaI v. 14! UlTO TOV lTÓ810V v. 15,
hacia adelante por medio de la asociación Aá¡..llTEl v. 15 / AO¡..l~áTül
v. 16. Por el contrario, el paralelo de Lc 11, 33 está vinculado
con el v. 34 por la palabra AúxvoS. En Mt 10, 19 s, el término que
sirve de conexión es lTOP08WO"lV / v. 17 lTopo8wO"ovO"lv / v. 21
lTOP08WO"El. Por el contrario, en el lugar paralelo de Lc 12, 11 s,
el término de conexión es &Y10V lTVEV¡..lO v. 12/ v. 10. En Mt 7,
22 s, el término de conexión es KÚP1E, KÚplE v. 21; en cambio,
en el lugar paralelo de Lc 13, 26 s, lo es OVK oI8o U¡..lO:S lTÓ6EV EO"TÉ
v. 25 9 • Puesto que la conexión por medio de una palabra clave,
como recurso mnemotécnico, está señalándonos la existencia de
una tradición oral, resulta que ya en el trascurso de la tradición
oral el material de los «lógia» se bifurcó por 10 menos en dos
ramas, una de las cuales fue utilizada por Mateo y la otra por el
«modelo» (Vorlage) de Lucas. Por consiguiente, el resultado es
importante porque no permite atribuir a ambos evangelistas, sin
prueba lingüística, las diferencias que hallamos en la redacción
de los «lógia» entre Mateo y Lucas. Lejos de eso, la mayoría de
las diferencias se formaron ya anteriormente, en el trascurso de
la historia de la tradición 10.

3. De fundamental importancia para comprender la com-


pOSIClOn del evangelio de Lucas es su «técnica de bloques»: el
material de Marcos (282 versículos ~ una tercera parte) y el

8. Véase el «conspectus del orden de sucesión de los pasajes de Q en


Mateo y en Lucas», en H. APPEL, Einleitung in das Neue Testamant, Leipzig -
Erlangen 1922, 251 s, autor al que sigue -técnica y metodológicamente- la
lista que vemos en FEINE-BEHM-KüMMEL, Einleitung in das Neue Testament,
Heidelberg 15 1965, 34. Las diferencias entre ambas listas muestran que la rea-
lidad objetiva es, muy a menudo, ambigua.
9. Otros ejemplos, que pueden multiplicarse considerablemente, los he
ofrecido en Zur Hypothese einer schriftlichen Logienquelle Q: ZNW 29 (1930)
147-149 = Abba, 90-92.
10. A propósito de la redacción del evangelio de Mateo, véase más ade-
lante, p. 354, nota 29.
nuevo material (553 versículos = dos terceras partes) 11 alternan
en forma de bloques. El material de Marcos recogido por Lucas
comienza en Lc 4, 31 12; el primer bloque de Marcos abarca la
sección 4, 31-44. Lucas va siguiendo aquí, versículo por versículo,
al segundo evangelista. Este hecho es tan importante, que pedi-
mos expresamente al lector que, comparando vg. Lc. 4, 31-44
con Mc 1,21-39, se convenza personalmente de cómo ambos tex-
tos van transcurriendo como por carriles paralelos. Este mismo
cuadro vuelve a aparecer en los cinco restantes bloques de Marcos:
Lc 5, 12-6, 19; S, 4-9, 50; lS, 15-43; 19, 29-3S; 19, 45-22, 13.
Lucas elaboró a fondo, estilísticamente, el material de Marcos,
omitió los duplicados, desplazó ocasionalmente algunas palabras
o una proposición. Pero retuvo ¡pedantemente! el orden de su-
cesión de las perícopas de Marcos. Lucas era enemigo de modi-
ficaciones. Tan sólo en dos ocasiones se aparta del orden ofre-
cido por Marcos: invirtió el orden de las dos secciones de Mc 3,
7-12 (afluencia hacia Jesús) y 13-19 (vocación de los Doce). En
Lucas vemos el siguiente orden: Lc 6, 12-16: vocación; 17-19:
afluencia. La razón es sencilla: el sermón predicado en la llanura
(6, 20-49) conecta mejor con la descripción de la afluencia de las
multitudes hacia Jesús. En el caso de la segunda divergencia
(Lc 8, 19-21 = Mc 3, 31-35), no podemos hablar propiamente
de trasposición, ya que aquí Lucas se limita a añadir una perí-
copa que estaba en Mc 3, 20-35: una sección omitida por él. Con
la comprobación de que Lucas, en la secuencia de la exposición,
sigue inmutablemente a Marcos, podremos emitir ya un dicta-
men sobre la historia de la pasión, en Lc 22, 14-24, 53. Esta his-
toria se aparta tan intensamente del orden de sucesión de las
perícopas de Marcos, que debemos atribuirla al nuevo mate-
rial 13•
En lo que se refiere al nuevo material, en el que se hallaban
fundidos el material de «lógia» (Q) y el material específico de
Lucas, diremos que Lucas 10 recogió también en bloques: Lc 1,
5-4, 30; 5, 1-11; 6, 20-S, 3; 9, 51-1S, 14; 19, 1-2S.39-44; 22, 14-

11. En esta enumeración, hemos incluido la historia de la pasión entre


·el material nuevo (véase más adelante, en esta misma página).
12. Esta importante demostración fue ofrecida por B. H. STREETER,
The Four Gospels 5 , London 1936, 205 s. Nos hizo ver que en ningún lugar
de Lc 1, 5-4, 30 aparece dependencia de Marcos. En los escasos versículos
en los que aquí hay puntos de contacto con el material de Marcos (Le 3, 3 s.
16.21 s; 4, 1-2a), se trata o bien de una tradición de «Iógia» o bien de material
cristiano primitivo que es común.
13. Véase J. JEREMIAS, Perikopen-Umstellungen bei Lukas?: NTS 4
(1957-1958) 115-119 = Abba, 93-97.
24, 53. La caracteristica literaria más importante del nuevo
material, donde podemos verla mejor es en el gran bloque de
9, 51-18, 14: está completamente libre del influjo de Marcos;
así hay que afirmarlo también de los restantes bloques del nuevo
material. Tan sólo en el último, en la historia de la pasión (22,
14-24, 53), podemos preguntarnos en algunos lugares si lo que
allí tenemos es una tradición cristiana primitiva de carácter co-
mún o bien la influencia de Marcos.
El resultado es el siguiente cuadro:

A. Material nuevo B. Material de Marcos


1. Lc 1, 1 - 4, 30
2. Lc 4, 31-44 = Mc 1,21-39
3. Lc 5, 1-11
4. Lc 5, 12 - 6, 19 = Mc 1, 40 - 3, 19
5. Lc 6, 20 - 8,3
6. Lc 8, 4 - 9, 50 = Mc 4, 1-25; 3,
31-35;4,35-6,44;
8,27-9, 40
7. Lc 9, 51 - 18, 14
8. Lc 18, 15-43 = Mc 10, 13-52
9. Lc 19, 1-28
10. Lc 19, 29-38 = Mc 11, 1-10
11. Lc 19, 39-44
12. Lc 19,45 - 22,13 = Mc 11, 15 - 14, 16
13. Lc 22, 14 - 24, 53

Puesto que conocemos muy bien las peculiaridades lingüís-


ticas y estilísticas del evangelista Lucas, tanto por su elaboración
de Marcos como por la segunda parte de la obra en dos volúme-
nes, es decir, por los Hechos de los apóstoles, somos capaces de
distinguir también entre la redacción y la tradición en el material
nuevo, en la fuente especial lucana. El resultado más importante
de estas investigaciones (facilitadas ahora por el conocimiento
de la técnica lucana de bloques y no publicadas todavía) es el
siguiente: mientras que Lucas ha elaborado profundamente, en
sentido estilístico, todo lo que constituye el marco, especialmente
las introducciones y los finales de las perícopas, vemos que él
trata con sumo respeto las palabras de Jesús y se abstiene de
introducir en ellas alteración alguna.

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