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Introducción a la Producción
UFLO|2020
LA MADERA COMO MATERIAL
INSUMOS
embargo es de prever en un futuro próximo que la madera y/o sus derivados industriales
participarán en mayor grado, entre los recursos naturales que pueden ser utilizados en la
solución del problema habitacional.
Dependerá de la capacidad de los técnicos e industriales especializados el que esta
colaboración sea más o menos efectiva, para lo cual los responsables del diseño de
estructuras y viviendas deberán poseer un conocimiento acabado de un material tan
noble como completo, que les permita pensar y crear en madera.
Bosques Cultivados:
Los bosques implantados o de cultivo se desarrollan como resultado de una corriente que
responde al propósito de estimular la forestación comercial y de recuperar el patrimonio
forestal. Si consideramos los recursos forestales, los bosques nativos e implantados;
analizamos su clasificación, comercialización, industrialización y tratamiento, podremos
comprender mejor la vastedad de recursos que nos aporta como material de
construcción.
Así, conociendo el tema, podremos cambiar los valores culturales que nos impiden su
plena utilización y llegar, en su aplicación, a niveles equiparables con los alcanzados por
los países más avanzados.
Para dar una idea sobre la ubicación de Argentina por su área boscosa, respecto de otros
países, se anotan las superficies y proporciones de algunos de ellos en el cuadro siguiente:
1) Parque Chaqueño:
Se caracteriza por una flora muy rica con numerosas especies propias, vegeta-ción muy
heterogénea y densa con selvas, bosques y sabanas. Se divide en 2 zonas, occidental y
oriental y las especies dominantes son las siguientes:
3) Selva Misionera:
Las especies se distribuyen según la topografía del territorio. Así los pinos (araucaria
angustifolia) se encuentran en la parte oriental de la provincia, zona de más de 500 m. de
altura sobre el nivel del mar (estos árboles alcanzan los 40 m. de altura). Y en las regiones
más bajas se hallan mirtos y laureles blancos. Las otras especies que se encuentran en el
lugar y que tienen gran importancia económica son: cedro misionero, incienso, lapacho
negro, petiribí, guatambú blanco, tipa colorada o viraró, cancharana, anchico colorado,
urunday, etc.
De la riqueza forestal de la selva misionera actualmente sólo se explota entre el 5 % y el
10 % y el cedro es la especie más explotada.
4) Parque Mesopotámico:
En la denominada zona de bosques en galería crecen: sauces, rabo de macaco, sota
caballo, cerillo, duraznillo, canelón o palo de San Antonio, manduvirá, etc..
En otras zonas de Corrientes se encuentra el parque cubierto de gramíneas y salpicado
por zonas de bosques llamados isletas. Las especies que se encuentran en las isletas
difieren según la zona.
Las del norte tienen timbó, urunday, lapacho negro; y en las del sur encontramos tala,
yatay y chañar.
En el bosque entrerriano, aunque actualmente raleado, hallamos especies como el tala,
algarrobo, ñandubay, quebracho blanco.
En la ribera del Río de la Plata se encuentran especies como el laurel, ceibo, ombú,
arrayán, curupí, palo leche, sarandí colorado y blanco, timbó blanco, aliso del río, etc..
6) Monte Occidental:
Su vegetación es intensamente xerófila con predominio de arbustos espinosos. Existen
muy pocos árboles y son de escaso valor forestal. Son sus especies: arka o visco, algarrobo
chileno, retamo, brea, chañar, aguaribay, jarilla, alpataco, etc..
7) Desierto Andino:
Contiene una formación xerófila muy pobre formada por matas de ichu y gramíneas duras
que apenas cubren el suelo.
8) La Estepa Pampeana:
El hombre modificó este paisaje convirtiéndolo en pradera de cultivo y plantó millones de
árboles: eucaliptus, álamos, pinos, paraísos, etc..
9) Estepa Patagónica:
Es una formación abierta xerófila, baja y pobre. La vegetación consiste en arbustos bajos,
pegados al suelo, para resistir mejor el embate del viento. En los valles de los ríos se
pueden observar bosques ribereños de sauces. Presenta interés sólo para las futuras
generaciones.
La cantidad y diversidad de madera que ofrecen nuestros bosques permiten satisfacer las
demandas que podrían presentar amplios programas de construcción.
Veamos ahora cual es el origen y el volumen de los recursos de origen forestal que
actualmente se utilizan en el país:
La Madera:
Se define como MADERA a la sustancia vegetal (dura-compacta-fibrosa) de estructura
compleja, que forma el tejido leñoso, o parte subcortical del árbol abatido,
fisiológicamente inactivo.
La madera proviene de 2 gruesos vegetales:
Coníferas y Latifoliadas:
Maderas comerciales más largas Madera de mayor densidad
Pesos específicos bajos y medios Piezas más cortas
Fácilmente trabajables, clavables Fibras torcidas y aserrables
Las maderas claras son blancas o amarillentas, cremosas o gris parduzco, con todas las
tonalidades intermedias. Las oscuras poseen duramen de un color que varía desde el
pardo rosado hasta el rojo violáceo (casi negro) e inclusive los de tinte verde y moreno.
Las que poseen tonalidades que van del rosa al violeta son las llamadas propiamente
coloradas. Las otras se denominan no propiamente coloradas.
En nuestro territorio se encuentran maderas claras tanto entre las coníferas como entre
las latifoliadas.
Entre las coníferas claras podemos distinguir 11 o 12 especies a veces mal llamadas pinos,
pero solo 3 o 4 tienen valor comercial.
Entre las existentes mencionaremos las siguientes:
* Quebracho colorado (schinopsis sps.) . Arbol fundamental para la economía forestal del
país.
* Cedro (cedrela sps.). Luego del quebracho colorado es el elemento de más valor de
nuestro patrimonio.
* Alerce (fitzroya cupresides).
* Viraró (pterogine nitens). Madera valiosa de la carpintería nacional.
* Caldén (prosopis caldenia).
* Curupay (piptadenia macrocarpa).
* Quina (myroxilon peruiferum).
* Guayacán (caesalpinia paraguayensis).
* Cancharana (cabralea oblongifoliola).
Las especies mencionadas son las comunes en los bosques naturales de nuestro país.
PROCESO TECNOLOGICO
Tanto la industria de la construcción como las relacionadas con ella, utilizan maderas
nacionales e importadas. El procesamiento de las mismas se realiza en los aserraderos que
se hallan ubicados en todo el territorio de la República Argentina, algunos próximos a la
materia prima y otros concentrados en las grandes ciudades que procesan tanto madera
del país como importada.
La actividad de la industria maderera, relacionada con la construcción, puede
considerársela a partir del aserrado del rollo, y comprende más de 50 especialidades con
más de 20.000 establecimientos a lo largo de todo el país. Los grandes aserraderos están
ubicados preferentemente en Capital y Gran Bs.As. y excepcionalmente en alguna ciudad
del interior del país. Operan con todo tipo de maderas y de derivados, no estando
integrados a la explotación del bosque. En general son importadores de maderas ya
aserradas que luego se someten a reaserraje, cepillado, machihembrado, etc., y
habitualmente se manejan con grandes depósitos y almacenes de madera con
importantes stocks al servicio de su clientela. Los aserraderos pequeños que procesan
rollos de bosques naturales cercanos a su emplazamiento, se diferencian
fundamentalmente de los anteriores (salvo excepción) por su pequeña dimensión y la
capacidad de su equipamiento. Cabe mencionar otros dos tipos de establecimientos
madereros: los que procesan especialmente maderas salicáceas ubicados en la zona del
Paraná inferior y Delta, y los ubicados en zonas fronterizas sobre los ríos Paraná y Uruguay
que trabajan con madera importada y alguna madera nacional.
La industria maderera nacional es una de las más antiguas del país en lo que se refiere a la
elaboración de elementos terminados. Su vinculación con la industria de la construcción
es fundamental, depende esencialmente de su actividad y su producto está íntimamente
ligado a la vivienda: tablas macizas, tableros de fibra, de partículas y compensados,
muebles y equipamiento de la vivienda en general, estructuras, encofrados, entrepisos,
cubiertas, cimbras, puertas, ventanas, aperturas y carpinterías en general, etc..
Consideraciones de Aplicabilidad:
Para que una madera reúna las mejores condiciones de aplicabilidad en la industria, en
general se debe eliminar de ella la humedad, colocándola así en condiciones de máxima
estabilidad en cuanto a contracción y dilatación y de máxima durabilidad en cuanto a su
capacidad para resistir el ataque de agentes orgánicos (resistencia micósica).
Los diferentes tipos de madera utilizados en la industria de la construcción, poseen en
parte propiedades técnicas distintas y difieren también entre sí en su comportamiento
ante la acción de los agentes atmosféricos. Junto a esas propiedades hay que valorar
también el efecto visual de sus aguas, color y estructura. Además existen a menudo
considerables diferencias en cuanto al costo del material y de su elaboración. Los posibles
ámbitos de aplicación resultan de las características específicas de cada tipo de madera
existiendo dentro de c/u de ellos varias calidades disponibles. Esto es la aplicación,
específicamente, a la aptitud como elemento constructivo resistente a las inclemencias
del tiempo.
La estabilidad ante los agentes atmosféricos, de una construcción exterior, depende del
comportamiento de la madera frente a los diferentes influjos, así como de la idoneidad
del tratamiento superficial protector. Si una de ambas partes falla, la otra parte resiste. La
protección de maderas expuestas a las inclemencias del tiempo, comienza con la
adecuada solución constructiva.
El secreto de las construcciones de madera de larga vida, reside en la posibilidad de
acomodación del material, en cada momento, a la humedad del aire (en situaciones que
no permitan el desarrollo de los agentes causantes de la pudrición, cualquier madera
puede durar indefinidamente).
Según Norma IRAM Nº 9.559: Esta norma establece las definiciones de las piezas de
madera en general y su clasificación según uso, dimensiones y manufactura.
Definiciones generales:
CLASIFICACIÓN
POR USO:
POR DIMENSIONES:
De acuerdo a la Norma IRAM Nº 9.502.
POR MANUFACTURA:
Escuadrías:
Con repecto a las DIMENSIONES de las piezas de madera, es importante tener en cuenta
las REDUCCIONES que sufren por efectos del maquinado.
Específicamente las secciones que nos interesan son las que llamamos “cepilladas y
escuadradas en sus 4 caras” y que expresadas en mm tienen las siguientes equivalencias:
Debe entenderse que estas medidas son aproximadas, considerándose correcta una
variación de 2 mm en más o en menos.
Dicha variación estará en función del tipo de madera, largo y sección de la pieza, defectos
físicos (abarquillado, curvado, etc.).
Secado de la Madera:
Dos procedimientos se emplean para el secado: AL AIRE LIBRE o por medio de secadores.
El secado natural o al aire libre es un proceso lento y varía según las especies y el lugar
donde se deposita. Se superpone la madera aserrada previa limpieza de las tablas,
eliminando vestigios del aserrín para evitar futuras manchas, dejando entre ellas una
separación por medio de tacos que facilitan la circulación del aire, tratando en lo posible
que en el perímetro de la estiba queden pasillos de aire. Se puede considerar término
medio que el secado se produce a razón de 1 cm. de espesor por año.
El secadero es un local cerrado construido a propósito, donde se somete a la madera a
baño de vapor y a corrientes de aire seco y caliente por medio de ventiladores y
extractores. Cada especie requiere un tratamiento distinto, lo mismo que el tiempo a que
debe estar sometida.
Mientras que una madera de densidad media y 1” de espesor requiere 6 meses de secado
natural, mediante un proceso artificial de secado puede estar en condiciones den un
período de 80 a 100 hs.
Propiedades:
La madera es un material que nos aporta la naturaleza y, por ser de origen biológico,
presenta ventajas e inconvenientes frente a las exigencias del trabajo. Las ventajas que
ofrece este material en la construcción de viviendas, son las siguientes:
COLOR: El color de la madera está dado por la existencia de las resinas, gomas, taninos,
etc. En general la madera después de cortada suele sufrir oxidaciones, oscureciendo
progresivamente su color.
DENSIDAD: Varía entre 400 y 1.300 kg/m3 y es la relación entre peso de 1 m3 de madera
(tal cual seca al aire) y el peso de igual volumen de agua a 4 ºC. El peso de la madera,
además de la importancia intrínseca que tiene, es generalmente un verdadero indicador
de su solidez. Una pieza pesada de madera es generalmente más fuerte que una pieza
liviana con el mismo contenido de humedad y sección, ya sea de la misma o diferentes
especies. La densidad de la madera se expresa a un contenido de humedad del 15 %, ya
que la presencia de mayor cantidad de agua incrementa el peso, a veces hasta cifras que
duplican el valor original del material estacionado.
DUREZA: Determinada por ensayos, permite establecer una escala progresiva de valores
que da lugar a la clasificación de las maderas en: duras, semiduras y blandas. En gral. la
dureza es proporcional a la densidad y resistencia. Es la propiedad que hace al leño difícil
de rayar, marcar o cortar. Generalmente, la mayor dureza de una madera significa una
mayor resistencia al desgaste, un mejor comportamiento al pulido y menor tendencia a
romperse o aplastarse bajo la acción de cargas. En otro sentido, las maderas más duras
son más difíciles de aserrar y clavar, acusando mayor tendencia a rajarse en esta última
operación. La dureza es un factor positivo en material para pisos, mueblería y para la
sección de maderas destinadas a marcos de puertas y ventanas, umbrales, escalones y, en
general, en sitios de la vivienda en que la madera está sujeta a un desgaste pronunciado.
Varias maderas son preferidas en el comercio para su empleo en la construcción, debido a
su baja y uniforme dureza, tal como sucede con el pino misionero, pino spruce, cedro,
alerce, guaica, pino del Neuquén, pino del cerro, pino ponderosa. La facilidad con que
estas maderas pueden aserrarse y clavarse ha hecho que ocupen un lugar preferencial
para usos generales. Los bosques argentinos pueden brindar otras maderas con similares
características, tales como: aliso del cerro, ambay-guazú, amor seco, carne de vaca, ciprés
del sur, curupí, ingá guazú, laurel amarillo, laurel ayuí, guindo, lenga, roble del país, sota
caballo, timbó colorado.
Las diferencias en dureza de las maderas disponibles son lo suficientemente amplias como
para permitir la elección adecuada en usos tales como pisos y mueblería por un lado, y
para carpintería, entablonado y aberturas por el otro.
GRANO: Está determinado según la posición del haz de elementos que constituye la
madera respecto al eje vertical (derecho, oblicuo, entrecruzado, crespo).
Estos problemas se manifiestan por medio del ataque de agentes destructores biológicos
que la perforan (insectos) o que la desintegran física y químicamente (hongos).
La durabilidad natural de las diferentes maderas depende de una serie de FACTORES entre
los que se destacan:
1) Intrínsecos:
* Contenido de humedad.
* Presencia de sustancias protectoras en la masa leñosa (taninos, resinas, aceites,
alcaloides, etc.).
2) Externos:
Las maderas que mejor resisten el ataque de los agentes biológicos destructores,
especialmente hongos, son las que se emplean con un contenido de humedad del 15 al 18
%.
a) En el aire
b) En el agua
c) Bajo tierra
d) Situaciones intermedias: Aire - Tierra
Aire - Agua
La madera totalmente enterrada o sumergida puede durar muchísimo. Los hongos, para
vivir, requieren un sustrato que es la madera propiamente dicha, pero además, agua,
temperatura de 20 a 25 grados aproximadamente y oxígeno ( ya que son aerobios). Por
ello la destrucción se da en el caso d) de situaciones intermedias, y se registra en el sector
que está un poco por debajo y un poco por encima de la línea que divide un medio de
otro.
* Insectos: La evaluación del principio del riesgo causado por los insectos es mucho más
difícil que el ocasionado por los hongos.
* Lictus (polilla): Es el más común de todos. Realiza pequeños agujeritos y su presencia es
detectada por la aparición de aserrín muy pulverizado. Es capaz de causar degradaciones
importantes en la albura que contiene almidón.
* Termitas: Destruyen la estructura interna de la madera el punto de producirle el
colapso.
El preservador debe ser tóxico contra los organismos que atacan la madera (sobre todo
hongos e insectos); no debe ser tóxico para el hombre; no debe afectar la madera, como
ciertos productos que son corrosivos; deben ser económicos para que su uso no sea
incompatible con lo que se procura; debe permanecer en la madera todo el tiempo que
queremos o necesitamos que la madera dure; debe poder penetrar en la madera.
Es importante recordar que si la madera está sometida a cambios de humedad, existen
riesgos de rajaduras. En estos casos es necesario tener en cuenta que la profundidad de
penetración del material de tratamiento ha de ser superior a la de las rajaduras.
Hay que señalar asimismo que la madera debe ser protegida de manera continua. Toda
interrupción de tratamiento deja al desnudo una zona de la madera susceptible de recibir
esporas de hongos o huevos de insectos.
Tratamientos:
La penetración capilar puede mejorarse introduciendo el líquido en los tubos por presión
mecánica. Para ello se coloca la madera en un recinto cerrado (autoclave) a fin de lograr la
mayor presión sobre el líquido. La penetración se facilita si antes de ejercer la presión se
extrae, por vacío, el aire que contiene la madera. Este procedimiento es aplicable a las
maderas secas, pues la presencia de savia o de agua constituye un freno a la penetración
capilar. Cabe igualmente destacar que los líquidos oleosos tienen mayor penetración que
los acuosos.
* Sales Hidrosolubles:
Se trata de la disolución de varias sales metálicas en agua. Sus componentes
fundamentales son arsénico, cobre, cromo, zinc, boro, etc.. Estos componentes cubren
dos objetivos: unos tienen efecto fungicida y/o INSECTICIDAS, y los otros actúan como
fijadores de los principios activos de la madera, asegurándose su permanencia una vez
realizado el tratamiento. Estos protectores carecen de olor desagradable y permiten
decolorar la madera con barnices, pinturas o ceras. Se les puede reprochar el producir
cambios dimensionales en la madera, aunque, según diversos autores, ésto se debe a
errores en el proceso de aplicación.
* Sustancias Orgánicas:
* Soluciones Orgánicas:
Se trata de cuerpos sintéticos (clorados, fosforados, órgano-metálico) diluidos en
solventes derivados del petróleo. Se puede agregar otras sustancias a sus fórmulas
(fijadores, hidrófugos, colorantes, etc.).
Se caracterizan por ser de fácil penetración pero de secado difícil. Una de las sustancias
más usadas es el pentaclorofenol.
Es preciso recordar que el cuidado de la madera siempre debe ser preventivo: cuando ya
se encuentra alterada no es posible revertir el proceso.
En el tratamiento hay que tener siempre en cuenta la preservación de las cualidades
mecánicas y estéticas, y para ello es necesario evaluar los riesgos a los que estará
sometida la madera.
El principal problema químico de la madera es la combustión. Esto quiere decir que tiene
la posibilidad de ignición, carbonización, además de quemarse y arder en forma de brasas
cuando el ambiente que la rodea le es propicio. No es frecuente su autoignición y
solamente podrá presentarse este caso si las condiciones de humedad y almacenaje no
son propicias. Para que se produzca la ignición de la madera es necesario la acción previa
de llamas, chispas, contacto directo con superficies calientes, exposición a radiaciones
térmicas, etc. Aun así esta ignición estará en función de la intensidad de la fuente
calorífica, del tiempo de exposición a la misma y de otros factores que también
intervienen. El uso de productos ignífugos reduce el grado de inflamabilidad de la madera
y sus derivados, pero no lo eliminan ni mucho menos.
Las temperaturas de ignición específicas de las maderas son difíciles de determinar pues
dependen de varios factores. (Ej.: existe una estrecha relación entre el P.E. de las maderas
y la temperatura de ignición). En general, las maderas de baja densidad entran en
combustión a temperaturas más bajas que las de alta densidad. Además hay que
considerar que también influyen las dimensiones de la madera, la velocidad y duración del
calentamiento, la velocidad del caudal de aire que evoluciona sobre la madera, forma de
la madera, porcentaje de humedad, naturaleza de la fuente de Calor, etc.
Los Tratamientos:
4) Incorporación: Se puede utilizar para todos los tableros de fibra y de partículas y para
los contrachapados, por incorporación de los retardantes durante el proceso de
fabricación.
Las paredes de los tubos son más o menos espesas y también es variable el diámetro, sus
vacíos interiores (aún dentro de una misma especie). Ellas están formadas por materias
legno-celulósicas cuyo peso específico de 1,5 es constante para todas las especies. La
relación entre peso aparente de una madera y el de su materia constitutiva surge de la
relación entre espacio lleno y vacío (porosidad).
PH - PA
H = ----------- x 100
PxA
PH = peso húmedo.
PA = peso anhidro.
Las maderas blandas recién derribadas contienen desde 60 % hasta 240 % de agua; en las
maderas duras el porcentaje oscila entre 45 % y 80 %.
* El medio.
* La especie en consideración.
1) Se elimina el agua libre hasta alcanzar el punto de saturación de la fibra que supone un
30 % de humedad, aproximadamente. Hasta este punto de deshidratación la madera no
presenta cambios importantes de dimensión.
2) El proceso continúa luego con la pérdida del “agua de impregnación”. En esta fase la
madera comenzará a experimentar movimientos. Este fenómeno denominado de
“contracción o retractibilidad es el problema físico por excelencia que presenta la madera.
En una obra son varios los casos en que una pieza o estructura de madera puede estar
sujeta a un incremento anormal de humedad:
Las técnicas constructivas y la elección del material adecuado son los medios para
prevenir los inconvenientes que originaría el humedecimiento de maderas puestas en
obra.
* Lo aconsejable frente al eventual contacto con el agua es utilizar especies de elevada
durabilidad natural o material impregnado con productos fungicidas y repelentes a la
humedad.
Si bien la madera, junto con la piedra forman parte de los primeros materiales de
construcción, los productos derivados de la madera son muy nuevos: aparecen en el
mundo a partir de 1.930.
Surgen ante la necesidad de cubrir grandes superficies, que con madera maciza no
podemos lograr debido a sus limitaciones dimensionales. Es difícil conseguir grandes
secciones de madera, es complicada la trabajabilidad de esas grandes piezas en las
máquinas, además de los enormes problemas de retractilidad que puede traer aparejado,
si no está bien considerado el tema del equilibrio higroscópico.
Los tableros en base a madera están hechos a partir de rollizos de pequeño diámetro y
menor calidad o con partes del tronco del árbol no maderable, es decir, lo que no puede
aprovecharse como madera maciza.
Con estos tableros se logran estructuras mucho más livianas lo que trae ventajas en
cuanto a su ejecución y costos.
Se fabrican en forma de madera maciza, chapa, cintas, partículas, fibras o corteza (incluso
corcho) o a partir de otras materias primas lignocelulósicas en forma de tallos, partículas y
fibras. Estas últimas son en general residuos agrícolas, como paja, bagazo, cáscara de coco
y agramiza (cáñamo o lino aplastado). Durante la fabricación intervienen casi siempre,
agentes aglutinantes y otras sustancias a fin de obtener o aumentar determinadas
propiedades del tablero o panel. La ligazón puede deberse a las propiedades adhesivas
inherentes al material, como en algunos paneles de fibra o de corcho, o mediante un
aglutinante orgánico, como en los tableros de partículas, o bien debido a un aglutinante
inorgánico, como el cemento Portland o el cemento de magnesita, empleado en los
tableros de viruta, cemento o lana de madera.
Paneles de Fibra:
La única fábrica que los produce en el país, es Fiplasto, que posee la marca “Chapadur”.
Emplea exclusivamente madera de eucalipto.
Hay una serie de variantes y diversas aplicacione en la construcción: puertas-placa,
placares, revestimientos, cielorrasos, tabiques divisorios no estructurales, taparrollos,
pisos, zócalos, pudiendo también utilizarse para la ejecución de encofrados. Por tener una
de sus caras lisas, admite cualquier tratamiento de enchapado, laminado o pintado, sin
ninguna preparación previa. A su vez, mediante un proceso industrial de aplicación de
resinas especialmente formuladas, permite diseños decorativos que lo hacen apto para
ser empleado para revestimiento. Existen variantes con acabados de relieve, lisos y
texturados, con dibujos que reproducen distintos tipos de madera.
Las dimensiones habituales del Chapadur, son: 1,22 x 3,05 m. (4 x 10 pies) y espesor de 3,2
mm. - 4,8 mm., pero se entrega también en anchos especiales de 70, 75, 80 y 90 cm.
(superpuerta), para permitir su uso directo en la fabricación de puertas placa, sin obligar a
desperdicios del material.
Fiplasto también produce “Corlok que es un revestimiento de uso interior, formado por un
tablero duro de fibras de madera (Chapadur) que ha recibido mediante un proceso
industrial, un acabado en superficie con pinturas, que por horneado, le confiere una
terminación decorativay resistente. Es producido en una amplia gama de colores lisos,
imitación madera y texturados.
encoladas, que llevan la dirección del grano cruzadas entre sí, respecto de la lámina
central, con el fin de distribuir la resistencia longitudinal de la madera y compensar la
deformación. Sus caras llevan las vetas en la dirección de la dimensión mayor de la pieza.”
En comparación con los tableros de fibra y de partículas, las condiciones que deben reunir
las materias primas para la fabricación de chapa y tableros contrachapados son mucho
más rigurosas, presentando considerables variaciones según el tipo y calidad del panel.
Se fabrican encolando una o más chapas por las dos caras con un alma de chapa o de
madera maciza. La fibra de las capas alternas se dispone en cruz, por lo general formando
ángulo recto. El panel resultante presenta propiedades análogas de contracción y
resistencia en dos sentidos perpendiculares entre sí, con lo que se eliminan virtualmente
los cambios dimensionales y los bajos valores de resistencia que se dan a través de la fibra
de madera.
En cuanto a las colas se emplean las mismas que en los tableros de partículas,
obteniéndose así: tableros compensados ureicos y fenólicos. Este último puede
considerarse como “el” tablero para hacer viviendas de madera. Es muy difundido su uso
para entrepisos, tabiques, etc.
Existen en el país más de 30 fábricas instaladas, la mayoría en Misiones, y también en
Corrientes, Santa Fe, Salta, Jujuy, Neuquén y Tierra del Fuego. Es una industria zonal. Se
procura su ubicación cercana a los bosques.