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Yo confieso: 17 hombres relatan

gestos machistas que aún


cometemos a diario
Si los hombres se miran al espejo una de las cosas que
verán será su herencia machista. Un puñado de ellos
(algunos rostros populares) cuentan sus deslices para
así tener más clara la enmienda

"Los hombres somos esclavos del machismo por culpa de los


valores que se nos han inculcado", confiesa Javirroyo, autor de
'Homo Machus'. En la imagen, el actor Bill Murray reflexiona en
la película 'Lost in translation' (2004).

Lo dijo John Lennon hace más de cuatro décadas: "No podemos


tener una revolución que no involucre y libere a las mujeres". Sin
embargo, sigue siendo un reto para la sociedad actual librarse de
una herencia machista que aún impera en ámbitos culturales,
políticos y cotidianos. La educación y el entretenimiento (series,
películas, libros...) que el ser humano ha consumido a lo largo de
los años han dejado mella. Hoy, la mayoría es consciente de
las actitudes machistas más flagrantes. La dificultad está en
acabar con esos gestos de discriminación (algunas veces sutiles,
otras no) que llevan a cabo incluso los hombres más
concienciados. "El género masculino está trufado de actitudes
inapropiadas hacia las mujeres. Es un hecho objetivo que el
tratamiento que ellas reciben no es el mismo que el que recibimos
nosotros. Un ejemplo que yo veo clarísimo por mi experiencia es
que no se le da importancia a la trayectoria profesional de las
mujeres", explica a Icon Javier Royo, autor del libro Homo
Machus. De animales a hombres (Lumen).

"Me encuentro con muchos casos de chicos que me confiesan


tener pavor a meter la pata al hablar con mujeres sobre
feminismo. Cuando esto ocurre, lo que les aconsejo es que
hablen con libertad pero con un filtro previo para no soltar
cualquier barbaridad"
JAVIRROYO, AUTOR DE 'HOMO MACHUS'

El ilustrador (Zaragoza, 1972) está convencido de que visibilizar


el machismo y hablar de los abusos que se dan a diario es clave
para acabar con él. En su libro confiesa que empezó a dibujar
sobre la discriminación hacia la mujer "sin conocer realmente la
profundidad de semejante océano". Royo, que entiende el
machismo como un monstruo que educa en los estereotipos, que
cosifica, que minusvalora y acosa a las mujeres, anima a los
hombres a revisarse para perder el miedo a enfrentarse a él. "Me
encuentro con muchos casos de chicos que me confiesan tener
pavor a meter la pata al hablar con mujeres sobre feminismo.
Cuando esto ocurre, lo que les aconsejo es que hablen con
libertad, pero con un filtro previo para no soltar cualquier
barbaridad", afirma este maño que empezó a dibujar estas
viñetas a raíz del juicio de La Manada. "Homo Machus surgió
sin pretensiones de hacer un libro. Las ilustraciones me salieron
de forma natural en un momento en que la sociedad empezó a
culpabilizar a la víctima de esta violación múltiple", señala Javier
Royo.

El resultado del ejercicio gráfico de Royo es un libro de


ilustraciones que aboga porque el feminismo sea cosa de todos:
mujeres y hombres. "Los hombres somos esclavos del machismo
por culpa de los valores que se nos han inculcado. Somos
nosotros los que debemos, por ejemplo, dejar de ver el cuerpo de
la mujer como un objeto".

Tal y como ha comprobado el propio autor, su trabajo ha servido


para remover a los hombres que lo leen. "Aunque no estén de
acuerdo con todo lo que aparece, todos los chicos con los que he
hablado, tanto en las presentaciones del libro como a través de las
redes sociales, me han confesado que de una forma u otra se han
quedado tocados y les ha hecho reflexionar", apunta.

La sexóloga Ruth González Ousset informa a Icon de que lleva


una década encontrándose en su consulta con hombres que se
bloquean cuando dan con una mujer liberada. "El hombre ve
como una amenaza que la mujer demande cosas como el empleo
de juguetes en la relación sexual. Creen que hay un problema y
por eso siempre se ha tratado de apagar el deseo sexual de la
mujer", señala la terapeuta, que en consulta ha lidiado con
muchos hombres que se sienten amenazados por el feminismo.
"No se dan cuenta de que el foco no es ese. La realidad es que las
mujeres queremos a los hombres más cerca que nunca", defiende
Ousset. Javier Royo coincide y afirma que el machismo es una
epidemia mundial que, sin embargo, "no tiene ese tratamiento por
el simple hecho de que no la sufren los hombres".
En Icon hablamos con 17 hombres que nos cuentan qué gestos
son fruto de esa herencia machista en la que nos hemos criado
como sociedad...

Ilustración: Javirroyo

- Gonzalo Sierra (gestor, 52 años): "Yo estaba en contra de la


paridad en principio. Tenía ese argumento que dice que lo
importante es ser capaz, no hombre o mujer. Me cabreaba
especialmente en el tema de los festivales de música ¿Por qué iba
a haber los mismos hombres y mujeres en un cartel si los
aficionados a la música no somos machistas? Si en los festivales
había más chicos que chicas era simplemente, pensaba, porque
hay más músicos que músicas. Estaba completamente
equivocado. Cuando algunos festivales empezaron a implantar la
paridad obligatoria, y tuvieron que esforzarse en encontrar grupos
de chicas, la discriminación positiva nos demostró varias cosas
que habíamos olvidado. Primero, que había tantas chicas como
chicos que hacían música. Segundo, que además eran tan buenas
como los chicos, si no mejores. Simplemente se las valoraba
menos por ser mujeres. Por supuesto eso es extrapolable a
cualquier otro ámbito laboral".

- Rayden (rapero, actuó en la última gala de los Goya, 34


años): "Noto que ahora cuido mucho más el uso del lenguaje. Eso
y que antes era el primero en reír chistes machistas a amigos y
ahora soy la persona que dice: 'Oye, cortaos que esto no tiene
gracia".

- Pedro Martínez (periodista, 26 años): "Llevo ocho años fuera


de casa de mis padres, pero siempre que voy sigo consintiendo
que sea mi madre la que haga las tareas de la casa. Ella se dedicó
a los cuidados de la casa y de sus hijos mientras mi padre
trabajaba porque fue un acuerdo que pactaron entre los dos. Pero
ahora que todos somos mayores, no vivimos en casa y mi padre
está jubilado, mi madre sigue encargándose de todo y me siento
mal por actuar así de forma inconsciente cuando estoy con ellos".

- Nacho González (informático, 35 años): "Antes de ser padre


no le daba importancia a que la baja paternal fuera obligatoria y
no era consciente de cómo perjudica a las mujeres que el hombre
decida no cogérsela. Tengo un hijo de casi un año y cuando avisé
a mi jefe de que me iría las semanas que me correspondían de
baja por paternidad lo encajó muy mal. El problema es que en mi
trabajo ningún hombre se coge más de dos semanas cuando es
padre. Noté que a mis compañeros les sentó realmente mal que no
quisiera renunciar a mi derecho a estar con mi hijo sus primeras
semanas y alguno incluso llegó a decirme que eso era cosa de las
mujeres y que precisamente por eso preferían trabajar con otros
hombres".

- Javier Gutiérrez (actor con dos premios Goya, 49


años): "Los hombres antes éramos más permisivos con los chistes
machistas y yo creo que con la cantidad de asesinatos machistas
que hay la tolerancia, al menos por mi parte, debe ser cero. Y no
solo con estos chistes sino con comentarios machistas. Creo que
no soy el único y que ahora los hombres estamos más
concienciados. Yo me lo tomo muy en serio y no consiento
ningún comentario que pueda resultar ofensivo hacia la mujer".

Ilustración: Javirroyo

- Julio García (abogado, 32 años): "Siempre que quedo para


comer o tomar una copa con una mujer, aunque solo sea una
amiga, pago yo. Nace de mí el instinto de pagar y me sale de
forma automática. Sin embargo, cuando pienso en ello asumo que
puede resultar ofensivo".

- David Moya (responsable de comunicación, 25 años): "Antes


era incapaz de entender que por una simple mirada una mujer
podía sentirse incómoda o acosada. Sin embargo, me abrió lo ojos
algo que me pasó un día en el gimnasio. Allí otro chico no dejaba
de mirarme de una forma bastante ansiosa y me preguntó si me
iba a la ducha con él. Es triste, pero hasta que no sentí en mis
propias carnes eso no fui capaz de entender lo que una mirada
podía provocar. Yo creo que nunca he lanzado miradas con esa
intención, pero recuerdo que antes de ser consciente del
machismo en el que nos educamos estaba en fase de negación y
una amiga me dijo: '¿Crees que las mujeres no nos sentimos
inferiores por el simple hecho de serlo? Ve caminando por la calle
y mira a los ojos a todos los hombres con los que te cruces y la
mayoría te aguantarán la mirada, incluso muchos lo harán de
forma desafiante. Haz lo mismo con las mujeres y la mayoría
agachará la cabeza'. Lo hice, y así fue".

- Leiva (músico, ex-Pereza, 39 años): "El rock es un género


machista y hay que asumir que vivimos en una sociedad machista
en general. El que crea que está limpio de cualquier expresión o
chiste machista probablemente se equivoque. Yo mismo descubro
que expresiones mías de canciones de hace años son machistas,
aunque no fuera intencionado. Hay que hacer un ejercicio diario
de no colaborar con los micromachismos".

- Javier Alonso (consultor de comunicación, 36 años): "A


menudo sigo cometiendo un micromachismo, ya sea en el trabajo
o con amigas, de lo que obviamente no estoy orgulloso. Uso
muchas coletillas del estilo 'mira, bonita...' cuando voy a
reprochar algo y me gustaría corregirlo".

- David Negrín (músico, 36 años): "Hace unos meses, en un


periodo de falta de ideas musicales, tiré de notas de audio
antiguas para buscar un poco de inspiración. Estas notas son
estrofas o estribillos que se me ocurren, ideas tarareadas e
improvisadas en las que suelto lo primero que me viene a la
cabeza. Pues entre estas notas tengo alguna improvisación que al
escucharla el otro día me asustó bastante y sentí mucho alivio por
no haberlas terminado y que quedaran en un cajón. No eran
historias reales, pero me hizo reflexionar hasta el punto de
reescuchar todo lo que he grabado y analizar todas mis letras.
Después de hacerlo me he dado cuenta de que antes confundía el
despecho con falsa superioridad, aunque por suerte creo que
puedo seguir cantando el 90% de mis temas sin sentirme extraño".
Ilustración: Javirroyo

- Quique González (músico, 46 años, último disco, Las


palabras vividas): "Puede que mi canción Miss camiseta
mojada me chirríe hoy porque es cierto que este tipo de concursos
cosifican al personaje de la canción. Aunque el tema tiene un tono
humorístico y creo que se entiende así. Lo que está claro es que es
importante que todos hagamos el ejercicio de revisarnos un poco".

- Alberto Rodríguez (ingeniero, 30 años): "Hace unos años,


cuando estaba con mi novia, experimenté un episodio de celos
que no me gustó nada. Ella estaba hablando con un tío y fui allí a
marcar territorio. Desde entonces controlo mucho no dejarme
llevar por los celos. Creo que sobre todo ocurre por un tema de
educación: nos han vendido un amor exclusivo y romántico que
no es real".

- Raúl Jiménez (informático, 50 años): "Hay una cosa que hago


mucho, aunque ahora que soy consciente trato de hacerlo menos.
Siempre que coincido con otro hombre al que no conozco y con el
que tengo que entablar algún tipo de conversación trivial empiezo
sacando el fútbol como tema de conversación para romper el
hielo. Lo hago asumiendo que por ser hombre le tiene que gustar
este deporte, algo que por supuesto no hago cuando la persona
con la que tengo que hablar es una mujer".

- Julián (filósofo, 37 años): "Durante un tiempo trabajé como


camarero y hacía dos cosas que hoy veo claramente que eran fruto
de la educación machista en la que todos hemos crecido. La
primera es que cuando una pareja me pedía la cuenta siempre le
llevaba el ticket al hombre para que pagara. La segunda es que
cuando una pareja pedía una cerveza y un refresco
automáticamente le ponía la cerveza al hombre, dando por hecho
sin preguntar que era para él y no para ella. Si hoy trabajara en un
bar, tengo claro que no volvería a cometer estos errores".

- Javier Royo (autor de Homo Machus, 48 años): "Yo ahora


escucho más, pero antes practicaba un mansplaining de libro.
Cuando tenía una conversación con una mujer le explicaba algo
que ella ya me había dejado claro que sabía. Soy consciente de mi
error desde hace bastante tiempo y hago el ejercicio de no dar
lecciones".

- Abraham Boba (cantante del grupo León Benavente, 45


años): "Lo más importante es que se ha generado la posibilidad
de repensar nuestra postura como hombres. Pongo un ejemplo.
Cuando propuse poner el título a nuestro último disco, que se
llama Vamos a volvernos locos. Pensé en poner: Vamos a
volvernos locas. Creo que el mero hecho de plantearse esto me
parece positivo" (nota: León Benavente lo forman cuatro
hombres).

- Juan Pablo Cancho (profesor, 52 años): "Mi novia decidió


hace unas semanas no depilarse las axilas. Al principio me sentó
mal y decidí disuadirla. No lo concebía. Luego pensé que, por
supuesto, no tenía derecho a exigirle nada".

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