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LA EDUCACON EN LA EPOCA REVOLUCIONARIA.

A raíz de la caída del General Jorge Ubico Castañeda se organizó una junta militar
integrada por los generales Buenaventura Pineda, Eduardo Villagrán Ariza y
Federico Ponce Vaides, la cual duró únicamente tres días y quedo como
presidente de la República de Guatemala el General Ponce Vaides quien a su vez
fue derrocado el 20 de octubre del año 1944. 

Finalizaron los gobiernos conservadores y liberales que dejaron alguna huella en


la historia de la educación guatemalteca, pero como consecuencias de la
Revolución del 20 de octubre de 1944 llega a la presidencia de la República de
Guatemala un gran pedagogo el doctor en filosofía y ciencias de la educación
Juan José Arévalo Bermejo quien lleva al ministerio de Educación grandes
pedagogos y maestros de educación para comprender una maravillosa obra
educativa. 

El 11 de marzo de 1945 se promulgo una nueva constitución que se refiere en lo


cultural y educativo a lo siguiente. 

• Guatemala es una república libre, soberana e independiente, organizada con el


fin primordial de asegurar a sus habitantes el goce de libertad, la cultura, el
bienestar económico y la Justicia Social.

• El fomento y la divulgación de la cultura, en todas sus manifestaciones


constituyen obligación primordial del estado.

• A la educación se le asigna la función cardinal de conservar la cultura universal,


promover el mejoramiento étnico e incrementar el patrimonio espiritual de la
nación.

• Que la educación debe abarcar simultáneamente la defensa de la salud corporal,


la formación cívica y moral, la instrucción y la iniciación en actividades de orden
práctico.

•Se garantiza la educación laica en las escuelas oficiales.

•Se declara de utilidad social la campaña de alfabetización nacional.


• La gratuidad de la enseñanza oficial común, agrícola, industrial, artística y
normal.

• La creación de becas de perfeccionamiento y especialización cultural y técnica.

• El establecimiento de Institutos pro vocacionales y poli étnicos, bibliotecas


populares y escolares, hemerotecas y demás centros culturales y el incremento
del deporte y la cultura física.

• Los demás de las fincas y demás empresas mayores están obligados a dotar y
sostener escuelas para la población escolar campesina y obrera de sus
propiedades, corresponde al estado la inspección de dichas escuelas. 

Fueron muchos los aportes importantes del Doctor Arévalo Bermejo, algunos de
ellos son:

 Se mejoran los sueldos del magisterio nacional.

 Se crea la ley del escalafón de sueldos de los maestros y maestras.

 Los maestros y las maestras son cubiertos y cubiertas por el Instituto


Guatemalteco de Seguridad Social.

 Se planificó y ejecutó una masiva campaña de alfabetización.

 En ligar de las ternas o tribunales de examinadores en el final el ciclo escolar en


la primaria y en el final de los cursos, se practican los exámenes con pruebas
objetivas o tests escritos.

 Se creó la facultad de humanidades en la universidad de San Carlos de


Guatemala. 

La educación durante la dictadura Ubiquista

El balance general de este período de la historia de la educación en Guatemala


acusa un retroceso del proceso pedagógico nacional y un estancamiento del
desenvolvimiento general de la cultura.

Una de las características de la educación durante el período que se comenta, fue


la implantación de la educación militarizada en los centros de segunda
enseñanza y semimilitarizada en las escuelas primarias. La educación física fue
objeto de un gran incremento que era por lo general apreciado en
la independencia patria y el aniversario de la Revolución Liberal; en los desfiles
marchaban también los maestros portando uniforme al estilo militar y sujetos a una
drástica disciplina.
Los centros de segunda enseñanza fueron sujetos a un régimen semimilitar desde
el año de 1932, nombrándose como inspectores a militares que tenían
generalmente el grado de tenientes capitanes; el inspector general de cada
establecimiento tenía un grado que oscilaba entre el de mayor y el de coronel.
Los medios disciplinarios que empleaban consistían en arrestos, plantones y
expulsiones temporales y definitivas.

En 1939 el ejecutivo dictó un decreto por el cual se disponía la militarización de


toda la segunda enseñanza, incluyendo las escuelas normales. Para el efecto
fueron nombrados militares de alta graduación como directores de todos los
establecimientos y el número de alumnos se redujo a lo que es en lenguaje militar
una compañía. Un cuerpo de oficiales tenía a su cargo el mantenimiento de la
disciplina, en tanto que los alumnos estaban divididos en soldados, cabos y
sargentos.

El 27 de abril de 1932, emitió el Ejecutivo el decreto 1264 por el cual se


establecía el pago de cuotas en la enseñanza secundaria normal en especial.
El referido decreto aduce razones de carácter económico y considera que "por
otra parte, el Estado tiene obligación de costear solo la instrucción primaria, por
ser base imprescindible y de suma necesidad para la preparación del pueblo y el
ensanche de la cultura nacional.

La educación durante la década revolucionaria de 1944 a 1954


En 1944, los Revolucionarios de octubre, un grupo de oficiales militares disidentes,
estudiantes, y profesionales liberales, derrocaron al gobierno de Federico Ponce
Vaides, quien había sucedido en el mando al General Jorge Ubico, el decreto
número 17 de la Junta de Gobierno, del 28 de noviembre de 1944, establece la
autonomía de la Universidad de San Carlos de Guatemala, En este decreto
también se disponía la descentralización de los poderes del ejecutivo y efectiva
separación de los estados: aboliendo la reelección, reconociéndole al pueblo el
derecho de revelarse si en caso se intentara, establecimiento de la organización.
Así comenzó lo que a veces llaman los Diez Años de la Primavera en el país de la
eterna dictadura, un período de libre discurso y organizaciones políticas, Reforma
agraria, en el que se parecía que se abría una era de gran progreso en
Guatemala. En el decreto numero 18 decretado en la misma fecha que en anterior,
en el artículo 5° establece la instrucción primaria, obligatoria, sostenida por
la nación, es laica y gratuita.

En 1945, y para sustituir a la Junta Provisional Revolucionaria, fue elegido


democráticamente un presidente civil, Juan José Arévalo, que mantuvo la
presidencia hasta 1951. El 8 de marzo de 1945 se emitió el decreto 72 el cual
contiene la ley de Alfabetización Nacional.
El decreto l7 de la junta revolucionaria de gobierno otorgó la autonomía
universitaria el 28 de noviembre de 1944. Pocos días después este decreto fue
aprobado por la asamblea legislativa de la república, y luego incorporado en
la Constitución de 1945. La autonomía de la Universidad de San Carlos representa
un importante jalón en la vida universitaria y dio pie para que se emprendiera la
reforma de esa casa de estudios.

En 1944 funcionaban 13 centros oficiales de educación secundaria y normal en


que se atendían l861 alumnos. En 1954, el número de escuelas había ascendido a
22 y el número de alumnos que se atendía fue elevado a 7,098, que significa un
incremento del 281%. Este aumento significa que se amplió de manera
considerable la formación de maestros, y que el número de aspirantes a ingresar a
la Universidad también se había elevado a una cifra sin precedentes.

En 1945, en que se fundó la Facultad de Humanidades, con su departamento de


pedagogía, se inicia un período de hondas inquietudes culturales, se lleva a cabo
las primeras investigaciones de carácter pedagógico y se trata de enlazar a esta
superior casa de estudios con los grandes problemas nacionales. La voz
autorizada de eminentes pensadores americanos vino a estimular esta naciente
inquietud, desde la cátedra recién fundada, una pléyade de educadores
guatemaltecos se dan cita alrededor de la joven institución.

En la capital se fundó el Instituto de señoritas "Centroamérica" el Instituto Normal


Mixto "Rafael Aqueche", y el Instituto Normal Mixto Nocturno. El número de
alumnos aumentó en gran medida en los establecimientos ya existentes, como se
puede advertir en los cuadros comparativos de la Dirección General
de Estadística.
En 1953 se graduaron 440 maestros de educación primaria urbana y 27 de
educación rural, que hacen un total de 467 graduados. Si comparamos esta cifra
con los 170 que se graduaron en el último año de la dictadura, podemos observar
un aumento digno de tomarse en cuenta (147%), que estaba llamado a dar una
gradual solución a la falta de maestros en el país, aunque como ya lo señalamos,
se habría de poner mayor énfasis en la formación de maestros rurales.
A partir de 1953, se crearon las escuelas pre-vocacionales (de carácter
experimental), cuyo nivel era anterior a la preparatoria universitaria, a la normal y a
las carreras técnico-vocacionales.

El 25 de Febrero de 1956 se establece la nueva ley, contenida en el Decreto


Gubernativo 558 la cual fue derogada en 1965 En esta nueva ley queda
consolidados los dos ciclos de que compone la educación media: el Pre
vocacional y el Diversificado. Denominándolo ciclo de Cultura Genera en 1958.
Naciendo los Institutos básicos por cooperación y los Institutos Básicos con
Orientación Ocupacional.

Del 3 al 12 de enero de 1956 fue realizado el seminario de maestros de Escuelas


Normales Rurales, en la Escuela Normal Rural de la Alameda "Dr. Pedro Molina"
en el que se examinaron los objetivos de la educación rural: la estructura
y organización de los establecimientos de esta índole, la conveniencia de reformar
el plan de estudios que rige las Escuelas Normales Rurales del País,
reconociendo la necesidad de una educación para la salud, el aprovechamiento de
las horas libres y la educación para la recreación.
En el año de 1957 el Consejo Técnico del Ministerio de Educación crea como una
dependencia al departamento de Orientación Escolar y Vocacional, con el
propósito de mejorar la formación de los educandos, guiándolos hacia la formación
de su personalidad
En los años sesenta del siglo XX comenzó en Guatemala un movimiento para
propiciar la creación de universidades privadas, lo que sucedió con la siguiente
secuencia:
 Universidad Rafael Landívar, desde el año 1962
 Universidad Mariano Gálvez
 Universidad del Valle de Guatemala, ambas autorizadas el 29 de enero de 1966.
La formación de docentes surge como atributo del estado y data de la Revolución
Liberal de 1871. Surge la creación de varias escuelas normales, urbanas y rurales
en los últimos 20 años, encontramos los siguientes:
 Escuela de Educación para el Hogar "Marion G. Bock", creada el 25 de junio de
1956. Obtuvo carácter centroamericano y el titulo que otorga es el de Maestra de
Educación para el Hogar.
 Normal de Educación Física: creada el 22 de abril de 1936, formando profesores
de nivel primario y medio, para estimular la educación física y los deportes.
 Escuela Normal de Maestros de Educación Musical "Jesús María Alvarado",
creada en 1959, como una dependencia del Departamento de Educación Estética.
 Escuela de Formación de Profesores de Enseñanza Media EFPEM: inicia como la
Escuela Normal Superior (1929-1932) que fue clausurada por la dictadura
Ubiquista. En 1945 inicia sus labores en la Facultad de Humanidades con un
Departamento de Pedagogía y Ciencias de la Educación. En 1967 se firmo un
convenio entre el Ministerio de Educación, la Universidad de San Carlos de
Guatemala para formar la Escuela de Formación de Profesores de Enseñanza
Media.

La educación durante el período de 1954 a 1980:

El 2 de diciembre de 1963 fue emitido el decreto ley 153 que contiene los planes
de estudio, estableciendo los niveles de educación preprimaria, primaria, media:
tanto en el ciclo de educación básica o de cultura general como en el ciclo de
diversificado para las carreras que son especificadas en esta ley.
En 1976 se promulga una nueva ley de educación en la que se propone crear una
educación general de nueve años de duración dividida en ciclos, se crean los
organismos interministeriales que permitan la operatividad de la ley. Tales
organismos son los siguientes: La comisión nacional de educación, ciencia y
cultura, que orienta, coordina y evalúa el Plan Nacional de Desarrollo. Es
integrada por el Ministro de Educación quien preside el Ministro de Agricultura,
Ministro de la Defensa, entre otros. Otro organismo creado es: la Junta Nacional
de Educación Extraescolar.
Entre los años de 1978 y 1980, el magisterio vivió otra racha represiva
particularmente en aquellas zonas conflictivas, como El Quiche, Huehuetenango,
Quetzaltenango, Chimaltenango y la ciudad Capital. Es esta ocasión surge nuevas
reformas represivas, como desaparición forzosa y el asesinato político.
La revista de Auxilio Póstumo del Magisterio Nacional, correspondiente al año de
1981, registra que de la mortalidad correspondiente a 1980, de maestros
asociados, el27% murieron por causas violentas.

Sistemas tradicionales y sus modificaciones educativas.

La Escuela Lancasteriana o Sistema Simultáneo Mutuo


La pedagogía moderna en Centroamérica y particularmente en Guatemala se ve
influenciada por reformas que generalmente tuvieron efectos positivos en otros
países como fue el caso del método lancasteriano. Si bien es cierto que los
cambios hacia una educación ilustrada se observaron desde la reforma de la
Universidad de San Carlos con la introducción de la cátedra de física experimental
y del racionalismo y empirismo en filosofía, propuestos por José Liendo y
Goicoechea en 1782 (Tate 1978), el desarrollo pedagógico en las escuelas
primarias y secundarias comprendió un proceso más lento. Las dinámicas de
innovación propuestas sobre la base de las reformas borbónicas presentaron, a
nivel declarativo, una aceleración a partir de las Cortes de Cádiz. De hecho, una
de las justificaciones para la fundación de escuelas, a partir de la nueva
Constitución, fue la condición básica para ser considerado ciudadano al poseer las
capacidades de la lectura y la escritura. En Centroamérica se volvió a promover la
fundación y el funcionamiento de las escuelas de primeras letras en todos los
pueblos y el establecimiento de las cátedras de gramática castellana y latina en
las cabeceras de las provincias, disponiendo para ello del concurso de los
religiosos regulares. El Capitán General notificó a todos los Prelados el 23 de
febrero de 1813 sobre la normativa constitucional en materia de instrucción pública
siguiendo las disposiciones de las Cortes Generales y Extraordinarias aprobadas
por el Consejo de Regencia de España e Indias . A pesar del interés de la
expansión de la educación primaria y de las primeras letras, el proceso en
Centroamérica padeció siempre dificultades debido al financiamiento. El 5 de
enero de 1821 José Cecilio del Valle presentó una propuesta de fondos para
sostener las escuelas, lo cual serviría para poder atender los requerimientos de
dos centros educativos más, que funcionarían en la ciudad capital San Francisco y
la Recolección.

Adicional a la preocupación por la expansión de la cobertura educativa que era


extremadamente baja, también existía el reconocimiento de la necesidad de
desarrollar un plan que garantizara los aprendizajes en la lectura, la escritura, la
religión católica y los conocimientos mínimos relativos al régimen legal. No
obstante, debido a la pobreza de las escuelas y en términos generales de la
educación, el énfasis de la enseñanza se puso en las primeras letras, obviando así
la parte civil.

En otras palabras, la escuela favorecía la lectura y la promoción de la fe, dejando


de lado el elemento de formación cívica más básico que se centraba en el ejercicio
de la libertad. Contrasta la distinción que durante el primer cuarto de siglo XIX se
manifestó en los materiales educativos en Guatemala. En este sentido, a partir de
la convocatoria de Cádiz se publican textos sobre el catecismo constitucional para
ser utilizados en las escuelas. En 1810 se publicó el primer Catecismo que
enfatizaba en la importancia de las Cortes y en las nociones básicas de libertad y
propiedad privada. Este Catecismo se sustituyó en 1812 por uno que contenía los
principales conceptos de la Constitución aprobada por las Cortes y que enfatizaba
en la libertad individual, aunque la distinguía de la noción de independencia,
considerando la protección del imperio español sobre el ejercicio del poder en sus
colonias.
A partir del esfuerzo de fundar escuelas en distintas comunidades del país no solo
se hizo patente la necesidad de materiales educativos en casi todos los lugares,
también se hicieron notar las múltiples necesidades educativas y la carencia de
fondos para atender las expectativas de las autoridades políticas. Esta situación
de precariedad resultó en el particular interés por la adopción de modelos
pedagógicos que brindaran una educación popular a un bajo costo. Es así como
se introduce el modelo de las escuelas lancasterianas que, en el caso de
Guatemala, se circunscribieron al ámbito de la enseñanza de las primeras letras y
la castellanización en las pocas escuelas que conformaban en pueblos
mayoritariamente indígenas. La discusión sobre la introducción del método
lancasteriano se inició desde 1819 con la propuesta de Mariano Córdova para
incorporar en la escuela de San José de Calazans el método de enseñanza mutua
y en la recepción del “Manual Práctico del Método de Mutua Enseñanza para las
Escuelas de Primeras Letras”, que fuera enviado por la Sociedad Económica de
Amigos del País de la Ciudad de Cádiz al Ayuntamiento de Guatemala (Samayoa
1953) La Sociedad Económica de Amigos del País de la Provincia de Cádiz había
traducido el manual del método de enseñanza mutua elaborado por el profesor
Nyon, inspector de educación y director de la escuela Normal de París luego de
haberlo probado, como ya se había hecho en otras ciudades españolas, en
escuelas gratuitas ubicadas en comunidades pobres. La traducción hacía
pequeñas adaptaciones para el contexto de España. El manual indicaba las
directrices principales para la organización de una escuela en cuanto al arreglo del
edificio escolar, los materiales, la forma como debía desarrollarse la instrucción,
las asignaturas, las funciones de los instructores y los aspectos referentes al orden
y disciplina a cargo de los maestros. La enseñanza se dividía en cuatro
asignaturas: escritura, lectura, aritmética y doctrina cristiana. El desarrollo de la
lectura estaba íntimamente asociado a las creencias de la religión católica, en
contraste con otros manuales que se publicaron por las mismas fechas en otras
provincias.

APERTURA A LAS REALIZACIONES CULTURALES

La Revolución de Octubre de 1944 se planteó, desde sus inicios, una idea


legitimadora en la que se promovieron acciones con la intención de ejecutar un
programa que incidiera en la población indígena guatemalteca, la educación y
sobre todo en los ámbitos de la cultura alrededor de 1945. Ello fue lo que propició
que se determinara la creación de un ente impulsor que condujera y mantuviera la
directriz de las políticas en este cambio durante el período revolucionario.

Previo a esto, es necesario identificar las características que se establecieron en


la sociedad guatemalteca poco antes de la llegada a presidencia del doctor Juan
José Arévalo Bermejo. El hilo conductor se desarrolla en un remozamiento del
ideario liberal propio de principio del siglo XX, aunque ello solo haya servido para
rellenar los discursos de los gobernantes en turno y no se pusiera en práctica
ninguna de sus visionarias recomendaciones.

Si se toma en cuenta que durante la dictadura de Manuel Estrada Cabrera, la


injerencia externa en los asuntos internos acentuaban la paranoia del Estado, se
entiende entonces que el pensamiento sobre el Estado y los indígenas se
enmarcaba en el “saber aprovechar inteligentemente al indígena y su cultura, ese
tesoro de fortaleza física, carácter dócil y natural inteligencia, que aún quedara,
otras razas dominadoras vendrían a aprovecharlo y al vuelta de unos cuantos
años él estaría elevado y los no indios reducidos a la categoría de parias pagando
así el delito de imprevisión en las venas sangres de indios y haber persistido sin
embargo, en solo querer llevar entre las manos el látigo de los conquistadores”,
ideas expresadas por Rodríguez Beteta, uno de los pocos liberales que se
dedicaron a estudiar el desarrollo del pensamiento ilustrado, lo cual le permitió
plantear concepciones y propuestas al estilo de José Cecilio del Valle en los
inicios del siglo XIX, y del cual fue biógrafo; se le atribuyó entre otras cosas, ser el
artífice prolongador del ideario liberal, el cual hablaba de modernización y
progreso pero desde un enfoque estrecho que preconiza el autoritarismo como
forma de resolver la contradicción del aparato productivo nacional: latifundios
ociosos en su mayoría y minifundios en constante proceso de pulverización.

Ese obstáculo estructural impidió cualquier proyecto integracionista, culturalista y


educativo con posibilidades de consolidación. Durante esta etapa histórica, la
situación agraria era el eje de todo el sistema, el cual marcó el límite de las
iniciativas reformistas. La dotación de pequeñas suertes de tierra no tuvo espacio
en los programas estatales anteriores a 1944.

Tras el derrumbe de la dictadura de Manuel Estrada Cabrera, se sucedieron una


serie de gobiernos de corta duración entre los cuales destacó el encabezado por
Lázaro Chacón, quien proporcionó amplio respaldo a la Universidad Nacional, en
donde se abrió uno de los primeros espacios académicos en que se tomaría en
cuenta el aspecto cultural e indígena, a partir de la disposición de crear una
cátedra universitaria libre de “lenguas indígenas y civilización maya-quiché”.

Es muy probable que J. Antonio Villacorta, Ministro de Instrucción Pública de aquel


gobierno, haya tomado como asunto propio la formación de profesionales
especializados en el conocimiento de la realidad indígena. Sin embargo, esta
iniciativa se quedó sólo en entusiasmo ya que no duró ni la víspera ya que en
febrero de 1931 asumió el poder el general Jorge Ubico para quedarse por
espacio de 14 años, hasta ser derrocado por una insurrección popular en 1944.
Con Ubico, Guatemala entró en un período de drásticas restricciones a las
libertades civiles, que en la forma no difería de las dictaduras precedentes pero
que tuvo consecuencias que permiten hablar sin exageración de un retroceso en
todos los órdenes de la vida nacional: Se cerraron escuelas, se eliminó la
autonomía universitaria, se suprimieron las plazas de los directores de las
escuelas públicas y se persiguió a los maestros por sus ideas políticas. La
educación pública, bandera de los liberales, pivote que permitiría la incorporación
de las mayorías urbanas y rurales al carro del progreso, durante el período
ubiquista sufrió el mayor de los descalabros. Ubico se reservó el derecho de
designar a los funcionarios universitarios y estableció que, como centro educativo,
la Universidad debía fomentar el espíritu de solidaridad social, exigir a los
profesores y alumnos corrección en sus expresiones y trabajar por la
incorporación del indio a la cavilación moderna. La Facultad de Humanidades fue
clausurada y se reformó la ley orgánica de la Universidad por no haber llenado las
expectativas para las que fue creada. Las escuelas normales fueron militarizadas.
En 1935, por medio de un decreto, dispuso militarizar todos los centros de
enseñanza media. Al final de la carrera, el estudiante recibía además de su título
profesional, los despachos de subteniente de reserva. Desde su asenso al poder
hasta su caída en 1944, Jorge Ubico tuvo mano de hierro para manejar la
economía y la educación y sobre todo la cultura con el fin de sofocar la libertad en
Guatemala.

Durante 1944 la Universidad de San Carlos fue el espacio donde empezó a cobrar
forma la oposición organizada contra la tiranía ubiquista. La Asociación de
Estudiantes Universitarios y el Magisterio convocaron a una protesta pública en la
ciudad capital.

Los estudiantes universitarios demandaron la destitución de las autoridades


universitarias impuestas y la restitución de la autonomía universitaria, así como
una serie de reformas internas entre las que se contempló la creación de un
instituto de Ciencias Indigenístas. Ideas reformistas y reivindicatorias en las que
tuvo un papel relevante Manuel Galich, que formó parte del primer Grupo Indigení -
sta integrado en diciembre de 1941 y que posteriormente, tras la caída de la
dictadura sirvió de base para la estructura del Instituto de Antropología e Historia
en 1945. Manuel Galich se convertiría posteriormente en Ministro de Educación
del gobierno revolucionario. Esta nueva forma de pensar que se estaba
construyendo adquirió su estatus de ideología oficial hasta 1945, configurando una
línea de pensamiento encaminado a la reestructura de lo cultural y educativo: a
nivel étnico cultural, reflexiones y estudios previos como el trabajo etnográfico
realizado por científicos alemanes a fines del siglo XIX y principios del XX,
prepararon el terreno para que la investigación antropológica pudiera adquirir un
carácter de ciencia aplicada, así como la labor propiciada por la Sociedad de
Geografía e Historia (fundada en 1923), a la que se vinculó la Fundación Andrés
Carnegie que propició a partir de 1936, estudios antropológicos en el occidente
guatemalteco. Estos trabajos se realizaron bajo la dirección de Robert Redfiled y
Salomón Tax de la Universidad de Chicago y constituyó el inicio de los estudios de
comunidad en Guatemala.

El escenario anterior, fortalecido por corrientes de pensamiento de orden cultural e


indigenista a nivel continental, propició el nacimiento de un grupo de
guatemaltecos que formularon las bases de un programa para lograr la plena
participación social tomando elementos culturales y étnicos (para ese entonces
indígenas), estableciéndose como máxima que: “el progreso de la nación entera
dependía del mejoramiento de las condiciones que vivía el indígena, así como de
la valoración de todo patrimonio cultural”.

Todo lo anterior ya en el marco de la Revolución de 1944. Juan José Arévalo,


como pedagogo, se constituyó en foco de atención internacional por la naturaleza
de sus concepciones políticas muy ligadas a su experiencia de educador y político.

Al momento de tomar posesión de la presidencia Juan José Arévalo, el 15 de


marzo de 1945, la situación socioeconómica del país presentaba duros contrastes.
El salario del campesino estaba en una escala que iba de cinco a veinte centavos
de dólar al día. El 2% de los hacendados poseía el 72% de la tierra y el 90% de
los pequeños propietarios tenían entre todos el 15% de los terrenos productivos.
Los indígenas en el campo estaban atados a las grandes plantaciones por el
antiquísimo sistema de trabajo forzado, que imponía al menos 150 días del año de
deuda de trabajo en vez de impuestos. Aunque desde la primera constitución del
país se abolía la esclavitud, los sistemas de trabajo rural prevalecientes hasta
1945 eran apenas distinguidos de la servidumbre involuntaria: la tasa de 75% de
analfabetos llego hasta el 95% entre los indígenas. El promedio de vida era de 50
años para los mestizos y de 40 para los indígenas.

Una de las primeras medidas que tomó el Gobierno Revolucionario de Arévalo, fue
aumentar sustancialmente los sueldos de los maestros. En 1946 el Congreso
Legislativo aprobó la primera ley de seguridad social que se promulgaba en el paí-
s, y otorgaba garantías en la conservación de la fuente de trabajo, indemnización
por accidente, protección a la maternidad, educación básica y atención sanitaria.
De consecuencias más profundas fue el Código de Trabajo aprobado en 1947 y
que por primera vez en la historia laboral guatemalteca protegía al trabajador
frente a los grandes propietarios agrícolas y otros patronos.

La reacción de los grandes latifundistas no se hizo esperar: configuraron una


corriente de opinión opuesta a las reformas que recogió lo más reaccionario del
pensamiento oligárquico y lo combinó con las renovadas ideas del “anticomunismo
macarthista” de la posguerra.

La oligarquía de la época llevó su posición sobre el estatuto jurídico de los indí-


genas en Guatemala en la que dejaba entrever la inconveniencia de considerarlos
sujetos de la ley a la par de los mestizos, debido a la supuesta inferioridad natural
del indio.

En el orden internacional, la expansión del imperialismo en el período de


posguerra buscaba la explotación de materias primas, encontrando en
Latinoamérica la posibilidad de efectuarla, y para el conocimiento del país se
necesito del apoyo de instituciones que efectuaran una amplia labor de
investigación sobre la cultura, geografía, lingí¼ística, etc. Una de las instituciones
dedicadas a esto fue el Departamento de Asuntos Indígenas, convirtiéndose en el
futuro en el Instituto Indigenista Interamericano que tendría su sede en México y a
partir de él, la creación de institutos en cada país de América Latina. El eje de
interés de consolidación de la política indigenista fue facilitar la penetración
capitalista y por ende la ideológica neoliberal. Sin embargo, todo esto respondió a
una política ideológica basada en las posiciones epistemológicas como el
relativismo cultural y el funcionalismo, como representaciones teórico
metodológicas que colaboraron con la extensión en ese entonces del capitalismo.
La política indigenista de mayor fuerza fue la de México, y lo que llegó a
Guatemala fue la Política de Integración, la cual quería corregir las ideas
etnocentristas e introducir un elemento de justicia social en la política indigenista
estatal.

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