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1ª ESTACIÓN.

JESÚS CONDENADO A MUERTE.


PILATOS (Jarol): ¡Sacerdotes de Jerusalén! ¡pueblo de Israel! Pongan atención a mis
palabras. Ustedes me han traído a este Jesús de Nazareth; lo acusan de alborotar al
pueblo. Sin embargo, yo no he encontrado ningún delito en él. Lo envíe al rey Herodes;
y el tampoco encontró ningún delito en él. Por consiguiente, me veo obligado a dejarlo
en libertad.
CAIFAS SACERDOTE: (Fernando) ¡Te equivocas Pilatos Si tú lo dejas en libertad, no
eres amigo de Cesar. Este hombre, Jesús de Nazareth lleva ya tres años alborotando
al pueblo; miles de personas lo siguen, miles de personas estas de parte de él. Y hace
algunos días, esa gente, aquí en Jerusalén, acaba de proclamarlo Rey de los judíos. Y
si te pones de parte de Jesús de Nazareth, estarás en contra del cesar de Roma; y él te
condenara como enemigo suyo.
PILATOS: (Jarol) Entonces, ¿Qué quieren que haga con Jesús de Nazareth, rey de los
judíos?
CAIFAS: (Fernando ) Crucifícalo, yo Caifás con la autoridad que tengo, proclamo que
no tenemos más rey que el Cesar. ¡A Jesús crucifícalo!
LEPROSO: (Erick )¡No hagas eso Pilatos! ¡Jesús de Nazareth es inocente de toda
culpa! El cura a los enfermos, y ayuda a los pobres; él hace milagros a favor de los
ciegos, de los paralíticos, a favor de los leprosos. Miren: yo era un leproso; desde que
era un niño, mi cuerpo estaba lleno de lepra. Y Jesús de Nazareth hizo un milagro, y me
curo: vean mi piel, vean mi cuerpo, vean mis manos, vean mi cara; ya no tengo lepra.
CAIFAS: (Fernando) ¡Cállense la boca! ¡Usted no tiene derecho a hablar delante de las
autoridades! Es cierto que Jesús de Nazareth curo a muchos enfermos; es cierto que
dio vista a los ciegos, que abrió los oídos a los sordos, que soltó la lengua a los mudos.
Es cierto que curo a paralíticos y leprosos como usted. Pero todo eso lo hizo no por el
poder de Dios, sino por el poder del demonio.
FARISEO(Gabriel): Pilatos, en nombre de la ley de Moisés, en nombre de la ley de
nuestros padres, pido que Jesús de Nazareth sea crucificado. Yo soy fariseo, hijo de
fariseos, conozco la ley y soy guardián de la ley. Este hombre, Jesús de Nazareth ha
violado la ley del sábado, haciendo curaciones en el día del sábado; ha ido en contra de
las costumbres de nuestros mayores que nos obligan al ayuno y a la penitencia, porque
el Jesús de Nazareth, se ha dedicado a comer y a beber en compañía de los publicanos
y los pecadores que están fuera de la ley.
PILATOS(Jarol): Repito que no he encontrado en él, delito alguno. Miren, les propongo
lo siguiente: es costumbre que en la fiesta de la pascua se deje en libertad a un
prisionero. Tenemos a un hombre llamado Barrabas que fue hecho prisionero, por ser
asaltante en los caminos. Escojan ustedes; ¿a quién quieren que deje en libertad, a
Barrabás o Jesús de Nazareth?
PUEBLO: Deja libre a Barrabas, ¡condena a muerte a Jesús de Nazareth!
PILATOS (Jarol): Repito que no he encontrado ningún delito en Jesús de Nazareth.
PUEBLO: Crucifícalo, ¡que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!
PILATOS (Jarol ) (Mientras se lava las manos) yo no me hago responsable de la
muerte de este hombre. Allá ustedes. ¡Ustedes responderán por la sangre derramada
de Jesús de Nazareth!
PUEBLO: ( ………………….)Crucifícalo, ¡que su sangre caiga sobre nosotros y sobre
nuestros hijos!
SOLDADO 1 CENTURION: (Rafael ) Jesús de Nazareth ha sido condenado a morir en
la cruz. La sentencia debe cumplirse de inmediato ¡pongámonos en marcha!
2ª ESTACIÓN. JESÚS CARGA SU CRUZ.
SOLDADO 2 ( Jhampol): Conforme a la ley romana, el condenado a morir en la cruz,
debe cargar su cruz, ¡aquí está tu cruz Jesús de Nazareth! ¡Cárgala sobre tus hombros!
FARISEO (Gabriel): ¡Carga tu cruz, Jesús de Nazareth! Tú dijiste que nosotros los
fariseos le impedimos al pueblo el camino al cielo; pues carga tu cruz, camino del
infierno. Tú dijiste que nosotros los fariseos hacíamos de nuestros discípulos, discípulos
del demonio, ¡pues carga tú Cruz abandonado de todos los discípulos! Tú dijiste que
nosotros los fariseos estábamos ciegos y que éramos guías ciegos: pues abre bien los
ojos para no caer por el camino, con tu cura a cuestas. Tunos llamaste a los fariseos,
malditos e hijos del pecado; carga ahora con tu cruz de pecador y asesino. Tú nos dijiste
a los fariseos que estábamos sucios y corrompidos en nuestro interior, pues procura no
ensuciarnos ahora con tu sangre de condenado a muerte. Tú nos llamaste a los fariseos,
sepulcros blanqueados llenos de corrupción y podredumbre: ¡mírate ahora como estas,
lleno de saliva que te arrojan los soldados, lleno de tierra, de sangre, lleno de muerte!
Tu nos llamaste a los fariseos asesinos de profetas; ¡pues carga tu cruz Jesús de
Nazareth; carga tu cruz de asaltante, de asesino. Jesús de Nazareth; ahora estas
pagando todas las injurias que nos dijiste a nosotros, los fariseos del pueblo de Israel.
SOLDADO 2 (Jhampol): La sentencia de muerte se debe de cumplir ¡Adelante hacia el
calvario!
3ª ESTACIÓN. JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ.
LEPROSO (Erick) ¡Miren ya se cayó! ¡ya se desmayó! ¡Cuidado con la cruz: le va a
caer encima y lo va a aplastar! (se acerca a Jesús y le sostiene la cruz) vamos a
ayudarle, vamos a levantarlo. ¡Traigan agua, porque ya no puede seguir caminando!
LEVITA: (Elio) ¡Alto ahí! ¡Que nadie se acerque, que nadie lo toque! Jesús de Nazareth
está manchado de pecado; esta impuro; Estamos en la fiesta de la Pascua; y ninguna
persona que este, manchada de pecado puede celebrar la fiesta.
LEPROSO: (Erik) Este hombre, Jesús de Nazareth, me curo de mi lepra; ahora él está
sufriendo injustamente, si el me ayudo a mi ¿Por qué no le puedo ayudar yo a él? ¿Quién
es usted para impedirlo?
LEVITA: (Elio) ¡Yo soy un levita!, Y mi vida está consagrada a los servicios religiosos
en el Templo de Jerusalén. Y este hombre Jesús de Nazareth predico al pueblo en
contra de nosotros
LEPROSO:( Erik) ¡Claro que sí! Ese samaritano fue el único que alcanzo la
misericordia de Dios, porque amo a su prójimo y amar al prójimo es amar a Dios y no
hacer caso del prójimo es no hacer caso de Dios.
LEVITA:(Elio) ¡Eso es falso, completamente falso! Los sacerdotes y levitas trabajamos
en el templo, en los sacrificios que día a día se ofrecen a Dios altísimo. Estas funciones
sagradas nos exigen estar limpios de pecado, limpios de toda mancha para poder
ofrecer los sacrificios. Y el tocar a un pobre, a un enfermo, a un leproso, a un herido,
nos mancha, nos quita la pureza legal. Y no podrán celebrar la fiesta de la Pascua.
LEPROSO (Erik): Usted hermano levita, cumpla con sus obligaciones; no se acerque
a los pobres, ni a los leprosos, ni a los heridos, ni a los pecadores, para no mancharse
nadie sobre la tierra me pueden impedir ayudarlo, así como el me ayudo a mí. Así que
hágase a un lado, por favor, (empuja a un lado al levita; se acerca a Jesús; toma la cruz
y lo ayuda a levantarse).
4ª ESTACIÓN. JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE.
MADRE DE JESUS (Evangelin): ¡Jesús de Nazareth, Jesús Hijo mío: ¡Yo soy tu
madre! ¿me oyes? Soy tu madre. Mis ojos ya no tienen lágrimas para llorar; mi corazón
está destrozado por lo que han hecho contigo, carne de mi carne, sangre de mi sangre.
Sigue hasta el final, hijo mío; no traiciones la fe que nos has predicado. Recuerda a los
siete hermanos Macabeos a quienes quisieron hacer renegar de su fe; uno a uno fue
martirizados en presencia de su madre; y su madre los animaba uno por uno a dar su
vida antes que renegar de su fe. Yo también hago lo mismo, aquí estoy a tu lado; y si
así fuera la voluntad de Dios, a tu lado quiero morir. Pero no traiciones la fe que nos has
predicado.
MADRE DE JESUS (Evangelin):: Hijo mío, los fuertes y poderosos te han torturado, te
han martirizado; y ahora te van a matar. Sin embargo, tu poder va más allá de la muerte.
Yo sé que después de mucho volverás a la vida; y realizaras en todos nosotros, en los
pobres del mundo entero, tu obra de salvación. Jesús de Nazareth, Jesús hijo del
Altísimo, Jesús hijo mío ¡que Dios te acompañe!
SOLDADO 4 (Ronal): ¡Apártate mujer! Ya no es hora de llorar lo que la ley ha ordenado.
La sentencia de muerte se debe de cumplir. ¡Adelante hacia el Calvario!
5ª ESTACIÓN. SIMÓN DE CIRENE AYUDA A JESÚS.
SOLDADO 1 CENTURION (Rafael): El condenado a muerte ya no tiene fuerzas para
cargar con su cruz. Es costumbre que el reo cargue su cruz hasta el sitio donde será
crucificado. Pero en este caso, no es posible, pues este hombre Jesús de Nazareth ha
perdido mucha sangre, y se encuentra ya muy débil. Por consiguiente, deberá ser
ayudado por otra persona. (Empieza a buscar entre el pueblo) ¡Atención, soldados!
Llamen para acá a ese hombre que viene de trabajar en el campo. (Los soldados
cumplen la orden, y a empujones acercan a Simón de Cirene) Tu ¿Quién eres? ¿Cómo
te llamas?
SIMON: (Yoel) Me llamo Simón de Cirene. Soy campesino. Vengo de trabajar la tierra;
tengo dos hijos: Alejandro y Rufo.
SOLDADO 5 (ALEXANDER): ¿Conoces a este hombre, Jesús de Nazareth?
SIMON: (Yoel) He oído hablar de él; ha ayudado a mucha gente necesitada: a leprosos,
a enfermos, a ciegos y paralíticos. Desde hace tiempo oí decir que las autoridades lo
andaban buscando para matarlo, pues decían que andaba alborotando al pueblo.
SOLDADO 5 (ALEXANDER):: Tu estas fuerte, y el apenas puede cargar la cruz. ¡Vas
a tener que ayudarlo!
SIMON: (Yoel) Señor, no puedo hacerlo. Yo trabajo, y soy una persona honrada; yo no
soy ningún delincuente para andar cargando una cruz. Más aun, mi religión judía me
impide acercarme a delincuentes y malhechores, y menos a cargar la cruz de ellos
porque quedaría manchado con el pecado de ellos. Y para poder celebrar la fiesta de la
Pascua, necesito estar limpio de todo pecado, de toda mancha.
SOLDADO 5 (Alexander):: ¡A mí no me importan las creencias de tu religión judía! Yo
soy romano y de religión romana. Este hombre no puede cargar con su cruz, o mando
que los guardias te den cien azotes. Y entonces ciertamente no podrás celebrar tu fiesta
de Pascua.
SIMON (Yoel ) (Simón duda un momento; por fin, de mala gana carga la cruz de Jesús
sobre sus propios hombros).
SOLDADO 5 (Alexander):: Simón de Cirene ayudara a Jesús a cargar la cruz
,¡Adelante hacia el calvario!
CORONA colocando
6ª ESTACIÓN. LA VERÓNICA ENCUENTRA A JESÚS Y PIADOSA LIMPIA SU
ROSTRO.
VERONICA(Mayra): ¡Mira Judith! ¡Ahí está el maestro! ¡Mira como viene! ¡Azotado,
coronado de espinas, abandonado por sus apóstoles! ¡Apenas puede caminar! Ahí está
María, su madre, acompañando al hijo en sus sufrimientos. ¡Todos lo han abandonado!
Mira Judith: entra en esa casa, y pide un vaso de agua para el maestro.
JUDITH(Erlinda): ¡Está prohibido por las costumbres de Pascua! Si te acercas a un
asesino, a un pordiosero o a un leproso, y le das un vaso de agua, o lo tocas con las
manos o con el vestido, quedas manchado con su pecado. Y está obligada a irte a
purificar al Templo para poder celebrar la Pascua.
VERONICA (Mayra): ¡Ya lo sé! ¡Nuestras costumbres judías nos impiden acercarnos a
los más necesitados!
JUDITH(Erlinda): ¡Así es! ¡No podemos ayudar a Jesús de Nazareth! Los que son
pobres, enfermos o delincuentes están en pecado; Dios los ha castigado; y cargan ese
castigo, de padres a hijos, de generación en generación, hasta que no se purifiquen en
el Templo y hagan penitencia. Cada uno tiene que expiar su propio pecado. Si tu ayudas
a Jesús de Nazareth, el no podrá expiar completamente su pecado, y además tu
quedaras manchada con el pecado de él.
VERONICA(Mayra): Pues Jesús de Nazareth, nuestro maestro, predico todo lo
contrario: que para ser perdonados de nuestros pecados, debemos perdonar al prójimo;
que si no das de comer al hambriento, si no das de beber al sediento, que si no ayudas
al encarcelado, tus pecados no te son perdonados. ¡y yo también lo creo! Yo estoy
segura de que si ayudo a los necesitados, Dios me perdonara mis pecados.
RAQUEL(Bianca): No insistas, Verónica; Jesús de Nazareth está en pecado, está
manchado de sangre, está condenado por las autoridades; y si te acercas a él, tú
también te mancharas con su pecado.
VERONICA(Mayra): ¡Eso no es cierto! Si tu padre o tu madre están enfermos,
manchados, ¿no te acercas a ellos y los ayudas? Si alguno de tus hermanos esta
golpeado, lleno de sangre ¿no te acercas y le ayudas? Jesús, el divino maestro, está
sufriendo; y yo no puedo quedarme aquí, sin hacer nada. ¡Voy a ayudarlo!
RAQUEL(Bianca): ¿Te has vuelto loca, Verónica? ¿Qué vas a hacer?
VERONICA (Mayra) Mira como tiene su cara llena de sangre, de salivazos, de tierra y
de sudor; le voy a limpiar el rostro. Yo sé que es el Mesías; y está sufriendo a manos de
sus perseguidores; voy a limpiarle el rostro con este sudario.
JUDITH (Erlinda): ¡No lo hagas Verónica! ¡No te acerques a él! Si lo haces, te
mancharas con su pecado; si lo haces, iras en contra de nuestras tradiciones, en contra
de la ley, en contra del Templo. ¡Verónica no lo hagas! !Veronicaaaaaaa! (Judith trata
de detener a Verónica; esta se escapa, se acerca a Jesús y le limpia el rostro; al recoger
el sudario, encuentra dibujado en el mismo sudario el rostro de Jesús).
VERONICA (Mayra): (Mostrando el sudario al pueblo) Vean el rostro de Jesús de
Nazareth en este sudario. ¡Él es el Mesías! Es cierto lo que predicaba: que el perdón de
los pecados se obtiene ayudando a los pobres, a los más necesitados. ¡Dios ha hecho
el milagro! Dios ha demostrado que la salvación de nosotros viene cuando ayudamos a
nuestro prójimo.
SOLDADO 1 CENTURION: (Rafael ): ¡Guarden silencio mujeres! Dejen que el reo
continúe su camino. La sentencia de muerte se debe de cumplir ¡Adelante hacia el
Calvario!
7ª ESTACIÓN. JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ.
SOLDADO 1 CENTURION: (Rafael ): ¡Alto! El reo acaba de caer por segunda vez;
debemos esperar mientras se repone.
ANCIANO DEL SANEDRIN (Max): Es la segunda vez que caes, Jesús de Nazareth. Tú
nos difamaste a los ancianos del pueblo, a los ancianos del Sanedrín. Paga, pues el
pecado que cometiste contra nosotros…
ANCIANA (Cristel): Yo también tengo tu edad, anciano del Sanedrín. Y bien también te
puedo decir que Jesús de Nazareth obro con justicia al no condenar a aquella mujer
adúltera. Porque todos ustedes los escribas y fariseos y los doctores de la ley, castigan
el adulterio solamente en la mujer, pero lo perdonan en los hombres.
ANCIANO DEL SANEDRIN(Max): ¡Mujer, cierra la boca y no hables más! Nuestras
leyes prohíben el que una mujer hable en público.
ANCIANA(Cristel) Repito que Jesús de Nazareth tuvo razón. Con autoridad o sin
autoridad, con experiencia o sin experiencia, los hombres y mujeres somos hijos de
Dios; y delante de Dios, las mujeres tenemos los mismos derechos que los hombres. Y
por eso odian a Jesús de Nazareth, porque Jesús de Nazareth quiere que las leyes
protejan no solamente a los hombres sino también a las mujeres.
SOLDADO 1 CENTURION Rafael:Ya guarde silencio, ya no aumente el sufrimiento de
este hombre. ¡Soldados levanten al reo y ayúdenlo para que siga su camino! La
sentencia de muerte se debe de cumplir: Adelante hacia el calvario.
8ª ESTACIÓN. JESÚS ENCUENTRA A LAS PIADOSAS MUJERES.
MARIA. MAGDALENA(Ayelen): ¡No es posible! ¡Miren como viene Jesús el maestro!
El que perdono mis pecados, el que me saco los demonios que yo tenía dentro; ¡miren
como lo han atormentado! Jesús de Nazareth, Maestro: yo soy María Magdalena, María
la que era una pecadora pública. Tú me perdonaste mis pecados, tú me devolviste la
dignidad que yo había perdido delante de todos. ¡No es posible que te estén
atormentando en esa forma!
MUJERES LLORANDO (MEL JADE AURELIA ELSA)
JESUS(Abdias) ¡Mujeres de Jerusalén, no lloren por mí, sino por ustedes mismas y por
sus hijos! Porque vendrán días en que se dirá: Dichosas las que no tuvieron hijos,
dichosos los vientres que no concibieron y los pechos que no amamantaron. Entonces
la gente comenzara a decir a los cerros: ¡caigan sobre nosotros! Y dirán a las colinas
¡escóndanos! Porque si eso hacen con el árbol verde ¿Qué no harán pues con el seco?
ANCIANA (Cristel ): Es verdad lo que acaba de decir Jesús de Nazareth: el pecado
que estamos cometiendo contra el hijo de Dios, tendrá un castigo: esta ciudad de
Jerusalén, será castigada, será maldita.
: ¡Jesús de Nazareth ten compasión de nosotras las mujeres de Jerusalén! ¡tú eres el
Mesías!, y tu sangre inocente caerá como una maldición sobre nosotros y sobre
nuestros hijos .¡ten compasión de nosotras, las mujeres de Jerusalén!
SOLDADO1 CITIRION (Rafael): ¡Apártense del camino mujeres! Y dejen avanzar la
procesión. La sentencia de muerte se debe de cumplir. ¡Adelante hacia el calvario!
9ª ESTACIÓN. JESÚS CAE POR TERCERA VEZ.
SADUCEO(Jose Ignacio): ¡Vean a Jesús de Nazareth! ¡Es la tercera vez que cae por
tierra! Ya no tienes fuerzas. Apenas si puede caminar. ¡Escúchenme habitantes de
Jerusalén! Soy saduceo, y pertenezco al grupo de los Saduceos. Juan el bautista nos
injurio y nos condenó llamándonos “raza de víboras”. Nos echó en cara el defender
nuestra fe en nuestro padre Abraham. Y nos amenazó y nos dijo que el árbol de los
saduceos estaba a punto de ser derribado por el Mesías, por Jesús de Nazareth. Y yo
le pregunto ¿Cuál árbol cayó primero? ¿Dónde está juan el bautista? ¡Murió degollado
por los caprichos de una mujer! ¡Donde está el Mesías anunciado por juan bautista!
¡Mírenlo ahí en el suelo condenado como un delincuente! ¿Cuál árbol cayó primero?
¿El de los saduceos, o el de Jesús de Nazareth?
LEPROSO (Erik): A todo árbol se le conoce por sus frutos; y vean las obras que Jesús
de Nazareth ha hecho: curo a los sordos, dio la vista a los ciegos, alivio a los paralíticos,
quito la lepra a los leprosos. Y si no lo creen, mírenme a mí, yo fui leproso desde niño,
viví treinta años carcomido por la lepra. Y Jesús de Nazareth, me la quito; desde
entonces, ya puedo trabajar, ya puedo ir por todas partes sin que nadie huya de mi o
me desprecie. ¡Estos han sido los frutos, estas han sido las obras de Jesús de Nazareth!
Y yo les pregunto a ustedes, los saduceos: ¿Cuáles son los frutos, cuáles son sus obras
a favor del pueblo?
SADUCEO: (Jose Ignacio)¡Cállense la boca! ¡Usted no es más que un pobre, un
ignorante, usted no tiene derecho a hablar delante del pueblo de Jerusalén! Yo también
soy saduceo; y añado algo a lo que dijo mi hermano saduceo. Jesús de Nazareth predico
la resurrección de los muertos, hizo creer al pueblo que existe una vida después de la
muerte; y nosotros los saduceos, no creemos en esa resurrección predicada por Jesús
de Nazareth. Y yo le pregunto: Moisés, Abraham o nuestro Padre Jacob ¿Cuándo
hablaron de resurrección? Jamás hablaron de ella. ¿Acaso este Jesús de Nazareth es
mayor que nuestros patriarcas y profetas? ¿Acaso Dios altísimo lo ha glorificado más
que a ellos? Has caído por tercera vez, Jesús de Nazareth: ¿es eso resucitar? ¿Es eso
tener una nueva vida? Estas a punto de morir crucificado: ¿esa es la forma como Dios
Altísimo te está glorificando? ¡Te has equivocado Jesús de Nazareth! Tú propia muerte
nos da la razón a nosotros los Saduceos: muere con tu resurrección y vida nueva de
blasfemo y delincuente. ¡Déjanos a nosotros los saduceos vivir la única vida que existe:
la de este mundo en que estamos viviendo plenamente nuestra propia vida!
SOLDADO 1 CENTURION (Rafael): Ustedes los saduceos igual que los ancianos del
Sanedrín, no han dejado de injuriar a este hombre. ¡ya déjenlo en paz! ¡Soldados!
Ayuden al reo a ponerse de pie, y que empiece a caminar. La sentencia de muerte se
debe de cumplir ¡adelante hacia el calvario!
10 ma y 11ª ESTACIÓN. JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS.
SOLDADO 1 CENTURION (Rafael (Clavando la mano izquierda del ladrón) A ver si
ahora con esta mano izquierda va a seguir robando; a ver si esta mano izquierda sigue
guardando el dinero y las joyas ajenas. ¡Ahora pagaras tus culpas asaltante, ladrón!
Ahora le toca el turno a la mano derecha: mira cómo va a quedar esta mano de asesino
y delincuente mira cómo se llena de sangre. ¡Ojala que esta sangre de tu mano derecha
sea capaz de lavar la sangre de tantas y tantas víctimas que asesinaste por los caminos
y los montes para poder robar.
SOLDADO 1 CENTURION (Rafael (Clavando el pie izquierdo), con este pie siempre
estuvo listo para correr y saltar, para huir cuando robabas. ¡Mira cómo se queda ahora,
quieto, inmóvil clavado a la cruz! Y este pie derecho que nunca quiso guiarte por el
camino de la honradez, de la rectitud. Que pague ahora el haberte precipitado en el
abismo de la delincuencia!
JESUS(Abdias) Padre, perdónalos no saben lo que hacen. (Una vez crucificado, los
soldados clavan sobre la cruz el letrero “Jesús de Nazareth Rey de los Judíos”. Levantan
la cruz, la fijan al suelo, en medio de las otras cruces donde están amarrados los
ladrones).
CAIFAS (Fernando): Pilatos, ¿Por qué escribiste “Rey de los Judíos”? Nosotros no
tenemos más rey que el Cesar de Roma. Cambia ese letrero. ¡Escribe uno que diga “El
que se dice rey de los Judíos”.
PILATOS:(Jarol) ¡Ya basta con sus exigencias! Lo que escribí escrito esta. (Los
soldados toman el manto de Jesús y lo rasgan en cuatro partes y se lo distribuyen;
toman la túnica, y al ver que es de una sola pieza, dice el soldado) La túnica es de una
sola pieza, no la rompamos; más vale que echemos suerte para ver a quien le toca.
12ª ESTACIÓN. JESÚS MUERE EN LA CRUZ
Maria y Magdalena llorando
JUAN EVANGELISTA (Anibal): Maestro, aquí este juan. Tu discípulo amado; aquí está
también tu Madre María. Maestro: una cosa te pido. Te lo suplico de todo corazón; pase
lo que pase, no permitas que ella se quede sola en la vida. Perdió a su esposo José,
está a punto de perderte a ti, su único hijo, no hay nadie que vele por ella, ¿Quién la
acompañara en su vejez? Maestro permíteme el que la pueda acompañar, velar por ella
todo el resto de sus días.
JESUS(Abdias) Mujer, ahí tienes a tu hijo, hijo ahí tienes a tu Madre.
FARISEO (Gabriel): Si al Cristo, al Rey de Israel lo vieramos ahora bajar de la Cruz
entonces si creeríamos. ¿Puso su confianza en Dios? Pues que Dios lo salve ahora si
de veras lo quiere.
LADRON MALO (Joel ): Si tú eres el Cristo, ¡Sálvate a ti mismo y sálvanos también a
nosotros!
LADRON BUENO (Gael): Ni tu que estas bajo el mismo suplicio ¿tienes temor de Dios?
Nosotros con toda razón estamos sufriendo el justo castigo de lo que hemos hecho,
pero este hombre nada malo ha hecho.
JESUS(Abdias): En verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso.
JESUS(Abdias): Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?
FARISEO (Gabriel): ¡Déjalo! Vamos a ver si Elías viene a salvarlo.
JESUS (Abdias): Tengo sed.
SOLDADO 1 CENTURION (Rafael) Corre a mojar un trapo en un jarro con vinagre; lo
pone en la punta de la lanza y lo acerca a los labios de Jesús. Jesús lo prueba).
JESUS (Abdias): Todo se ha cumplido. ¡Padre mío, en tus manos encomiendo mi
espíritu! (Jesús muere)
PUEBLO: ¡Está temblando! ¡Está temblando!
SOLDADO 1 CENTURION (Rafael Verdaderamente este hombre era inocente. ¡Era el
Hijo de Dios!
13ª Y 14ª ESTACIÓN. JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Y SEPULTADO.
SOLDADO 1 CENTURION (Rafael) Se acerca a los crucificados con un palo y golpea
en las piernas a los ladrones; estos gritan llenos de dolor hasta que agonizan y mueren.
Se acercan después a Jesús para hacer lo mismo con él, pero un soldado lo detiene).
SOLDADO 2 (Jhampol): ¡Alto! A Jesús no le rompas ningún hueso, porque ya está
muerto, ábrele mejor el costado con una lanza para asegurarnos que en verdad ha
muerto. (El soldado toma la lanza y abre el costado izquierdo de Jesús. Hecho esto,
bajan los tres cuerpos de las cruces.

FIN

Lectura de las estaciones


VALERY

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