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Reporte de lectura

Nombre del texto: Introducción

Autor: Eduardo Weiss

Año: 2003

Referencia en APA: Weiss, E. (2003). Introducción. En Weiss, E (Coord.) El Campo De La


Investigación Educativa, 1993-2001, pp. 35 – 45, Consejo Mexicano de Investigación
Educativa.

Síntesis

Este escrito arroja mucha luz sobre cómo se encontraba el estado del campo de la
investigación educativa de los años 1993 al 2001; cómo se fue desarrollando, estructurando; y
los temas en los que se debía poner mucha atención en el futuro. A continuación sintetizaré las
ideas que consideré relevantes para contextualizarme sobre este campo.

En primer lugar, el autor expone que un campo de estudios y de investigación surge en contra
de la educación como disciplina pues tiene como característica la multidisciplinariedad y la
realización de estudios más allá de la ciencia como intervenciones, diagnósticos y
evaluaciones. En adición, en el campo la perspectiva sociocultural e histórica de cada lugar es
sumamente importante permitiendo el desarrollo de reglas y objetivos relacionados con el
campo de investigación.

Posteriormente describe algunos antecedentes que llevaron a la consolidación del campo de la


investigación educativa como son los congresos nacionales, el establecimiento del Consejo
Mexicano de Investigación Educativa, el Sistema Nacional de Investigadores que ha potenciado
la realización de estados del conocimiento, programas de estudio de posgrado y la
conformación de comunidades de investigadores con líneas a fines. Asimismo, el papel de las
instituciones en el desarrollo del campo, pues independientemente del número de instituciones
existentes y su heterogeneidad, son fundamentales las condiciones en las que operan.

Otra aportación relevante es la caracterización de la producción de investigación en donde se


observan los artículos de revistas, capítulos de libros, libros, cuadernos y capítulos de
cuadernos, ponencias, tesis y otras publicaciones en revistas que están distribuidos por temas
como diagnósticos, panoramas y estados de conocimiento, reflexiones sobre la investigación
educativa, investigadores educativos, instituciones y condiciones institucionales, comunidades
académicas, uso e impactos de la investigación educativa en la toma de decisiones y políticas
de apoyo y financiamiento. Adicionalmente, también se clasifican los trabajos en
investigaciones empíricas y/o análisis documental, investigaciones empíricas y/o documentales
de menos alcance, ensayos que aportan al conocimiento, ensayos con aportes menores y otros
como editoriales, reseñas y demás. Esta información permite una revisión rápida de los tipos y
temas que se pueden consultar para realizar un estado del arte de este campo de
investigación.

Nombre del texto: Un Punto de Comparación: El Estado de Conocimiento en 1993.

Autores: Eduardo Weiss y Martiniano Arredondo

Año: 2003

Referencia en APA: Weiss, E. y Arredondo, M. (2003) Un Punto de Comparación: El Estado de


Conocimiento en 1993. En Weiss, E. (Coord.) El Campo de la Investigación Educativa 1993-
2001, pp. 47-56, Consejo Mexicano de Investigación Educativa.

En este texto, los autores hacen una revisión y comparación de los estados de conocimiento
previos a 1993 que permiten tener una visión sobre las líneas de investigación y características
del campo de la investigación educativa. Este examen posibilita tener una idea general de los
avances que había en aquellos años para compararlos con los que hay actualmente y poder
estimar cuánto se ha avanzado en el campo.

Los autores señalan que en los estudios sobre la investigación educativa en la década de
1982-1992 se catalogan los tipos de institución señalando algunas características de sus
proyectos de investigación y las condiciones de realización de esta actividad; el número de
investigadores educativos poniendo énfasis en la formación de investigadores; además del
análisis de las características de las publicaciones de los investigadores que pertenecen al
Sistema Nacional de Investigadores; así como de las revistas educativas nacionales de aquella
época.
Del segundo estado de conocimiento revisado se derivan ejes transversales de la investigación
educativa como el estado de arte, las condiciones institucionales, las políticas de
financiamiento y coordinación profesional, la comunicación e impacto de la investigación
educativa y la formación de investigadores.

Sin embargo, es importante hacer notar que a pesar del avance logrado en esta década aún no
se podía hablar de investigación nacional, concentrándose en el, entonces, Distrito Federal.
Considero relevante la tipología que presenta Maggi (1997) de instituciones donde las clasifica
por; aquéllas donde la investigación es parte orgánica y prioritaria de las funciones
institucionales, con investigadores de tiempo completo; instituciones donde la investigación
compite con las acciones de docencia y servicio, con académicos que cuentan con algunas
horas de nombramiento para desarrollar investigación y con apoyos específicos para ello;
instituciones donde la iniciativa personal de los académicos es el motor principal de la
investigación, generalmente sin contar con infraestructura, apoyos específicos y formación
especializada (aquí ubica a las normales); y las unidades ubicadas en organismos federales y
estatales de la educación pública y de la cultura. Considero que esta tipología continúa vigente
hasta el día de hoy, incluso en lo que refiere a la situación de las normales.

Otros datos relevantes del capítulo es que de la diversidad de productos que generan los
investigadores, no todos son derivados de la investigación; que la aparición del SIN fomentó la
publicación de obras; que la calidad y el impacto de los productos que comunican la
investigación educativa son muy variables; que hubo pérdida de interés en temas que en otras
décadas fueron importantes; que solo un campo se consideraba maduro (Enseñanza y
aprendizaje de las matemáticas) y en consolidación (Currículum e Historiografía de la
educación), mientras que los demás tenían status de investigación reciente o en construcción;
que se rompió hubo una ruptura con el uso de marcos teóricos y el uso creciente de referencias
teóricas específicas de los temas, así como una mayor integración entre conceptos teóricos y
datos empíricos; además que la coordinación profesional de los investigadores es un tema
trasversal.

Nombre del texto: Capítulo 2: Diagnósticos, Panoramas Y Estados De Conocimiento

Autor: Eduardo Weiss


Año: 2003

Referencia en APA: Weiss, E. (2003). Diagnósticos, Panoramas y Estados de Conocimiento.


En Weiss, E. (Coord.) El Campo de la Investigación Educativa, 1993-2001, pp. 57-79, Consejo
Mexicano de Investigación Educativa.

En este texto, el autor hace una revisión de los diagnósticos y estados de conocimiento que
había en la década de los años de 1993 a 2001 (retomando la clasificación de producciones
expuestas en la introducción). Su lectura posibilita una mirada panorámica de las
publicaciones, avances y hallazgos en esta área del campo de la investigación educativa.

Previo a estos años la investigación educativa en México atravesó un importante periodo de


institucionalización que le permitió convertirse en una práctica profesionalizada y
profesionalizante, con reconocimiento y estatus dentro de la comunidad académica, además de
ser un referente en la toma de decisiones para la educación pública nacional y abrir un
mercado de trabajo para académicos. Díaz Barriga observó en la formación de profesores la
modernización y expansión de la educación; el estancamiento que mostraba la producción de
conocimientos en educación que llevó a la creación de centros de formación de profesores
como responsables de establecer.

En lo referente a los retos nacionales, se señala que prevalece la heterogeneidad de la


investigación, así como que se ha superado la falta de rigor en el campo caracterizando los
modelos de investigación educativa como investigaciones de carácter teórico; investigaciones
de corte sociohistórico político que buscan develar un conjunto de dinámicas sociales en las
que se mueve la educación; e investigaciones de corte cualitativo sobre procesos micro
educativos que proceden de múltiples influencias. Además, se apunta que el campo es joven
pues quienes están inmersos en la investigación son recién egresados.

Otra aportación que me pareció de suma importancia es el análisis del desarrollo de la línea de
investigación etnográfica, pues a pesar de que el autor la señala como un enfoque que se puso
de moda en la década que ha revisado, sigue siendo muy utilizado en las investigaciones
actuales. Su base es la antropología y la sociología. Se señala que no hay una sola
caracterización de la investigación etnográfica, pues se encuentran tanto productos descriptivos
y anecdóticos, de corte empirista como trabajos serios. Se enfatiza tres temas comunes en la
investigación etnográfica: la “construcción social” de la escolaridad y de los proceso escolares;
“la enseñanza como trabajo”; y “el conocimiento en la interacción social” entrando a los campos
de la cultura, “literacy” y cognición, a los estudios comparativos sobre la cultura de la escuela y
su historia social, así como al análisis del discurso en ámbitos extraescolares.

Se señalan 5 rasgos de la investigación etnográfica realizada en América Latina; se tiene clara


la importancia de hacer estudios en casos no de casos; una reflexión sobre la presencia del
Estado como el mayor gestor de la educación pública; se considera a los maestros como
“sujetos activos en la realidad escolar”; los estudios sobre la “cotidianeidad” escolar han
fomentado la conciencia de las semejanzas en la región, y la “subjetividad” no se puede
disociar de la vida cotidiana; la perspectiva de la desigualdad social y educativa destaca en la
investigación etnográfica pero no privilegian el estudio de las “minorías” sino de las “mayorías”
excluidas. Además de nuevos rumbos como la importancia de enfocar otros actores;
profundizar en los estudios de la práctica docente en los procesos de aula; enfocar mejor la
dimensión cultural de los fenómenos educativos y reconocer mejor la multiculturalidad que
existe; la globalización a escala cotidiana; un mayor trabajo comparativo al estilo etnológico.

En este capítulo también se revisan diagnósticos estatales distinguiendo como temáticas la


docencia, la vinculación y la administración. Además, se observó que en dos de los tres
estados del noroeste pacífico había un notable avance de la investigación educativa.

Se observa que los diagnósticos orientan al diseño de políticas pública y académicas como
establecer procedimientos de financiamiento y evaluación de proyectos que garanticen
oportunidades equitativas y transparentes para la asignación de fondos; apoyar la investigación
interdisciplinaria; promover la formación de redes y equipos de trabajo en los niveles local,
nacional e internacional; promover que los datos y resultados de investigación cumplan con
estándares de calidad científica satisfactorios; e incluir incentivos en los fondos de investigación
para la diseminación pública de datos y resultados. Adicional a ello, señala que en la agenda
de aquellos años se encontraba actualizar las líneas de investigación; modificar los
planteamientos curriculares; apoyar los procesos de investigación a través de las nuevas
tecnologías de la información; definir formas específicas de evaluación para los proyectos de
investigación del área y dar criterios para su financiamiento; y elaborar un nuevo compromiso
ético con la sociedad.

Citas textuales
“Piña (1997:54) considera que la formación del investigador es un proceso que no termina con
un seminario, implica la incorporación de saberes teóricos y metodológicos durante un tiempo
prolongado, “el compromiso de su maestro con su discípulo, de manera similar a como un
aprendiz incorpora un oficio” (Weiss, 2003, p.68).

“[los] recursos intelectuales representan, hoy en día, insumos críticos para la producción de
riqueza en la medida en que se convierten en tecnología, organización, inteligencia,
productividad y consumo racional [...]Las nociones de “economía basada en el conocimiento”,
“sociedad del conocimiento” y “sociedad del aprendizaje” describen un modelo ideal de
producción y cultura en el que el conocimiento se constituye en fuerza motriz del crecimiento
económico y la cohesión social. Sin embargo, aun en el mundo desarrollado, esta
transformación no escapa a tensiones y resistencias [...] [entre otras] la confrontación entre la
lógica de la producción de conocimientos en los centros académicos vs. su apropiación y uso
en las empresas; la presión sobre las universidades en torno a sus ofertas curriculares y
agendas de investigación; las tendencias a la privatización de las instituciones de enseñanza
superior cuando son vistas en primer lugar como proveedoras de bienes cotizados en el
mercado [...], nuevas exigencias, demandas y oportunidades surgen ante los sistemas de
educación superior y de investigación científica y tecnológica (AMC, 2001:2 ss)” (Weiss, 2003,
pp. 74-75).

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