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04
La Vía Férrea
CAPÍTULO 5. RIELES
MATERIAL
Composición química
Los elementos químicos que aparecen son el hierro, carbono, silicio, así como azufre,
fósforo, arsénico y otros minerales e impurezas; en algunos casos resulta necesario contar
con manganeso, cromo y otros componentes, que posibilitan mejorar el acero y aparecen en
aquellos destinados a la fabricación de rieles con mayor resistencia al desgaste.
La influencia de los elementos químicos citados sobre las características físicas del
acero de los rieles son las siguientes:
Silicio: mejora la calidad del acero, debido a su afinidad por el oxígeno colabora en la
eliminación de gases durante la elaboración del mismo y facilita la laminación del riel.
También aumenta la dureza y la resistencia al desgaste.
Azufre: confiere fragilidad al acero y torna propicias las roturas, pero resulta
imposible su eliminación total.
Textura
Forma / perfil
Tipo de rieles
Actualmente se emplea el riel de patín plano o Vignole que consta de tres partes:
cabeza, alma y patín, debiendo existir equilibrio térmico entre la cabeza y el patín del riel a
efectos de evitar deformaciones en el proceso de enfriamiento luego de la laminación y a fin
de evitar igualmente tensiones residuales elevadas después de la soldadura de rieles.
Cabeza: es la parte del riel destinada a entrar en contacto con las llantas del material
móvil, siendo el área de contacto del orden de 1 cm2. Su anchura debe ser suficiente
para mantener un efecto de reparto de cargas en las zonas donde se producen las
tensiones por el contacto riel-llanta y que deben transferirse a la masa metálica de la
propia cabeza, permitir radios de acuerdo adecuados con el alma y la cabeza del riel, y
por último mantener un margen suficiente para el desgaste lateral en curvas de radio
reducido.
La inclinación de las caras laterales de la cabeza del riel debe ser tal que en
circulación recta no se establezca contacto entre la pestaña de la rueda y la cara
interior de los rieles.
Alma: debe transmitir las solicitaciones exteriores desde la cabeza al patín del riel, el
espesor debe ser suficiente para resistir los esfuerzos cortantes que ha de soportar el
riel y las altas solicitaciones que se originan en las proximidades de los agujeros de las
eclisas. El espesor del alma debe tener en cuenta también el efecto de la corrosión,
por ello suele adoptarse el valor de 15 a 17 mm. Actúa como una pieza empotrada en
el patín, por lo que el alma tiene un mayor espesor que el citado en su unión con el
patín.
Análogo espesor se da a la unión alma-cabeza por el gran número de roturas
producidas en esa zona, en consecuencia las caras laterales del alma son superficies
cóncavas coincidiendo su mínimo espesor en el eje neutro.
Longitud
Se encuentra en principio limitada por la necesidad de dejar entre dos rieles consecutivos
una junta de dilatación con el objeto de evitar el posible pandeo de la vía por aumento de los
esfuerzos longitudinales bajo la acción de la temperatura.
Peso
Es la característica esencial, que proporciona una idea sobre el tipo y potencialidad del riel.
Se expresa en kilogramos por metro lineal. El peso está estrechamente ligado a la carga por
eje, velocidad de circulación y densidad de tráfico de las líneas.
Q= a (1+ T) (1+0,012 V) P
siendo:
V: velocidad de circulación (Km./h)
P: carga por eje
a: tipo de vehículo más desfavorable
1,20 vagones
1,13 locomotoras
Fabricación
Se fabrica por uno cualquiera de los siguientes procedimientos: Thomas, Bessemer, Martín-
Siemens básico, eléctrico o Linz-Donawitz.
Estos procedimientos son los que caracterizan el proceso de conversión de arrabio obtenido
en el alto horno en acero de unas características bien definidas. Los procesos más
modernos son: el eléctrico y el Linz-Donawitz o de soplado con oxígeno, que, junto con el
procedimiento Martín-Siemens, son los únicos empleados en la producción de acero para
rieles resistentes al desgaste.
Laminación:
Para obtener la pieza final es preciso partir de ciertas porciones de acero y por medio de su
paso entre rodillos, dispuestos adecuadamente y con la forma conveniente, obtener la
sección del riel. Para el proceso de laminación hoy en día se parte en general de blooms
obtenidos por el procedimiento de la colada continua.
Defectos:
Rechupe.
Segregación central.
Segregación inversa.
Inclusiones sólidas.
Inclusiones gaseosas.
Fisuras transversales.
Defectos de laminación:
Ondulaciones del borde del patín por falta de material.
Rebabas del patín por exceso de material.
Pliegues debidos a un exceso de material aplastado sobre el perfil normal.
Ensayos:
Ensayos mecánicos:
Los más usados son los de tracción, choque, resiliencia y dureza. Dan un índice de las
características resistentes del acero.
Los primeros sirven para comprobar la composición química del material y los segundos
para descubrir el origen de los defectos si los hubiese.
Los principales deterioros de los rieles debidos a la circulación, son las roturas frágiles
producidas por los planos de rueda especialmente a bajas temperaturas y los
desgarramientos originados por los patinajes.
Los rieles se encuentran sometidos a la agresión del medio ambiente y son objeto de
corrosión. En vías subterráneas situadas en zonas húmedas se puede producir corrosión en
el conjunto del perfil y en particular en el contacto del patín con el durmiente y en las
uniones del alma con el hongo o con el patín producto de la presencia de tensiones
residuales.
Identificación
Los rieles son dotados durante el proceso de fabricación de una serie de marcas, de
las cuales algunas están en relieve y otras punzonadas, que dan datos sobre el tipo de
perfil, procedimiento y fecha de fabricación, nombre del fabricante, etc.
Las letras A, B, ...... Z, que identifiquen el riel de cabeza, el siguiente y así sucesivamente,
utilizando siempre la letra Z para el riel de pie.
Desgastes
Entre las principales causas que dan lugar al desgaste de los rieles tenemos:
El trazado de la vía.
La estructura de vía y su grado de conservación.
El Peso y la velocidad de los trenes.
Las presiones en el sentido vertical y horizontal de la llanta sobre el riel y la
carga total soportada.
En el desgaste de los rieles debe hacerse notar que su evolución con el tiempo
presenta velocidades muy diferentes, siendo grande al principio llegando el perfil a una
forma de equilibrio, de evolución mucho más lenta.
En las curvas de radio reducido aparece generalmente un desgaste lateral por lo que
se utilizan rieles de mayor dureza (o con el hongo tratado térmicamente) y/o se engrasa
moderadamente la vía mediante la instalación de engrasadores especiales.
En vías rectas o en vías con radios grandes, el desgaste vertical del riel se sitúa entre
0,7 y 1 mm por cada 100 millones de toneladas. El desgaste vertical admisible en un carril
UIC 60 en vías principales es de 14 mm y en vías secundarias se admite un desgaste
vertical de hasta unos 22 mm. El desgaste es diferente en el hilo interior que en el hilo
exterior de una curva; mientras que en el hilo interior se observa únicamente un desgaste
vertical, el hilo exterior muestra sobre todo desgastes laterales. Los esfuerzos de fricción
que aparecen producen una abrasión en el canto de rodadura.
Desgaste medio: no presenta diferente aspecto entre las crestas y los senos: Se
caracteriza por desniveles de la superficie más o menos acentuados. La longitud de
onda varía entre 8 y 30 centímetros.
Desgaste largo: longitud de onda superior a los 60 centímetros y puede alcanzar hasta
2,00 metros, es decir algo superior a la distancia entre los dos durmientes. Por encima
de este valor, el defecto se considera debido a la nivelación.
El desgaste ondulatorio de onda corta afecta a uno o a otro hilo de la vía en forma
indiferente e incluso a ambos al mismo tiempo. El desgaste de onda media aparece
generalmente en las curvas de radio inferiores a los 500 metros y en el hilo bajo.
Estos desgastes originan variaciones de la carga dinámica de las ruedas cuando existe
resonancia entre la frecuencia de excitación y la frecuencia propia del sistema riel-vía.
Los desgastes ondulatorios y en particular los de corta longitud de onda, degradan los
elementos constitutivos de la vía y producen ruidos que resultan molestos en zonas
urbanas.
Ante la imposibilidad de evitar este tipo de desgaste en los rieles, se amola la vía
mediante equipos o trenes especiales equipados con amoladoras en número variable en
función de la naturaleza e importancia de la red ferroviaria a atender.
Las amoladoras son rotativas alrededor de un eje que puede bascular en un plano
transversal perpendicular al riel y permiten reconstruir un perfil de riel equivalente al perfil
original.
RIELES MICROALEADOS:
Históricamente se emplearon aceros aleados con dureza Brinell superior a 320 HBW y
resistencia a la tracción del orden de 1100 Mpa, consiguiéndose estas propiedades
mediante el empleo de altos niveles de manganeso, cromo y molibdeno. Estos aceros
suelen poseer altos valores de tensiones residuales y presentan el riesgo de contener
estructuras frágiles (bainíticas y martensíticas) cuya resistencia al desgaste es menor que la
de la perlita.
Por último se han desarrollado rieles de acero microaleado totalmente perlítico, cuyas
propiedades mecánicas (resistencia a la tracción, límite elástico, dureza, resistencia al
desgaste, y comportamiento a la fatiga) son más altas que las de los rieles fabricados con
acero de composición química similar. Su dureza mayor de 320 HBW se obtiene con el
empleo de pequeñas cantidades de elementos microaleantes (niobio y vanadio) y una
reducida aportación de cromo (máximo 0,300%).
Control no destructivo
Cualquier discontinuidad en las superficies de separación entre acero y aire como la que se
produce en las fisuras internas, refleja estas ondas y la deficiencia se detecta por la
aparición de ecos.
NORMATIVA ACTUAL
ENGRASADORES DE RIELES
Son elementos que se ubican en las curvas de radio reducido, que son accionadas por
las propias circulaciones que engrasan las caras internas de los rieles, reduciendo el
rozamiento riel – pestaña y por consiguiente el desgaste. Existen también engrasadores de
pestaña.
JUNTAS DE RIELES
La función de las eclisas es unir los extremos de dos rieles consecutivos de forma tal
que sus ejes longitudinales coincidan y quede inmovilizada su posición tanto en el plano
horizontal como en el vertical. Las eclisas se proyectan de tal forma que las dos de cada
junta aporten prácticamente el mismo momento de inercia que la sección del riel. Las eclisas
se fijan entre sí y a los rieles mediante bulones con tuercas y la constancia de su apretado
se obtiene mediante arandelas elásticas.
En las instalaciones de señalización los hilos del riel son utilizados frecuentemente
para la conducción de la corriente de señales. En consecuencia las juntas de los rieles
deben posibilitar el paso de la corriente dentro de los límites establecidos por los circuitos de
vía. La continuidad necesaria en las juntas se obtiene con ayuda de alambres soldados a los
extremos de los rieles denominados ligas de continuidad.
Suspendidas: se coloca la interrupción de los rieles entre dos durmientes de forma tal
que el punto de junta propiamente dicho carezca de apoyo efectivo sobre los
durmientes.
Las juntas suspendidas son elásticas y el desgaste de los extremos de los rieles
resulta inferior al de otros tipos de juntas; su principal inconveniente radica en que
como consecuencia de la gran flexión de los extremos de los rieles las eclisas trabajan
también a flexión en condiciones exigentes.
Apoyadas: el apoyo de la parte interrumpida de los rieles se produce sobre uno o dos
durmientes que le sirven de soporte lo cual proporciona una mayor resistencia a los
desplazamientos transversales y verticales de la junta, pero le confieren un carácter
rígido y dificultan los trabajos de bateo bajo los durmientes de la misma.
Juntas a escuadra: con esta disposición se persigue que ambos hilos de riel tengan las
juntas en un mismo plano perpendicular al eje de la vía, circunstancia que produce un
bache en ésta cada cierta distancia regular, en función de la longitud de los rieles
pudiendo acentuar el movimiento de galope del vehículo ferroviario ocasionando
choques y sacudidas.
Según los tráficos, una vía constituída por rieles cortos con juntas es 50 al 70% más
costosa que la vía soldada.
Juntas aislantes
En los límites de los circuitos de vía se construyen juntas especiales con el objeto de
impedir el paso de la corriente eléctrica.
Están constituidas de forma tal que se interponen diversos elementos de fibra aislante entre
todas las superficies metálicas de una junta que puedan estar en contacto. Estas piezas
aislantes consisten en placas en los planos de contacto de las eclisas, cilindros en los
agujeros para los bulones y arandelas para proteger las tuercas y la cabeza de los bulones.
Origen y filosofía
Se denomina Riel Largo Soldado (RLS) a un riel de longitud suficiente para que al
menos uno de sus puntos se mantenga fijo cualquiera que sea la temperatura a que esté
sometido.
La utilización del RLS evita la mayor parte de los inconvenientes originados por las
juntas eclisadas, suponiendo una reducción sustancial en los gastos de conservación de vía,
aún a costa de una mayor inversión inicial.
Cuando la vía se estabilizó, es decir cuando sus resistencias tanto longitudinal como
transversal del balasto alcanzaron un valor suficiente, lo que se supone ocurre después de
que hayan circulado unas 100.000 toneladas, se procede a efectuar la denominada
liberación de tensiones del RLS. Con el empleo del tren de estabilización dinámica de la vía
o con el compactado de la banqueta de balasto se acelera el proceso.
En el caso de rotura de un riel resulta factible colocar un tramo de riel nuevo sin afectar
el equilibrio de las barras. Para ello la longitud de la sección de riel nuevo debe ser
exactamente equivalente a la sustituida, a la temperatura en que se efectúa el reemplazo. El
contacto entre los rieles se restablece calentando los extremos adyacentes teniendo en
cuenta en la operación el espesor de la soldadura aluminotermica.
SOLDADURA DE RIELES
Se define la soldabilidad del acero como su aptitud para conservar sus características
iniciales en las partes afectadas por la operación de soldadura. Las alteraciones más
nocivas se manifiestan por la aparición de estructuras templadas frágiles en las capas
metálicas adyacentes a la zona fundida durante la soldadura.
Soldadura eléctrica
Una vez puestos en contacto y presionados los extremos de los rieles a soldar, se
calientan mediante una corriente eléctrica, produciendo el avance y retroceso de los rieles
varias veces. Los contactos entre las piezas son cortos durante los cuales se calientan por
efecto Joule; logrado poniendo en contacto bajo presión los extremos de los rieles por los
que se hace circular una corriente eléctrica de bajo voltaje y muy alta intensidad,
aproximadamente 5 voltios y 35.000 amperes.
a las del acero. Durante este proceso se produce un ligero acortamiento de los rieles y se
forma un pequeño cordón alrededor de la junta de soldadura.
Para efectuar este tipo de soldadura se pueden utilizar tanto equipamiento fijo
(soldadura en taller) ó móviles (soldadura en vía con cabezales de soldadura móviles).
La aportación de metal entre los dos extremos de los rieles que se tratan de soldar
puede efectuarse por el procedimiento de aluminotermia o por soldadura al arco eléctrico.
alcanzando los 3.000 ºC pero requiere de 800 a 1000 ºC para iniciarse prosiguiendo luego
rápidamente hasta la total combinación del aluminio con el oxígeno, que se alcanza al cabo
de 15 a 25 segundos.
Para efectuar una soldadura de este tipo se prepara un molde de arena refractaria y un
aglomerante especial que reproduce la forma exterior del riel en dos mitades, que se coloca
rodeando ambos lados de los extremos de los rieles, regulándose la correcta disposición y
separación entre los dos rieles (denominada cala) que se trata de unir. Por medio de una
regla graduada en cuña se mide la separación de los rieles y se procede al reglaje de los
carriles en sentido longitudinal utilizando para ello una regla metálica de un metro de
longitud como mínimo debiendo verificarse la alineación lo más rigurosamente posible. Los
moldes pueden ser prefabricados con sus machos de obturación preparados, y son fijados a
los rieles con ayuda de una prensa aprieta-moldes que permite colocar y apretar los dos
semimoldes uno frente a otro.
El reglaje de los rieles en el plano vertical debe efectuarse con una ligera elevación de
los extremos a soldar, ésta elevación resulta necesaria para compensar la disminución
debida a la contracción de la soldadura, evitándose con dicha precaución.
Si los perfiles de los rieles a soldar son diferentes, o presentan desgastes distintos, la
alineación en los planos horizontal y vertical debe realizarse en correspondencia con las
superficies de rodamiento del hongo del riel, superior y lateral lado interior de la trocha o
cara activa del riel. Ambos rieles podrán soldarse cuando se verifiquen las siguientes
condiciones:
La relación entre las áreas menor y mayor de las secciones rectas de los rieles
debe estar comprendida entre 0,8 y 1,0.
Se limpian y secan los dos extremos de los rieles a soldar, condición indispensable en
cualquier soldadura. Con el objeto de evitar un choque térmico demasiado brusco se efectúa
un precalentamiento de los extremos de los rieles que se van a soldar hasta el rojo cereza
claro (aproximadamente 850 a 950 ºC), este precalentamiento se efectúa mediante un
quemador de nafta y aire, de aire y propano o de oxígeno y propano, que proyecta una llama
sobre el molde.
Se dispone de un crisol que debe estar perfectamente seco y no debe contener polvo
ni elementos extraños, el cual se llena de la mezcla aluminotermica o carga y se inserta el
destape automático (DDA) en el orificio de salida del crisol. Una vez que ésta se enciende
sobre el molde y que finaliza la reacción, rebosa el crisol llenando el metal líquido el molde.
El corindón que se produce durante la reacción queda en la parte superior del molde y se
elimina una vez efectuado el desmoldeo.
La cantidad de calor que aporta el metal líquido (aproximadamente 2000 ºC) por una
parte basta para fundir los dos extremos de los rieles, y por otra, asegura un enfriamiento
suficientemente lento para evitar la formación de estructuras de templado.
Ensayos de comprobación
Se efectúa sobre la superficie de rodadura del hongo del riel, en el centro de la unión
soldada sobre el eje transversal al riel y a 10, 20, 40 y 200 mm a cada lado del centro
en la dirección longitudinal del riel. La dureza hallada en el centro de la soldadura y en
cada uno de los puntos situados a 10, 20 y 40 mm del centro de la unión soldada no
deberá ser menor ni exceder en más de 30 unidades Brinell la dureza determinada en
el riel a 200 mm del citado centro.
Se podrán practicar otros ensayos adicionales a las soldaduras como por ejemplo
ultrasonido y radiografías.