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1140 1141 ÉTICA

ETERNO RETORNO
1987. — cambio de las estaciones, que daba la idea de «cosmológica». Puesto que la cantidad de cuya teoría al respecto hemos bosquejado en
un continuo regresar al punto de partida). Va- fuerza total es limitada (no infinita), el nú- el artículo sobre cosmología (VÉASE). Es cu-
val Islamic and Jewish PhilosoPhy,
Medieval Discussions of the nos pensadores medievales, especialmente mero de estados, cambios, combinaciones y rioso comprobar que la teoría en cuestión se
R. C. Dales, desarrollos es muy grande, pero definido. parece extraordinariamente en sus líneas más
Eternity of the World, 1990. árabes, expresaron ideas parecidas. Así, Al-
Siendo el tiempo infinito, han tenido lugar ya
Obras sistemáticas y especulativas: Die- kindi, Avicena, Averroes —y también el Ila- generales, a los precedentes más remotos de
1917. todos los desarrollos posibles, de modo que la doctrina del eterno retorno; en efecto, en
trich Mahnke, Der Wille. zur Ewigkeit, 1922. — mulo averroísmo latino— admitieron una
«este momento» tiene que ser una repetición; esta cosmología contemporánea interviene la
- Id., íd., Ewigkeit und Gegenwart, reaparición periódica de los acontecimientos,
1937. toda combinación posible tiene que haberse noción de condensación extrema de la materia
Max Wundt, Ewigkeit und Endlichkeit, y una evolución circular del mundo único re-
realizado ya un número infinito de veces.
Las jerarquías del ser gido por la revolución eterna de los astros. y su expansión hasta alcanzar un estado de ra-
— Alberto Rougés,
la eternidad, 1943. — Ferdinand Alquié, Le Los autores cristianos no podían admitir, ea Nietzsche apunta que no se trata de un meca- refacción extrema, a partir del cual se produce
Du
désir d'éternité, 1943. — L. Lavelle, cambio, la idea de un eterno retomo; «lo que nismo, ya que éste acarrea un estado final y de nuevo la condensación y así hasta el infi-
1945. — Ananda (la pasa» no vuelve a pasar, porque es historia, y
1947 K. no una infinita recurrencia (Wiederkehr) de nito.
tenzps et de l'éternité,
casos idénticos. Por otro lado, la doctrina del Véase: Walter Stohmann, Ueberblick über
Coomeraswamy, Tinte and Eternity, hasta «drama». Sólo en algunos casos se coa-
eterno retorno parece tener asimismo (y, se- die Geschichte des Gedankens der ewigen
eternidad en las tradiciones hindú, budista, cibió el «devenir» a modo de un volver: el
griega, islámica, cristiana). — W. T. Stace, «volver a la unidad primera». Ello sucedió gún algunos intérpretes, sobre todo, y hasta Wiederkunft, 1917. — Abel Rey, Le retour
exclusivamente) un sentido «ético», respon- éternel et la philosophie de/a physique, 1927.
Time and Eternity, 1952. — F. Alquié, V.
etal.,
con el «panteísmo». Es el caso de Orígenes
I ankélévitch, R. Lazzarini, E. Przywara cuya apocatástasis de todas las cosas, la resté. diendo al deseo que tenía Nietzsche de recon- R. Hester, Eternal Recurrence, 1932. —
(Archivio di Filoso- ciliar al hombre creador con el amor al des- Karl Lówith, Nietzsches Philosophie der ewi-
Tempo ed eterna& 1959 The Image tulio universalis (expresiones que correspea. gen Wierderkehr des Gleichen, 1935; 2.> ed.,
I, ed. E. Castelli). — D. Park, den justamente a las antiguas ideas del eterno tino, amor fati.
fia, Para Unamuno (Del sentimiento trágico de 1956. — O. Becker, «Nietzsches Beweise für
of Eternity. Roots of Time in the Physical retorno), representa la transposición de la
Eternal God: A la vida, V) la doctrina nietzscheana del eterno seine Lehre von der ewigen Wiederkunft»,
YVorld, 1979. — P. Helm, 1988. — B. Leí- doctrina de la «repetición» al plano de un pro- retorno es «una formidable tragicomedia» y Blütter für deutsche Philosophie, IX (1936).
Study of God Without Time, 1992. — R. C. Ne- ceso único. Es también el caso de luan Escoto
Erigena, si bien no debe olvidarse que la dei- un «remedo de la inmortalidad del alma». Dmylro Tschizewskij, Dostojewski und
tow, Time and Eternity, 1993. e0T110 laspers supone que se trata de una doctrina Nietzsche. Die Lehre von der ewigen Wieder-
ville, Eternity and Times Flow, ficatio de todas las cosas no expresa,
JUAN ESCOTO exclusivamente ética y no cosmológica (o mi- kunft, 1947.— M. Eliade, Le mythe de l'éter-
ETERNO RETORNO. La doctrina según parece a primera vista
una radical (véase de ellas en el
absorción tológico-cosmológica); en ella se tiende a nel retour: archétypes et répétition, 1949
ERIGENA), mostrar que el hombre es infinitamente res9 (trad. esp.: El mito del eterno retorno, 1952,
la cual el universo nace y perece en una suce- seno de Dios. En la época contemporánea
sión ponsable de sus actos, ya que éstos serán re- especialmente caps. III y IV). — A. Blum,
Uno cíclica
de ellostiene muy antiguos
se encuentra en el precedentes.
hinduismo, Nietzsche ha formulado la doctrinaaldel eterno
suponer (o petidos un número infinito de veces. Heideg- Die Lehre von der ewigen Wiederkehr, 1951
retorno (die ewige Wiederkunft) ger (Was heisst Denken?, 1954, trad. esp.: (especialmente desde el punto de vista del
que influyó en este respecto sobre el budismo. imaginar) que en un mundo en donde los áto-
Kalpas, mos sean indestructibles y finitos, las infinitas ¿Qué significa pensar?, 1958) hace de la doc- problema moral). — Ch. Mugler, Deux
En este último se habla, en efecto de
es decir, de períodos que van desde el naci- trina nietzscheana uno de los elementos fun- thémes de la cosmologie grecque: devenir cy-
miento hasta la destrucción de un mundo. La combinaciones posibles
eternidad del tiempo de un
darán losnúmero
mismos en la
infinito damentales de la «destrucción de la metafí- dique et pluralité des mondes, 1953. — Joan
Kalpa es indeterminada, sica occidental». Esta doctrina está estrecha- Stambaugh, Nietzsche's• Thought of Eternal
duración de cada
pero se supone muy grande (posiblemente, de mundos entre los cuales estará compren'
dido un número infinito de momentos iguales, mente relacionada con la de la voluntad de Return, 1972. — J. Mittelstrass, «Die Prádi-
varios millones de años). El nacimiento del El hombre ha de vivir, por consiguiente, un poder; en rigor, son —«piensan»— lo mismo kation und die Wiederkehr des Gleiehen», en
mundo tiene lugar por condensación extrema; número infinito de vidas. Nietzsche llama a (Nietzsche, II, 1961, pág. 13). En todo caso, la Die Müglichkeit von Wissenschaft, 1974,
su final, por una conflagración. El número de esta doctrina «una profecía» y exige para Ile• idea de la «regresión» no es una idea «hera- págs. 145-157. — G. Abel, Nietzsche. Die
es infinito, de modo que el proceso cí- lacia chicana» en el sentido histórico-filosófico. Dynatnik des Willen zar Macht und die ewige
Kalpas gar a ella «libertarse de la moral». Un
clico es eterno. La doctrina del eterno retorno en Nietzsche en lo que toca a la doe- Algunos autores estiman que la doctrina Wiederkehr, 1984.— A. Moles, «Nietzsche's
classicus nietzscheana del eterno retorno sufre de las Eternal Recurrence as Riemannian Cosmo-
o sucesión cíclica de los mundos fue defen- trina de referencia es «El convalescente»,en
dida asimismo por muchos pensadores grie- Así habló Zaratuntaz mismas contradicciones con que choca toda logy», International Studies in Philosophy, 21
la tercera parte de doctrina que opere con la realidad a base del
gos; era común entre éstos considerar cada ci- «Pero el nudo de las causas, en el cual yo es. (1989), 21-35. — G. J. Stack, «Riemann's
do como un «Gran Año». Así, la teoría atri- toy entrelazado, retorna (él me creará de concepto de lo infinito. En su significación fí- Geometry and Bernal Recurrence as Cosmo-
buida a Heráclito, según la cual el mundo nuevo! Yo mismo formo parte de las causas sica excluye la posibilidad de sistemas cerra- logical Hypothesis: A Reply», ibid., págs. 37-
surge del fuego y vuelve al fuego según ciclos del eterno retorno). Vendré otra vez, con este (kis o relativamente cerrados dentro del Uni- 40.
(Diog. L., IV, sol, con esta tierra, con esta águila, con esta
verso, en su sentido metafísico excluye la
fijados y por toda la eternidad idea de la u reversibilidad del tiempo v la re-
9), es una forma de la doctrina del eterno re- a una vida nueva o a una vil ÉTICA. El término 'ética' deriva de
serpiente —no ducción de todas las realidades a un 'mismo significa 'costumbre' y, por ello, se ha
que significa
torno. Lo mismo ocurrió con muchos pitagó- mejor o a una vida semejante—: vendré NO
ricos y en particular con los estoicos, que to- namente de nuevo a esta misma e idéntica definido con frecuencia la ética como la doc-
iihf itikideratla
l como una descripción plausi- trina de las costumbres, sobre todo en las di-
maron en parte su cosmología de Heráclito. vida en lo más grande y también en lo tra‘ 1111.:,:li,:ilicparl itet petszed?isemniciao Flo
Los motivos filosóficos de esta doctrina son, pequeño, para enseñar de nuevo el retorno tk y no udneautneonruía recciones etnpiristas. La distinción aristotélica
entre otros, la necesidad de reconocer el mo- todas las cosas» (trad., Andrés Sánchez Pak entre las virtudes éticas. Stavorrrocod upe-
m 0 infinito de combinaciones de los mis- r1 raí, indica que el término 'ético' es tomado
vimiento y de limitado mediante una ley o, cual). Por la forma que dio Nietzsche 0 la tims elementos. la doctrina del eterno retorno
mejor dicho, una «medida». Las causas ernpí- doctrina al tratar de «
probarla» (éldell 01, asid,, telnritiuldd primitivamente sólo en un sentido «adjetivo»:
ricas que promovieron su adopción son pro- XII; cfr. «La voluntad de Poder» tont rIttportineos. om se trata de saber si una acción, una cualidad,
bablemente la observación del carácter cíclico Ea s )eol r caal gs• ou ndoes G
c s aóm
l oogw
o s, una «virtud» o un modo de ser son o no «éti-
1066), parece tratarse de una doctri
de muchos procesos naturales (por ejemplo, el
ÉTICA

11 43 lirio racional entre las pasiones y su satisfae-


11 42
todo entran en este capítulo las meditaciones ción.
El auge del neoplatonismo y la aparición
o. al respecto de Sócrates y de Platón. Muchos
autmes consideran a Sócrates como el funda- del cristianismo modificaron sustancialmente
ÉTICA de carácter moral predominantes en una s muchas de las anteriores ideas éticas. Por un
ciedad o en una fase histórica dadas. Con el una reflexión ética autónoma, aun re- dieron a edificar la
cos». Las virtudes éticas son para Aristóteles 1 nui Á e hubiera sido po- lado, los neop a
que van que encaminadas a la consecución de y
un findores
de solucionar conociendo que la mis ética al hilo de la teoría platónica de las ideas,
aquellas se desenvuelven en la práctica de la éticaeste
hanproblema, losestudio
limitado su historia-a sible sin el sistema de ideas morales dentro de
aun cuando es cierto que en algunos autores
aquellas ideas de carácter moral que tienen las cuales vivía el filósofo y especialmente sin
—como Plotino— la ética platónica se pre-
fin, en tanto que las:dianoéticas son las virtu- una base filosófica, es decir, que, en vez de las cuestiones suscitadas acerca de ellas por
des propiamente intelectuales. A las primeras senta mezclada con ideas morales aristotélicas
los sofistas. En efecto, al considerar el pro-
nadas en sus fundamentos; en otros términos, y en particular estoicas. Por otro lado, los
pertenecen
lización dellas virtudes
orden de laque sirven
vida para la rea-
del Estado —la darse simplemente por supuestas, son exami. i blema ético individual como el problema cen-
pensadores cristianos tuvieron, cuando menos
son filosóficamente justificadas. No importa l tral filosófico. Sócrates pareció centrar toda
en los comienzos, una doble actitud frente a la
justicia, la amistad, el valor, etc.— y tienen su ' reflexión filosófica en la ética. En un sentido
tiem- i,cnrhierOn
. lo ético en
bito, por
origen lo cual
directo enpueden llamarse yvirtudes
las costumbres de para
en el há- deel casomorales
ideas que la justificación de un
sea extra-moral (porsistema
ejem- ecido trabajó Platón en los primeros ética. En un sentido,
l idea del Bien lo religioso, y de ello nació una tendencia a
plo, que se base en una metafísica o en una • antes de examinar edificar el tipo de ética que luego se ha Ila-
hábito o tendencia. A las segundas, en carn- teología); lo decisivo es que haya una expli- (VÉASE) a la luz de la teoría de las ideas y, por
pos,
bio, pertenecen las virtudes fundamentales, cación racional de las ideas o de las normas consiguiente,
cirio, la éticaantes
a la de subordinar,En
metafísica. por así de-a mulo heterónoma o, más propiamente, teó-
cuanto
las que son como los principios de las éticas, adoptadas. Por este motivo los historiadores Aristóteles, no solamente fundó la ética como noma, es decir,
principios de la que fundamenta
moral. en Dios los
En otro sentido, en
las virtudes de la inteligencia o de la razón: de la ética suelen seguir los mismos procedí-
sabiduría, csotpia, y prudencia mpovrio-tq. En disciplina
te6 la mayorfilosófica,
parte desino
los que, además,
problemas queplan-
luego cambio, aprovecharon muchas delas lasplatónicas
ideas de
la la ética griega —principalmente
lo evolución
ético se haposterior del sentido
identificado del vocablo,
cada vez puestas
más con mientes por los historiadores
y adoptar de la filosofía.
las mismas divisiones pro-
ocuparon la atención de los filósofos morales: y estoicas—, de tal modo que partes de la
propiamente ética tales como la doctrina de las virtudes y
lo moral, y la la ciencia
ética que se aocupa
ha llegado de los Ello plantea para la historia de la ética el
significar relación entre las normas y los bienes; tela-
su clasificación se insertaron casi enteramente
de la filosofía,
objetos morales en todas sus formas, la filo- mismo problemaaque
saber, el de averiguar
se plantea si es
a la historiasi ción entre la ética individual y la social; cla-
dentro del cuerpo de la ética cristiana. Muy
sificación (precedida por la platónica) de las
Antes de describir los problemas funda- justo limitar tal historia a Occidente, y deso- corriente fue el adoptar ciertas normas éticas
no deberían también introducirse capítulos virtudes; examen de la relación entre la vida
sofía moral- de algunas escuelas (como la estoica), ne-
teórica y la vida práctica. etc. Después de
filósofo contemporáneo,
mentales nos ocuparemos
de la ética tal como se presentanbre-
al bre la ética filosófica de varios pueblos mien- gando sus fundamentos naturalistas y supri-
Aristóteles muchas escuelas filosóficas —ta-
India,especialmente
vemente de la historia de la ética y de las po- tales, en los que parecen
de loshaberse suscitado
de la China y la les los cínicos, cirenaicos y en parte estoi- -
cos— se ocuparon principalmente de !soldar miendo aquellas porciones (por ejemplo, la
cuestiones filosóficas análogas a las que han los fundamentos de la vida moral desde el justificación del suicidio) que eran incompati
bles con las ideas morales cristianas. Ahora
siciones capitales adoptadas a lo largo de ella. existido en Occidente y, por consiguiente,
Ante todo, cabe advertir que la historia de la punto
ocupó de vista
a los filosófico.
pensadores Especialmente
postaristotélicos la bien, a medida
ética como disciplina miento griegoque se fue
dentro del acogiendo
cristiano seelpusieron
pensa-
tada en el tiempo y enfilosófica estratado
el material más limi- e historiados
que problemas éticosfilosóficamente.
susceptibles de La
ser respuesta
descritos
de relieve ciertos fundamentos que resultaron
magna cuestión de la relación entre la exis-
la
dad.historia de las ideas
Esta última morales
historia de la humani-
comprende el estudio que damos a esta cuestión es la misma que 1 tencia
denciateórica y la práctica,
a establecer con frecuente
—si bien ten- ser
por considera- comunes
de todas las normas que han regulado la con- hemos mos como elaprincipal
ambos. Entre ellosequiparación
la clásica menciona-
fía dedado al tratar
la historia de el
la problema
filosofía yde de la
la filoso-
filoso-
fía oriental. En efecto, consideramos que aun cienes teóricas—Común
bre la primera. el primado de la última
a muchas so-de de lo bueno con lo verdadero que los filóso-
escuelas
ducta humana desde los tiempos prehistóricos cuando en otras comunidades distintas de la fos cristianos desarrollaron en su teoría de los
hasta nuestros días. Este estudio no es sólo fi- trascendentales (VÉASE). Para conseguir tal
occidental se hayan dado ideas morales, y aun la época fue —como ocurrió con los estoi-
losófico o histórico-fflosófico, sino también importantes «sistemas» de ideas morales, la cos— -
la éticaelen
intentar descubrirPor
la Naturaleza un este
fundamento
motivo, de
mu- comunidad de supuestos
aspectos hedonistas, fue necesario
naturalistas que los
y autonómi
social. Por este motivo, la historia de las ideas consideración de la ética como disciplina filo-
morales —o, si se prefiere eliminar el término 1 cos que caracterizaron a varias escuelas éticas
chas corrientes éticas de la época pueden ser
pos de ideas
'historia', morales— es
la descripción deasunto del que
los diversos se sófica «especial» ha surgido solamente «en su
gru- 1 griegas se pusieran completamente de lado.
alificadas de naturalistas, si bien teniendo a ue el hombre es
E ocupan disciplinas tales como la sociología y madurez» una historia
dentro
de la
del
ética
Occidente,
filosóficadecoincide
modo quecon naturalismo' (vÉ.AsE) En tanto que se c
presente que el término un ser peregrino que está en esta tierra con el-
una historia de la ética occidental. no debe entenderse en el mismo sentido que
la antropología. Ahora bien, la existencia de De hecho, esta historia comenzó solamente fin de prepararse para una vida futura ultrate ,
ha llegado a tener en la época moderna. Tam-
E ideas morales y de actitudes morales no irn- de un modo formal con Aristóteles, con cuyas- bién fue común a la mayor parte de tales es- rrena, era natural que la noción de felicidad
a , resencia de una particular las virtudes éticas he tan importante en muchos éticos griegos
dcii antes cuelas el manifestar los dos siguientes rasgos.
plica to a , la Así,potr ee rno o, p ide as sobrea Primero, el de considerar la ética como ética
(véase EUDEMONISNIO), fuera sustituida por
ta disciplin filosófica. les de di- mos iniciado este artículo.
a Sin embarg , otras nociones más adecuadas a la vida cris-
estudiarse las actitudes e ideas mora de Aristóteles se hallan ya precedentes para la de los bienes, es decir, el establecer una jerar-
versos pueblos primitivos. o de los pueblos tiana. Ahora bien. ello no significa que la
b tos o de los egipcios, constitución de la ética como disciplina filo., quía de bienes concretos hacia los cuales as- n ecesariamente
(ff esocráticos. por ejemplo pira el hombre y por los cuales se mide la mo- ética cristiana fuese siempre y
orientales, o de tos á ter una ética de índole ascética. Como en muchas
etcétera. sin que el material resultante e . ‘ sófica. Entre ralidad de sus actos, Segundo, el buscar la
fié pueden encontrarse reflexiones e otras cosas, en el terreno ético el cristianismo
forzosamente encuadrarse en la historia de la ético que no están ya ligadas a la aceptación tranquilidad de ánimo, que según algunos (los
(714 ética. En nuestra opinión, por consiguiente, ofrece variantes. Los bienes terrenales, espe-
de ciertas normas sociales vigentes —o a la estoicos) se halla en la impasibilidad, según
Ur. solamente hay historia de la ética dentro del cialmente en la medida en que fueron consi-
protesta contra tales normas—, sino que p:1. otros (los cínicos) en el desprecio a las con- derados como otorgados por Dios, no fueron
Ca marco de la historia de la filosofía. Aun así, la curan descubrir las razones por las cuales los venciones y según otros (los epicúreos) en el

ams."11
historia de la ética resulta a veces de una arri- hombres tienen que comportarse de una cierta,. placer moderado o, mejor dicho, en el equili-
má puco
se hace difícil con os citar a este respecto las r&s
plitud considera , Pero sola
cut frecuencia establecer una separación estricta
—objeto propio de manera.
el coniunto
entre los sistemas moralesde normas y actitudes flexiones éticas de Demóc
"
I 145 ÉTICA
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ÉTICA En lo que toca a la cuestión de la esencia, por excluirse todo relativismo, aunque, al
nismo, etc. Un cambio radical experimentó la hay dos concepciones antitéticas, que pueden mismo tiempo, se reconoce la imposibilidad
tampoco eliminados. De ahí la posibilidad de ética con la filosofía de Kant. Según hemos designarse con el nombre de ética formal y de fundar las normas efectivas de la ética en
adoptar poco a poco puntos de vista éticos expuesto en varios artículos (véase BUENA VO- ética material. Ninguna de ellas aparece, na- un imperativo vacío y abstracto. El hecho de
que durante algún tiempo habían sido consi- LUNTAD; CONCIENCIA MORAL; DEBER; IN- que semejante ética se funde en los valores
turalmente, en toda su pureza y puede decirse,
derados como específicamente griegos y TENCIÓN; KANT), Kant rechazó toda ética de por lo contrario, que toda doctrina ética es un demuestra ya el «objetivismo» que la guía,
punto menos que incompatibles con una vida los bienes (véase BIEN), y procuró en su lugar compuesto de formalismo y «materialismo», sobre todo si se tiene en cuenta que en la teo-
cristiana. Esto explica, entre otras cosas, la fundamentar una ética formal, autónoma los cuales se han mantenido como constantes ría de Scheler el valor moral se halla ausente
creciente introducción de las teorías éticas (véase AUTONOMÍA) y, en cierta medida, pene- a lo largo de toda la historia de las teorías y de la tabla de valores y, por lo tanto, consiste
aristotélicas en los filósofos escolásticos, al trada de rigorismo. La meditación de Kant al actitudes morales. Sin embargo, el predomi- justamente en la realización de un valor posi-
compás de la introducción de la filosofía ge- respecto influyó grandemente sobre muchas nio del elemento formal en la filosofía prác- tivo sin sacrificio de los valores superiores y
neral aristotélica que culminó en el siglo mil. teorías posteriores de la ética. Es cierto que en tica de Kant y del elemento material en casi de completo acuerdo con el carácter de cada
De hecho, en la última época de la escolástica el curso del siglo xix dominaron otras corrien- todos los demás tipos de ética ha llevado a personalidad.
clásica se llegó a la formulación de una teoría tes además de la kantiana y de la desarrollada contraponer el kantismo al resto de las doctri- En lo que se refiere al problema del origen,
ética que logró fundir la mayor parte de los por el idealismo alemán (especialmente por nas morales y a presentarlo como uno de los la discusión ha girado sobre todo en torno al
principios fundamentales éticos griegos con Fichte). Mencionamos entre ellas la prosecu- primeros intentos, relativamente logrado, para carácter autónomo o heterónomo de la moral.
ción de las corrientes adscritas a la filosofía Para los partidarios del primero, lo que se ha
las normas cristianas. establecer lo a priori en la moral. Para Kant,
La historia de la ética se complica a partir del sentido común (VÉASE). la tendencia a exa- en efecto, los principios éticos superiores, los realizado por una fuerza o coacción externa
del Renacimiento. Por un lado, resurgieron minar las cuestiones éticas desde el punto de imperativos, son absolutamente válidos a no es propiamente moral; para los que admi-
muchas tendencias éticas que, aunque no to- vista psicológico, el desarrollo del utilitarismo ten el segundo, no hay de hecho posibilidad
priori y tienen con respecto a la experiencia
talmente abandonadas, habían sido atenuadas (VÉASE), el intuicionismo inglés, el evolucio- moral la misma función que las categorías de acción moral sin esa fuerza extraña, que
considerablemente: es el caso del estoicismo. nismo ético, la tesis de la absoluta diferencia con respecto a la experiencia científica. El re- puede radicar en la sociedad o, como ocurre
eoestoicas se divulgaron 1 religión (VÉASE). El evolu- en la mayor parte de los casos, en Dios. A
Fuertes entre sultado de semejante inversión de las tesis
durante los siglos xv, xvi y xvu, alcanzando a cionismo ético en particular renovó d natura- morales conduce, por lo pronto, al trastorno ellas se han sobrepuesto asimismo tendencias
filósofos como Descartes y, sobre todo, Spi- de todas las teorías existentes con respecto al conciliadoras que ven la necesidad de la auto-
noza. Por otro lado, los nuevos problemas pre- lismo ético agregándole un aspecto dinámico
origen de los principios éticos: Dios, libertad nomía del acto moral, pero que niegan que
sentados al individuo y a la sociedad a partir queDe
elello
antiguo naturalismo
surgieron cambiosno había conocido.
revolucionarios en e inmortalidad no son ya, en efecto,clos fun- esta autonomía destruya el fundamento efec-
especialmente del siglo xvit, los cambios de damentos de la razón práctica, sino sus postu- tivo de las normas morales, pues el origen del
normas en las relaciones entre personas y en- lasocurrióconcepciones éticas que
con Nietzsche, terminaron,
con esfuerzos como
para in- lados. De ahí que el formalismo moral kan- acto puede distinguirse perfectamente de la
tre naciones, condujeron a reformulaciones ra- traducir una inversión completa en todas las liana exija, al propio tiempo, la autonomía cuestión del origen de la ley. En otros senti-
dicales de las teorías éticas. De ello surgieron tablas de valores. Consecuencia de ello fue la ética, el hecho de que la ley moral no sea dos, se han contrapuesto entre sí las tenden-
sistemas diversos que, aunque apoyándose en adopción de puntos de vista axiológicos, que ajena a la misma personalidad que la ejecuta. cias aprioristas y empiristas, voluntaristas e
nociones tradicionales, aspiraban a cambiar habían sido poco atendidos por los autores an- Opuestas a este formalismo se presentan to- intelectualistas, que se refieren más bien al
las bases de la reflexión ético-filosófica
Como ejemplo de ellos mencionamos las teo- tenores. Ahora bien, la fundamentación de la das las doctrinas éticas materiales de las cua- origen efectivo de los preceptos morales en el
ética en una explícita teoría de los valores les cabe distinguir, como ha hecho A. Müller, curso de la historia o en la evolución de la in-
rías éticas fundadas en el egoísmo
. . (Hobbes), —posición defendida por varias teorías éticas entre la ética de los bienes y la de los valores. dividualidad humana y que quedan con fre-
en el contemPor' eas— vino asimismo por otros
en el realismo político (maquia La de los bienes comprende todas las doctri- cuencia sintetizadas en una concepción pers-
sentimiento moral (Hutcheson y otros auto- lados. En efecto, corno reacción contra el for. nas que, fundadas en el hedonismo o conse- pectivista en la cual el voluntarismo y el inte-
res). Fundamental para la mayor parte de los malismo y rigorismo kantianos --interpreta. cución de la felicidad, comienzan por plan- lectualismo, el innatismo y el empirismo son
pensadores modernos fue la cuestión del ori- dos, por lo demás, demasiado al pie de la le- tearse un fin. Según este fin, la moral se llama concebidos como meros aspectos de la visión
gen de las ideas morales. Algunos las encon- tra— autores como Brentano intentaron edifi, utilitaria, perfeccionista, evolucionista, reli- de los objetos morales, de los valores absolu-
traron en ciertas facultades innatas del hom- car una ética que fuese al mismo tiempo ma• giosa, individual, social, etc. Su carácter co- tos y eternamente válidos, progresivamente
bre, ya sea de carácter intelectual o bien de ca- terial y rigurosa y no dependiese de un sistema mún es el hecho de que la bondad o maldad descubiertos en el curso de la historia. En
rácter emotivo; otros buscaron las bases de la de bienes o arbitrariamente seleccionado, a de todo acto dependa de la adecuación o ina- cuanto al problema de la finalidad, equivale
ética en una intuición especial, o en el sentido considerado como establecido por la sociedad, decuación con el fin propuesto, a diferencia en parte a la misma cuestión de la esencia de
común, o en la simpatía, o en la utilidad (indi- o estimado como conocido de un modo inme- del rigorismo kantiano donde las nociones de la ética y hace referencia a las posiciones eu-
-
vidual o social); otros llamaron la atención so- diato y evidente, o fundado en una heterono deber, intención, buena voluntad y moralidad demonistas, hedonistas, militaristas, etc., que
bre el papel que desempeña la sociedad en la mía. Desde entonces la ética ha entrado en una interna anulan todo posible eudemonismo en responden a la pregunta por la esencia, siem-
ión de los conceptos éticos, otros. fi- '----rnllit Y ello de tal pre que ésta sea definida de acuerdo con un
formac lar mducta moral. En una dirección parecida,
nalmente. insistieron en que el fundamentofase muy activa e su
modo que se hace difícil presentar un cuadro peri con distintos fundamentos, se halla la determinado bien.
timo de la ética sigue siendo la creencia reli- la ética contemporánea desde el punto de ética de los valores, la cual representa, por un Finalmente, en lo que respecta al problema
de
giosa o la dogmática religiosa. Las cuestiones vista de las diversas escuelas, y resulta mí' lado, una síntesis del formalismo y del mate- del lenguaje de la ética, se han presentado va-
de la libertad de la voluntad frente al determi- plausible dar una breve descripción de los pr°., rial smo, y, por otro, una conciliación entre el rias teorías. Las más importantes han sido ela-
nismo de la Naturaleza; de la relación entre la blemas fundamentales de la ética y de las pan emptrismo y el apriorismo moral. El mayor boradas por autores como C. K. Ogden e I. A.
ley moral y la ley de la Naturaleza, y otras cipales soluciones propuestas para soluciongi 8,,la catalizador de este tipo de ética, Max Richards, J. Dewey, A. J. Ayer, R. B. Perry,
análogas, predominaron durante los siglos xvii los. Examinaremos cuatro de estos probl Mingar, la ha definido, de hecho, como un Ch. L. Stevenson, R. M. Hare, etc., es decir,
y xvm. Se formaron así diversas corrientes éti- la esencia de la ética, su origen, su objeto grisma moral material, pues en él empieza por filósofos que se han ocupado de la signi-
cas que han recibido los nombres de natura- y el lenguaje ético.
lismo, egoísmo, asociacionismo, intuicio-
T. I n I 1/ r• • rl W.

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3-
ÉTICA
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ÉTICA
« no-teoría ética»- son, por lo común, «indi- gion, 1932 (trad. esp.: Las dos fuentes de la
enunciado 'A es bueno' sería analítico (véase vidualistas», posiblemente con excepción del moral y de la religión, 1946). - Bruno
ficación de las expresiones éticas, o que han BIEN). Definir 'bueno' mediante otro término utilitarismo, lo cual no quiere decir que no se Grundziige der Ethik, 1935. - Her-
analizado la naturaleza de las «reacciones» de supuestamente sinónimo es cometer la «fala- tengan en cuenta «los otros», «la sociedad», man Nohl, Die sittlichen Grunderfahrungen.
un sujeto ante los imperativos éticos. Una de cia naturalista» (VÉASE). La palabra 'bueno' etcétera; al fin y al cabo, algunos han insistido Eine Einfiihrung in die Ethik, 1939 (trad. esp.:
las doctrinas más difundidas ha sido la de J. no es, en este sentido, un predicado «natural». en que los juicios morales tienen por fin in- Introducción a la ética, 1953). - W. D.
al-
Dewey, al distinguir entre términos valorati- Una concepción que durante un tiempo fluir sobre otros, o prescribir alai (y esto no Ross, Foundations of Ethics, 1939 [Gi fiord
vos (como 'deseado') y términos descriptivos canzo gran boga es la que llevó a Ondea y Ri_ es prescribirse a sí mismo únicamente). Sin Lectores, 1935-1936] (trad. esp.: Fundamen-
(como 'deseable'). Los términos éticos perte- chards a distinguir entre lenguaje indicativo o embargo, ciertos autores expresan disconfor- tos de ética, 1972).- R. Le Senne, Traité de
neceo al segundo grupo. Ogden y Richards declarativo y lenguaje no indicativo y no de- midad ante consideraciones que parecen ser Morale générale, 1942. - Eduardo García
han distinguido entre lenguaje indicativo o clarativo; mediante este último se expresan primariamente, si no exclusivamente, «indivi- Máynez, Etica, 1944; 10.a ed., rey., 1964. -
científico, y lenguaje emotivo no científico; el actitudes y reacciones. Dewey distinguió en- duales», o «individualistas», y ponen de re- Paul Fláberlin, Ethik bu Grundriss, 1946. -
de la ética pertenece a la segunda serie. El Ila- tre términos valorati vos (como 'deseado') y lieve la función social de la ética. La llamada Leopold von Wiese. Ethik in der Schauweise
mado análisis emotivo en la ética ha sido de- términos descriptivos (como 'deseable'). va. «ética marxista», que por lo demás puede der Wissenschaften vom Afenschen :,,ad von
fendido por Ayer (y Carnap). Consiste en ha- nos positivistas lógicos pusieron de relieve adoptar numerosas formas, es un ejemplo de der Gesellschaft, 1947. - Stephen E. Tool-
cer de los juicios yalorativos (dentro de los que los enunciados en que figuran términos dicha disconformidad. Persisten en algunos min, Ata Examination of ¡he Place of Reason
'uicios metafísi- t autológicos ni verifica-
o son ni Ethics, 1950 (trad. esp.: El puesto de la ra-
cuales se halla, . casos dimensiones «evolucionistas» y «prag-
cos, esto es, no teóricos y no verificables bles y, por tanto, carecen propiamente de sig- matistas» en las teorías éticas, pero menos in- zón en la ética, 1964). - L. Garvin, A Mo-
Ch. L. Stevenson ha ela- nificación; en todo caso, no pueden forjarse dem Introduction ro Ethics, 1953. - A. C.
(véase IMPERATIVO). fluyentes de lo que fueron en las primeras dé-
borado estas distinciones, pero refinándolas criterios de significado para tales términos. Ewing, Ethies, 1953. - J. Leclercq, Les
considerablemente al mostrar que el hecho de Ayer popularizó la idea de que los juicios mo- cadas de este siglo. Por otro lado, persiste un grandes ligues de la philosophie mora le,
tipo de ética llamada «axiológica», desarro-
que los juicios éticos no sean indicativos, sino rales expresan sentimientos del que los for- llada por Scheler y más recientemente, aun- 1954. - P. H. Nowell-Smith, Ethics, 1954.
prescriptivos, no significa que tales juicios mula. Ch. L. Stevenson indicó que los juicios que en distinta dirección, por J. N. Findlay, - P. Foulquié, Morale, 1955. - A. Edel,
pertenezcan pura y simplemente a la «propa- morales revelan las actitudes de los que los y que consiste básicamente en poner de re- Ethical Judgmeni: the Use of Science in
ganda» (véase EmoTivisAto). Los análisis de formulan con el propósito, además, de influir lieve que los juicios morales son juicios de Ethics, 1955. - VV. Ehrlich, Ethik, 1956. -
Perry están dentro del marco de una ética nor- sobre las actitudes ajenas. R. NI. Fiare señaló valor, de modo que no puede desarrollarse José Luis L. Aranguren, Ética, 1958. - Kurt
mativa, la cual pretende ser a la vez una cien- que el lenguaje moral no es emotivo, ni tam- tina teoría ética independientemente sje una Baier, op. cit. b2fra. - Richard B. Brandt.
cia natural. En cuanto a Fiare, ha examinado poco indicativo o informativo, sino prescrip- teoría axiológica o teorías de los valores. Ethical Theory: The Problems of Normative
sobre todo los usos de los términos éticos y tivo. Obras sistemáticas, tratados e introduccio- and Critical.Ethics, 1959. - S. C. Pepper,
axiológicos, mostrando que, aun cuando todos En el vasto conjunto de la ética contempo- Ethics, 1960. - Jacques Maritain, La philo-
ellos están dentro de un lenguaje prescriptivo, ránea, las teorías propuestas corresponden nes: Henry Sidgwick, Methods of Ethics,
i in- 1874, eds. revisadas: 1877, 1884, 1890, 1901; sophie monde, 1960 (trad. esp.: Filosofía mo-
no pueden simplemente confundirse entre bastante aproximadamente a los tipos de filo-
al. por E. E. Constante Iones, 1962. - Th. ral. Examen histórico-crítico de los grandes
peratiyos y juicios de valor, y entre imperati- sofía, o «doctrina filosófica», elaborados. De sis(emas, 1962). - E. 11. Werkmeister, Theo-
vos singulares y universales, o entre juicios acuerdo con los estudios del lenguaje moral Green, Prolegomena to Ethics, 1883.- j. M.
ries of Ethics. A Study in Moral obligation,
citados últimamente se han desarrollado una (luyan, Esquisse d'une morale sans obliga-
de valor morales y no morales. Lo común en
flan ni sanction, 1885 (trad. esp.: Bosquejo de 1962.- William K. Frankena, Ethics, 1963;
todas estas investigaciones ha sido el hecho ética llamada «intuicionista» -que se atri- una moral sin obligación ni sanción, 1925 y 2.a ed., rey., 1973 (trad. esp.: Etic-a, 1965). -
de haberse reconocido que hay un lenguaje buye a Moore y que ha sido elaborada por Íd., íd., Perspecrives on Morality. Essays by
. lenguaje es de na- 944).- W. Wundt, Ethik, 1886 (trad. esp.:
q David Ross-, una ética llamada «emoti- K. F., 1976, ed. K. E. Goodpaster. - S. L.
propio de a
vista» -o «emotivismo» (yEAsE)- elabo- Ética, 1917). - Harald Hóffding, Ethik,
turaleza prescriptiva, que se expresa mediante 1887. - Th. Lipps, Die ethischen Grundfra- Hart, Edites: Me Quest for time Good Life,
mandatos o mediante juicios de valor y que rada principalmente por Stevenson y una ética 1963. - Hans Reiner, Die philosophische
no es posible, en general, un estudio de la llamada «prescriPtivista» -o «preseripti- gen, 1889 (trad. esp.: Los problemas funda-
mentales de la ética, 1926). - Friedrich Ethik. 1/are Frage!) uncí Lehren %II Geschichte
ética sin un previo estudio de su lenguaje. vismo»- principalmente elaborada por Fiare. und Gegenwart, 1964.- Haze! E. Bames, An
l'atusen, System der Ethik mit einem Umriss
El «lenguaje de la ética» ha sido objeto de Se han discutido de nuevo los méritos y fla- der Status- und Gesellschaftslehre, 1889; Existentialist Ethics, 1967. - R. W. Beards-
numerosas investigaciones, especialmente, quezas del utilitarismo (vÉAsE), refinándose 2.1 ed., 2 vols., 1894; 12.a ed., 1921. - Georg more, Moral Reasoning, 1969. - Roy Ed-
aunque no exclusivamente, por parte de filó- considerablemente las versiones clásicas de Simule], Ebileitung in die Moralwissenschaft, gley, Reason in Theory and Practice, 1969.
sofos de orientación analítica; algunas de es- esta doctrina. La llamada, más o menos justi- 1892. - J. S. Mackenzie, Manual of Ethics, - G. J. Warnock, The Object of Morality,
tas investigaciones han estado ligadas al desa- ficadamente. «ética existencialista» es, en 1900. - G. E. Moore, Principia L'hice), 1971. - Glen O. Allen, Cognitive and Colla-
rrollo de ciertos tipos de ética, unido a la for- muchos casos, una negación de que pueda ha- 1903. - Íd., íd.. Frhirs, 19: 7 (trad. esp.: rice Ethicv: Two Approaches ro Moral
mulación de reglas de índole inetaética. Co- ei ber una ética, en todo caso, no parece haber htica, 19291. - Hermann Cohen, Ethik des Pleon.. 1975. - Atan Donagan, The Theon
mún a dichas investigaciones es el estudio d posibilidad de formular normas morales «ob- of llora fi 1977. - Gilbert T'afinan. 77w
tipo de términos y . en general, del vocabula- jetivas» fundadas en Dios, la sociedad, la Na- ii [sature of An Introducam te) Ethicv,
rio usado en ética o, más precisamente. en el turaleza, un supuesto reino objetivo de val°. 1977. - D. FUN:lomo, Enipiricisni and
llamado «lenguaje moral». Una de las más res o normas, etc., de modo que el único «im- Monta Ethics, 1967. - A. J. Bahm, Ethics as a Be-
conocidas tesis es la de G. E. Moore, el cual perativo» ético posible parece ser el de que Frage?: der lahik, 1930. havioral Science. 1974. - A. J. Simmons,
pone de relieve que el término 'bueno' (y cada cual tiene que decidir por sí mismo, en .; 14 IIti<
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también 'malo', si bien Moore se preocupa vista de su propia, intransferible, situaOn eentrideB elar grseopi: 1979. - W. A. Frankena, Thittking about
poco del último) no es definible mediante I ue V8 :11
concreta, lo que va a at,c :44 4/41i.al
t.s" d e itaill.istv at' .7Y)' lel9la30m.o-ralHe Morality, 1980. - T. L. Beauchamp, Phi/o-
otros términos que puedan declararse sinóni- Todas estas formas de teoría ética -4
mos con él, ya que si tal ocurriera entonces el
ETOLOGÍA
149
1148
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J

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