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Lectura Guerra de Corea-ESMIC
Lectura Guerra de Corea-ESMIC
6.1. ANTECEDENTES
En 1949 triunfó en China la revolución comunista conducida por Mao Tse Tung,
siendo derrotados los nacionalistas bajo la dirección del General Chan Kai Chek,
quienes fueron expulsados a la isla de Formosa (hoy Taiwán). Mediante este triunfo
del comunismo mundial, la Unión Soviética obtiene un aliado poderoso para la
dominación del mundo; pero, los chinos con su sentido ancestral de cultura más
antigua del planeta, no aceptan fácilmente las directrices soviéticas,
constituyéndose de esta manera en una potencia independiente para manejar de
acuerdo con sus intereses el imperialismo ideológico mundial y el cambio de
estructuras en el orden interno. Sin embargo, China siempre estuvo dispuesta a
recibir todos los apoyos que la Unión Soviética le pudiera suministrar, incluyendo
los que posteriormente se van a canalizar, a través de ella, para fortalecer la
capacidad militar de Corea del Norte.
Mientras que Corea del Norte se preparaba como una potencia militar, Corea del
Sur se reorganizó como una república democrática presidida por el señor Sygman
Rhee, quien no empleó los pocos recursos para crear un aplastante aparato militar,
sino que mediante el apoyo y la asesoría de los americanos, fue desarrollando su
capacidad y mejoramiento económico. La península de Corea tiene
aproximadamente 1000 kms de largo por 220 de ancho, con un terreno quebrado y
temperaturas extremas. Divididas las dos Coreas por el paralelo 38º de latitud norte,
muy pronto se sintió la presión del expansionismo comunista para ocupar también
a Corea del sur.
Ante el llamado del Secretario General de las Naciones Unidas para defender la
independencia de Corea del Sur, acuden los siguientes países: Estados Unidos de
América con el VIII ejército, la VII flota naval y flotas aéreas de apoyo táctico y
estratégico; Gran Bretaña, con tres cruceros, tres fragatas y dos destructores;
Australia, Nueva Zelanda y Canadá, cada país con una Brigada de infantería;
Francia con un Batallón de infantería; Turquía, una Brigada; Tailandia, un
Regimiento y algunos buques; Filipinas, con 5000 hombres de infantería; Bélgica,
Etiopía y Holanda, con un Batallón cada país; África del sur, con una escuadrilla de
aviones caza; Grecia, un Batallón y algunos aviones; Suecia, Noruega, Dinamarca,
Italia y Luxemburgo, con hospitales de campaña; la India, con equipo quirúrgico.
Tan pronto se hizo el pedido de ayuda militar por parte del Secretario General de la
ONU, Colombia ofreció una unidad naval para que se integrara a las fuerzas aliadas
y semanas más tarde se acordó la cooperación con un batallón de infantería.
Aceptado el apoyo de Colombia, la fragata Almirante Padilla zarpó de Cartagena
bajo el mando del Capitán de Corbeta JULIO CÉSAR REYES CANAL, con el fin de
adelantar reparaciones y adecuación de equipo en San Diego, California, para la
misión que debía cumplir, así como el entrenamiento de la tripulación. Por Decreto
3927 de diciembre de 1950 se organizó el Batallón Nº 1 Colombia, bajo el mando
del Teniente Coronel JAIME POLANÍA PUYO, de acuerdo a las TOE del ejército
norteamericano. La fragata quedó integrada a la VII flota naval (USA) y el Batallón
estuvo en Corea a fines de mayo de 1951.
Tanto el VIII Ejército norteamericano como los demás contingentes que participaron
de otros países, fueron concentrados en el área general del Puerto de Pusán para
un reentrenamiento intensivo y poder atender con eficacia la agresión iniciada por
Corea del norte con el apoyo de China. Corea del sur disponía de un pequeño
ejército, sin tanques, sin aviones y sin elemento naval; por esta razón, es el VIII
Ejército americano, con sede en Japón, a quien le corresponde llevar el mayor
esfuerzo en la defensa inicial de Corea del sur; lamentablemente, el Ejército de los
Estados Unidos había descuidado su entrenamiento y por tal razón tenía bastante
bajo su espíritu de combate. Para contrarrestar estas deficiencias iniciales se
nombró como Comandante Supremo de las tropas de la ONU a uno de los jefes
más experimentados en combate, el General DOUGLAS MAC ARTHUR, quien
como en los demás compromisos anteriores, dispuso en forma inmediata la
reorganización y el reentrenamiento intensivo de todas las tropas bajo su mando.
Al iniciar el conflicto, Corea del sur solamente disponía de 60.000 hombres para su
defensa, los cuales fueron reforzados con 50.000 efectivos pertenecientes al VIII
Ejército norteamericano. En esta situación, Corea del norte con 100.000 soldados y
el refuerzo de 40.000 efectivos del ejército chino, con el apoyo de muchos tanques
y artillería, dio comienzo a la invasión de Corea del sur el 25 de junio de 1950 a las
05:00 horas. A partir de enero de 1951, los efectivos de ambos bandos se fueron
incrementando hasta llegar a 1`000.000 de hombres por parte de China y Corea del
norte y a 850.000 hombres por parte de Corea del sur y las demás tropas de las
Naciones Unidas.
II
I I I
ARMAS
COMANDO FUSILEROS PESADAS
… …
MORTEROS
81 mm
… … … …
ARMAS CAÑONES
FUSILEROS APOYO S/ R 75
… …
AMETRALLADORAS
INTELIGENCIA PESADAS
Y C/I
. . …
… FUSILEROS
AMETRALLADORAS MORTEROS
LIVIANA .30``
60 mm
SERVICIOS
… Convenciones:
BATALLÓN II
FUSILES
… S/ R 75 COMPAÑÍA I
PELOTÓN …
SERVICIO SECCIÓN ..
S ESCUADRA .
.. .. .. ..
TRANSPORTES ABASTECIMIENT. PERSONAL SANIDAD
El 25 de junio de 1950 a las 05:00 horas, fuerzas de Corea del norte con el apoyo
del ejército chino cruzan el paralelo 38º, mediante una acción ofensiva en todo el
frente, logrando penetraciones rápidas y sucesivas sobre el territorio de Corea del
sur. El 27 de junio, se reúne el Consejo de Seguridad de la ONU y por una votación
de nueve contra uno se dictó una resolución mediante la cual se exigía a Corea del
norte regresar al paralelo 38º; pero este país no obedeció lo dispuesto en la
resolución y por tal motivo el Consejo de Seguridad convocó a sus integrantes para
una asistencia militar con el fin de defender la independencia de Corea del Sur. Los
ejércitos de Corea del norte arrollaron las defensas de los primeros contingentes de
las Naciones Unidas durante los meses de julio y agosto, ocupando su capital Seúl,
así como las ciudades de Wonju y Taejón hasta el puerto de Pohang en la costa
oriental de la península.
La retirada de unos 200 kms fue uno de los episodios más vergonzosos que haya
padecido el VIII Ejército norteamericano y las tropas de Corea del sur. El equipo y
el material de guerra con el cual estaban dotados, era obsoleto; los soldados
quedaban sorprendidos cuando sus granadas antitanques rebotaban sin hacer
mucho daño en los blindajes de los carros de combate soviéticos; las carabinas M1
de los cuadros de mando se trababan fácilmente o se les saltaba el guarda manos.
El material anterior fue renovado rápidamente, mejorando de esta manera la
capacidad de combate de las tropas aliadas. Esta ocupación habría sido un desastre
para la ONU si no hubiera estado en el mando uno de los más diestros comandantes
de todos los tiempos, el General DOUGLAS MAC ARTHUR, quien sin desesperarse
ante la situación crítica transitoria, se propuso corregir en forma inmediata las fallas
encontradas en el equipo, en el entrenamiento y en la forma de conducir las tropas
en el campo táctico por el General WALKER, comandante del VIII Ejército.
Una parte del VIII Ejército norteamericano llevó a cabo inicialmente junto con las
tropas surcoreanas una defensa de área que fue rebasada por las penetraciones de
Corea del norte, en atención a la enorme capacidad de refuerzos con que contaban
los comunistas. Más adelante se emplea la defensa móvil, cediendo espacio por
tiempo, mientras una gran parte de los soldados norteamericanos y tropas de la
ONU eran re-entrenadas en el área organizada por el VIII Ejército para tal fin. El 15
de septiembre, la invasión ya había ocupado casi toda la península, quedando
solamente un pequeño cuadrado de 60 kms de lado en el perímetro de Pusán, en
donde definitivamente fueron detenidas las tropas chinas y norcoreanas, gracias a
la enorme superioridad de fuegos de la artillería y de los aviones de combate de las
tropas de la ONU. El Estado Mayor y el propio General MAC ARTHUR con una
visión muy clara sobre el desarrollo de las acciones, consideraron que las líneas de
comunicaciones se habían alargado para el enemigo y se dificultaba el flujo de
abastecimientos; por tal razón decidieron que era el momento oportuno para lanzar
contra ataques contundentes en el frente así como envolvimientos por ambos
flancos sobre la profundidad enemiga.
Cuando parecía que las tropas de la ONU iban a ser expulsadas en forma total de
la Península, el genio militar de MAC ARTHUR lleva a cabo una operación anfibia
de alto riesgo, el desembarco en Inchón, el 15 de septiembre de 1950. Esta
operación había sido calculada para ocho días, pero solamente en tres se terminó
el desembarco y se ocupó el puerto, prolongando su desarrollo hasta la captura de
Seúl, capital de Corea del sur. Mediante este ataque flanqueante sobre la
retaguardia del enemigo, se pone en evidencia la enorme capacidad aérea y naval
de las fuerzas de la ONU, colocando en dificultades a las tropas norcoreanas que
habían penetrado en Corea del sur. Más adelante, empleando el X Cuerpo de
Ejército americano, se lleva a cabo una segunda operación anfibia muy importante,
conocida como el desembarco en Wonsan sobre la costa oriental de Corea del
norte, amenazando con ello las líneas de comunicaciones por medio de las cuales
fluían los abastecimientos para las tropas de ocupación.
A pesar de los cambios que se introducen en la táctica por parte de las tropas de
las Naciones Unidas, las enormes masas del ELP logran romper por segunda vez
las defensas del paralelo 38º y penetrar 120 kms en un territorio ya devastado de
Corea del sur; finalmente las tropas chinas y norcoreanas son detenidas el 1 de
febrero de 1951 en la línea defensiva constituida al sur de Seúl y Wonju.
Una vez detenidas las tropas invasoras, el General MAC ARTHUR y su Estado
Mayor consideran que se debe lanzar la segunda gran contra ofensiva de la ONU,
empleando para ello la enorme capacidad de fuegos desde la artillería de los buques
de la VII Flota y unidades navales de otros países, de los tanques y de la artillería
de campaña, así como la versatilidad y precisión de los primeros aviones de
combate a propulsión F-80 y F-86-F. Una vez más, el General MAC ARTHUR, con
su visión amplia y clara de lo que estaba ocurriendo en el teatro de operaciones,
percibió y aprovechó una de las debilidades más protuberantes del ejército chino,
consistente en las limitaciones logísticas para satisfacer todas las necesidades del
combate, en la medida en que se alargaban las líneas de comunicaciones; por ello,
cada una de las decisiones del Comandante Supremo aliado, surtieron los efectos
esperados para continuar construyendo la victoria y expulsar por segunda vez a los
chinos y norcoreanos del territorio de Corea del sur. El ejército chino recibe un
castigo formidable en la trampa que se le había tendido sobre el valle del Naktong
en lo que se denominó la operación “Killer” (Matador); este éxito fue explotado en
forma inmediata con una ofensiva general llamada la operación “Ripper”
(desarticulante) que llevó al Ejército aliado por segunda vez al norte del paralelo 38º
hasta afianzarse en una cadena sinuosa de alturas, denominada la línea “Kansas”,
la cual, se encontraba en su mayor parte sobre territorio de Corea del norte.
Las partes en conflicto, acuerdan como resultado de esta contundente contra
ofensiva de la ONU, nombrar comisiones para que se lleven a cabo conversaciones
de paz en la pequeña población de Panmunjom, con el fin de llegar a un armisticio
que pusiera fin a las hostilidades. Sin embargo, la guerra continuó como forma de
presión para imponer los respectivos puntos de vista políticos y militares.
Las tácticas dilatorias desplegadas por las tropas chinas y norcoreanas, movieron
al Comando de las Naciones Unidas a lanzar ataques disuasivos contundentes en
la parte central del frente de combate, con el fin de presionar el progreso de las
conversaciones en la localidad de Panmunjom, cuyas comisiones venían
sesionando con la reticencia y las exigencias desmedidas de los representantes
comunistas.
En el centro del frente de combate se encontraban las alturas T-Bone, Pork Chop y
Old Baldy, los tres puntos más críticos que las tropas chinas querían conquistar. El
frente del Batallón era sobre extendido en el centro de una saliente de la línea
principal del combate, dentro del sector Togun-ni-Sonbyok. Old Baldy, así bautizada
por las tropas norteamericanas en razón a su parecido con la cabeza de un anciano
que ha perdido su cabello; era una elevación calcinada por los fuegos del combate
donde había caído mucha sangre en diversas acciones de guerra y en este
momento se mantenía bajo el control del Batallón Colombia, mediante el empleo de
posiciones defensivas ocupadas por la Compañía “B” al mando del Capitán IRNER
PEREA. La Compañía “A” de la unidad táctica, bajo el mando del Capitán
AUGUSTO BAHAMÓN AMATT se encontraba sobre las posiciones que defendían
a Pork Chop, cuya responsabilidad correspondía al 3er batallón norteamericano. La
Compañía “C” a órdenes del Capitán HERNANDO ACEVEDO, se estaba
preparando para relevar a la Compañía “B”.
“A las 21:15 horas del día 23 de marzo, mientras se efectuaba el “relevo en posición”
de la Compañía “B” por la Compañía “C”, un regimiento chino inició un fuerte ataque
en el punto de enlace con el 3er Batallón norteamericano, viéndose comprometida
la posición de Pork Chop. El Comando del Regimiento comprometió la reserva
táctica, compuesta por una compañía del 1er Batallón, ayudando de esta manera a
restablecer la línea de posiciones de Pork Chop, en la cual, estaba combatiendo la
Compañía “A” de nuestro Batallón. Acto seguido, otro regimiento chino que había
avanzado a cubierto y mimetizado por la oscuridad frente a Old Baldy, se ubicó en
posiciones de asalto mientras que los fuegos de artillería castigaban la altura y
cortaban la zanja de comunicación que unía al Viejo calvo con la posición principal
del regimiento; esta situación interfirió el relevo de las dos unidades fundamentales.
A las 21:36 horas se desencadenó el asalto chino en tres direcciones sobre Old
Baldy.”
“Hacia la media noche, la posición de Old Baldy se consideró perdida por el mando
regimental; sin embargo, se registraron acciones aisladas hasta las 07:50 horas del
día 24, mientras caía una tempestad de fuego sobre las posiciones presuntamente
ya tomadas por los chinos, a cargo de la artillería divisionaria y regimental así como
de las armas de apoyo del Batallón; de la misma manera, al amanecer se hicieron
presentes las escuadrillas de apoyo aero-táctico, castigando con sus fuegos la
posición tomada por los chinos, la cual fue integrada a lo que se llamaba “la tierra
de nadie”. Hasta los últimos hombres del Batallón comprometidos en esta acción
combatieron con fiereza sin permitir que se penetrara más allá de la línea principal.
Haciendo un esfuerzo por encima de sus capacidades, la posición se empezó a
recuperar a partir del mismo día 24, con el apoyo de las tropas de las unidades
superiores.”
La defensa de Old Baldy fue la acción de combate más cruenta que tuvo el Batallón
en toda la guerra. Nuestros hombres lucharon como un todo, con la misma angustia,
el mismo valor y el mismo espíritu de sacrificio. La unidad sufrió 33 muertos, 97
heridos y 92 desaparecidos, entre ellos el Subteniente ALEJANDRO BERNAL
BAQUERO; de los desaparecidos, 27 habían sido tomados como prisioneros, tal
como se verificó mediante el canje efectuado después del armisticio.
Desde junio de 1950 hasta julio de 1951 hubo dos grandes ofensivas por parte de
los chinos y los norcoreanos con el propósito de invadir a Corea del sur. De la misma
manera, la respuesta de las tropas de las Naciones Unidas fue contundente en las
correspondientes contraofensivas, demostrando con ello su superioridad técnica,
táctica, logística y estratégica. En esta primera parte de la guerra, solamente se van
a producir 300.000 bajas. El General MAC ARTHUR con su gran visión estratégica,
pudo captar las debilidades del bloque atacante; por tal razón, propuso al gobierno
de los Estados Unidos golpear a los chinos en su propio corazón industrial, para
ocupar parte de su territorio a fin de que no siguiera apoyando los intereses de
Corea del norte.
Sintetizar las cuatro partes básicas del marco teórico de la lección de historia militar
(antecedentes, arte militar, desarrollo de las acciones y resultados generales y
consecuencias militares).