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AÑO DEL FORTALECIMIENTO DE

LA SOBERANIA NACIONAL”

UNIDAD DIDACTICA:
“ADOLESCENCIAS Y APRENDIZAJES”

ETAPA
DOCENTE:
A
ANCIANIDAD
Steve O'bryan Garcia Alvarez

INSTITUTO DE EDUCACION SUPERIOR PEDAGOGICO

PRIVADO
“DEL CENTRO”

ESTUDIANTES:

HUANCAYO LILI GARCIA REYES


ANABELY RUCSE
JUNIN
DIOGENES ESPEZA TORRE
1. Introducción

El presente trabajo pretende sentar las bases, desde una perspectiva evolutiva, de una
realidad evidente pero no por ello descubierta en toda su dimensión psicológica, a saber,
el ser humano es el único organismo vivo sobre el planeta que tiene conciencia de que
un día llegara a una etapa en la que va necesitar mucho cuidado y atención. El
conocimiento de la vida humana lleva implícita la dimensión temporal, y, en ella, el
tiempo biográfico nos conduce a la idea de fin, y, por tanto, a la idea de que vamos ser
ancianos. La mayor parte de los ancianos, salvo impedimentos físicos graves, se
encuentran en disponibilidad de fortalecer y desarrollar actividades que les despiertan
placer. El despliegue de dichas actividades, ya sean intelectuales, culturales o físicas,
retrasan el deterioro mental y anímico que ocurre en el proceso fisiológico del
envejecimiento. La tercera edad es en realidad un momento propicio para dedicarse a
actividades que, por falta de tiempo no pudieron realizarse antes.

2. la etapa de la ancianidad

La etapa de la ancianidad es séptima etapa del desarrollo de la vida. Es la continuación


de la etapa de la adultez y es la etapa final de la vida. Se inicia aproximadamente a los
60 años de edad y tiene su evolución hasta el momento del fallecimiento. A los seres
humanos que están dentro de esta etapa del desarrollo humano los denominamos
"ancianos". Entre los diferentes ancianos hombres o mujeres la ancianidad tiene efectos,
síntomas o evidencias visibles diferentes, ya que no sólo dependen de su sexo y estado
de salud en esta etapa, sino que también recobra mucha importancia tanto el nivel de
actividad que haya desempeñado en etapas previas de su desarrollo y el nivel de
actividad que desempeñe el "anciano" durante esa misma etapa. Se considera que, a
mayor actividad física o intelectual, menores son los efectos de esta etapa en el
"anciano".

2.1 Cambios biológicos relacionados con la edad

2.1.1 Sistemas sensoriales

A. Visión

• Disminuye el tamaño de la pupila.


• Menor transparencia y mayor espesor del cristalino, lo que provoca que llegue menor
cantidad de luz a la retina y empeore la visión lejana.

• Disminuye la agudeza visual y la capacidad para discriminar colores.

B. Audición

• Menor agudeza para las frecuencias altas (tonos agudos), lo que deteriora la capacidad
para discriminar palabras y comprender conversaciones normales. Esta es la causa de que
una persona mayor tenga más problemas en oír las voces femeninas, ya que suelen ser más
agudas.

C. Gusto y olfato

• Disminuye la sensibilidad para discriminar los sabores salados, dulces y ácidos, debido al
deterioro de las papilas gustativas.

• Pérdida de capacidad para discriminar los olores de los alimentos. La combinación de esos
dos factores es una de las causas por la que la mayoría de los usuarios se quejan de las
comidas servidas en las instituciones de atención sociosanitaria.

D. Tacto La piel es el órgano relacionado con la capacidad sensorial del tacto. Los cambios
que se producen en la piel pueden observarse a simple vista, como son:

• Aparición de arrugas.

• Manchas.

• Flaccidez.

• Sequedad.

Todos esos cambios se producen como consecuencia de transformaciones internas, como


son la disminución en la producción de colágeno y la pérdida de grasa subcutánea y masa
muscular. Pero también pueden ser originados por deficiencias en la alimentación, por
posibles enfermedades o por una excesiva exposición al sol sin la suficiente hidratación
aplicada por vía tópica (cremas).
2.1.2 Sistemas orgánicos

A. Estructura muscular

Se produce una importante pérdida de masa muscular y una atrofia de las fibras musculares,
que disminuyen en peso, número y diámetro. Consecuentemente, estos cambios traen
consigo el deterioro de la fuerza muscular.

B. Sistema esquelético

• La masa esquelética disminuye, pues los huesos se tornan más porosos (menos densidad
del hueso) y quebradizos.

• Debido al proceso de desmineralización, los huesos también se vuelven más frágiles y, por
lo tanto, más vulnerables a la fractura. Estos cambios afectan en mayor medida a las
mujeres, debido a las siguientes causas: mayor pérdida de calcio, factores genéticos,
factores hormonales (menopausia), inactividad física, consumo de tabaco y alcohol, malos
hábitos de alimentación, etc.

C. Articulaciones

Se tornan menos eficientes al reducirse la flexibilidad. Se produce mayor rigidez articular


debida a la degeneración de los cartílagos, los tendones y los ligamentos, que son las tres
estructuras que componen las articulaciones. La principal consecuencia es el dolor.

D. Sistema cardiovascular

• El corazón: aumento del ventrículo izquierdo, mayor cantidad de grasa acumulada


envolvente, alteraciones del colágeno, que provocan un endurecimiento de las fibras
musculares y una pérdida de la capacidad de contracción, entre otros cambios.

• Los vasos sanguíneos se estrechan y pierden elasticidad, al aumentar de grosor y


acumular lípidos en las arterias (arterioesclerosis). El estrechamiento y la pérdida de
elasticidad dificultan el paso de la sangre.

• Las válvulas cardiacas se vuelven más gruesas y menos flexibles, es decir, necesitan más
tiempo para cerrarse.
Todo estos cambios conducen a un aporte menor de sangre oxigenada y esto, a su vez, se
convierte en una causa importante por la que disminuye la fuerza y la resistencia física
general.

E. Sistema respiratorio

Su rendimiento queda mermado debido a diversos factores, entre los que se encuentran la
atrofia y el debilitamiento de los músculos intercostales, los cambios esqueléticos (caja
torácica y columna) y el deterioro del tejido pulmonar (bronquios).

Todo ello produce una disminución del contenido de oxígeno en sangre, que se reduce entre
un10% y un15%, y en la aparición de una enfermedad respiratoria, el enfisema, muy común
en personas de edad avanzada.

F. Sistema excretor

El riñón tiene una menor capacidad para eliminar los productos de desecho. Por esta razón,
se hace necesario para el organismo aumentar la frecuencia miccional. El deterioro del
sistema excretor también hace frecuentes los episodios de incontinencia.

G. Sistema digestivo

En general, todos los cambios se traducen en una digestión dificultosa y en la reducción del
metabolismo de ciertos nutrientes en el estómago y el intestino delgado.

• Pérdida de piezas dentales, que originan un problema considerable en la digestión de los


alimentos, para la cual es importante una buena masticación.

• Disminución de los movimientos esofágicos (contracción/relajación), cuya función es


facilitar la deglución.

• Reducción de la capacidad para secretar enzimas digestivas, lo que también dificulta la


digestión.

• Atrofia de la mucosa gastrointestinal, por lo que la absorción de nutrientes es menor.


• Disminución del tono muscular y el peristaltismo del intestino, que producen menor masa
y frecuencia en la eliminación de sólidos y, por tanto, estreñimiento.

• Vesícula e hígado: en las personas mayores se produce una mayor incidencia de cálculos
biliares y un menor tamaño y eficiencia del hígado.

Cambios musculoesqueléticos Cambios fisiológicos

 Se produce pérdida de fuerza,  El corazón pierde eficacia, bombea


cambio en la figura corporal y menos sangre y aumenta de
disminución del peso. tamaño.

 También se reduce la  Los vasos sanguíneos se estrechan y


mineralización ósea (sobre todo en pierden elasticidad.
las mujeres debido a los cambios
hormonales).  Aumenta la presión arterial.

 La marcha se hace lenta e insegura  Menor capacidad respiratoria de


(uso del bastón). reserva y de recuperación cuando
se exigen esfuerzos.
 Las articulaciones se desgastan y se
vuelven más rígidas (esto provoca  Disminuye la función renal y la
 reducción de la estatura y capacidad de la vejiga.
encorvamiento).
 Aparece incontinencia.

 El proceso digestivo se enlentece en


todos sus tramos.

 Dificultad en la masticación y, a
veces, en la deglución.

 Menos salivación.

 También reducen su eficacia los


sistemas endocrino (baja la
producción de hormonas), nervioso
(más lentitud en las respuestas y en
los procesos cognitivos) e
inmunológico (crece la
susceptibilidad a los procesos
infecciosos).

2.2. Cambios sociales y psicológicos relacionados con la edad

Cuando hablamos de roles sociales nos referimos al conjunto de funciones, normas,


comportamientos y derechos definidos social y culturalmente, que se esperan que una
persona cumpla o ejerza de acuerdo a su estatus social, adquirido o atribuido.

Así pues, el rol es la forma en que un estatus concreto tiene que ser aceptado y
desempeñado por el titular.

Con el paso de los años, esos roles van cambiando y, al llegar el envejecimiento, la sociedad
obliga al individuo a abandonar algunos de esos roles que ha desempeñado durante toda
su vida.

Esta nueva situación conlleva una serie de cambios sociales y psicológicos en el individuo.

2.2.1 Cambios sociales

Existen numerosas teorías que intentan explicar los cambios psicosociales que se producen
con el envejecimiento y el origen de esos cambios.

Las principales teorías que explican el fundamento de esos cambios, se desarrollan en la


Tabla 2.2.

Comparando todas esas teorías se llega a varias conclusiones:

• La disminución o ausencia de actividad social no aparece de forma repentina en los


mayores. Lo habitual es que esa actividad se vaya reduciendo paulatinamente con el paso
del tiempo.

• Al reducirse la frecuencia de las relaciones sociales, se refuerza su valor y se hacen más


gratificantes, dedicando más tiempo a su mantenimiento.
• Se observa que la calidad de la interacción resulta ser más determinante que la cantidad.

2.2.2 Cambios psicológicos

Durante la edad avanzada tienen lugar cambios en la mayor parte de funciones y procesos
psicológicos. No obstante, a modo general podemos afirmar que estos cambios no se
producen de forma equivalente en todas las personas, sino que se ven influidos de forma
clave por factores como la salud física, la genética o el nivel de actividad intelectual y social.

Nos focalizaremos en el análisis del desarrollo durante la tercera edad de cuatro de los
aspectos psicológicos más estudiados en este campo: las capacidades atencionales, los
distintos componentes de la memoria, la inteligencia (tanto la fluida como la cristalizada) y
la creatividad.

a. Atención

Si bien se ha identificado de forma clara un declive en el funcionamiento de los procesos


atencionales a lo largo de la vejez, estos cambios no se dan por igual en todos los tipos de
atención. Para entender el deterioro propio de esta etapa vital es necesario describir en qué
consisten la atención sostenida, la dividida y la selectiva.

Hablamos de atención sostenida cuando una tarea requiere que mantengamos el foco
atencional fijo en un mismo estímulo durante un periodo de tiempo relativamente
prolongado. Las personas mayores son menos precisas al iniciar las tareas, pero su grado de
acierto no se reduce más que el de los jóvenes a medida que pasa el tiempo.

En cambio, resulta mucho más marcado el deterioro de la atención dividida, consistente en


alternar el foco atencional entre distintas fuentes estimulares o tareas. El grado de eficacia
es más bajo cuanto mayor sea la dificultad y el número de las tareas a través de las cuales
se evalúe este tipo de atención.

La atención selectiva nos permite atender de forma prioritaria a determinados componentes


estimulares, por encima de otras experiencias perceptivas menos relevantes. Las diferencias
entre personas jóvenes y mayores sólo aparecen cuando las tareas son difíciles y cuando es
necesario ignorar una cantidad importante de información irrelevante.

b. Memoria
La memoria sensorial, el más inmediato de los almacenes de memoria, muestra
generalmente un declive ligero como consecuencia del envejecimiento. La memoria a corto
plazo de tipo pasivo no parece verse afectada por la edad excepto por un pequeño descenso
en la velocidad de recuperación de la información.

Por contra, diversos estudios longitudinales revelan que la memoria operativa o de trabajo
sí empeora a lo largo de la vejez, en especial a partir de los 70 años. Esto se asocia a las
dificultades para manejar los procesos atencionales que hemos descrito en el apartado
anterior.

En cuanto a la memoria a largo plazo, cuando el material es de tipo procedimental o


declarativo no se producen déficits asociados a la vejez. En cambio, los recuerdos episódicos
o autobiográficos se deterioran claramente a medida que la edad avanza, si bien los de la
segunda década de vida se mantienen más que los del resto.

De forma resumida, podemos afirmar que el deterioro de la memoria no se asocia a la vejez


de forma directa sino a través de la aparición de déficits cognitivos de intensidad patológica,
lo cual no sucede en todas las personas. Por otra parte, cuando los problemas de memoria
son ligeros resulta relativamente sencillo compensarlos con estrategias conductuales.

c. Inteligencia

A pesar de que se han encontrado diferencias en la inteligencia en función de la edad, éstas


son diferentes en función de si se investigan de forma transversal (comparando dos grupos
de edades diferentes en un mismo momento temporal) o longitudinal (a lo largo del tiempo
en los mismos individuos). Otro aspecto clave es la distinción entre inteligencia fluida y
cristalizada.

La inteligencia cristalizada, que hace referencia al conocimiento acumulado y a su manejo,


no deja de aumentar a lo largo de la vida, excepto si se padece un trastorno mnésico. En
cambio la inteligencia fluida, asociada a la eficiencia de la transmisión neuronal y otros
factores biológicos, muestra un deterioro intenso al menos desde los 70 años.

En este sentido cabe hacer una mención especial al fenómeno de la pérdida terminal, que
consiste en un deterioro muy intenso en las puntuaciones de CI en los últimos 5-10 meses de
vida a causa del declive físico. Como el resto de déficits intelectuales derivados de la vejez, la
pérdida terminal se asocia en mayor medida a la inteligencia fluida que a la cristalizada.

d. Creatividad

La creatividad se define como la capacidad humana para generar ideas nuevas y soluciones
originales a través de la asociación entre contenidos mentales ya existentes. En psicología
se suele usar el concepto de “pensamiento divergente” o “lateral” para hacer referencia a
esta capacidad, en oposición al pensamiento convergente o vertical, basado en la lógica.

Aunque las investigaciones en torno a la evolución de la creatividad en función de la edad


son escasas, sus resultados sugieren que se mantiene e incluso mejora con el paso del tiempo
en las personas que la ejercitan. No obstante, entre quienes no son especialmente creativas
tal capacidad es inferior en la vejez que en edades más tempranas.

2.3. CARACTERÍSTICAS DE LA ANCIANIDAD:

 Degeneración: La piel comienza a perder su firmeza, dando paso a las primeras


arrugas y líneas pronunciadas, la grasa corporal decae de forma significativa y la
fuerza muscular igual, por ello, la mayoría de las personas ancianas, no poseen la
misma fuerza que en sus años de adultez.
 El cerebro: Comienza a decaer su alto funcionamiento, deteriorándose algunas áreas,
especialmente las de la memoria y el reconocimiento, por ello es normal que en la
ancianidad, las personas sufran de patologías asociadas a los recuerdos, de igual
forma, la demencia es muy frecuente en los ancianos.
 Factores sociales: Las personas pertenecientes a esta etapa del desarrollo humano,
poseen ciertos privilegios, en los transportes públicos e incluso privados, cuentan con
áreas preferenciales, en los bancos cuentan con atención rápida y las filas para
cancelar algún tipo de alimento o servicio, suelen poseer mayores comodidades, de
igual manera, en algunos países, el pago de una manutención por los años laborados,
garantiza la estabilidad y supervivencia de los ancianos.
 Relaciones Sociales: Llegada a esta etapa, los ancianos que desarrollaron una
personalidad sociable y carismática en los anteriores periodos, mantendrán su mismo
nivel de sociabilidad llegada la ancianidad, mientras que aquellos que fueron un poco
más solitarios e individuales, permanecerán de la misma manera aislados en sus
casas.
 Aislamiento: En algunos casos, los ancianos necesitan de ciertos cuidados que ya no
pueden ser realizados de forma personal, por lo que es muy frecuente encontrarlos
abandonados en los hospitales, clínicas de salud mental y ancianatos.
 Vitalidad: Muy por el contrario de lo socialmente aceptado, existen hoy en día mayor
cantidad de ancianos que practican algún deporte o actividad física para mantener su
salud, que personas pertenecientes al desarrollo juventud y adultez.
En esta etapa culminante del desarrollo humano, se puede tomar la palabra completa
que dice: La juventud se lleva en el alma, pues existen muchos abuelos que, a pesar
de su edad y limitaciones físicas, siguen manteniéndose en pie y realizando todos sus
deberes sin ayuda de terceros, tan independientes como las personas más jóvenes,
por lo que se puede entender que la vida y la vitalidad como tal, radica en la forma de
ver la vida, sin dejar a un lado, los cuidados que se tengan a lo largo de esta.
En conclusión, el cuidar de los abuelos debería ser un deber de todos, sin importar la
edad, pues al igual que ellos, el destino de toda la humanidad va a ser el mismo, sin
importar lo que se haga, cada etapa de la vida es necesaria para darle paso a la
siguiente.

3 Conclusiones

Tal como han demostrado diversos estudios científicos, el estilo de vida tiene un peso
importante en la calidad de llegar a la etapa de ser ancianos (hasta un 75%). Podemos
intervenir en el proceso de envejecimiento fomentando las relaciones sociales, manteniendo
estilos de vida saludable y apoyados con una buena dieta, un ejercicio moderado y una
actividad mental positiva, consiguiendo en definitiva aprender en el “arte de envejecer”.
Vivir más años en mejores condiciones previniendo la dependencia. Según la OMS “una
ancianidad sana es aquella que se vive en un estado global de autosuficiencia”. Abordar un
programa de envejecimiento activo desde cualquier administración local, implica
necesariamente la coordinación de todos los agentes intervinientes: urbanismo, vivienda,
salud, educación, deportes, servicios sociales…etc

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