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América : Cahiers du CRICCAL

Bergamín en Marcha : una relación contrastada


Rosa Maria Grillo

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Grillo Rosa Maria. Bergamín en Marcha : una relación contrastada. In: América : Cahiers du CRICCAL, n°9-10, 1992. Le
discours culturel dans les revues latino-américaines, 1940-1970. pp. 347-358;

doi : https://doi.org/10.3406/ameri.1992.1084

https://www.persee.fr/doc/ameri_0982-9237_1992_num_9_1_1084

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BERGAMIN EN MARCHA :
UNA RELACION CONTRASTADA

No es por azar que José Bergamin, como tantos desterrados republicanos


espafloles 1, haya establecido su residencia por un periodo bastante largo (1948-1954)
en Uruguay, después de las primeras etapas obligadas en Francia y, al estallido de la
II Guerra Mundial, en Mexico los dos "lugares" por excelencia del exilio espafiol, y
un râpido intermedio en Venezuela.
Ya desde los primeros afios 40 tenemos noticias de sus relaciones con el
mundo intelectual uruguayo y de su deseo de trasferirse a aquel pais 2 : a empujalo
hacia esa decision, ademâs de su espiritu inquieto y errabundo, concurrieron también
el vivaz ambiente intelectual de Montevideo, el clima de "paz social" que alli se
respiraba en aquellos afios de ilusion dorada ("En la década de los 40, Montevideo era
una irrepetible maravilla y nuestra juventud era tan tonta que creîa que eso era la
realidad"
3) y un acogedor medio cosmopolita que permitîa, como dice Fernando
Ainsa, que "Nadie podïa sentirse verdaderamente desterrado o expatriado en el
Uruguay de entonces" 4. También Bergamin recuerda que "En aquel momento
Uruguay contrastaba mucho con todo el resto de Suramérica [...] era un pais de
libertades plenas" 5.
Como era fâcil preveer, Bergamin se intégra perfectamente en el ambiente
cultural montevideano, donde precisamente en aquellos aflos surgieron la Facultad de
Humanidades y Ciencias y la Comedia Nacional (1947), fue ampliado el S.O.D.R.E.
(Servicio Oficial de Difusion Radio Eléctrica), y se encontraba en el momento de
maxima actividad la llamada "generaciôn crïtica", "de Marcha", del 45" o "generaciôn
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de las revistas" 6 : definiciôn apropiada esta ultima, ya que, como dice Angel Rama,
"Uruguay, que casi no existia en las estadisticas mundiales de production de libros,
en cambio ocupaba uno de los primeros lugares en consumo de periôdicos [...]. La
prensa résulté adiestradora y mantenedora econômica de un elevado numéro de
escritores" 7. En efecto proliferaron en aquellos aftos las revistas culturales entre las
cuales Escritura (47), Clinamen (47), Marginalia (48), Asir (48), Numéro (49), Mito
(51), Entregas de la Licorne (53), Alfar, que continua irregularmente las
publicaciones del "29 hasta el 54", y Marcha, el ya mitico semanario cuya secciôn
literaria no se puede omitir en la cuenta de las revistas culturales de la época.
En septiembre del 47 llega por primera vez Bergamin a Montevideo, para
dar una conferencia en el Ateneo sobre Cervantes, pero regresa a Caracas con la
solicitud de la Universidad de que vuelva de modo permanente para inaugurar los
cursos de la Faculdad de Humanidades, "concebida como un centro de estudios
superiores desinteresados al estilo del Collège de France" 8. Parecîa hecha a medida
del espiritu antiacadémico de Bengamin, como él mismo reconoce : "Vaz Ferreira [su
fundador] me invité cuando se enterô de que yo era 'analfabetista1 y antipedagôgico.
Mis condiciones eran que yo no examinaba de nada, en mis clases no se daban
diplomas de nada, eran cursos verdaderamente libres" 9.

A pesar de esos inicios prometedores y la amistad de intelectuales y


discipulos, también en Montevideo hubo problemas y polémicas : fue destituido por
una temporada en el 50 de su cargo en la Universidad, y polemizô con otros exiliados
espanoles (Margarita Xirgu, Juan Ramon Jimenez, el Centro Republicano Espanol)
e intelectuales uruguayos (el grupo de Numéro y de Marcha).
Bergamin no publica en Uruguay libros, sino solo ensayos, obras teatrales,
poesias, hasta un cuento, en las principales revistas del periodo, a cuya bûsqueda y
anâlisis estamos trabajando desde hace tiempo. Pero un discurso diferenciado lo
merece su colaboraciôn en Marcha, prestigioso semanario de informaciôn, polftica y
cultura que ha marcado un recodo en la publicacion de periôdicos sea en Uruguay que
en Hispanoamérica, semillero de futuras presencias fuertes en todos los nivelés y
centro direccional de movimientos de opinion : "durante los siete lustros (23-6-1939
/ 22-1 1-1974) que fue editado [...] el eje de la cultura nacional pasô por sus paginas,
alli donde se concentraba toda la semana en un dia, todas las pulsaciones del mundo
en algunos pliegos" 10. Su secciôn literaria es independiente de la conducciôn general
de la revista n, y en cambio esta estrictamente atada a la figura del director de
secciôn, lo que explica una fuerte homogeneidad de las paginas mientras permanezca
el mismo director, y repentinos e inexplicables (si no se consideran las alternancias
en la cumbre) cambios de ruta y de nombres. El caso mas emblemâtico, y que
condiciona las relaciones de Bergamin con Marcha, es el de la direcciôn de Emir
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Rodriguez Monegal, que publicô su primera intervention en la pagina literaria el 3 de


diciembre de 1943, y fue su director, con frecuentes intervalos que seflalaremos
después, desde el 45 hasta el 58. Asî Angel Rama, su sucesor, bosqueja su jefatura :
"a él correspondiô la incorporation de escritores internacionales - su conocido
anglicismo -, el apoyo a la difusiôn de Borges y en general del movimiento
renovador de Sur, de la lucha contra la mediocridad de la vida literaria nacional y la
proposition de valores del pasado, todo dentro de una muy especifica y restricta
apreciaciôn de la literatura que lo emparentô al literato puro" 12. Atento, diligente,
metôdico, escrupuloso, rational, punzante, destacado del objeto de la investigation,
atraido por el experimentalismo de las vanguardias y por la literatura anglosajona
mas que por la latina y mediterrânea en poliu'ca y extraflo a problemâticas sociales,
domino, como dice Alberto Paganini, "la técnica del book reviewing : analizar un
libra con precision y agudeza, ordenar datos parciales en visiones mâs générales ; ir
de lo particular [...] a lo general [...] sin errar el bianco de la intention ; sin descuidar
el dato menudo" 13. No podfa por lo tanto reconocer en Bergamin un maestro, como
muchos de sus coetâneos, fascinados por cierto por la profundidad de su pensamiento,
pero también por el halo de héroe romântico y quijotesco, por su habla barroca, por
sus juegos de palabras, por la falta de orden que permitia, y obligaba, a los oyentes -
y lectores - a seguirlo en tortuosos pero deslumbrantes recorridos. El mismo
Rodriguez Monegal, al analizar la actitud critica del "grupo" de Marcha, y la suya
propia, habla de "respeto por la obra critica objetiva, [...] desconfianza de los
presupuestos emocionales de la creation [...] réserva frente a las palabras y los
sentimientos mayûsculos" 14, lo que presupone, claramente, una imposible
apreciaciôn de la obra del escritor espafiol.
También las relaciones personates entre los dos no fueron buenas, sea por
amistades y enemistades anteriores con terceros (principalmente Julio J. Casai 15 y
Juan Ramon Jimenez 16>- sea por la oposiciôn entre los grupos de Asir y de
Numéro 17, y de los entranavivistas y los lûcidos 18 : siempre Monegal y Bergamin
se han encontrado en posiciones opuestas.
Las colaboraciones del escritor espafiol en Marcha son esporâdicas, pero si
las leemos junto con reseflas, artîculos y comentarios dedicados a él es posible
destacar una fuerte discontinuidad no imputable por supuesto solo a la calidad
intrinseca de la obra o del acaecimiento. El proposito de este trabajo es por lo tanto
el de verificar si y cômo la presencia discontinua de Monegal 19 como jefe de section
hay a influido en el juicio de los demâs y en la aceptaciôn de los escritos
bergaminianos, sin nada quitar, por supuesto, a la validez de la funciôn cultural
desarrollada por el semanario.
Del 28 de noviembre del 47 es la primera noticia sobre Bergamin, y
precisamente una resefia a un ciclo de conferencias con el titulo El rostro y la
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mascara de la poesia en la literature espahola y La musarana y el duende. Ya es guerra


declarada : Monegal no ahorra al aplaudido orador agrias crîticas, y afîrma que de estas
conferencias ha sacado "una impresiôn general de desorden y flaccidez, de nervio
ausente y atonîa". Pero al final, prosigue Monegal, "el auditorio pudo recuperar al
Bergamin que habia leido [...] no solo en el trivial sentido de que este Bergamin oral
repetia paginas de sus libros, sino también en el mas alto sentido de que el hombre
enjuto y nervioso que ocupaba la tribuna parecîa el autor de La cabeza a pâjaros, de
Disparadero espanol, era (en fin) de la misma alta estirpe barroca [...] Bergamin debia
tener la posibilidad de desarrollar en Montevideo no una muestra o sinopsis, sino un
curso completo [...] como para que todos esos enfoques, esas incitantes paradojas, a
que es tan afecto Bergamin, pudieran examinarse hasta su compléta asimilaciôn (o
rechazo) hasta convertirse en datos fehacientes" (n. 407, p. 14). En los anos
siguientes, Bergamin tuvo esa posibilidad, y Monegal no perdiô ocasiôn para
expresar su rechazo al hombre y a sus palabras.
A partir del marzo 48, durante una ausencia del crîtico, el responsable de la
secciôn es Carlos Ramela, y en seguida algo cambia para Bergamfn : se publican
notas informativas sobre sus cursos y conferencias 20 y, el 9 de septiembre del 48,
un largo articulo suyo, Lozania del arpa. Oyendo tocar Zabaleta. El concierto de
Zabaleta es naturalmente solo un pretexto para divagar sobre la esencia poética de la
mûsica verdadera ; parafraseando a Maritain, Bergamin afirma que "la poesia
encuentra en la mûsica su mejor oportunidad de expresiôn ; buscando y encontrando
en ella, con mâs sensibles antenas, su propia forma ; tocando, la poesia por la
mûsica "lo que apenas se déjà cojer", lo mâs alado y huidero de su pensamiento, del
pensamiento". Y ese milagro lo ha realizado Zabaleta, cuya "arpa prodigiosa y
mâgica [...] nos dice la mûsica con nueva y nunca oida, ni vista, vibraciôn o
estremecimiento, que, como el ritmo de la sangre ardorosa que la enciende, nos
transmite un lenguaje, esencialmente poético, mensajero audaz de extrafiisimas,
peregrinas, consonancias" (N. 444, p. 14).
Carlos Ramela, como jefe de secciôn y firmando con las solas iniciales, el
17 de septiembre de 1948 resefîa el n. 3 de la revista AI APE (ôrgano de la
"Agrupaciôn de Intelectuales, Artistas, Periodistas y Escritores"), y comenta un
"entusiasta articulo [sin firma] sobre José Bergamin, escrito con noble carifio, y una
violenta y justa denuncia contra quienes reciben con los brazos abiertos a Barcia
Trelles y Remân, enviados de Franco" (n. 446, p. 14). Esta brève nota tiene una
énorme importancia ya que muchas veces es precisamente la conducta de Bergamin,
con su defensa a ultranza de la Repûblica Espafiola, la que le merece crîticas y
polémicas, también en las paginas de Marcha, revista progresista, izquierdista pero,
en cuanto tercemundista, también anticomunista o, mejor dicho, antisoviética 21.
Mas las sorpresas no terminan aqui : solo très semanas después, el 23 de
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septiembre, se publica un articulo entusiasta de Amanda Berenguer de Diaz que parece


escrito con el intente preciso de confutar el juicio negativo de Monegal y de defender
en La palabra viva de José Bergamin (asï el tftulo), aquella ausencia de "objetiva
limpidez [...] porque justamente el fin que él persigue es poder aprehender la variedad,
las diferencias, los enfoques opuestos, y los sucesivos grados de oposiciôn. Muestra
la oposiciôn antes de ponerse a ordenar" (n. 447, p. 15). Se trata de una defensa del
método, pero también de la apreciaciôn de las dotes personalisimas de Bergamin,
orador encantador ("todo él es una conjunciôn de voz y sangre, paisaje y suefio") y
pensador profundo ("el ârbol tiene profundas y distantes raices, antiguas y oscuras.
Por eso para reconocer la unidad, el vertigo, la sombra, el gusto, el color, es
necesario verlo en su conjunto, escucharlo a través de las vicisitudes de los temas y
las cosas"). Amanda Berenguer no oculta las dificultades del habla de Bergamin "sin
las trabas de una rîgida ordenaciôn sistemâtica", pero reconoce que eso permite estar
"mas cerca de ese pensamiento vivo, del aleteo informe, de la creaciôn". Y de las
conferencias (precisamente las demolidas por Monegal, La mascara y el rostro y La
musarana y el duende) se percibe, segûn la poétisa, aquella vida interior, aquella
unamuniana tension agônica que Bergamin mismo siempre ha reivindicado como
fundamental en toda experiencia poética e intelectual : "Hay como una continua
vibraciôn que se siente a lo largo de sus palabras, reveladoras de un profundo acorde,
que no se si sera justamente, un desacuerdo acordado, una lucha lenta y progresiva".
Después tendremos que esperar casi un afio para encontrar nuevamente
noticias del escritor espafiol : eso se explica con un periodo de jefatura neutral de
Mario Benedetti, el regreso de Monegal a Montevideo y su reintegraciôn en la
direcciôn de la pagina literaria. En octubre del 49 inicia otra ausencia suya,
reemplazado esta vez por Angel Rama y Manuel Flores Mora 22, ambos, y sobre
todo el segundo, muy amigos de Bergamin. Dos veces Flores Mora interviene 23 en
defensa del escritor en la polémica con la acriz catalana Margarita Xirgu u : pero por
su lugar (fuera de las paginas literarias) y por su contenido (mâs politico que
cultural), estos escritos quedan fuera de los limites del présente trabajo.
El 30 de diciembre Bergamin publica unos fragmente inédites de la acciôn
dramâtica en très jornadas i Adônde iré que no tiemble ? 2S (n. 510, pp. 12-3),
tragedia coral en que, al dolor individual de Dofia Beatriz por la muerte de su esposo
Alvarado, Gobernador de Guatemala, se suma el drama de la poblaciôn, aterrorizada
por una tempestad y abandonada por Dofia Beatriz preocupada solo por su tragedia
personal. El barroquismo conceptista de Bergamin esta présente también en esta obra,
si bien resuelto en versos de cadencia popular y como diluido en refranes y estribillos
de sûbita recepciôn. Estos fragmentes representan una prueba ulterior de la creatividad
teatral de Bergamin en aquel entonces y, junto con Medea la encantadora y Melusina
y el espejo desmienten las afirmaciones de quien opina que su producciôn dramâtica
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del periodo del exilio refleja, "por encima de todo, las especiales circunstancias
sociales e ideolôgicas de su personal situation de exiliado" u .
Sigue, durante la ausencia de Monegal, la época positiva para Bergamin : A.
R. (Angel Rama que, como deciamos, se alterna en la direcciôn con Flores Mora),
reseffando en la section Revista de Revistas el n.88 de Alfar, dedica su atenciôn a un
cuento de Bergamin, La noche del guerrillero : "Sorprende en un escritor tan barroco,
la sencillez estilistica, la brevedad y fluidez de sus modos expresivos, y en un
cuentista novato la calidad con que se mueve en tal género, infundiendo a una
anécdota casi trivial una rica trascendencia espiritual y fantâstica" (n.511, 13-1-50,
p.15).
Y aûn, siempre Angel Rama, en la misma section, el 28 de abril del 50,
reseffando el n.8 de Escritura 27, dedica palabras elogiativas a Melusina y el espejo :
esta obra de Bergamin, "quien, hoy por hoy, intégra la plana mayor de autores
teatrales espafioles, configura un acontecimiento en la literatura dramâtica de habla
hispana". Aquellos caractères de aparente confusion, superficialidad, cultismo,
seffaladas acremente por Monegal, se vuelven, como ya habiamos notado en el
artîculo de Amanda Berenguer, coeficiente positivio y mayor encanto de la escritura -
y de la palabra - de Bergamin : "Porque esta obra [...] como todas las suyas, présenta
un rostro enmascarado [...] de tal modo que el lector capta su varia riqueza, la
trascendencia de sus afïrmaciones, cuando logra adentrarse en este mundo palabrero en
que nada esta dicho porque si, en que el juego vivaz révéla una construction firme y
unitaria, totalizadora, de la realidad, y también de la fantasia" (n. 524, p. 15).
Pero Monegal vuelve en marzo del 50 y la contraofensiva es inmediata : en
la misma section, esta vez sin firma, el 18 de agosto se dice que el ensayo de
Bergamin Moralidad y misterio de Don Juan publicado en el n. 5 de la Revista de la
Faculdad de Humanidades y Ciencias, puede considerarse un excelente ejemplo de
crîtica literaria ejercida a través de la paradoja, del retruécano, de la etimologia
caprichosa o de la mera fruition verbal ; algunas intuiciones sostenibles sobrenadan
en este flujo barroco no siempre estimulante" (n.540, p. 15), el ùnico comentario que
se puede proponer después de una cuidadosa lectura del ensayo en objeto, es que este
precisamente me parece entre los escritos de Bergamin uno de los mâs lejanos de
cualquier 'mera fruition verbal1, mâs puntual y atento, en cambio, al tema (una
historia de la literatura y de la critica inspiradas por el personaje Don Juan en Espafia
y Europa) y conforme al carâcter de la revista, ôrgano oficial de la Facultad.
En octubre de '50 Monegal va a Cambridge con una beca, pero esta vez no
se trunca su relation con Marcha : sigue publicando articulos y contrôla la section
literaria a través de sus criaturas, Sarandy Cabrera e Idea Vilarifio, los dos del grupo
de Numéro. El 16 de febrero de 1951 S.C. (Sarandy Cabrera) en la section Revista de
revistas remâcha cuanto dicho por Monegal en otras ocasiones, adaptândolo a un
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articulo publicado por Bergamin en El Removedor, prestigiosa revista expresiôn del


Taller Torres Garcia, de la que el mismo Cabrera habia sido cofundador : "Abre el
numéro un estudio de Bergamin titulado Entre sombras anda el fuego : la triple
llama, donde el autor se entrega a una série de contradictorias o paradojales
reflexiones sobre Torres Garcia y su pintura, sin abandonar el clima poético de las
palabras, compuestas y recompuestas en distinto orden, y los conceptos iluminados
contra el sesgo habituai de los lugares comunes, habilidad en que es tan ducho
Bergamin" (n.564, p. 15). El tono, y el contenido, son los mismos de los articulos de
Monegal, pero en las palabras de Sarandy Cabrera falta hasta aquel relâmpago de
ironia y de capacidad dialéctica que, detras de la évidente condena aprioristica, dejaban
margen para una minima credibilidad.
Sarandy Cabrera sigue resefiando revistas en que esta présente el nombre de
Bergamin, atacando ora su escritura ora su conducta. Hasta parece olvidarse de la
tradicional hostilidad entre los grupos de Numéro y de Asir cuando casi alaba la
revista para resaltar, en negativo, una colaboraciôn de Bergamin : "Si algo
descompone la habituai linea de Asir y sorprende al asiduo lector de esta, ya mayor de
edad, revista literaria, es la carta de José Bergamin a Ricardo Paseyro que incluye. Es
verdaderamente inexplicable que la direcciôn haya aceptado ese escrito, que dejando de
lado los finos juicios sobre la pœsia que encierra, y desmereciéndolo sin duda, se
redondea para atacar embozadamente, para lanzar una intriga, una desagrable e
insidiosa referenda a terceros, a quienes, paradojicamente, parece reprochar ese
método oblicuo" (n.573, 27-4-'51, p. 14). Esa Carta a Ricardo Paseyro es un
agradecimiento al joven poeta que le habîa dedicado su primer libro de poesias M y
una declaraciôn de apoyo incondicional a su compromiso civil y politico - "su
compromiso comunista que aunque yo no comparto, comprendo y estimo" -
condenado - confundiendo praxis y poesia - por quien se arroga el papel de censor y
moralista : "Y le ofrezco con esta carta, si le sirven, estas pocas palabras verdaderas,
para contrarrestar con ellas los silencios, escapatorias, escamoteos, y toda esa turbia
especie de acechantes ofensivas amodorradas con que las medrosas patotas literarias y
politiqueras, mâs ignorantes que ignoradas, tratan, efectivamente, de ignorarle" 29.
Evidentemente Sarandy Cabrera y el grupo de Numéro se habian sentido aludidos y
tachados de patota literaria, lo que explica la acrimonia con que, en la pagina literaria,
es comentada la carta de Bergamin, ademàs muy poco significativa en el contexte de
la revista.
Solo una alusiôn merece en este lugar, por ser de carâcter estrictamente
politico, otra polémica desarrollada en Marcha en septiembre y octubre de 1951, esta
vez entre Bergamin, el "Centro Republicano Espafiol" y algunos lectores 3*.
En cambio, una nueva alternaciôn en la cumbre comporta otra 'tregua* en las
relaciones de Bergamin con el semanario : la secciôn Revista de revistas donde tantas
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veces se le ha nombrado, atrayendo vituperios o entusiasmos, implicando en el juicio


la revista huésped o dejândose asimilar a ella, présenta en este periodo un aspecto
mas conciliativo. José Enrique Etcheverry, que, con Omar Prego Gadea por una
temporada sustituye a Monegal, resena el segundo numéro de Mito, que publica "Dos
Nocturnos de José Bergamin [que] muestran al escritor espaftol menos absorto en los
juegos verbales que dominaron su ultima production lrrica conocida" (n.630, 11-7-
'52, p. 15). A su vez, Omar Prego Gadea, resefiando el n.32-3 de Asir, individûa en el
escrito de Bergamîn alli publicado, El lenguaje lirico de la poesia, tercera entrega de
un largo ensayo, "finura, penetration y pasiôn de claridad - aunque el estilo pareciera
indicar a primera vista otra cosa" (n.687, 12-9-'53, p. 14). Reconoce, por lo tanto,
profundidad y validez en el pensamiento bergaminiano, que no se agota en hueca
palabreria o juegos verbales, como una lectura superficial o preconcebida podria
sefialar. Y también la libertad expresiva, prez y carencia de la exposition oral, que
tanto indignaba a Monegal y fascinaba a Berenguer, encuentra en Prego Gadea su
justo lugar, su justification : "parece, sin embargo, que el articulo se résiste al
lector, en lo que significa su cabal comprensiôn, por tratarse de una conferencia que
participa, naturalmente, de un sentido funcional de curso de clase". Es cierto que la
personalidad de Bergamin - y su escritura - rara vez dejan indiferente al lector y al
oyente : entre los jôvenes que le escuchaban entusiastas y deseosos de aprender, y
sus adversarios - poh'ticos y culturales - habia realmente el vacio, una
incomunicabilidad total que él nunca ha intentado allanar o minimizar, y por lo tanto
los juicios sobre él - excepto muy pocos casos - adolecen de esa imposible
neutralidad.
Algunos meses mâs tarde, y siempre en ausencia de Monegal, el 9 de
febrero de 1954 se publica una larga resefla de Bergamin a la Oba maritima de Rafael
Alberti, expresiôn de aquel gran amor y respeto hacia la poesia y el arte andaluces 31
donde "se adentra el famoso Duende (ya mâs que harto de oirse nombrar en vano y en
tan vanas repeticiones muertas) como el gusanillo del cante, del que nos decia el
cantaor Manuel Torres, aquella noche extrafia sevillana, en la que aùn te estoy viendo
y oyendo juvenil, entre Ignacio Sânchez Meji'as y Federico Garcia Lorca" (n.709,
p. 15). Este articulo esta estructurado en un crescendo de admiration - expresado en
repeticiones, hipérboles etc. - y de ampliation del sentido de la obra : "Otra luz y
otra voz - la tuya, la de tu poesia - una voz que no muere, ni en la tierra, ni en el
cielo [...] porque es la voz de Espafia. La de sus pueblos y poetas, sus campos y sus
mares, y sus nos [...]. Tu voz, por ser tan tuya, Rafael Alberti, es mâs tuya que
nunca - para siempre - ya no es tuya, por serlo, ni tan nuestra por ser tan nuestra : es
de Espafia y Espafia".
Pero esas relaciones contrastadas de Bergamin con Marcha no podian cerrarse
pacificamente : Monegal habia tenido la primera palabra, y ahora tiene la ultima. El
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9 de abril de 1954 en la section Revis ta de revis tas, firmândose solo con las
iniciales, resefia una nueva publicaciôn, Entregas de la Licorne, elegante y exquisita
revista de patente y declarada influencia francesa, dirigida por Susana Soca 32. Es una
optima oportunidad para reafirmar su propia formaciôn cultural anglosajona y
criticar, a través de la revista, que cuenta con "las mas generosas posibilidades
econômicas", un cierto ambiente intelectual uruguayo aristôcrata y afrancesado : "En
esta revista [...] coexisten dos publicaciones : una francesa o afrancesada, nostâlgica
de Paris a la que se sigue considerando, con ôptica finisecular, el centro del mundo
intelectual contemporâneo; la otra es una revista suramericana que repite (aunque con
otro elenco) lo hecho por Sur en Buenos Aires y (con el mismo elenco) por Escritura
en Montevideo" (n.715, p. 15). Y si no fuera suficiente (la resefia es larga y no faltan
otras maldades) Monegal se detiene también en un escrito de su enemigo de siempre
Bergamin : Ahora que me acuerdo. Segûn Monegal, serian" narraciones [...] sobre si
mismo, en una prosa demasiado ocupada en définir las propias palabras para
comunicar algo o despertar algûn interés". Séria suficiente esa ùnica confrontation
entre obra y resefia para desenmascarar la equivocation critica cometida por Monegal,
o su mala fe : se trata de entre las mejores paginas de Bergamin, en que vida interior
y acaecimientos exteriores, en perfecta simbiosis, y alternândose con citas de
Calderôn, Vico, Quevedo y San Agustîn, nos sefialan integro el recorrido espiritual e
intelectual de Bergamin : "Es mi propôsito evocar, ahora, recuerdos mios de
esqueleto, desde mi infancia. Recuerdos de conciencia; de lo que llamamos el hombre
interior; que no quiere decir que lo sea sino como conciencia propia; como esquelética
determination imaginativa, por las palabras, del hombre exterior que lo va haciendo
de fuera para dentro, duro y duradero" 33. Hay paginas mémorables en que Bergamin
nos hace revivir su infancia mimada, y nos hace descubrir las lejanas raices de su
amor al lenguaje popular, escuchado cuando nifio, al que, afirma, "debo, mas, tal vez,
que a mis devoradoras lecturas posteriores de adolescente, la formaciôn imaginativa de
mi propio vocabulario parabolero" 34.
Asî se cierra esa historia de Bergamin y la section literaria de Marcha. Hay
también otra historia, esta vez con la section teatral de la revista, en parte
independiente de la literaria. Y también este es un cuento largo, en que el critico
Mauricio Miiller (Verdoux) 'sale' del Escenario giratorio, el pequefio espacio donde de
costumbre escribe râpidas y a veces irônicas resefias, para ocupar la pagina entera en
ocasiôn del estreno de La niha guerrillera (n.699, 4-12-'53, pp. 10-1) y de Medea la
encantadora (n.715, 9-4-'54, p. 11), ambas de Bergamin 3S. Séria necesaria la
extension de una entera ponencia para confutar sus juicios, comparândolos con las
obras en objeto. Tarea larga y aburrida que dejamos, por si acaso, para otra
oportunidad.

Rosa Maria GRILLO


Université degli studi di Salerno
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NOTAS

(1) No tenemos cifras oficiales, pero se habla, por ejemplo, de cincuenta mil espanoles
exiliados en Montevideo adhérentes a la secciôn uruguaya de la "Comisiôn Espanola
para la Defensa de la Paz", cuyo Présidente era precisamente Bergamin. Existia
también otro grupo alistado al "Centro Republicano Espanol", sobre cuya
consistencia numérica no tenemos datos, que publiée también un periôdico, Lealtad,
313 numéros desde enero '44 hasta abril '61.
(2) Conocemos dos cartas de Bergamin a Julio J. Casai, intelectual y diplomâtico
uruguayo, fechadas 22 de agosto del '40 y 13 de junio del '42 en las que pide
informaciones sobre la posibilidad de trasladarse y vivir en Montevideo.
(3) Manuel Flores Mora, Cultura de îos '50, en Manuel Flores Mora, homenaje de la
Câmara de Représentantes, Montevideo 1986, tomo I, p.284.
(4) Fernando Aûisa, "El exilio espanol en Uruguay", Cuadernos hispanoamericanos,
n.473-4, 1989, p.159.
(5) José Bergamin, "Aquella luz del bosque de Carrasco" (entrevista de Hortensia
Campanella), El Dta, Montevideo, l5-3-'81, p.3.
(6) Carlos Real de Azûa, Introduction a Antologia del ensayo uruguayo (coordenador
C.R.d.A.), Montevideo, Universidad de la Repûblica, 1964, p.43.
(7) Angel Rama, La generation critica, Montevideo, Area 1977, p.48.
(8) Ibid, p.23.
(9) José Bergamin, Aquella luz del bosque de Carrasco, cit., p.3.
(10) Pablo Roca, texto inédito escrito para el tercer volumen del Diccionario de la
literatura uruguaya, Montevideo, Area.
(11) Es notable la diferencia generacional entre Carlos Quijano (1900), fundador y director
de la revista, y Ios intégrantes las secciones culturales, todos de la gêner aci6n del '45,
lo que implica naturalmente una diferencia de cultura y de politica cultural. Cfr.
A. Rodriguez Monegal, Literatura uruguaya del medio siglo, Montevideo, Alfa 1966,
pp.40-2.
(12) Angel Rama, ob.cit., pp.88-9.
(13) Alberto Paganini, Los criticos del '45, Montevideo, Capftulo Oriental n.35, 1969,
p. 548.
(14) E. Rodriguez Monegal, ob.cit., p.38.
(15) Julio J. Casai en La Coruna habîa publicado la revista Alfar (1921-26), que tuvo una
segunda época en Montevideo (1929-54), criticada por Monegal por su falta de rigor
critico, ibid, pp.85 y 111 sig.
(16) Para la polémica entre Bergamin y Juan Ramon Jimenez cfr. G. Penalva, Tras las
huellas de un fantasma, Madrid, Turner, 1985, pp.26, 43, 45 sig. Cuando, en agosto de
1948, Jiménez llegô a Montevideo para dictar unas conferencias, fue recibido por el
grupo de Numéro guiado por Monegal quien, junto con Carlos Ramela, firme en
Marcha (n.442, 20-8-'48, p. 15) dos elogiosas resefias de sus conferencias.
(17) De las posiciones antagônicas de las dos revistas se ha escrito mucho :
nacionalismo, tradicionalismo, idealismo contra cosmopolitisme,
contemporaneîsmo, pragmatismo. Bergamin publico mucho en la primera y nada en la
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segunda, fundada y dirigida por Rodriguez Monegal. Cfr. C. Real de Azûa, ob.cit.,
pp.436-45 y 474-7, y Rodriguez Monegal, ob.cit., pp.101-3.
(18) La definition algo irônica de entranavivistas (Amanda Berenguer, José Pedro Diaz,
Carlos Maggi, Mario Arregui, Flores Mora, Angel Rama, el mismo Bergamin) y de
lûcidos (Rodriguez Monegal, Idea Vilarino, Martinez Moreno, Mario Benedetti,
Carlos Real de Azûa) es de Carlos Maggi. Rodriguez Monegal habla de "polémica
intergeneracional [...] sobre los maestros vivos (Borges, Jiménez, Bergamûi, Neruda)
o por los maestros muertos (Rodo, sobre todo)" (ob.cit., p.39).
(19) Pablo Roca asï sintetiza el periodo 1944-58, que se puede identificar "con la
personalidad de Rodriguez Monegal, aunque en sus ausencias limitadas otros fueron los
directores : en buena zona de 1948 se hace cargo Carlos Ramela, de algùn modo
continuando con la perspectiva angloamericana de su antecesor [...]; de octubre del '49
a marzo del "50 ocupan el cargo Angel Rama y Manuel Flores Mora, mas afrancesados
[...]; inmediatamente después Benedetti acude por unos meses de 1950, acercando a su
grupo de "Marginalia". Mera funciôn de continuidad tuvieron las 'suplencias' de Prego
y Etcheverry mientras Emir Rodriguez Monegal se encontraba en Inglaterra" (Pablo
Roca, inédito cit.).
(20) Numerosas informaciones se dan de las actividades culturales de Bergamin, pero me
abstengo de comentarlas cuando no contengan juicios de valor.
(21) Es conocida en cambio la postura filosoviética de Bergamin, quien solia autodefinirse
"Comunista hasta la muerte, pero no mas alla".
(22) Al llegar a Montevideo Bergamin vivio por una temporada en la misma casa con
Flores Mora, quien en 1963, en su viaje oficial a Europa (como diputado Colorado), lo
ayudô a refugiarse en la Embajada Uruguaya en Madrid y a trasladarse otra vez a
Montevideo, donde vivi6 dos meses en casa del abogado Carlos Armand'Ugon.
(23) Margarita, te voy a contar un cuento, sin firma pero reivindicado después por el
mismo Flores Mora, n.497, 30-9-'49, p.5, y Aclaraciones y sospechas, n.499, 14-10-
'49, p.5.
(24) Margarita Xirgu, Directora de la Comedia Nacional, que habia aceptado dirigir e
interpretar La nina guerrilîera de Bergamin, renuncio al proyecto porque estaba
planeando su regreso a Espana (que después no se cumplio) y su actuacion en la obra de
Bergamin hubiera podido impedirlo. Para otros aspectos de esta polémica, cfr. las
cartas publicadas en "El Pais" de Montevideo : Una Carta de Don José Bergamin, 13-
10-'49, Zavala Munit expone su posiciôn en la cuestiôn Bergamin-Xirgu, 16-10-'49,
El escritor Bergamin plantea nuevos aspectos de su polémica sobre la Xirgu, 25-10-
'49. De esta polémica no habla ni G. Penalva en su biografia de Bergamin, cit., ni
Antonina Rodrigo en Margarita Xirgu, Barcelona, Salvat, 1980.
(25) La obra entera sera publicada después en La revista de Guatemala, 2° série, n.l, 1951.
(26) Silvana Savini, "Très entrevistas sobre Bergamm", Rassegna iberistica, n.32, 1988,
p.9.
(27) Escritura (10 numéros entre 1948 y '50), fundada y dirigida por Julio Bayce, donde
Bergamîn, entre otras cosa, tuvo una seccion fija, La mascara y el rostro.
(28) Ricardo Paseyro, Plegaria por las cosas, Montevideo, Teth, 1950. La dedicatoria es
"A José Bergamîn, maestro, amigo".
(29) José Bergamin, carta a Ricardo Paseyro, "Asir", n. 19-20, 1950-1, pp. 16-7.
(30) Cfr. Marcha n.592, 7-9-'51, pp.5-4; n.594, 21-9-'5l, pp.3-2; n.597, 12-10-'5l,
p.2.
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(31) Cfr. Nigel Dennis, Introduction a José Bergamïn, Don Lindo de Almeria, Valencia,
Pretextos 1988, pp.23-8, y Giuseppe Gentile, Rosa Maria Grillo, Lorca e Bergamin :
il duende analfabeta, en L'imposiblelposible di Federico Garcia Lorca (Actas del
Congreso "Federico Garcia Lorca, Salerno, 1988, coordenador Laura Dolfi), Napoli,
ESI, 1989, pp.201-17.
(32) Susana Soca habfa fundado en Paris la revista bilingue La Licorne (très numéros entre
1947 y '48). De regreso a Montevideo, retoma la publication (13 numéros, entre '53 y
'61) con los mismos caractères.
(33) José Bergamin, Ahora que me acuerdo. Fragmentes del capitulo primero del libro
Recuerdos de esqueleto, "Entregas de la Licorne", n.1-2, 1953, p.52.
(34) Ibid, p.64.
(35) Cfr. también la Car ta de Guido Castillo a los lector es y una intervention del mismo
Bergamin, Acotaciones a Medea, en Marcha, n.717, 23-4-'54.

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