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Paradigmas Eticos
Paradigmas Eticos
Teresa es una mujer de 35 años, casada, con un hijo de 4 años y que trabaja como
informática. Es portadora de un DIU. Acude a la consulta de su médico de cabecera, el Dr.
Redondo, porque tiene disuria, prurito vaginal y aumento de flujo de tres días de duración.
Durante la entrevista, refiere que dos semanas antes, tras una cena de su empresa,
mantuvo relaciones sexuales sin preservativo con un compañero de la misma. La paciente
se siente avergonzada y balbucea entre lágrimas que “la cosa se lió”, “había bebido algo”...
y se siente muy preocupada y angustiada con la posibilidad de “haber cogido algo” y
habérselo transmitido a su marido. Preguntada, refiere que su marido no le ha comentado
que tenga síntomas y que ha mantenido relaciones sexuales con él en tres ocasiones
porque a partir de la leucorrea ella las ha evitado. El médico le pide una citología, un
análisis del exudado y diferentes pruebas analíticas, con serología de sífilis, VIH y hepatitis
B y C. Seis días después se confirma en el cultivo del exudado infección por Neisseria
gonorreae. Su médico le prescribe un tratamiento por vía oral y le indica que no debe
mantener relaciones sin protección en una semana. El Dr. Redondo le informa de que la
infección por Neisseria gonorreae se transmite de la mujer al varón en el 20-30% de los
casos y que, cuando se produce, éste presenta síntomas (prurito, disuria y secreción por el
pene) en el 90-95% de los casos en un plazo de 2 a 10 días tras la infección; en el varón no
tratado puede aparecer, además, una epididimitis e, infrecuentemente, una infección
diseminada; generalmente se asocia a infección por Clamidia, por lo que se tratan
conjuntamente. Además, el Dr. Redondo le plantea la necesidad de informar tanto al
compañero con el que tuvo la relación como a su marido, que también es paciente suyo, y
ponerles tratamiento. Ella ©Fundación de Ciencias de la Salud y Autores 1 16 se niega a
informar a éste, aduciendo que conoce bien a su marido, que, si se entera, la relación se
romperá y ella no desea que eso ocurra, le quiere y estaban pensando en tener un
segundo hijo. ¿Puede el médico aceptar no informar al marido o implicarse en no decirle
toda la verdad?