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Universidad Autónoma De Santo Domingo

PRIMADA DE AMÉRICA
Fundada el 28 de octubre de 1538

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

Asignatura:
Ejecución de las Sentencias Civiles y Penales

Tratados y Convenios internacionales que abordan la protección de las personas


privadas de libertad y los derechos que se les reconoce
(Segunda asignación)

Integrantes Grupo uno (i)


Doris Guerrero
Henry Tejeda
Julissa Fernández
Stalin Feliz
Rafael Lugo
Raquel Guzmán
Wanda José

Docente:
Dr. Rafael Báez García

Santo Domingo, D.N. República. Dominicana


Viernes veintitrés (23) de abril, 2021

1
Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos del 23 de marzo de 1976
Este pacto es el que crea las condiciones que permiten a cada persona el pleno disfrute
de sus derechos civiles y políticos. De manera particular, en relación a las personas
privadas de libertad y los derechos que se les reconoce, establece en la parte tres (III),
específicamente en sus artículos 9, 10, 14 y 15 respectivamente y en resumidas cuentas
lo siguiente:
Artículo 9: Este artículo es contentivo de preceptos muy importantes con relación al
derecho a la libertad y a la no detención arbitraria de las personas, y a modo resumido,
los aspectos de más relevancia son:
1. Todo individuo tiene derecho a la libertad y seguridad personal;
2. Nadie puede ser sometido arbitrariamente a prisión;
3. Nadie puede ser privado de libertad salvo por las disposiciones de la ley y el
debido proceso;
4. Toda persona detenida será informada de las razones de su detención y de la
acusación formulada contra ella;
5. Toda persona detenida a causa de una infracción penal será llevada sin demora
ante un juez;
6. Toda persona tendrá derecho a ser juzgada o puesta en libertad dentro de un
plazo razonable;
7. La prisión preventiva de las personas que hayan de ser juzgadas no debe ser la
regla general, pero su libertad podrá estar subordinada a garantías que aseguren
la comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en cualquier momento de
las diligencias procesales y, en su caso, para la ejecución del fallo;
8. Toda persona que sea privada de libertad en virtud de detención o prisión tendrá
derecho a recurrir ante un tribunal, a fin de que éste decida a la brevedad posible
sobre la legalidad de su prisión y ordene su libertad si la prisión fuera ilegal;
9. Toda persona que haya sido ilegalmente detenida o presa, tendrá el derecho
efectivo a obtener reparación.
Artículo 10: En este artículo se aborda la manera en que deben ser tratados los reos de
conformidad a su dignidad inherente, tanto a los procesados como a los condenados
mayores y menores de edad, y es contentivo de los siguientes preceptos:
1. Toda persona privada de libertad será tratada humanamente y con el respeto debido a la
dignidad inherente al ser humano;
2. Los procesados estarán separados de los condenados, salvo en circunstancias
excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento distinto, adecuado a su condición de
personas no condenadas;
3. Los menores procesados estarán separados de los adultos y deberán ser llevados ante los
tribunales de justicia con la mayor celeridad posible para su enjuiciamiento;
4. El régimen penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la
reforma y la readaptación social de los penados;
5. Los menores delincuentes estarán 4 separados de los adultos y serán sometidos a un
tratamiento adecuado a su edad y condición jurídica.
Artículo 14: El presente establece alguno de los derechos que tienen los procesados y
condenados, de los cuales los Estados miembros del Pacto deben ser garantistas, estos
son:

2
1. Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia;
2. Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías
por un tribunal competente, independiente e imparcial, tanto en las instancias
civiles como penales;
3. La prensa y el público podrán ser excluidos de la totalidad o parte de los juicios
cuando por circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiera perjudicar
a los intereses de la justicia; pero toda sentencia en materia penal o contenciosa
será pública, excepto en los casos en que el interés de menores de edad exija lo
contrario, o en las acusaciones referentes a pleitos matrimoniales o a la tutela de
menores;
4. Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley;
5. Durante el proceso, toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena
igualdad, a las siguientes garantías mínimas:
a) A ser informada sin demora, en un idioma que comprenda y en forma detallada,
de la naturaleza y causas de la acusación formulada contra ella;
b) A disponer del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su
defensa y a comunicarse con un defensor de su elección;
c) A ser juzgado sin dilaciones indebidas;
d) A hallarse presente en el proceso y a defenderse personalmente o ser asistida
por un defensor de su elección; a ser informada, si no tuviera defensor, del
derecho que le asiste a tenerlo, y, siempre que el interés de la justicia lo exija, a
que se le nombre defensor de oficio, gratuitamente, si careciere de medios
suficientes para pagarlo;
e) A interrogar o hacer interrogar a los testigos de cargo y a obtener la
comparecencia de los testigos de descargo y que éstos sean interrogados en las
mismas condiciones que los testigos de cargo;
f) A ser asistida gratuitamente por un intérprete, si no comprende o no habla el
idioma empleado en el tribunal;
g) A no ser obligada a declarar contra sí misma ni a confesarse culpable;
h) Toda persona declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo
condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal
superior, conforme a lo prescrito por la ley;
i) Cuando una sentencia condenatoria firme haya sido ulteriormente revocada, o
el condenado haya sido indultado por haberse producido o descubierto un hecho
plenamente probatorio de la comisión de un error judicial, la persona que haya
sufrido una pena como resultado de tal sentencia deberá ser indemnizada,
conforme a la ley, a menos que se demuestre que le es imputable en todo o en
parte el no haberse revelado oportunamente el hecho desconocido;
j) Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual haya sido ya
condenado o absuelto por una sentencia firme de acuerdo con la ley y el
procedimiento penal de cada país.
Artículo 15: Este articulo aborda de manera particular trata de la irretroactividad de la
ley en los casos en que se perjudique la suerte del acusado o condenado. Para aquellos
casos en los cuales resulte beneficioso al reo la retroactividad entonces será aplicada
1. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueran
delictivos según el derecho nacional o internacional;
2. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del
delito. Si con posterioridad a la comisión del delito la ley dispone la imposición de una
pena más leve, el delincuente se beneficiará de ello;
3. Nada de lo dispuesto en este artículo se opondrá al juicio ni a la condena de una persona
por actos u omisiones que, en el momento de cometerse, fueran delictivos según los
principios generales del derecho reconocidos por la comunidad internacional.
3
Convención Americana de los Derechos Humanos
La convención Americana de los Derechos Humanos, también llamada Acuerdo de San
José fue firmada en San José de Costa Rica, el día 22 de noviembre del año 1969. Esta
convención en su esencia lo que plantea es que para poder garantizar los derechos
fundamentales y universales de los individuos deben garantizársele una serie de
condiciones básicas materiales.
Esta convención se convierte en el instrumento idóneo para los países signatarios de la
misma, para garantizar esos derechos entre los ciudadanos de los países miembros.
Conforme al mandato de la siguiente practica nuestra tarea es identificar los artículos
relaciones de manera directa a los privados de libertad, reclusos, presos o reos.
Identificamos los Artículos 5, 6,7,8,9,10 y 25, y los mismos tocan los siguientes
aspectos:
Artículo 5. Derecho a la Integridad Personal. Se deberá garantizar la integridad
física, psíquica y moral de las personas, incluyendo a los privados de libertad, a los
cuales se les debe garantizar un trato justo.
Artículo 6. Prohibición de la Esclavitud y Servidumbre, Bajo ninguna circunstancia
se podrá someter a los privados de libertad a un sistema de esclavitud y servidumbre.
Artículo 7. Derecho a la Libertad Personal. A todo detenido debe informársele la
causa de su detención, ser presentado ante un juez, y nadie será privado de su libertad
por deudas.
Artículo 8. Garantías Judiciales. Toda persona privada de libertad se presume
inocente hasta tanto sea probada su culpabilidad, toda persona tiene derecho a ser oída.
Artículo 9. Principio de Legalidad y de Retroactividad. Nadie puede ser condenado
por acciones u omisiones que al momento de los hechos no eran delitos.
Artículo 10. Derecho a Indemnización. Toda persona condenada por error, con
sentencia firme, tiene derecho a ser indemnizada.
Artículo 24. Igualdad ante la Ley, todas las personas son iguales ante la Ley.
Artículo 25. Protección Judicial. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y
rápido ante los jueces, que le ampare contra acciones que le violen sus derechos
constitucionales.
El Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las
Libertades Fundamentales
Más conocido como la Convención Europea de Derechos Humanos, fue adoptado por el
Consejo de Europa el 4 de noviembre de 1950 y entró en vigor en 1953. Tiene por
objeto proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de las
personas sometidas a la jurisdicción de los Estados miembros, y permite un control
judicial del respeto de dichos derechos individuales.
 De los 59 artículos, los siguientes son relacionados con la protección de las
personas privadas de libertad y todos los derechos que se les reconoce:
Artículo 3. Prohibición de la tortura.
Nadie podrá ser sometido a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes.

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Artículo 6. Derecho a un proceso equitativo.
1. Toda persona tiene derecho a que su causa sea oída equitativa, públicamente y dentro
de un plazo razonable, por un tribunal independiente e imparcial, establecido por la ley,
que decidirá los litigios sobre sus derechos y obligaciones de carácter civil o sobre el
fundamento de cualquier acusación en materia penal dirigida contra ella.
2. Toda persona acusada de una infracción se presume inocente hasta que su
culpabilidad haya sido legalmente declarada.
3. Todo acusado tiene, como mínimo, los siguientes derechos:
a) A ser informado en el más breve plazo, en una lengua que comprenda y
detalladamente, de la naturaleza y de la causa de la acusación formulada contra él.
b) A disponer del tiempo y de las facilidades necesarias para la preparación de su
defensa.
c) A defenderse por sí mismo o a ser asistido por un defensor de su elección y, si no
tiene medios para pagarlo, poder ser asistido gratuitamente por un abogado de oficio,
cuando los intereses de la justicia lo exijan.
d) A interrogar o hacer interrogar a los testigos que declaren contra él y a obtener la
citación y el interrogatorio de los testigos que declaren en su favor en las mismas
condiciones que los testigos que lo hagan en su contra.
e) A ser asistido gratuitamente de un intérprete, si no comprende o no habla la lengua
empleada en la audiencia.
Artículo 7. No hay pena sin ley.
Establece la irretroactividad de las leyes penales desfavorables. El apartado segundo
hace una excepción respecto a los hechos que constituyan delito según "los principios
generales del derecho reconocidos por las naciones civilizadas".
 Protocolos del convenio relacionados con la protección de las personas privadas
de libertad y todos los derechos que se les reconoce:
- Prohibición de prisión por deudas, libertad
de circulación, prohibición de la expulsión
Protocolo Nº. 4 16-09-1963 02-05-1968
de nacionales y prohibición de las
La expulsiones colectivas de extranjeros
Protocolo Nº. 6 28-04-1983 01-03-1985 Relativo a la abolición de la pena de muerte
- Garantías de procedimiento en caso de
expulsión de extranjeros, derecho a un doble
grado de jurisdicción en materia penal,
Protocolo Nº. 7 22-11-1984 01-11-1988 derecho a la indemnización en caso de error
judicial, derecho a no ser juzgado o
condenado dos veces e igualdad entre
esposos.
- Abolición de la pena de muerte en
Protocolo Nº. 13 03-05-2002 01-07-2003
cualquier circunstancia

Declaración Universal de Derechos Humanos


La Declaración Universal de Derechos Humanos, está inspirada en el texto de la
Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789. Fue adoptada por la
tercera Asamblea General de las Naciones Unidas, el 10 de diciembre de 1948 en París.
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Nace a raíz de la segunda guerra mundial, luego que de la comunidad internacional
entendiera la necesidad de garantizar derechos y valores protegidos contra el fascismo y
nazismo. La inspiración de la declaración Universal de Derechos Humanos, se le
atribuye a Eleanor Roosevelt, quien encabezo la comisión que se refirió a la Declaración
como la Carta Magna internacional para toda la humanidad.
El enfoque global de la Declaración Universal de Derechos Humanos, es el
reconocimiento y respeto de los derechos humanos, considerados como inherentes a la
persona humana. La Declaración Universal de Derechos Humanos contiene treinta
artículos, que consagran diferentes derechos humanos, muchos de estos derechos estos
derechos se han convertido en derechos fundamentales consagrados en diferentes
naciones.
Aunque todo el contenido de la Declaración Universal de Derechos Humanos, va
encaminado a garantizar los derechos que nacen con la persona humana, encontramos
artículos vinculados al reconocimiento de los derechos de la persona privada de libertad.
En ese sentido, poco importa su culpabilidad frente a la comisión de un delito, esta
declaración ampara el reconocimiento de sus derechos inherentes a su condición
humana.
De ahí que encontramos algunos artículos que tienen una aplicación directa a la persona
privada de libertad, tales como:
Artículo 3 Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
Artículo 5 Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Artículo 6 Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su
personalidad jurídica.
Artículo 7 Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de
la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta
Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
Artículo 8 Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos
por la constitución o por la ley.
Artículo 9 Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
Al realizar un análisis de la Ley 24.660 Ejecución de la pena privativa de la libertad
promulgada en fecha el 8 de julio del 1996 y la declaración americana de los derechos
y deberes del hombre se pude decir que los derechos de los privados de libertad se
dividen en dos categorías los que se derivan de la dignidad del hombre considerados
intocables y los restringidos o limitados por la condición especial de sujeción que se
encuentra el interno privado de su liberad.
Dentro de los derechos intocables de hombre que se encuentran en la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre son los siguientes:
Derecho a la vida a la seguridad e integridad de la persona: todo ser humano tiene
derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
Derecho de igualdad ante la Ley: Todas las personas son iguales ante la Ley y tienen
los derechos y deberes consagrados en esta declaración sin distinción de raza, sexo,
idioma, credo ni otra alguna.
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Derecho de libertad religiosa y de culto: Toda persona tiene el derecho de profesar
libremente una creencia religiosa y de manifestarla y practicarla en público y en
privado.
Derecho a la protección a la honra: Toda persona tiene derecho a la protección de la Ley
contra los ataques abusivos a su honra.
Derecho a la preservación de la salud y al bienestar: Toda persona tiene derecho a que
su salud sea preservada por medidas sanitarias y sociales, relativas a la alimentación, el
vestido, la vivienda y la asistencia médica, correspondientes al nivel que permitan los
recursos públicos y los de la comunidad.
Derecho de justicia: Toda persona puede ocurrir a los tribunales para hacer valer sus
derechos. Así mismo, debe disponer de un procedimiento sencillo y breve por el cual la
justicia lo ampare contra actos de la autoridad que violen, en perjuicio suyo, alguno de
los derechos fundamentales consagrados constitucionalmente.
Derecho de nacionalidad: Toda persona tiene derecho a la nacionalidad que legalmente
le corresponda y el de cambiarla, si así lo desea, por la de cualquier otro país que esté
dispuesto a otorgársela.
Derecho a proceso regular: Se presume que todo acusado es inocente, hasta que se
pruebe que es culpable. Toda persona acusada de delito tiene derecho a ser oída en
forma imparcial y pública, a ser juzgada por tribunales anteriormente establecidos de
acuerdo con leyes preexistentes y a que no se le imponga penas crueles, infamantes o
inusitadas
Los derechos restringidos o limitados por la especial sujeción del interno al Estado, con
lo cual se pretende contribuir al proceso de resocialización y garantizar la disciplina, la
seguridad y la salubridad en las cárceles. Entre estos derechos se encuentran los
siguientes:
Derecho al trabajo y a una justa retribución: Toda persona que trabaja tiene derecho de
recibir una remuneración que, en relación con su capacidad y destreza le asegure un
nivel de vida conveniente para sí misma y su familia.
Derecho de libertad de investigación, opinión, expresión y difusión: Toda persona tiene
derecho a la libertad de investigación, de opinión y de expresión y difusión del
pensamiento por cualquier medio. Derecho de libertad de investigación, opinión,
expresión y difusión.
Derecho a la constitución y a la protección de la familia: Toda persona tiene derecho a
constituir familia, elemento fundamental de la sociedad, y a recibir protección para ella.
Derecho a la educación: Toda persona tiene derecho a la educación, la que debe estar
inspirada en los principios de libertad, moralidad y solidaridad humanas. Asimismo,
tiene el derecho de que, mediante esa educación, se le capacite para lograr una digna
subsistencia, en mejoramiento del nivel de vida y para ser útil a la sociedad.
Derecho a los beneficios de la cultura: Toda persona tiene el derecho de participar en la
vida cultural de la comunidad, gozar de las artes y disfrutar de los beneficios que
resulten de los progresos intelectuales y especialmente de los descubrimientos
científicos.

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Derecho de protección a la maternidad y a la infancia: Toda mujer en estado de gravidez
o en época de lactancia, así como todo niño, tienen derecho a protección, cuidados y
ayuda especiales.
Derecho a la correspondencia: Toda persona tiene derecho a la inviolabilidad y
circulación de su correspondencia.
Derecho de petición: Toda persona tiene derecho de presentar peticiones respetuosas a
cualquiera autoridad competente, ya sea por motivo de interés general, ya de interés
particular, y el de obtener pronta resolución.
Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos
Estas reglas mínimas tienen 95 numerales y está dividida en dos partes y fueron
adoptadas por el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y
Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra en 1955, y aprobadas por el Consejo
Económico y Social en sus resoluciones 663C (XXIV) de 31 de julio de 1957 y 2076
(LXII) de 13 de mayo de 1977.
Observaciones preliminares:
1. El objeto de estas reglas es establecer, que los sistemas penitenciarios estén acorde a nuestro
tiempo y en los elementos esenciales de los sistemas contemporáneos más adecuados, los
principios y las reglas de una buena organización penitenciaria y de la práctica relativa al
tratamiento de los reclusos.
2. Es evidente que, debido a la gran variedad de condiciones jurídicas, sociales, económicas y
geográficas existentes en el mundo, no se pueden aplicar indistintamente todas las reglas en
todas partes y en todo tiempo. Sin embargo, que sirvan de estímulo para vencer las dificultades
prácticas que se oponen a su aplicación.
3. Como estas reglas evolucionan constantemente y no tienden a excluir la posibilidad de
experiencias y prácticas, siempre que éstas se ajusten a los principios y propósitos que se
desprenden del texto de las reglas. Con ese espíritu, la administración penitenciaria central
podrá siempre autorizar cualquier excepción a las reglas.
4. 1) La primera parte de las reglas trata de las concernientes a la administración general de los
establecimientos penitenciarios y es aplicable a todas las categorías de reclusos, criminales o
civiles, en prisión preventiva o condenados, incluso a los que sean objeto de una medida de
seguridad o de una medida de reeducación ordenada por el juez. 2) La segunda parte contiene
las reglas que no son aplicables más que a las categorías de reclusos a que se refiere cada
sección. Sin embargo, las reglas de la sección A, aplicables a los reclusos condenados serán
igualmente aplicables a las categorías de reclusos a que se refieren las secciones B, C y D,
siempre que no sean contradictorias con las reglas que las rigen y a condición de que sean
provechosas para estos reclusos.
5. 1) Estas reglas no están destinadas a determinar la organización de los establecimientos para
delincuentes juveniles. No obstante, de un modo general, cabe considerar que la primera parte
de las reglas mínimas es aplicable también a esos establecimientos. 2) La categoría de reclusos
juveniles debe comprender, en todo caso, a los menores que dependen de las jurisdicciones de
menores.

Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos (RMTR)

Estas reglas mínimas tienen 95 numerales y está dividida en dos partes y fueron
adoptadas por el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y
Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra en 1955, y aprobadas por el Consejo
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Económico y Social en sus resoluciones 663C (XXIV) de 31 de julio de 1957 y 2076
(LXII) de 13 de mayo de 1977.
Observaciones preliminares de las reglas mínimas del tratamiento a los reclusos:
1. El objeto de estas reglas es asegurarse de que los sistemas penitenciarios estén acorde
a nuestros tiempos y en los elementos esenciales de los sistemas contemporáneos más
adecuados, los principios y las reglas de una buena organización penitenciaria y de la
práctica relativa al tratamiento de los reclusos.
2. Es evidente que, debido a la gran variedad de condiciones jurídicas, sociales,
económicas y geográficas existentes en el mundo, no se pueden aplicar indistintamente
todas las reglas en todas partes y en todo tiempo. Sin embargo, que sirvan de estímulo
para vencer las dificultades prácticas que se oponen a su aplicación.
3. Como estas reglas evolucionan constantemente y no tienden a excluir la posibilidad
de experiencias y prácticas, siempre que éstas se ajusten a los principios y propósitos
que se desprenden del texto de las reglas. Con ese espíritu, la administración
penitenciaria central podrá siempre autorizar cualquier excepción a las reglas.
4. 1) La primera parte de las reglas trata de las concernientes a la administración general
de los establecimientos penitenciarios y es aplicable a todas las categorías de reclusos,
criminales o civiles, en prisión preventiva o condenados, incluso a los que sean objeto
de una medida de seguridad o de una medida de reeducación ordenada por el juez. 2) La
segunda parte contiene las reglas que no son aplicables más que a las categorías de
reclusos a que se refiere cada sección. Sin embargo, las reglas de la sección A,
aplicables a los reclusos condenados serán igualmente aplicables a las categorías de
reclusos a que se refieren las secciones B, C y D, siempre que no sean contradictorias
con las reglas que las rigen y a condición de que sean provechosas para estos reclusos.
5. 1) Estas reglas no están destinadas a determinar la organización de los
establecimientos para delincuentes juveniles. No obstante, de un modo general, cabe
considerar que la primera parte de las reglas mínimas es aplicable también a esos
establecimientos. 2) La categoría de reclusos juveniles debe comprender, en todo caso, a
los menores que dependen de las jurisdicciones de menores.
Principios fundamentales:
6. 1) Las reglas que siguen deben ser aplicadas imparcialmente. No se debe hacer
diferencias de trato fundadas en prejuicios, principalmente de raza, color, sexo, lengua,
religión, opinión política o cualquier otra opinión, de origen nacional o social, fortuna,
nacimiento u otra situación cualquiera. 2) Por el contrario, importa respetar las creencias
religiosas y los preceptos morales del grupo al que pertenezca el recluso.
Reglas de aplicación general:
Registro, separación por categoría, locales destinados a los reclusos, higiene personal,
ropa y cama, alimentación, ejercicios físicos, servicios médicos, disciplina y sanciones,
medios de coerción, información y derechos de quejas de los reclusos, contacto con el
mundo exterior, biblioteca, religión, depósitos de objetos pertenecientes a los reclusos,
notificación de defunción, enfermedades y traslados, traslados de reclusos, personal
penitenciario e inspección.
Principios Básicos para el Tratamiento de los Reclusos
Estos principios fueron adoptados y proclamados por la Asamblea General de las
Naciones Unidas (ONU) en su resolución 45/111, de 14 de diciembre de 1990, a saber:

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1. Todos los reclusos serán tratados con el respeto que merecen su dignidad y valor
inherentes de seres humanos.
2. No existirá discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión
política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u
otros factores.
3. Sin perjuicio de lo que antecede, es necesario respetar las creencias religiosas y los
preceptos culturales del grupo a que pertenezcan los reclusos, siempre que así lo exijan
las condiciones en el lugar.
4. El personal encargado de las cárceles cumplirá con sus obligaciones en cuanto a la
custodia de los reclusos y la protección de la sociedad contra el delito de conformidad
con los demás objetivos sociales del Estado y con su responsabilidad fundamental de
promover el bienestar y el desarrollo de todos los miembros de la sociedad.
5. Con excepción de las limitaciones que sean evidentemente necesarias por el hecho
del encarcelamiento, todos los reclusos seguirán gozando de los derechos humanos y las
libertades fundamentales consagrados en la Declaración Universal de Derechos
Humanos y, cuando el Estado de que se trate sea parte, en el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo, así como de los demás derechos
estipulados en otros instrumentos de las Naciones Unidas.
6. Todos los reclusos tendrán derecho a participar en actividades culturales y educativas
encaminadas a desarrollar plenamente la personalidad humana.
7. Se tratará de abolir o restringir el uso del aislamiento en celda de castigo como
sanción disciplinaria y se alentará su abolición o restricción.
8. Se crearán condiciones que permitan a los reclusos realizar actividades laborales
remuneradas y útiles que faciliten su reinserción en el mercado laboral del país y les
permitan contribuir al sustento económico de su familia y al suyo propio.
9. Los reclusos tendrán acceso a los servicios de salud de que disponga el país, sin
discriminación por su condición jurídica.
10. Con la participación y ayuda de la comunidad y de instituciones sociales, y con el
debido respeto de los intereses de las víctimas, se crearán condiciones favorables para la
reincorporación del ex recluso a la sociedad en las mejores condiciones posibles.
11. Los principios que anteceden serán aplicados en forma imparcial.
Constitución Dominicana
El referido texto legal establece que la dignidad humana debe de ser vista como la base
de los derechos fundamentales, pues constituye el objetivo de cada uno de los derechos
que representa. En efecto, para los ciudadanos que estén cumpliendo o hayan cumplido
condena, la dignidad humana constituye un derecho exigible jurídicamente. (Rafael A.
Báez G., 2017, pág. 59).
Así mismo, en Constitución Dominicana en sus artículos 68 y siguientes se encuentran
definidas las garantías a los derechos fundamentales, la tutela judicial efectiva y el
debido proceso, Habeas data, acción de habeas corpus y acción de amparo.

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El artículo 75, por su parte aborda sobre los deberes fundamentales, y establece que los
mismos determinan la existencia de un orden de responsabilidad jurídica y moral, que
obliga la conducta del hombre y la mujer en sociedad.
En resumen, podemos decir que la Constitución de la Republica Dominicana, en su
artículo 24 establece que los derechos de la ciudadanía pueden ser suspendidos por
cuatro condiciones, que son: 1) Condenación irrevocable a pena criminal, hasta el
término de la misma; 2) Interdicción judicial legalmente pronunciada, mientras ésta
dure; 3) Aceptación en territorio dominicano de cargos o funciones públicas de un
gobierno o Estado extranjero sin previa autorización del Poder Ejecutivo; 4) Violación a
las condiciones en que la naturalización fue otorgada.

Pacto Internacional de Derechos Humanos

Dentro de los artículos que se relacionan con los derechos de los detenidos en el Pacto
en cuestión encontramos los siguientes:

Artículo 2: Cada uno de los Estados parte en el presente Pacto se compromete a


garantizar que: a) Toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente
Pacto hayan sido violados podrá interponer un recurso efectivo, aun cuando tal
violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones
oficiales;

Artículo 5: Ninguna disposición del presente Pacto podrá ser interpretada en el sentido
de conceder derecho alguno a un Estado, grupo o individuo para emprender actividades
o realizar actos encaminados a la destrucción de cualquiera de los derechos y libertades
reconocidos en el Pacto o a su limitación en mayor medida que la prevista en él.

Artículo 8: Los trabajos o servicios que, aparte de los mencionados en el inciso b), se
exijan normalmente de una persona presa en virtud de una decisión judicial legalmente
dictada, o de una persona que habiendo sido presa en virtud de tal decisión se encuentre
en libertad condicional;

Artículo 21: Se reconoce el derecho de reunión pacífica. El ejercicio de tal derecho sólo
podrá estar sujeto a las restricciones previstas por la ley que sean necesarias en una
sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional, de la seguridad pública o del
orden público, o para proteger la salud o la moral públicas o los derechos y libertades de
los demás.

Fuentes bibliográficas:

Título de la obra: Ejecución de la Pena, (Mayo 2017). Autor: Rafael A. Báez G.


Constitución Dominicana
Pacto Internacional de Derechos Humanos
Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos del 23 de marzo de 1976
Convención Americana de los Derechos Humanos
El Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades
Fundamentales
La Declaración Universal de Derechos Humanos
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
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Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos
Principios Básicos para el Tratamiento de los Reclusos
Pacto Internacional de Derechos Humanos
Constitución Dominicana

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