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La herencia de un glorioso pasado: los mayas de

hoy
Al igual que la mayoría de los grupos étnicos de México, los mayas sufrieron las
imposiciones de la cultura occidental tras la hecatombe que significó la Conquista. Sin
embargo, algo identifica a este afamado grupo en particular: la capacidad de conservar
sus tradiciones a reserva del devenir de cinco siglos.

Actualmente, a pesar del proceso de mestizaje, los mayas mantienen vivas algunas
costumbres heredadas de sus ancestros, especialmente en los estados
de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Chiapas y Tabasco.

¿Cómo son los mayas de hoy?

Sociedad
En la actualidad, Mérida es la ciudad más importante del sureste de México. Es el punto de
partida de donde irradia la vida política y social producto de la influencia occidental en
esta región, y es el sitio en el que convergen los principales caminos y rutas de comercio.
Se podría decir que Mérida es una “isla cultural europeizante” rodeada de un “mar de
cultura maya” que constantemente la desgasta y la penetra, originando así una sociedad
mestiza que se jacta de serlo.
En el caso de Tabasco, las familias mayas son por lo general de tipo nuclear, aunque
existen algunas de tipo extenso. En este tema, en su dieta y en sus diversiones, se
guardan grandes parecidos a los mayas de Yucatán.

Economía
La economía de gran parte de las comunidades mayas en México se basa en la agricultura
(sobre todo en la producción y consumo del maíz originarios de la cosmogonía maya). En
menor medida, la citricultura, la ganadería y la cría de abejas y aves de corral son parte
de su sustento.
No obstante, esta situación varía de acuerdo a la región. Por ejemplo, en el caso de los
mayas de la zona central -en especial los de Tabasco-, el soporte económico está en la pesca y
en la elaboración de artesanías a base de palma, jícaras y barro, esta última compartida con
los mayas chiapanecos.
Algunos habitantes mayas de Tabasco y Campeche reciben ingresos por su participación
en actividades relacionadas con la extracción del petróleo.

Religión
En lo que se refiere a la religión católica, los mayas tabasqueños son menos afectos a ella
que los yucatecos. Los grupos que se profesan creyentes, la matizan con reminiscencias
prehispánicas, manteniendo así “las costumbres” ancestrales.}
En la llamada región central maya de Chiapas, además de los grupos del altiplano, los
lacandones poseen un estilo de vida más apegado a las antiguas tradiciones mayas, entre ellas
la veneración a las deidades.
El maíz es el principio fundamental de la cosmogonía maya y sobre el cual se finca la
visión del mundo. Por ello, en lugares como en el estado de Quintana Roo, aún se rinde
culto a dioses precolombinos como Chaac, dios de la lluvia, a quien ofrecen ceremonias
con el fin de atraer precipitaciones abundantes y, por consecuente, buenas cosechas.

Salud
Los mayas actuales acuden a curanderos (chamanes, yerbateros, médicos
diagnosticadores, masajistas o hueseros) para curar enfermedades de “origen natural” o
provocadas por factores externos como envidias, hechizos o seres sobrenaturales.
También existe el “gran maestro” que aconseja en caso de conflictos personales, o
la comadrona, para asistir a las mujeres durante el parto.

Usos y costumbres
Uno de los elementos más arraigados entre las actuales comunidades mayas es la
vivienda. En su visión, el hogar hermana a los pueblos de la raza maya. Sus
construcciones son de base ovalada elaboradas en madera, piedra y palma de huano.
El interior está dividido con cortinillas de tela; las hamacas sirven para dormir y en el día
se cuelgan en la pared. La cocina, en la parte trasera, cuenta con el fogón, la banqueta
(mesita circular) y el banquillo.
En este espacio no puede faltar el comal, una pieza redonda de lámina o de barro para
cocer las tortillas de masa de maíz. Las paredes están hechas con varas de madera de
bajarete recubiertas con embarro (mezcla hecha a base de tierra roja, zacate y agua).
Las casas típicas mayas se techan a dos aguas con hojas de palma de huano, carecen de
ventanas y tienen una puerta delantera y otra trasera. Además, son térmicas, lo que
significa que en tiempos de canícula son frescas y en los de frío, tibias.
De la higiene destaca que la gente es pulcra y acostumbra el baño una o dos veces al día,
pues debido a la ubicación geográfica del sureste de México, el calor es muy elevado casi
todo el año.

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