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LAS DOS MUERTES DE IDEA VILARIÑO.

Por: Alejandra Rodríguez y Juan Silva.

“…pensando no pensando
En tu amor
En la vida
En la soledad que es
Única incertidumbre.”

TANGO.

INTRODUCCIÓN:
Idea Vilariño (1920-2009) poeta y pensadora uruguaya, formo parte de la generación
del 45.
Tras la muerte de su ser, Idea Vilariño se mece entre su cuerpo que vive y la visita del
fantasma que le supone su pasado, puesto que solo considera que fue feliz en una
infancia que trata de revivir, años en los cuales su ser vital le acompaño hasta la
adolescencia. Despojada de este, su cuerpo funge como rezago de su humanidad, aún
“vivo”, cascaron vacío, se arraiga a la tierra, acostumbrada morada donde descansará en
la segunda muerte. Idea Vilariño vive en un constante estado fúnebre velando el
fantasma de su ser y estimulando su cuerpo a vivir, erotizándolo por motivo de morir
sin dejar de existir, un intento insulso por recuperar su ser y revivirlo; la imposibilidad
de tal labor desemboca en una poesía pesimista, reflejo de sí misma, debatiéndose en
una paradoja, una dicotomía que le impide ser, solo existir (estar). Idea al morir parece
buscar desesperadamente ser recordada, encontrarse y situar sentido en el mundo por
manos propias, objetivo disonante con el estilo de vida, autoexiliada del mundo
literario.

L’ENNUI, EL ATAUD DEL SER.

Vilariño comparte junto a sus hermanos la significación poética otorgada por su padre:
Idea, Alma, Poema, Azul y Numen tuvieron una infancia enriquecedora, las artes como
principio fundamental de su educación les doto de cierta felicidad pero, como una suerte
de destino, la cruda verdad que revela dicho conocimiento y más fuerte la poesía, hizo
implosión dejándola en soledad desde su juventud. La muerte de sus padres influyo,
puesto que muerte, como destino final de todo ser humano, visito por primera y no
última vez a Idea, siendo su eje poético; su poesía utiliza, por diferentes medios,
(erotismo, fantasma/recuerdo y noche, estos ausencia de vida) simular y entender el
sentido último de la muerte como reflejo de la vida sin caer definitivamente en sus
brazos: esta es la paradoja Vilariño:
NADIE
Ni tú
Nadie
Ni tú
Que me lo pareciste
Menos que nadie

Menos que nadie
Menos que cualquier cosa de la vida
Y ya son poco y nada
Las cosas de la vida
De la vida que pudo ser
Que fue
Que ya nunca podrá volver a ser
Una ráfaga
Un peso
Un amoneda viva y valedera (Vilariño, 1984 p.36)
Insistente y fracasada; constante búsqueda de su ser ausente y no morir en el intento, lo
cual supone ya la primera muerte de Idea.
El fantasma del padre de Hamlet supone el pasado que se hace presente sin
consentimiento, sombra que atormenta; contrario en la poesía de Vilariño ese fantasma
(es evocado para dar fin último a su existencia) se hace con intención de buscar
sufrimiento como sentimiento latente, compañía intangible, lo representa como su
infancia cargada de sentido, -por más leve que fuera este- existía en el pasado y la
muerte no era cazador oculto. Esta incongruencia temporal desemboca en la duda.
Dicho fantasma, en ambos casos, es nocturno, haciendo más palpitante la presencia de
la muerte, “allí se aproxima la ausencia, el silencio, el reposo, la noche” (Blanchot
P.153)
…toda la vida
Toda
Vibra frágil y densa
O brilla por ahí
O se rompe en lo oscuro
Toda la vida vive
Toda la noche es noche
El mundo mundo
Todos
Están afuera están
Fuera de aquí
De mi ámbito… (Vilariño, 1984 p. 94)

Mas adelante se evidencia como fracasa en el intento de invocar su fantasma, su ser


muerto “y yo estoy sola sola/ y estoy sola/ y soy sola/ aunque a veces/ a veces”
(Vilariño. 1984, P.94) incluso sin ella misma. Ahora bien, ese ser muerto que ella
invoca es la misma figura de su pasado, infancia en la que se recuerda viva y vive en
ella, en paralelo con Santa Teresa de Jesús (Vivo sin vivir en mí) evaden a la muerte
física como opción de encuentro con el ente que invocan: Dios/recuerdo.

…tan fugazmente cálidos alentando y erguidos


Y amando por que no
Sin conjugarse nunca
Amando sin pavor
La otra alma el otro cuerpo
La otra efímera vida.
Quienes son quienes son.
Que camada de muertos para el suelo que pisan
Que tierra entre la tierra mañana
Y hoy en mí
Que fantasmas de tierra obligando mi amor. (Vilariño, 1984 p. 102)

Dicho afán de reconocerse es la búsqueda del reflejo “nos equivocamos al decir: yo


pienso: deberíamos decir: me piensan” (Rimbaud) pero, al no percibir ese otro, opta
por sí misma en otro tiempo, en Vilariño: “Alcanza con que estés/ en el mundo/ con que
sepas que estoy/ en el mundo/ con que seas/ me seas/ testigo juez y dios. / Si no/ para
que todo.”
CUERPO Y EROTISMO:

El erotismo, según Bataille tiene sus orígenes desde el amanecer del hombre, teniendo
como punto de referencia la conciencia, lugar donde se adquiere la reflexión en torno al
acto sexual. Bataille introduce el término <<diabólico>> marcando la diferencia entre
sexualidad (animal) y erotismo, “…si el diablo no es al fin y al cabo sino nuestra
propia locura si lloramos, si profundos sollozos nos desgarran –o bien si nos domina
una risa nerviosa- no podremos dejar de percibir vinculada al naciente erotismo, la
preocupación, la obsesión de la muerte” diferenciando al hombre de los animales no
solo por el deseo, sino por la conciencia de que morirán. Idea, al tratar de evocar su ser,
es invadida por lo diabólico, chocando y dejando residual de dicho acontecimiento el
acto erótico:
 Cuerpo erótico:
LA PIEL
Tu contacto
Tu piel
Suave fuerte tendida
Dando dicha
Apegada
Al amor a lo tibio
Pálida por la frente
Sobre los huesos fina
Triste en la sienes
Fuerte en las piernas
Blanda en las mejillas
Y vibrante
Caliente
Llena de fuegos
Viva
Con una vida ávida de traspasarse
Tierna
Rendidamente íntima.
Así era tu piel
Lo que tome
Que diste. (Vilariño, 1984 p.20)
 Territorio erótico: (capacidad de Idea para exteriorizar su cuerpo como objeto
erotizado)

COMPARACION:
Como en la playa virgen
Dobla el viento
El leve junco verde
Que dibuja
Un delicado circulo en la arena
Así en mí
Tu recuerdo (Vilariño 1984 p. 50)
Así como en la poesía de Santa teresa el claro-oscuro, lo oculto y la muerte –por sobre
todo- hace acto de presencia, Idea introduce al lector en pliegues en lo que se insinúa
mostrar pero no se ve: “entre tus brazos/ entre mis brazos/ entre las blandas sabanas/
entre la noche/ tiernos/ graves/ feroces/ entre la sombre/ entre las horas/ entre /un
antes y un después” (ENTRE, 1984 p.34). El objeto que se oculta genera la duda,
ausencia/muerte y el acto fúnebre de develar ese objeto. Es evidente que la muerte en
Idea Vilariño y sus diferentes contrastes, lo que oculta y lo que no, “…era su cara
pálida mirándome en la sombra.” (Vilariño. 1984, P.26) ella un muerto y la muerte
viva y viceversa, como dice Bataille “Esos cuerpos enredados que, retorciéndose,
desfalleciendo, se sumen en excesos de voluptuosidad, van en sentido contrario al de la
muerte, más tarde, los condenará al silencio de la corrupción” (Bataille, 1981 p.52) el
acto erótico resulta del encuentro con su ser muerto y su cuerpo aún “vivo” y la muerte
contemplativa.

BIBLIOGRAFIA:
Bataille, G. Las lágrimas de Eros (1981) Tusquets Editores, Barcelona.
Vilariño, I. Poemas de amor/ Nocturnos (1984) Editorial Lumen, Uruguay.
Vilariño, I. Vuelo Ciego (2004) Visor Libros. Madrid.
Rimbaud, A. Cartas al vidente (1871)
ENSAYOS TOMADOS DE:
Vilariño, I. Larre, A. En lo más implacable de la noche.
Los paraísos perdidos. El grupo. Amor, muerte, mundo. Una voz en la noche. Una
manera de decir. (20013) Fondo Editorial casa de las Americas.

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