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Resumen 6.

¨Cognitive function in idiopathic intracranial hypertension: a prospective case-control


study¨.
Daniela Ivonne Reyes Platas
La hipertensión idiopática intracraneal tiene consecuencias socioeconómicas puesto que afecta a
individuos en edad trabajadora. La causa exacta de esta alteración aún es desconocida. Se ha
observado una falta de iniciativa y autoconciencia en los pacientes de este tipo, lo que aumenta la
sospecha de una posible disfunción prefrontal. Aunque se han descrito las complicaciones visuales
y relacionadas al dolor de cabeza, poco se sabe sobre las implicaciones cognitivas. El objetivo del
estudio de caso fue explorar la naturaleza de los déficits cognitivos en pacientes con HII al
momento del diagnóstico y después de 3 meses de tratamiento. El estudio se llevó a cabo con 31
pacientes reclutados. 31 pacientes sanos sin dolores de cabeza se definieron como controles, y
fueron equiparados por sexo y edad. La evaluación cognitiva para pacientes y controles fue
idéntica. Se llevó a cabo un tratamiento con acetazolamida y topiramato. La pérdida de peso se
recomendó y se les ofreció a los pacientes consultas nutricionales. Se les valoró con pruebas
neuropsicológicas computarizadas y con pruebas de papel y lápiz. Entre ellas se aplicaron la figura
compleja del rey Osterrieth, para la memoria visoespacial; prueba de rastreo A y B, para la
velocidad psicomotriz, la prueba de modalidades de dígitos y símbolos, para el mismo dominio, la
prueba de fluencia verbal. Los pacientes y los controles sanos no fueron diferentes en cuanto a
características demográficas como el nivel educativo o el nivel de inteligencia premórbida. El dolor
de cabeza fue reportado por la mayoría de los pacientes, pero por ninguno de los controles. Los
pacientes se desempeñaron significativamente peor que los controles en 4 de los 6 dominios. Las
alteraciones más pronunciadas estuvieron en los dominios de velocidad de procesamiento y
tiempo de reacción. En las tareas de funciones ejecutivas, los pacientes tuvieron peores
puntuaciones en las subpruebas de flexibilidad cognitiva. Es el primer estudio en explorar las
funciones cognitivas en una cohorte de más de 10 pacientes con HII. Los resultados sugieren que
el HII está asociado con una disfunción cognitiva global. Aunque otros estudios han aplicado más
pruebas cognitivas, tuvieron inconsistencias en el control e incluyeron a menos de 10 pacientes. La
flexibilidad cognitiva es fundamental para una toma de decisiones efectiva, y la habilidad de
aprender y adaptar los cambios en el ambiente. Los déficits detectados en los dominios de tiempo
de reacción, velocidad de procesamiento, memoria visoespacial y atención fueron equivalentes a
aquellos encontrados en pacientes con un primer episodio de esquizofrenia y los déficits en la
flexibilidad cognitiva fueron similares a los encontrados en pacientes con esquizofrenia en general.
La fluencia verbal en nuestros pacientes se afecta en la misma medida que en los pacientes con
hidrocefalia congénita. Los déficits en la fluencia verbal fonológica y la velocidad de procesamiento
estuvieron en el rango de pacientes con esclerosis múltiple. La causa de las alteraciones cognitivas
en HII continúa siendo incierta. Las teorías incluyen disfunción de la materia gris y blanca, debido a
la comprensión mecánica propuesta en la presión normal hidrocefálica. Hasta el momento no hay
evidencia del daño cerebral en HII, y como el volumen cerebral parece normal, no se esperaría
ningún cambio estructural que pudiera explicar los déficits cognitivos encontrados en este
estudio. Las fortalezas del estudio son el diseño controlado y prospectivo, el amplio rango de
pruebas cognitivas y una población de estudio relativamente amplia, así como el uso de una
batería de pruebas computarizadas y ciega culturalmente. Entre las limitaciones del estudio,
primero se encuentra el diseño no-cegado y la falta de un retest en los controles sanos. Segundo,
el periodo de seguimiento fue relativamente corto. En cuanto a la afectación de los dolores de
cabeza, no hay evidencia de disfunción cognitiva en pacientes con migraña. Aunque parece que el
dolor crónico se asocia con alteraciones cognitivas medias, no está claro si dichas alteraciones se

Yri, H. M., Fagerlund, B., Forchhammer, H. B., y Jensen, R. H. (2014). Cognitive Function in
Idiopathic Intracranial Hypertension: a prospective case-control study. BMJ Open, 4, 1-9.
Resumen 6. ¨Cognitive function in idiopathic intracranial hypertension: a prospective case-control
study¨.
Daniela Ivonne Reyes Platas
atribuyen al dolor por sí mismo o a la coexistencia de la depresión. En conclusión, el estudio
sugiere que la HII está asociada con los déficits cognitivos.

Yri, H. M., Fagerlund, B., Forchhammer, H. B., y Jensen, R. H. (2014). Cognitive Function in
Idiopathic Intracranial Hypertension: a prospective case-control study. BMJ Open, 4, 1-9.
Resumen 6. ¨Relationship Between Pressure and Subcortical Lesions in Healthy Elderly People ¨.
Daniela Ivonne Reyes Platas

El factor de riesgo más importante para las enfermedades cerebro y cardiovasculares para todos
los grupos de edad, es la presión sanguínea. Se ha mostrado que los pacientes mayores
hipertensos tienen una incidencia mayor de infartos e hiperintensidad de la materia blanca en
comparación con sujetos normotensos. No es necesario que la presión sanguínea esté en un rango
hipertenso para considerarse como un factor de riesgo. Incluso en personas no hipertensas de 19
a 91 años, la presión sanguínea sistólica estuvo asociada con un mayor volumen de la materia
blanca en el hemisferio izquierdo. Usando evaluaciones casuales y ambulatorias, se evaluó en el
estudio la relación entre presión sanguínea, ritmo cardiaco e hiperintensidades subcorticales en
144 adultos mayores y mujeres sin evidencia de presión sanguínea previa y trastornos
neurológicos, psicológicos o cardiovasculares. Entre más alta es la severidad del rango de materia
blanca del hemisferio izquierdo, más alto es el nivel de presión sanguínea durante mediciones
casuales y durante periodos de sueño y vigilia. Los sujetos con los puntajes más altos tienen una
mayor variabilidad de presión sanguínea durante periodos de sueño y vigilia, en comparación con
otros puntuados en otras categorías. Aunque todos los niveles de presión sanguínea
incrementaron, solo la presión sanguínea sistólica fue significativa. Tanto este tipo de presión
sanguínea como la diastólica, tuvieron alta significancia relacionada con el hemisferio izquierdo del
subcorteza insular. Mientras la variabilidad de la presión sanguínea tiende a incrementar con
mayor severidad de la lesión, sólo fue significativo el ritmo cardiaco durante el sueño. La caída del
ritmo cardiaco de la vigilia al sueño fue menor en aquellos sujetos con la mayor severidad. Los
modelos desarrollados en los que se considera el impacto de la masa corporal, la ansiedad,
depresión y educación en el análisis, no se encontró que afecten los descubrimientos. La mayoría
de las pruebas muestran una relación consistente entre el nivel de presión sanguínea y puntajes
clínicos de severidad. Aunque ya se han reportado resultados similares con lesiones de materia
blanca en pacientes hipertensos, esta es la primera vez que tal relación se ha reportado en una
muestra tan larga de adultos mayores con la presión sanguínea tan baja. Aunque no se ha hecho
un diagnóstico de hipertensión en ninguno de los sujetos, su presión actual podría llevar al
diagnóstico del estado 2 de hipertensión. Aparentemente un componente primario de buena
salud en una edad es el mantenimiento de una presión sanguínea baja. Aunque los cambios de la
materia blanca son detectados frecuentemente en individuos mayores a 60 años y es considerado
como parte del proceso de envejecimiento, su significancia se ha cuestionado. El hecho de que la
presión sanguínea se mantenga relativamente alta durante el sueño indica que las elevaciones de
presión sanguínea son consistentes durante el día. Además, los sujetos con mayor severidad en la
lesión son más propensos que otros a exhibir pequeños decrementos en la presión sanguínea
sistólica y diastólica nocturna y tener mayor variabilidad en la primera mientras están en vigilia. Se
ha encontrado que los adultos mayores con lesiones multilacunares y altos grados de daño
cerebrovascular, tienen más alta la presión sanguínea particularmente durante el sueño, que
aquellos con pocos síntomas cerebrovasculares. Entre los pacientes hipertensos, hubo mayor
prevalencia de complicaciones cardiovasculares en individuos cuya presión sanguínea no pudo
disminuir por la noche, en comparación con quienes sí experimentaron decremento en ese mismo
horario. Los resultados del estudio concuerdan con los descubrimientos en los que la corteza
insular tiene numerosas interconexiones con el sistema límbico, hipotálamo, y otras áreas de
control autonómico. Los pacientes con infarto de la corteza insular han mostrado tener mayores
niveles de norepinefrina y una baja de presión sanguínea nocturna abolida. Hay evidencia de que

Goldstein, I. B., Bartzokis, G., Hance, D. B., y Shapiro, D. (1998). Relationship Betwwen Pressure
and Subcortical Lesions in Healthy Elderly People. Stroke, 29, 765-772.
Resumen 6. ¨Relationship Between Pressure and Subcortical Lesions in Healthy Elderly People ¨.
Daniela Ivonne Reyes Platas

la corteza insular media los cambios cardiovasculares y que puede haber una vida dentro del área
hipotalámica lateral ligada a la corteza insular con el corazón.

Goldstein, I. B., Bartzokis, G., Hance, D. B., y Shapiro, D. (1998). Relationship Betwwen Pressure
and Subcortical Lesions in Healthy Elderly People. Stroke, 29, 765-772.

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