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Tarea 4 de Derecho Civi 2 El Contrato de Mandato
Tarea 4 de Derecho Civi 2 El Contrato de Mandato
Contrato de Préstamo.
FACILITADORA
Licda. Rosanna Salas A.
ASIGNATURA
Derecho Civil II
PARTICIPANTE
Mariluz Florián
MATRICULA
100025088
CIUDAD
Neyba
PAÍS
República Dominicana
FECHA
04-05 -2022
Introducción
En la siguiente investigación trataremos de manera sucinta sobre las bases para los
préstamo de consumo.
contrato de mandatos que busca una persona pueda confiar la gestión o desarrollo
de uno o más negocios determinados en otra persona, bien sea porque tú no los
puedes ejecutar por tiempo o simplemente porque prefieres que sea un profesional
Las bases para los contratos del mandato, contratos de préstamo de uso comodato
una de las partes se obliga a la entrega de una cosa determinada y la otra, a pagar
del Código Civil que indica: “El mandato o procuración es un acto por el cual una
persona da a otra, poder para hacer alguna cosa por el mandante y en su nombre.
es un acto a través del cual una parte (el mandante) otorga poder a otra
de mandato y el poder no siempre son lo mismo. Para que exista contrato debe
haber dos partes (mandante y mandatario) y ambas deben firmar el acto aceptando
las condiciones del mismo; sin embargo, es común que lo que se haga un poder,
encomienda una gestión a otra denominada poder dado, generalmente la parte que
realizaría la gestión no firma el acto, por lo que no consta en dicho documento que
éste ha aceptado realizar la gestión encomendada. Sin embargo, una vez el poder
mandato, entonces estamos frente a un contrato cuyas partes deben regirse por las
El préstamo es un contrato mediante el cual una parte entrega a otra una cosa, para
que ésta la use o para que la consuma.
Los caracteres del contrato de préstamo son:
Es un contrato real,
Es sinalagmático imperfecto,
Es a título gratuito,
Puede recaer sobre cosas fungibles y no fungibles.
Es decir, hay dos tipos de préstamos:
Préstamo a uso o comodato, el cual recae sobre cosas no fungibles, que se
pueden usar, pero no consumirlas.
Préstamo de consumo o simplemente préstamo, que recae sobre cosas
fungibles, es decir que se consumen por el uso.
El artículo 1986 del indicado Código dispone que es gratuita, a menos que exista
convenio contrario. Es decir que la gestión que se comprometió realizar el
mandatario puede ser a cambio de una remuneración o pago, ya que nada impide
que las partes contratantes acuerden el pago de alguna suma de dinero para
retribuir la gestión realizada por el mandatario, esto en virtud de la autonomía de la
voluntad de la que dispone para convenir las condiciones del contrato.
Formación
mandato, el Código Civil no dispone nada especial, en vista de que este contrato no
es solemne. Puede hacerse por escrito (por acto auténtico acto bajo firma privada)
como también puede realizarse de manera verbal, aunque esta última forma
dificultaría la obtención de los medios de prueba en caso de que luego surgiera
algún conflicto entre las partes.
El mandato puede conferirse por acto auténtico o bajo firma privada, aun por carta.
Puede también conferirse verbalmente; pero la prueba testimonial respecto de él, no
puede recibirse sino conforme al título de los contratos o de las obligaciones
convencionales en general. La aceptación del mandato puede no ser sino tácita,
resultando de la ejecución que al mismo mandato haya dado el mandatario. Es
decir, si el contrato de mandato se realiza de manera verbal la prueba testimonial
respecto de él es inadmisible, a no ser que exista la confesión de las partes o que
exista un principio de prueba por escrito. Una condición de fondo para que el
mandato sea válido es que debe ser aceptado por el mandatario; ya sea de manera
expresa en el mismo acto o de manera tácita, por deducción en vista de la ejecución
que el mandatario haya hecho de la gestión asignada.
Prueba.
El Artículo 1315 del Código Civil dispone: “El que reclama la ejecución de una
obligación, debe probarla. Recíprocamente, el que pretende estar libre, debe
justificar el pago o el hecho que ha producido la extinción de su obligación”, y el
contrato de mandato no es la excepción. De estos medios citados la prueba por
excelencia es la literal (escrita).
Es por esto que si bien, en virtud del artículo 1985 del Código Civil permite que el
contrato de mandato sea verbal no es recomendable que se haga de esa forma
debido a la dificultad de probar la existencia del contrato y las condiciones del
mismo. Es importante hacer énfasis en que el indicado artículo establece “pero la
prueba testimonial respecto de él, no puede recibirse sino conforme al título de los
contratos o de las obligaciones convencionales en general.” Para que sea admisible
la prueba testimonial debe existir un principio de prueba por escrito o la confesión de
las partes, y no siempre esto se logra.
Como todo contrato sinalagmático, el mandato surte efectos entre ambas partes,
generando obligaciones recíprocas entre el mandante y el mandatario. A
continuación, se hace referencia a las obligaciones establecida en los artículos que
van del 1989 al 1996 del Código Civil: El mandatario está obligado solo a lo
convenido en el contrato y lo que establece la ley, no puede excederse de lo
contenido en el mandato. Tiene la obligación de cumplir con lo acordado y
compromete su responsabilidad civil por los daños y perjuicios que puedan resultar
por su falta de ejecución.
Extinción.
El contrato de mandato no se extingue por las causas que indica el artículo 1234 del
Código Civil, aplicables a la mayoría de los contratos. Las causas de extinción del
contrato de mandato se encuentran en el artículo 2003 del Código Civil, según el
cual éste concluye por:
El artículo 1875 del Código Civil define el contrato de préstamo a uso o comodato
como “aquel mediante el cual una persona entrega a otra, una cosa para usarla con
la obligación de devolverla después de haberse servido de esta durante el tiempo
acordado.”
De no ser así compromete la responsabilidad civil y debe responder por los daños y
perjuicios que tuvieran lugar. El prestatario no puede retener la cosa en
compensación por la deuda a la que estuviera obligado el prestador. En cuanto a los
gastos en que hubiera incurrido el prestatario para poder usar la cosa, tampoco
podrá exigir indemnización. Sin embargo, si los gastos hubieran sido necesarios
para la conservación de la cosa, y no tuviera tiempo de avisar al prestador, podrá
exigirle a éste el reembolso de los gastos.
Todos los compromisos resultantes del contrato de préstamo para uso o comodato
se transmiten a los herederos de las partes contratantes (prestador y prestatario),
sin embargo, en el caso de que el préstamo se hubiera hecho en consideración y
personalmente al que toma el préstamo los herederos de éste no podrían continuar
en posesión de la cosa prestada. Las obligaciones del que toma prestado se
resumen en: · Usar la cosa prestada de acuerdo a lo convenido. · Cuidar la cosa
prestada como un buen padre de familia, conservándola en buen estado. · Devolver
la cosa tomada en préstamo, en el tiempo acordado y en el estado en que se
encuentre.
Extinción
El contrato a uso o comodato no se extingue por la muerte, sino que las
obligaciones de las partes contratantes se transmiten a los herederos de éstos. Los
modos de extinción del préstamo a uso o comodato son las mismas del derecho
común establecidas en el artículo 1234 del Código Civil: el pago, la nulidad,
prescripción, condición resolutoria, etc.
Contrato de Préstamo de Consumo.
El préstamo de consumo es un contrato mediante el cual una de las partes entrega
a la otra cierta cantidad de cosas consumibles por el uso, quedando la segunda
parte obligada a devolver la misma cantidad, de la misma especie y calidad. Las
reglas concernientes al préstamo de consumo o mutuo, se encuentran en el Código
Civil, en el artículo 1892 y siguientes.
Caracteres.
Efectos.
A diferencia del contrato de préstamo a uso, el préstamo de consumo transmite la
propiedad de la cosa prestada. El artículo 1893 del Código Civil dispone: “Por efecto
de éste préstamo, se convierte el que la tomó prestada en dueño de la misma; y es
de su cuenta si perece, en cualquier forma que la pérdida ocurra.”
Las obligaciones del mutuario se encuentran en los artículos que van del 1902 al
1904 el Código Civil. Las obligaciones del mutuario se resumen en:
.
Bibliografía
Código Civil de la República Dominicana.
Constitución Dominicana del 26 de enero del 2010
Decreto 4807 sobre Control de Alquileres de Casas y Desahucios.
Mazeaud, Henri, León y Jean. (1960). Lecciones de Derecho Civil. Tomo III,
volumen
Buenos Aires, Argentina: Ediciones Jurídicas Europa-América.