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INTRODUCCIÓN

La diferente electronegatividad de los átomos que constituyen las moléculas


orgánicas y las interacciones secundarias entre sus orbitales provocan la aparición de
ciertos efectos de polarización y deslocalización electrónica. Uno de ellos es el efecto
inductivo que se puede definir como la polarización de un enlace provocada por un átomo o
un grupo atómico a lo largo de una cadena carbonada.
El efecto inductivo es permanente y por tanto no es un fenómeno que ocurra en un
momento dado en la molécula. Hay que tener en cuenta que el efecto inductivo decrece
rápidamente al aumentar la distancia al origen del desplazamiento electrónico, y en la
práctica se puede despreciar a partir del segundo átomo de la cadena. El efecto inductivo no
supone deslocalización de la densidad electrónica sino simplemente acercamiento de ésta a
uno de los átomos, quedando los electrones en su orbital.
Tomando como referencia el H, cuyo efecto inductivo se considera 0, aquellos
átomos, o grupos de átomos, cuya electronegatividad es mayor que la del C se considera
que tienen efecto inductivo –I. Este tipo de átomos, o grupos de átomos, se clasifican como
electrón-atrayentes, ya que atraen hacia sí el par de electrones del enlace dejando sobre el
átomo de carbono al que están unidos una densidad de carga positiva.
Por otro lado, aquellos átomos, o grupos de átomos, que tienden a desplazar la
densidad electrónica sobre el átomo de carbono al que están unidos se dice que tienen un
efecto inductivo +I, y se clasifican como grupos electrón-dadores.
Los grupos con tendencia a donar electrones, ayudan a disminuir la acidez y
aumentar la basicidad de la molécula. Por el contrario, los átomos más electronegativos,
aceptores de electrones, polarizan en enlace y aumentan la acidez de la molécula, dado que
los átomos de hidrógeno unidos al mismo quedan con carga parcial positiva y el enlace se
debilita.
Por otro lado, algunas moléculas orgánicas se pueden representar mediante dos o
más estructuras, que difieren entre sí únicamente en la colocación de los electrones y que se
denominan estructuras resonantes. En estos casos, la molécula tendrá características de
ambas estructuras y se dice que en realidad la molécula es un híbrido de resonancia de las
estructuras resonantes. El método de la resonancia permite saber, de forma cualitativa, la
estabilización que puede conseguir una molécula por deslocalización electrónica. Cuanto
mayor sea el número de estructuras resonantes mediante las que se puede describir una
especie química mayor será su estabilidad.
La mayor o menor contribución de las estructuras resonantes a la descripción de la
molécula se puede relacionar con la mayor o menor estabilidad que teóricamente puede
atribuirse a cada estructura.
Del mismo modo, La isomería es una propiedad de ciertos compuestos químicos
que con igual fórmula química, es decir, iguales proporciones relativas de los átomos que
conforman su molécula, presentan estructuras moleculares distintas y, por ello, diferentes
propiedades. Dichos compuestos reciben la denominación de isómeros.
Aunque este fenómeno es muy frecuente en química orgánica, no es exclusiva de
ésta pues también la presentan algunos compuestos inorgánicos, como los compuestos de
los metales de transición.
Ahondando ahora en la química del benceno este fue descubierto en 1825 por el
científico inglés Michael Faraday. En 1865, el químico alemán Friederich Kekulé, a través
de un sueño en el que aparecía una serpiente que se mordía la cola, descubrió la estructura
anular del benceno. Por aquella época ya se sabía que el benceno estaba formado por seis
átomos de carbono y seis átomos de hidrógeno (C 6H6), pero no se tenía ninguna pista clara
sobre su estructura.
Kekulé asegura que la inspiración para localizar la estructura de la molécula del
benceno, un hidrocarburo aromático, surgió a raíz de una ensoñación en la que aparecía una
serpiente que se mordía la cola, lo que le llevó a plantearse la posibilidad de que la
molécula del benceno tuviera forma de anillo.
En 1865, Kekulé publicó un artículo en el que sugería que los átomos de carbono
forman una estructura cerrada sobre sí misma con forma de hexágono, usando una y dos
valencias para conformar estas uniones, mientras que los átomos de hidrógeno se unen a
cada una de las valencias restantes. Esta nueva comprensión de la estructura del benceno y
de todos los compuestos aromáticos resultó ser de la mayor importancia para el desarrollo
futuro de la ciencia química.
La idea de Kekulé sobre la estructura del benceno es uno de los típicos
descubrimientos casuales en ciencia (lo que se conoce como serendipia), dado que según la
versión más conocida Kekulé, tras mucho trabajar en el problema, terminó hallando la
solución en un sueño.

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CONTENIDO

Estructura molecular y reactividad


Si bien es cierto que las reacciones de los compuestos están determinadas
principalmente por sus grupos funcionales, dado que se conoce muy bien la inter
conversión de los mismos no es menos cierto que también se puede comprender el
comportamiento de las moléculas por lo que ocurre con el resto de la molécula, es decir con
el esqueleto carbonado, el volumen de los sustituyentes, la naturaleza del sustituyente, etc.
Cuando se pretende correlacionar precisamente la naturaleza de la estructura molecular con
la reactividad de la misma, todos los conceptos se suelen agrupar en tres grandes categorías,
a saber:
 Efectos inductivos (o electrostáticos)
 Efectos de resonancia (o conjugación) y
 Efectos estéricos.

Efecto inductivo.
Se conoce con el nombre de efecto inductivo el proceso por el cual un elemento más
electronegativo que el carbono, atrae los electrones de los enlaces a través de la cadena
carbonada. Por ejemplo el F, O, Cl, N y Br poseen valores de electronegatividad mayores
que el carbono, por lo tanto todo enlace covalente que se forma entre el carbono y
cualquiera de los átomos anteriores está polarizado, lo que trae como consecuencia que los
electrones del enlace son atraídos en mayor grado por el átomo más electronegativo,
dándole al carbono deficiente de electrones, con lo cual adquiere carga parcial positiva (δ+).
δ+ δ+ δ-
+ + -
CH3 CH2 Cl
Los efectos inductivos se debilitan en forma continua a medida que aumenta la
distancia desde el sustituyente. En el caso ilustrado H3C CH2 Cl la carga positiva que
el cloro imparte al carbono es mayor que la que imparte al primer carbono es mayor que la
que imparte al segundo carbono porque el cloro está más cerca del carbono.

Efecto inductivo en la acidez y en las bases.


Cualquiera que sea el efecto inductivo experimentado por el átomo de carbono,
afecta la reactividad química del compuesto en el cual se encuentre, de acuerdo con las
siguientes propuestas:
a. Una región de la molécula de elevada densidad electrónica δ - es fácilmente atacada
por un ión positivo, por ejemplo H+; pero difícilmente atacada por un ión negativo,
por ejemplo OH-.
b. Una región de la molécula de baja densidad electrónica δ + es atacada con facilidad
por un ión negativo, por ejemplo OH -; pero difícilmente por un ión positivo, por
ejemplo H+.

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Si se compara la acidez del ácido etanoico con sus correspondientes ácidos
sustituidos se puede comparar la influencia del efecto inductivo en la acidez.
Tabla 1. Constante de ionización ácida (Ka)
Ácido CH3COOH ClCH2COOH Cl2CHCOOH Cl3CCOOH
Ka 1,76 x 10-5 155 x 10-5 5140 x 10-5 90000 x 10-5

Como se puede observar en la tabla 1, a medida que aumenta el número de átomos de cloro,
en la molécula del ácido, aumenta la acidez. Mientras mayor sea el valor de Ka, más fuertes
es el ácido (mayor acidez).
Cuando en la cadena carbonada existen átomos que producen efecto inductivo sobre
la cadena, la acidez varía de dos formas:
a. Si el átomo o grupo de átomos son más electronegativos que el carbono,
aumenta la acidez. (-Cl, -NO2, -CN)
b. Si el átomo o grupo de átomos son menos electronegativos que el carbono,
disminuye la acidez. (-CH3, -CH2-CH3)
Los efectos inductivos se hacen sentir tanto en moléculas alifáticas como cíclicas y
se les hace responsable de las variaciones de reactividad de algunos compuestos.
Para las bases mientras mayor sea el valor para Kb (constante de disociación
básica), mayor será la fuerza como base.

Relación entre la electronegatividad y el efecto inductivo.


La electronegatividad es una medida de la capacidad de un átomo para atraer sus
electrones externos o de valencia. Dado que son electrones los que se usan para el enlace, la
electronegatividad es de utilidad para predecir y explicar la reactividad química. Al igual
que el radio atómico, la electronegatividad se ve influida por el número de protones que el
núcleo y el número de niveles electrónicos ocupados.
Los enlaces covalentes están polarizados con excepción de aquellos entre átomos
idénticos. La dirección de la polarización sigue la escala de electronegatividad de Pauling.
Los elementos más electronegativos que el carbono producirán una mayor polarización en
dichos enlaces. Así por ejemplo, un enlace C-Br está polarizado con una ligera carga
positiva en el carbono y una ligera carga negativa en el bromo. La polarización opuesta,
esto es, una carga positiva en el bromo y una carga negativa en el carbono no son
consistente con la escala de la electronegatividad.
La habilidad para identificar la correcta polarización de los enlaces covalentes le
permite a uno predecir los sitios de reactividad, o determinar la estabilidad que tienen las
moléculas orgánicas o los intermediarios.
Los efectos inductivos pueden ocasionar la liberación de electrones (δ+) o la captura
de los mismos (δ-). Un efecto inductivo (δ+) en que se liberan electrones se relaciona con la
tendencia de una sección de una molécula o de un sustituyente a despojarse de electrones,
aun cuando esto no implica la donación formal de una unidad completa de carga.

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La relación principal consiste en que el efecto inductivo se da por la polarización de
una molécula debido a la muy alta o muy baja electronegatividad de un átomo que la
constituye.
Los átomos muy electropositivos como Litio, Magnesio (como los reactivos de
Grignard, en química orgánica) y los muy electronegativos como el cloro y el oxígeno
tienen la capacidad de crear efectos inductivos polarizando los enlaces, ya sea atrayendo
(los electronegativo como el Cl y O) o alejando los electrones (los electropositivos, como
en Li y Mg).

Resonancia.
Cuando se puede escribir para una molécula dos o más formas que difieren
exclusivamente en la posición de los electrones, se acepta que presenta el fenómeno de
resonancia o mesomería y el cual se puede enunciar de manera general así: son estructuras
equivalentes de una molécula o ión, que representan las diferentes maneras de enlazar los
átomos cumpliendo la regla del octeto.
Ejemplos:

Resonancia del cloruro de vinilo

Resonancia del nitrometano


Reglas de resonancias
1. Las estructuras de resonancia existen sólo en el papel.
2. La escritura de estructuras resonantes sólo permite el movimiento de electrones.
3. Todas las estructuras deben ser propiamente estructuras de Lewis.
4. Todas las estructuras resonantes deben tener el mismo número de electrones
desapareados.
5. Todos los átomos que son parte del sistema deslocalizado se deben encontrar en el
mismo plano o ser casi planares.
6. La energía de la molécula real es menor que la que se podría estimar para cualquier
estructura contribuyente.
7. Las estructuras de resonancia equivalentes hacen la misma contribución para el
híbrido, y los sistemas que representan poseen gran estabilización por resonancia.
8. mientras más estable es la estructura por sí sola, mayor es su contribución para el
híbrido.

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Hibrido de resonancia.
Las diferentes formas de resonancia (formas contribuyentes) no denotan diferentes
tipos de moléculas o iones. La verdadera estructura es un hibrido intermedio entre todas las
estructuras contribuyentes, llamado híbrido de resonancia.
Un compuesto que sea un híbrido de resonancia, no es posible representarlo por una
sola estructura, sino que tiene una estructura que es intermedia entre las distintas estructuras
resonantes. El problema radica en la representación de la estructura, no en la estructura
misma. El método de la resonancia es un artilugio empleado por los químicos para
representar una situación real con estructuras convencionales, por tanto, no significa que
parte de las moléculas se encuentren de una forma resonante ó de otra ni tampoco que una
molécula oscila de una a otra forma resonante, sino que en una molécula que es un híbrido
de resonancia los electrones están deslocalizados y esta deslocalización es energéticamente
favorable, de tal manera que la especie real es más estable que cualquiera de las estructuras
de convencionales.
Ejemplo:

Isomería, tipos de isomería.


Existen compuestos químicos que tienen la misma fórmula molecular pero se
diferencian en algunas de sus propiedades. Estos compuestos reciben el nombre de
isómeros y el fenómeno se conoce como isomería.
Los isómeros son compuestos con la misma fórmula molecular, pero con diferentes
fórmulas estructurales. Son iguales entre sí en cuanto a los átomos que están unidos unos
con otros, pero se diferencian en cuanto a la orientación espacial de sus átomos, lo cual es
la razón de las diferencias entre sus propiedades.
Tabla 2. Ejemplos de isómeros
Sustancia Fórmula Fórmula Punto de Reacción con
química molecular estructural ebullición sodio
Alcohol etílico C2H6O CH3 – CH2OH 78 °C SI
Éter metílico C2H6O CH3 – O – CH3 -24 °C NO

Tipos de isomería
Los isómeros se pueden clasificar en dos grandes grupos: estructurales y espaciales
o estereoisómeros.
Isomería estructural: estudia aquellas sustancias químicas que, teniendo la misma
fórmula molecular, presentan fórmulas estructurales diferentes, y comprende los isómeros
de cadena, de posición y de función.
Los isómeros estructurales de cadena se caracterizan porque los átomos en la cadena
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carbonada tienen diferentes posiciones.
Tabla 3. Ejemplos de isómeros estructurales de cadena
Sustancia Fórmula Fórmula estructural
molecular
2 – metilpropano C4H10 CH3 – CH – CH3
|
CH3
n – butano C4H10 CH3 – CH2 – CH2 – CH3

Los isómeros estructurales de posición: se caracterizan por tener el mismo grupo


funcional, pero se diferencian en las posiciones que ocupan en la cadena.
Tabla 4. Ejemplos de isómeros estructurales de posición
Sustancia Fórmula Fórmula estructural
molecular
2 – propanol C3H7OH CH3 – CH – CH3
|
OH
1 – propanol C3H7OH CH3 – CH2 – CH2 – OH

Los isómeros estructurales de función: se caracterizan por presentar grupos


funcionales diferentes, en consecuencia, pertenecen a series homólogas distintas.
Tabla 5. Ejemplos de isómeros estructurales de función
Sustancia química Fórmula Fórmula estructural
molecular
Etanol C2H6O CH3 – CH2OH
Éter metílico C2H6O CH3 – O – CH3

Isómeros espaciales o estereoisómeros: se diferencian solamente por la diferente


orientación de sus átomos en el espacio, y para su estudio se clasifican en dos tipos
geométricos y ópticos.
Isómeros geométricos: la existencia de isómeros geométricos; cuando dos grupos
similares se encuentran del mismo lado del doble enlace, el isómero adopta la forma CIS y
cuando dos grupos similares se encuentran en lados opuestos, el isómero adopta la forma
TRANS.
En general se puede establecer que un compuesto presenta isomería geométrica
cuando al doble enlace carbono – carbono van unidos por lo menos, dos sustituyentes
distintos.

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Isómeros ópticos: existen compuestos químicos que presentan la propiedad de
desviar el plano de luz polarizada; se dice que estos compuestos son ópticamente activos, es
decir, presentan isomería óptica.
La desviación del plano de la luz polarizada, puede ser, en dos sentidos: en el
sentido del movimiento de las agujas del reloj (hacia la derecha), ó en sentido contrario al
movimiento de las agujas del reloj (hacia la derecha), ó en sentido contrario al movimiento
de las agujas del reloj (hacia la izquierda).
A las sustancias que desvían la luz polarizada hacia la derecha (+) se identifican
como dextrógiras y aquellas que las desvían hacia la izquierda (-) se le dice levógiras.
Los isómeros ópticos son entre sí imágenes especulares, es decir, que no se pueden
superponer y reciben el nombre de enantiómeros, enantiomorfos o antípodas ópticas. Los
enantiómeros son imágenes especulares no superponibles. Se caracterizan por poseer un
átomo unido a cuatro grupos distintos llamado asimétrico o quiral.
Así pues, hay tres sistemas de nombrar estos compuestos:
Según la dirección de desviación del plano de la luz polarizada, distinguimos las
formas dextro (+) y levo (-); según la nomenclatura D-L (Formas D y L), que es inequívoca
para isómeros con un solo carbono asimétrico, y según la configuración absoluta R-S
(formas R y S), más adecuada para moléculas con varios centros asimétricos
Ejemplo de enantiómeros: (R) y (S)-1-Bromo-1-cloroetano
En los modelos moleculares puede verse que las dos moléculas son distintas, no se
superponen.

Ejemplo de enantiómeros: (R) y (S)-Alanina


La (R) y (S)-Alanina son otro ejemplo de enantiómeros

La presencia de un carbono unido a cuatro sustituyentes diferentes (-CH 3, -H, -NH2 y -


COOH) convierte a la Alanina en un compuesto quiral y ópticamente activo, con una
imagen especular (enantiómero) no superponible. Como puede observarse en los modelos
moleculares, la molécula y su imagen especular difieren en la disposición espacial de los
grupos y no existe ningún giro que permita superponerlas (son diferentes).
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Estructura del benceno según Kekulé.
El benceno es un tipo de molécula orgánica cuya estructura no puede describirse
adecuadamente mediante fórmulas de enlace de valencia. La deslocalización de los
electrones pi (Π), da lugar a un sistema en el que los electrones Π abarcan a más de dos
átomos. Con el fin de describir la distribución de electrones Π en el benceno, mediante
representaciones clásicas de enlace – valencia, es preciso utilizar dos fórmulas:

Estructuras en resonancia del benceno (fórmula de Kekulé)


Estas dos fórmulas de enlace – valencia del benceno se llama fórmulas de Kekulé en honor
de su descubridor, quien las propuso por primera vez en 1872. Su idea era que las dos estructuras
del benceno coexistían en un rápido equilibrio, de forma tal que ninguna de las dos podía ser
aislada independientemente de la otra. Se decía que estas dos estructuras estaban en resonancia
la una de la otra, por lo cual fueron designadas con el nombre de símbolos o estructuras en
resonancia para el benceno. Sabemos actualmente que el benceno no está en equilibrio entre
estas dos estructuras, sino que su estructura real es una fusión de ellas o, dicho con otras palabras,
que el benceno es un híbrido de resonancia de las estructuras resonantes.

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CONCLUSIÓN

El efecto inductivo se transmite a través de los enlaces de la molécula, dependiendo


del átomo que este unido a la cadena carbonada.
El efecto inductivo afecta la reactividad química del compuesto en el cual se
encuentre.
La cadena carbonada con átomos que producen efecto inductivo ocasiona variación
de la acidez.
La acidez como consecuencia del efecto inductivo varía aumentando cuando el
átomo es más electronegativo que el carbono.
La acidez como consecuencia del efecto inductivo varía disminuyendo cuando el
átomo es más electropositivo que el carbono.
El fenómeno de la resonancia incluye una deslocalización de los electrones,
haciendo que la fórmula real de la molécula es un promedio de todas ellas.
Hay dos tipos de isomerías estructurales y espaciales.
Los isómeros estructurales pueden ser de cadena, de posición y de función.
Los isómeros geométricos se pueden dividir en cis y trans.
Las sustancias ópticamente activas pueden ser Dextrógiras (+) y Levógiras (-).
La actividad óptica de un compuesto viene dada por la presencia de uno (o más)
centro (s) quiral (es).
Las estructuras resonantes no son estructuras reales; la estructura real es una
composición o fusión de dichas estructuras resonantes.

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BIBLIOGRAFÍA

Caballero, A y Froilan, R. 2006. QUÍMICA. Editores y distribuidores distribuidora


escolar, S.A, cuarta edición. Venezuela.
Chang, R. 1997. QUÍMICA. Editorial McGraw – Hill, cuarta edición. España.
Fessenden, R y Fessenden J. 1982. QUÍMICA ORGÁNICA. Grupo editorial
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Requeijo, D y De Requeijo A. 2013. QUÍMICA ORGÁNICA 5 to. Editorial Biosfera,
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Requena, Liney. VAMOS AL LABORATORIO DE QUÍMICA ORGÁNICA. 1 era
edición, Ediciones Eneva, C.A. Venezuela.

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