PARROQUIA SAN JOSE OBRERO V JC

ESCENIFICACION VIA CRUCIS PSJO

La escenificación comienza con el ingreso de un gentío, liderado por El sumo Sacerdote Caifás y
el sacerdote Anas, con su grupo de seguidores, quienes traen a Jesus, quien ya había sido
castigado desde su arresto, ante Poncio Pilato.

PRIMERA ESTACION: JESUS ES CONDENADO A MUERTE

PUEBLO: ¡Justicia! ¡Queremos justicia! ¡Que salga el Gobernador! ¡Que sentencie al

Nazareno!... ¡Justicia! ¡Queremos justicia! ¡Que salga el Gobernador Poncio Pilato!

PILATOS: Siempre castigan a sus prisioneros antes de Juzgarlos, ¿Que acusaciones traen contra
este hombre?

CAIFÁS: Muchas, si no fuera un criminal, no lo habríamos traído frente a usted

PUEBLO: ¡Muerte para el Nazareno! ¡Crucifíquenlo! ¡Crucifíquenlo! ¡Crucifíquenlo!

PILATOS: no es lo que pregunte ¿Porque no lo Juzgan según sus leyes?

CAIFÁS: ¿Cónsul sabe que es ilegal, que nosotros condenemos a un hombre a muerte?

PILATOS: ¿a muerte? ¿Qué ha hecho este hombre para merecer tal castigo?

CAIFÁS: violo nuestro Sabbat, seduce al pueblo, enseña doctrinas, ¡blasfema contra Dios!

PILATOS: ¿no es este el profeta que recibieron en Jerusalén hace cinco días? ¿ y ahora lo
quieren muerto? ¿Quiere alguien explicarme esta locura?

ANAS : Su excelencia, su excelencia por favor, el sumo sacerdote, todavía no le dice el crimen
más atroz de este hombre, se ha convertido en el líder de una numerosa y poderosa
secta que lo declara el hijo de David, dice que él es el Mesías, ¡El Mesías! Cónsul, el
rey prometido a los judíos

CAIFÁS: Incluso le prohibió a sus seguidores que paguen impuestos al emperador, cónsul.

(Poncio Pilato ordena a sus soldados traer a Jesus para poder hablar en privado)

SOLDADO: traigan a ese hombre

(Los soldados llevan a Jesus frente a Poncio Pilato, Pilato ordena salir a los soldados, para quedarse
a solas con Jesus)

PILATOS: Dime, ¿eres tú el Rey de los Judíos?

JESÚS: ¿esa pregunta viene de usted?¿o lo pregunta porque eso es lo que los demás le han
dicho que soy?

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PILATOS: Dime porque te preguntaría una cosa así, ¿soy Judío?, tus sumos sacerdotes, tu propio
pueblo te trajo ante mí, quieren que te ejecute ¡porque? ¿Qué has hecho? ¿Eres un
rey?

JESÚS: Mi reino no es de este mundo. Si lo fuera ¿cree que mis seguidores los hubieran dejado
entregarme, a usted?

PILATOS: Contéstame, ¿si eres un rey?

JESÚS: Por ese motivo nací, para dar testimonio de la verdad, todos los hombres que escuchan
la verdad, es porque escuchan mi voz

PILATOS: ¿la Verdad?... ¿Cuál es la verdad?...

(Pilatos sale junto a Jesus para hablar al pueblo)

PILATOS: ¡Eh interrogado a este hombre! Y no hallo en el delito alguno, ¿este hombre es de
galilea no?

CAIFÁS: si así es

PILATOS: entonces es súbdito del Rey Herodes Antifaz, dejen que él lo juzgue

(Los sacerdotes y sus seguidores, llevan a Jesus frente a Herodes).

PUEBLO: ¡Justicia! ¡Queremos justicia! ¡Que sentencie al Nazareno!... ¡Justicia! ¡Queremos

justicia!

CAIFÁS: ¡Ilustre tetrarca de Galilea, te traemos a Jesús de Nazaret!

HERODES: ¡Jesús de Nazaret! Hace mucho que la fama de tus milagros resuena en mis oídos.
Deseo ver por mis propios ojos uno de esos prodigios, muéstrame tus habilidades,
confunde mi poca fe, ¿es verdad que haces que los ciegos vean? ¿Levantas a los
muertos de las tumbas?. ¡Vamos has un milagro! ¿Dime de donde sacas tu poder?
¿Acaso eres tu cuyo nacimiento se predijo?.........Contéstame ¿eres un Rey?

(Jesús guarda silencio inclinando la cabeza, Herodes se impacienta, ríe y le dice)

HERODES: Ríe…..Retiren a este idiota de mi vista, no es culpable, solo está loco.

(Los sacerdotes y sus seguidores, llevan a Jesus nuevamente frente a Pilato)

PILATOS: El Rey Herodes, no encontró culpa en este hombre y yo también creo que es inocente

PUEBLO: ¡Es culpable! ¡Culpable! ¡Crucifíquenlo!

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PILATOS: Como todos sabrán, todos los año libero a un Criminal, ahora tenemos a un desalmado
asesino, su nombre es Barrabas, ¿a cuál de estos dos hombres, quiere que liberen
ahora, al asesino Barrabas, o a Jesus, llamado el Mesías?

CAIFAS: Ese criminal no es el Mesías, ¡es un impostor! ¡un blasfemo!………libere a Barrabas

PILATOS: Nuevamente les pregunto, ¿a quién quieren que libere?

PUEBLO: A Barrabas, ¡Libere a Barrabas!

(Los soldados liberan a barrabas)

PILATO: ¿Que quien que haga con Jesus de Nazaret?

PUEBLO-SACERDOTES: ¡crucifíquenlo! ¡Crucifíquenlo!

PILATO: ¡No! Solo lo mandare a azotar!, asegúrate de que sea un castigo severo, pero no dejes
que sea asesinado

SOLDADO 1: Tomen las más fuertes……

SOLDADO 2: Dignas de un rey, el gran Mesías… ¡No vale nada!

JESUS: Mi corazón está listo Padre, mi corazón esta listo

(Los soldados empiezan a azotar y burlarse de Jesus)(Jesus es llevado nuevamente frente a Poncio,
con el rostro casi irreconocible, no parecía un ser humano, su rostro parecía un pedazo de carne)

PILATOS: ¡miren a este hombre!, ¡están satisfechos!

PUEBLO: ¡Crucifíquenlo! ¡Crucifíquenlo! ¡Crucifíquenlo!

PILATOS: silencio ¿No es esto suficiente?, mírenlo

PUEBLO: ¡NOOO! ¡Crucifíquenlo! ¡Crucifíquenlo!

PILATO: ¿Quieren que Crucifique a su rey?

PILATO: Háblame, tengo poder de crucificarte o dejarte libre

JESUS: No tendrías autoridad sobre mi si es que no te fuese dado de arriba, de Dios

ANAS: Si lo libera gobernador, entonces usted no es amigo del cesar, ¡crucifíquelo! ¡Debe
crucificarlo!

PILATOS: ¡Tomo al cielo por prestigio que soy inocente de la muerte de este justo! ¡La cólera
celeste caiga sobre sus verdugos! (SE LAVA LAS MANOS FRENTE A TODOS)

CAIFÁS: ¡Así sea!

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(Pilatos entrega a Jesús para que sea crucificado. El pueblo espera impacientemente la salida del
nazareno, para una vez más insultarlo, escupirlo y golpearlo, la multitud se enerva y los gritos no
dejan de cesar; mientras tanto, los soldados romanos lo preparan para llevarlo camino al calvario.
(Entran cruces y ladrones)

SEGUNDA ESTACION: JESUS CARGA CON LA CRUZ

VERDUGO: ¡Cúmplase la sentencia!

JESUS: ¡Soy tu siervo Padre! Soy tu siervo

(Los soldados llevan a Jesús a un costado y le ponen pesada cruz en el hombro)

VERDUGO: Ya que tú eres hijo de Dios, lleva solo la carga y has un milagro para que no te sea tan
pesada. (SOLEMNE) ¡Salud al Rey de los Judíos! ¡Camina, no dices que eres hijo de
Dios, libérate de esto! (AL PÚBLICO) ¡Abran paso! ¡Saluden al condenado! ¡Saluden
al Nazareno! ¡Vean al Rey de los Judíos! (A JESÚS) ¡Camina! ¡Anda miserable!

PUEBLO: (ACOMPAÑANDO LAS PALABRAS DEL VERDUGO) ¡Mátenlo! ¡Mátenlo! ¡Que muera
por blasfemia!... ¡Mátenlo! ¡Mátenlo! ¡Que muera por blasfemia!... ¡Mátenlo! ¡Mátenlo!
¡Que muera por blasfemia!

TERCERA ESTACION: JESUS CAE POR PRIMERA VEZ

(Jesús cae, el peso de la cruz es demasiado para él, pero se levanta. Se levanta y sigue adelante,
no se deja vencer fácilmente, ¡qué fuerza la de Jesús! Pero esa fuerza de cumplir la voluntad de
Dios para salvarnos.)

CUARTA ESTACION: JESUS SE ENCUENTRA CON SU MADRE

(María, la madre de Jesus se abre paso entre la multitud y va al encuentro de su hijo. Entre lloros le
dice:)

MARÍA: ¡Estoy aquí! ¡Estoy aquí hijo! ¡No voy a abandonarte! (LE DA UN BESO EN LA
FRENTE)

JESÚS: (DESFALLECIENDO) ¿Ves, madre? Yo hago nuevas todas las cosas. (CON MUCHO
ESFUERZO) ¡Salud madre mía!

VERDUGO: ¡Arriba! ¡Levántate miserable! (A MARÍA) ¡Galilea, ahí tienes el presente de muerte
que te hace tu hijo!

PUEBLO: ¡Mátenlo! ¡Mátenlo! ¡Que muera por blasfemia!... ¡Mátenlo! ¡Mátenlo! ¡Que muera por
blasfemia!... ¡Mátenlo! ¡Mátenlo! ¡Que muera por blasfemia!

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María se queda arrodillada y es consolada por María Magdalena. Las santas mujeres y Juan la
rodean, Jesús avanza con la cruz a cuestas y al no poder soportar el castigo y los golpes cae por
segunda vez, los soldados lo azotan para que se pare, el pueblo lo insulta y no deja de gritarle.

QUINTA ESTACION: JESUS ES AYUDADO POR EL CIRENEO

VERDUGO: ¡Paren ya! Si el Nazareno muere camino al calvario, nosotros estaremos en problemas.
(Busca entre la muchedumbre y encuentra a simón, el cireneo) ¡Tú! ¡Sí Tú, ven acá!

CIRENEO: ¿Qué quieren de mí?

VERDUGO: Este criminal ya no puede llevar la cruz solo. ¡Tú lo ayudarás! ¡En marcha!

CIRENEO: No puedo hacer eso, ¡Este no es asunto mío! ¡Que lo haga otro!

MUJERES: ¡Ayúdalo!, es un hombre Santo, ¡Ayúdalo! ¡Ayúdalo!

VERDUGO: ¡Obedece al César! ¡Ya ayúdalo!

CIRENEO: ¡Está bien! ¡Pero recuerden que soy inocente, obligado a cargar la cruz de un
condenado!

(Simón es obligado a carga la pesada cruz y avanza junto a Jesús quien desfallecido toma a simón
para poder continuar su recorrido)

PUEBLO: ¡Mátenlo! ¡Mátenlo! ¡Que muera por blasfemia!... ¡Mátenlo! ¡Mátenlo! ¡Que muera por
blasfemia!... ¡Mátenlo! ¡Mátenlo! ¡Que muera por blasfemia!

SEXTA ESTACION: LA VERONICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESUS

(De repente una mujer se filtra entre la gente y ante el descuido de los soldados socorre al nazareno)

SERAFIA: ¡Señor mío, Jesús, permite que te seque el rostro con este lienzo!

JESÚS: ¡Serafia, deja tu nombre y toma el de Verónica… pues entre tus manos dejo mi
verdadera imagen!

(El verdugo interrumpe la escena y aparta a Serafia de Jesús)

VERDUGO: ¡Quién te has creído, mujer! ¡Fuera de mi vista! (A SUS SOLDADOS) ¡Avancen!

SEPTIMA ESTACION: JESUS CAE POR SEGUNDA VEZ

(Jesus sigue recibiendo los azotes de los soldados romanos y ante tal flagelo cae por segunda vez
vez, mientras las mujeres lloran; los soldados y el pueblo no desaprovechan el momento para
continuar insultándolo y golpeándolo. Simón se desespera y se enfrenta a los soldados diciendo:)

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CIRENEO: ¡Bastaaaa! ¡Bastaaa! ¡Déjenlo en paz!, ¡dejen de golpearlo!, Si no paran, no cargare
esa cruz un paso más, ¡no la cargare! ¡ y no me importa lo que me hagan!.

VERDUGO: (A LOS SOLDADOS) ¡No golpeen más al Nazareno! (AL CIRENEO) Está bien, cállate
y carga esa cruz, rápido Judío

OCTAVA ESTACION: JESUS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALEN

(A pocos metros de llegar al calvario, un grupo de mujeres lloran y se avalanchan ante Jesus y él les
dice:)

JESUS: Mujeres de Jerusalén no lloren por mí, sino por ustedes y por vuestros hijos, si así
lloran por el árbol verde como lloraran por el árbol caído.

NOVENA ESTACION: JESUS CAE POR TERCERA VEZ

(Jesus, lleno de cansancio, por las múltiples heridas que tenía en su cuerpo, agotado por los insultos
y burlas de los soldados, cae por tercera vez, sus fuerzas físicas no le permiten seguir cargando
con el pesado madero)

CIRENEO: Vamos levántate, vamos resiste, falta poco,……….. Falta muy poco… ya estamos por
llegar

(El cireneo ayuda a Jesus a ponerse en pie)

DECIMA ESTACION: JESUS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS

(Los soldados arrancan las vestiduras de Jesus, y se la reparten)

SOLDADO 1: ¿quién quiere quedarse con el traje real de su majestad? El Rey de los Judíos

SOLDADO 2: ¡yo quiero tener su manto!

SOLDADO 3: -¿por qué no lo echamos a la suerte?

SOLDADO 1: -¡eso!, tiremos los dados.

(Juegan y se reparten las túnicas)

DECIMO PRIMERA ESTACION: JESUS ES CLAVADO EN LA CRUZ

(Se oyen los clavos y martillazos que traspasan su piel, los gritos y el dolor no son ajenos a este
momento, las mujeres de Jerusalén no paran de llorar y María junto a juan se van acercando
lentamente.)

Ya en la Cruz, Jesus dice:

JESÚS: ¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!

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GESTAS: ¡No que eres Dios!, ¡Bájate de esa cruz!. ¡Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y
sálvanos a nosotros!

DIMAS: ¡Gestas, no blasfemes, no dudes del poder de Dios! ¡Nosotros, la verdad, aquí estamos
sufriendo el castigo afrentoso de la cruz con justicia, pues pagamos la pena que
merecen nuestros delitos! ¡Más Jesús no ha hecho daño a nadie! Señor, acuérdate de
mí, cuando estés en tu santo reino.

JESUS: ¡Dimas!... En verdad te digo... que hoy estarás... conmigo en el paraíso.

(Juan, el discípulo amado se encontraba con María, sosteniéndola en su dolor)

MARIA: ¡Nada podemos hacer, lo torturan, lo martirizan, cuánto dolor!, ¡Oh, Dios!, ¡Que amargo
es el cáliz, que me has dado a beber!

JUAN: ¡Señora y madre del salvador, quisiera consolarte y mis lágrimas no me dejan hablar
y auxiliarte!

MARIA: ¡Hijo mío! ¡Señor mío! ¡Déjame morir contigo!

JUAN: ¡No nos dejes solos!

JESUS: ¡Mujer... ahí tienes a tu hijo... Juan, ahí tienes a tu madre!

(Jesus se encuentra ya bastante agotado)

JESÚS: Padre, Padre, ¿por qué me has abandonado?

(Es la hora de las tinieblas, del silencio del padre para su hijo. Es la hora de la fe, oscura y desnuda,
del silencio de Dios, para todos nosotros...)

JESÚS: ¡Tengo Sed!

(Los soldados mojan una esponja con vinagre, para mojar los labios de Jesús)

DECIMO SEGUNDA ESTACION: JESUS MUERE EN LA CRUZ

JESÚS: ¡Todo está consumado!

JESÚS: ¡Padre, en tus manos, entrego mi Espíritu!

(y muere, se deja un momento de profundo silencio, todos mirando la cruz) (un soldado que
permanecía bajo la cruz)

SOLDADO 1 : Muy bien bájenlo está llegando el sábado y su cuerpo no puede quedar aquí

SOLDADO 2 : habrá muerto?

SOLDADO 3: pero claro cómo crees que seguirá vivo con todo lo que pasó?, hasta que resistió
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demasiado!

SOLDADO 2 : -Yo quiero salirme de las dudas

JUAN: -¡Por favor no le hagan mas daño!

SOLDADO 2: Casio, ¡apresúrate!, comprueba si ese hombre está muerto

DECIMO TERCERA ESTACION: JESUS ES BAJADO DE LA CRUZ Y PUESTO EN LOS

BRAZOS DE SU MADRE

((El soldado se dirige a la lanza, y traspasa con la lanza el costado de Jesus, y brota sangre y agua,
lo bajan y lo dejan en los brazos de María, rodeada por sus discípulos)

SOLDADO 3: Este hombre verdaderamente era hijo de Dios (y agacha la cabeza)

MARIA: Hijo, mi hijo, Hijo mío

(Entre sollozos María, sigue abrazando el cuerpo de Jesus, en tanto Juan y María Magdalena lloran
también por la partida del maestro)

DECIMO CUARTA ESTACION: JESUS ES SEPULTADO

JOSE DE ARIMATEA: Tengo una orden firmada por el gobernador Poncio Pilatos, para retirar el
cuerpo de Jesús y enterrarlo en un sepulcro que pertenece a mi familia...

SOLDADO 3: Déjame ver, trae aquí eso que tú dices!... ¿para qué preocupas por este hombre?
¿Qué acaso no eres uno de esos maestros judíos?

JOSE DE ARIMATEA: -Lo soy pero trataré de hacer algo por él, por más que sea a último momento
yo soy uno de los tantos que estamos aquí que tenemos un cargo público pero no hacemos nada
por ayudar a los que están abajo, espero que en mi caso no sea tarde para arrepentirme. (Envuelven
el cuerpo de Jesús en una sábana y los soldados lo llevan a otro lugar a sepultarlo.