Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LA FORMACIÓN
MÉDICA AL
SERVICIO DEL
BIOPODER
MEDICINA Y PODER: EL ROL DE LA MEDICINA EN LA
POLÍTICA CONTEMPORÁNEA
Michel Foucault.
(La naturaleza humana: justicia versus poder. Un debate. 1971)
FRANCISCA AHUMADA ARELLANO & JAEL MISRAJI GIORDANO – LA FORMACIÓN MÉDICA AL SERVICIO DEL BIO-PODER
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo tiene como finalidad analizar la formación médica, al servicio
del biopoder, como medio de subjetivación de lxs estudiantes. Esto lo haremos desde
nuestra experiencia en la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, sin
embargo, considerando también las realidades que se escapan de nuestro núcleo educativo.
Foucault dice que "lo que hace que el poder agarre, que se le acepte, es simplemente
que no pesa solamente como una fuerza que dice no, sino que de hecho la atraviesa,
produce cosas, induce placer, forma saber, produce discursos; es preciso considerarlo
como una red productiva que atraviesa todo el cuerpo social más que como una
instancia negativa que tiene como función reprimir.” El poder productivo surge entonces ya
desde nuestras acciones cotidianas, categorizando, subjetivando al individuo, “es una forma
de poder que construye sujetos individuales. Hay dos significados de la palabra sujeto;
sujeto a otro por control y dependencia y sujeto como constreñido a su propia identidad, a
la conciencia y a su propio autoconocimiento. Ambos significados sugieren una forma de
poder que sojuzga y constituye al sujeto” (Foucault,1979, p. 182). Es por lo anterior que
consideramos importante realizar este análisis desde la formación médica en particular ya
que es desde ahí que nos creamos una identidad profesional, desde la cual, además, se
forjarán códigos morales y normativos que propiciarán la modificación de nuestra
interpretación del mundo y la forma en que nos situamos en él, subjetivándonos y
convirtiéndonos en agentes subjetivadores. Si bien esto sucede en la formación de cualquier
profesional (ya sean médicxs, abogadxs, enfermerxs, etc.) creemos que cobra especial
relevancia en el caso de la medicina ya que ésta es un agente de subjetivación per se. Por lo
tanto, se genera un efecto potenciador, ya que se subjetiva a las personas que luego, en su
práctica profesional, contribuyen de manera importante a la subjetivación de toda la
población (relación medicina-población).
DESARROLLO
SALUD
La medicina, a lo largo de la historia, ha sufrido importantes cambios que le han
permitido posicionarse como elemento esencial la vida y el modo de ser humano, tanto
individual como colectivo; nos referimos a que estamos definidos en esencia y
funcionamiento a partir del saber médico. Un momento crucial en esta historia de cambios,
es hacia finales del siglo XVIII, ya que aquí se comienza a revolucionar la medicina como
disciplina y su territorio de influencia, y aparece la “medicina moderna”, dejando de
concebir la enfermedad como su objetivo puro, en esencia maligno, y desligado del ser
humano, para tomar en su reemplazo, al ser humano, desde la concepción creada a partir de
la anatomía y la clínica, como ente lábil, que es capaz de enfermarse, y, por ende, que
necesita ser el verdadero objetivo de la atención médica.
Además del desarrollo de esta nueva mirada médica, ocurrieron cambios relativos a
los espacios en que se ejercía la medicina; el carácter asistencialista que se materializaba en
los hospitales para enfermos pobres, en la cuarentena y en todos los socorros, fue
abandonado en la reformulación del hospital como espacio de claridad en torno a las
enfermedades, donde las personas enfermas serían curadas y ya no irían a morir. Se
vislumbra aquí, la aparición de la “población”, el grupo de individuos que gracias a su
estado de salud y mediante su trabajo, mantienen y robustecen al Estado; opuestos a los
ociosos enfermos pobres que sólo significaban un coste económico para el país y las
organizaciones que se encargaban de su atención. Por lo tanto, se torna necesario sanar a la
población, hacerla vivir, y al resto, dejarlo morir. Demostrando la fuerte influencia de la
mirada economicista del problema de la enfermedad en la transformación del hospital y el
objetivo médico, que, considerando el cuerpo como una máquina de producción laboral,
pretende transformar a los pobres en mano de obra útil, y dejar a financiamiento individual
la atención médica para quienes no fuesen aptos para trabajar, haciendo vivir y dejando
morir. Además de convertirse en un espacio para la curación, se transformaron
también en espacios para la formación clínica de los médicos que necesitaban
aprender a mirar y tocar el cuerpo en estado de enfermedad, y así contribuir al
crecimiento del nuevo modo de hacer medicina.
Por lo tanto, los aspectos de los cuales dependerá la firmeza del Estado capitalista
serán los relacionados con la vida de la población: natalidad, mortalidad, vejez, invalidez,
etc. Y la relación de las personas con el medio. Dando pie para el posicionamiento de una
FRANCISCA AHUMADA ARELLANO & JAEL MISRAJI GIORDANO – LA FORMACIÓN MÉDICA AL SERVICIO DEL BIO-PODER
nueva autoridad social, la autoridad médica, que además de ser dueña del nuevo saber del
ser humano, “es una autoridad social que puede adoptar decisiones relativas a una ciudad,
un barrio, una institución, un reglamento” (Foucault, 1999), en tanto elementos que
modifican el estado de salud de las personas, extendiendo el campo de intervención de la
medicina hacia elementos distintos de la enfermedad y que se ubican más bien en el medio
con que la población se relaciona.
Con todo, podemos decir que la medicina se asocia al desarrollo de la ideología del
biopoder y la biopolítica, que en las medidas de salud pública se presentan las diferencias
establecidas entre las vidas valiosas y las prescindibles (por ejemplo GES), y que los
médicos son en esta maquinaria, moléculas constituyentes del Estado, llevando a cabo la
estrategia biopolítica que norma, normaliza y subjetiva a la población, en función del
capitalismo, constituyendo un elemento esencial en el dispositivo; lo que es, el completo
ejercicio del biopoder.
EDUCACIÓN
El pensamiento de Michel Foucault, tan influyente en todas las ciencias sociales, es obvio que
debía resultar de interés en el ámbito de la educación. (...) explorar en profundidad las principales
ideas y conceptos de Foucault sobre las cuestiones y contextos educativos. Se argumenta en él que
las instituciones escolares, al igual que las prisiones y manicomios, están preocupadas
fundamentalmente por la regulación moral y social; utilizan para ello complejas tecnologías de
poder y control disciplinario y se apoyan también en la arbitrariedad típica de las modernas
instituciones. Las cuestiones de «poder» y «saber» se nos muestran como algo fundamental en el
seno de toda institución de educación.
S. J Ball.
“Sobre el biopoder (…) se puede destacar el proceso educativo del cuerpo como una
máquina, al cual es preciso arrancarle fuerzas para obtener ciertas ventajas, hacerlo dócil
para integrarlo eficazmente en el sistema de control.”
Francisco Bolla
“Pero creo que el poder político también se ejerce a través de la mediación de ciertas
instituciones que parecerían no tener nada en común con el poder político, que
se presentan como independientes a éste, cuando en realidad no lo son. / Sabemos
esto en relación con la familia; y sabemos que la universidad, y, de un modo general,
todos los sistemas de enseñanza, que al parecer sólo diseminan conocimiento, se
utilizan para mantener a cierta clase social en el poder y para excluir a otra de
los instrumentos del poder. Las instituciones del saber, de la previsión y el
cuidado, como la medicina, también ayudan a apuntalar el poder político”
(Foucault & Chomsky, 2006, p. 23)
En términos simples, se podría decir que “el sistema de enseñanza y educación que
en apariencia solo transmite conocimiento sería parte, de un ensamblaje posible, con un
dispositivo de seguridad y control de las clases dominantes” (Bolla, 2015).
Ahora bien, cuando se lleva a cabo una reflexión crítica sobre las relaciones
actuales entre educación y sociedad, se hace inevitable reconocer que el proyecto
económico-político llamado liberalismo económico, es decir, la interacción entre
capitalismo y democracia, ha terminado por capturar el sentido de las modalidades
educativas, especialmente las dirigidas a la capacitación técnica o a la formación
profesional (Posada, 2015). En términos simples, diremos que los procesos educativos
contemporáneos se subordinan a los intereses del sistema político-económico actual,
evidenciándose esto en acciones tan cotidianas y naturalizadas como cuando a una persona
se le prohíbe estudiar alguna carrera artística por la preocupación que sienten sus padres
respecto del futuro bienestar económico del estudiante o, bien, de forma más cruda, cuando
nos enfrentamos a la educación convertida en un bien de consumo, accesible solo para
quienes pueden costearla. Apoyando lo anteriormente mencionado, el ex mandatario,
Sebastián Piñera, en pleno clímax del movimiento estudiantil (2011), afirma lo siguiente:
En este sentido, la educación se vuelve la salida para alcanzar, por fin, la sociedad
justa y equitativa con la que toda democracia sueña, lo que la hace objeto privilegiado de
atención social y prioridad de los gobiernos contemporáneos. (Posada, 2015) Estos
gobiernos, a su vez, se ven influenciados por los requerimientos productivos del sistema
político-económico imperante. Es de ahí, que se puede establecer que la institución de la
Universidad actúa como un dispositivo de producción de productores.
Ahora bien, el hecho de que la idea de educación como bien de consumo sea
naturalizada y aceptada entre nuestros pares contemporáneos no explica las razones u
orígenes de la misma. Posada, en su texto, da un claro ejemplo de esto: si interrogamos a un
grupo de jóvenes respecto al espacio que conocemos hoy como “baño” y su división
“natural” de baño “para mujeres” y baño “para hombres”, la mayoría aceptará esta división
como correlación a la división biológica entre hombres y mujeres y la privacidad que cada
sujeto, dentro de su condición biológica, debe disfrutar en ese espacio. Si se les mostrara a
los mismos sujetos entrevistados cómo funciona el baño romano (con inodoros
comunitarios) o la casa de baños medieval (con su confusión de cuerpos y promiscuidad
aceptada), podría surgir la duda de cómo entonces ocurre la transformación de ese concepto
de baño al que conocemos actualmente. Surge el cuestionamiento de qué y cómo llegamos
a la división por sexo/género. Al realizar una arqueología se termina articulando con una
genealogía.1 (Posada, 2015)
1
La arqueología se ocupa de realizar una historia de la producción de enunciados y de regímenes de verdad, mientras la
genealogía indaga acerca de los efectos reglados de poder que induce tal régimen, los dispositivos que soporta y los
sujetos que produce a través de la implementación de esas técnicas.
FRANCISCA AHUMADA ARELLANO & JAEL MISRAJI GIORDANO – LA FORMACIÓN MÉDICA AL SERVICIO DEL BIO-PODER
Es a raíz del golpe militar del ´73 que comienza la mercantilización de la educación
hasta como la conocemos hoy en día. Es aquí donde se acentúa un vínculo entre educación
y economía en dirección hacia lo neoliberal, reemplazando el modelo estatista de la UP por
uno mercantil. Durante la dictadura se busca presentar con fuerza violenta SU verdad e
imponer así un nuevo orden, torturando, golpeando, violando, exiliando, haciendo
desaparecer al que se pronunciara de manera contraria. Así, la dictadura se ejerce sobre los
cuerpos. Es así como en esta línea de trabajo, Pinochet declara lo siguiente:
Es bajo esa misión de “salvar la patria” que se construye una nueva o, más bien, se
modifica la sociedad chilena. Es esa misión, ese pequeño decreto, que se volverá
transversal a las instituciones que constituirán la gubernamentalidad. Y esta última, a su
vez, nos muestra que existe una conexión entre los modos como se gobierna una sociedad y
los modos como los “sujetos” se relacionan consigo mismo, es decir, nos subjetiva. Esto
significa que quizá no haya nada más “interior” que los dispositivos de poder que hacen
posible el gobierno de una sociedad. Es decir, que lo que se entiende por “sí mismo”, lo
más “interno” y “original” que existe para cada quien, está determinado por una modalidad
de gobierno, por un conjunto de prácticas de poder que ya no dependen del sujeto ni
pretenden favorecer su acción libre. El sujeto de la ética, dice Foucault, no es un sujeto
dado de una vez y para siempre, o constituido a priori, sino que se consolida como sujeto
desde y a través de las prácticas y los discursos. (Posada, 2015)
FRANCISCA AHUMADA ARELLANO & JAEL MISRAJI GIORDANO – LA FORMACIÓN MÉDICA AL SERVICIO DEL BIO-PODER
FORMACIÓN MÉDICA
CONCLUSIONES
En la primera cita que decidimos poner el ensayo, Foucault dice lo siguiente:
“Me parece que la verdadera tarea política en una sociedad como la nuestra es
realizar una crítica del funcionamiento de las instituciones que parecen
neutrales e independientes; hacer una crítica y atacarlas de modo tal de
desenmascarar la violencia política que se ha ejercido a través de éstas de
manera oculta, para que podamos combatirlas.”
BIBLIOGRAFÍA
Cabrera Díaz, E. (2016). La medicina moderna como dispositivo al servicio del biopoder y
la biopolítica. Bioética, 18 - 24.
Estrada Mesa, D. A. (30 de noviembre de 2015). La medicina como producción de
subjetividad. Una aproximación a Michel Foucault. Escritos, 23(51), 331-335.
Recuperado el 18 de diciembre de 2016, de
https://revistas.upb.edu.co/index.php/escritos/article/viewFile/6295/5780
Foucault, M. (1999). Estrategias de poder. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, S.A.
Kottow, M. (2010). Salud pública y biopolítica. Nuevos folios de bioética.
Bolla, F. (Julio de 2015). Biopolítica y educación: una posibilidad de entender la invención,
emergencia y procedencia de los discursos neoliberales. Santiago de Chile.
Foucault, M. (1969). La arqueología del saber.
Posada, J. E. (2015). La interacción entre biopolítica, educación y subjetividad: La
Universidad como productora de productores desde una lectura foucaultiana.
Revista de la Asociación de Sociología de la Educación .