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LAS BIENAVENTURANZAS. EL PROGRAMA DE LA COMUNIDAD.

“Las bienaventuranzas. El programa de la comunidad”, es uno de los capítulos


de los que se compone la obra “Teología para las Comunidades” de José María
Castillo.

En él, después de hacernos un breve análisis de la situación de la sociedad


actual, se adentra en primer lugar en el programa de la comunidad cristiana, para
seguir con el significado de las bienaventuranzas, y terminar con los valores
fundamentales de la nueva sociedad

Comienza el autor del texto, José María Castillo, realizando una visión de la
situación de la sociedad actual, la cual se caracteriza por la deshumanización de la
misma. Para ello nos hace ver lo que diferencia a la situación de la sociedad actual de
las anteriores, consistiendo la misma en que actualmente las personas somos
incapaces de pensar en otros valores y en otros ideales que no sean los que ofrece la
sociedad de consumo y del confort, y que es lo que se llama pensamiento y
comportamiento unidimensional, es decir, las personas sólo somos capaces de pensar
y actuar en esta única dimensión, la dimensión del bienestar, del gasto, del consumo,
a los que contribuyen , en cierta manera, los valores de la publicidad, que crean una
manera de vivir mejor que la de antes, y con la que, por supuesto, todos estamos de
acuerdo. Hoy en día a la gente no se le puede hablar de otro tipo de sociedad ni de
otro modo de convivencia, puesto que lo que todos quieren y a lo que se aspiran es a
tener un buen coche, un buen piso…

Sin embargo, se ha de tener presente que este tipo de sociedad en la que


vivimos tiene unas consecuencias, que serían, por un lado, la inflación a nivel
económico, y por otro, el paro a nivel social. De ahí la insolidaridad escandalosa de
una sociedad en la que muchos ganan más de lo que producen, mientras que otros
son condenados a no ganar ni producir nada.

Ante esta situación, de esta sociedad deshumanizadora, caracterizada por la


pasión por el dinero, el afán del lucro…. ,y todo lo que eso lleva consigo, como
injusticias, sometimientos…. ,cabe hacernos la pregunta de qué hacemos los
cristianos ante estas situaciones. La respuesta es bien sencilla: nos hemos subido
también al carro del bienestar, el lujo, consumismo…, y caminamos más o menos
felices por la vida, mientras vemos a nuestro lado a millones de personas que se
desgranan. Por lo tanto, los cristianos también participamos del pensamiento
unidimensional al que antes nos hemos referido.

Sin embargo, aunque es cierto que los representantes más altos de la Iglesia
no cesan de hablar de la cuestión social, reclamando, entre otras cosas, un orden más
justo y más humano a todos los niveles, a la hora de la verdad la oferta concreta que
la Iglesia realiza a este tipo de sociedad es asimilada e integrada por el pensamiento
unidimensional, no modificando este pensamiento para nada.

1.- EL PROGRAMA DE LA COMUNIDAD CRISTIANA.

a) Solemnidad del momento

En este apartado de un momento solemne, Mt 4,25 nos describe como el


entusiasmo de la gente por Jesús ha alcanzado su expresión máxima. Jesús ha
empezado ya la proclamación del Reino (Mt 4,17) y por medio de los milagros (Mt
4,23) actúa y hace presente la nueva situación. Es decir, Jesús restaura al hombre, le
devuelve su dignidad y su libertad (Lc 4,18). Esta es la causa del entusiasmo popular
Pero, ¿qué programa trae?, ¿qué es lo que él pretende?

b)- Una “Nueva alianza”

Mt 5,1 nos dice que “subió al monte”; imagen cargada de un profundo sentido
teológico, ya que el monte expresa el lugar de Dios, es decir, la esfera divina.
Como un nuevo Moisés (subió al monte = lugar de la alianza; en el que se
establece el pacto de Dios con su pueblo = la ley, Jesús sube al monte desde el que
Dios expresa su voluntad de pactar una “nueva ley” = las bienaventuranzas; aunque
estas no tienen el carácter de ley. Estas, fundamentalmente, son el programa básico
de la comunidad cristiana, el resumen de todo lo que Dios, por medio de su Hijo,
desea y espera de su nuevo pueblo, la comunidad de los discípulos.
Mateo continúa diciendo que; “se le acercaron sus discípulos”, lo que quiere
decir que frente al pueblo antiguo, lejos del monte, el nuevo pueblo es invitado a
entrar en la esfera de lo divino y vive en intimidad y familiaridad con Dios; desde
aquí hay que entender las bienaventuranzas. Jesús sube al monte hombre como
Moisés, y desde allí habla a sus discípulos y a la muchedumbre, mostrando así que
la comunidad lo identifica con Dios (es el Señor) que da la ley, constitución de las
bienaventuranzas.
2.- EL SIGNIFICADO DE LAS BIENAVENTURANZAS.
a).- Un proyecto de felicidad.
Lo primero que aparece en las bienaventuranzas es que el programa de
Jesús para los suyos es un proyecto de felicidad. Jesús promete la dicha sin límites,
la felicidad plena para sus seguidores. Ante eso, se puede entender perfectamente
que Dios no quiere el dolor, la tristeza y sufrimiento, sino que lo que Dios quiere es
precisamente todo lo contrario: que el hombre se realice plenamente, que viva feliz,
que la dicha abunde en su vida.
Sin embargo , esa felicidad no es precisamente la que existe en el mundo,
pues la felicidad que predican las bienaventuranzas es contrario a lo que se
considera felicidad actualmente. Eso se puede ver si analizamos las frase de la
sociedad actual, que dice:” serás feliz en la medida en que tengas dinero para
consumir·, que es contraria a la que dice Jesús: “serás feliz en la medida en la que te
despojes del dinero para compartir.
De lo dicho se desprende que lo que las bienaventuranzas presentan no
una serie de virtudes que hay que practicar como obligaciones pesadas y costosas.
Se trata justamente de lo contrario: un programa de felicidad, cuya base en la
renuncia al dinero.
b).- Estructura de las bienaventuranzas.

Mateo nos presenta ocho bienaventuranzas, destacando que la primera y la


última tienen idéntico el segundo miembro y la promesa en presente: “ porque esos
tienen a Dios por Rey”. Cada una de las otras seis tienen un segundo miembro
diferente y la promesa vale para el futuro próximo. De estas seis, las tres primeras
mencionan en el primer miembro un estado doloroso para el hombre, del que se
promete la liberación. Las otras tres, quinte, sexta y séptima,, en cambio, enuncian
una actividad, estado o disposición del hombre favorable y beneficioso para su
prójimo, que lleva también su promesa de felicidad presente y futura.
Quedarían de la siguiente forma:
- Dichosos los que eligen ser pobres….
- Dichosos los que sufren…
- Dichosos los sometidos…
- Dichosos los que tienen hambre….
- Dichosos los que prestan ayuda…
- Dichosos los limpios de corazón…
- Dichosos los que trabajan por la paz….
- Dichosos los que viven perseguidos….
Según este esquema, de la primera afirmación “Dichosos los que eligen ser
pobres…”siguen tres consecuencias, que son las bienaventuranzas segunda, tercera
y cuarta. A continuación vienen otras tres bienaventuranzas, ( quinta, sexta y
séptima), que expresan las razones profundas de la nueva situación. Y , por último, la
octava bienaventuranza, conecta con la primera y declara la condición de aquellos
que perseveran fielmente en la opción tomada.
1) Primera bienaventuranza: “Los que eligen ser pobres”.
Esta primera bienaventuranza se presta a dos interpretaciones: pobres en
cuanto a espíritu y pobres por el espíritu. Sin embargo la primera de ellas, pobres en
cuanto a espíritu debe ser excluida, porque esa una afirmación absurda , ya que se
refería a los que tienen pocas cualidades.
Por tanto, nos quedamos con la segunda: “pobres por el espíritu”, que quiere
decir los que son pobres por decisión, opuesto a pobres por necesidad, pues la
pobreza por necesidad es una desgracia que debe ser erradicada del mundo.
En realidad, con la expresión “pobres por el espíritu” se alude a aquellos que
en realidad se desprenden del dinero y todo lo que representa para compartir con los
demás, cambiando el proyecto básico de poseer por el de compartir.. Cuando ocurre
esto es cuando se produce la intervención de Dios a favor de ellos , y que consiste en
que aquellos que comparten lo que tienen experimentan el milagro de la abundancia,
como en el milagro de los panes. En la práctica ,se trata de personas que renuncian
a acumular y tener bienes, porque su proyecto básico es no tener, sino compartir con
los demás; pero hay que compartir no sólo la materialidad del dinero, sino también
todo lo que el dinero represente y lleva consigo: bienestar, seguridad, confianza…
Por tanto vemos que para entrar en el reino de Dios hay que cambiar la
opción de poseer por la de compartir, lo que quiere decir que la comunidad cristiana
se compone de personas que deciden compartir con los demás lo que son y lo que
tienen. Sin embargo, esto es totalmente utópico
2) Segunda bienaventuranza.- “Dichosos los que sufren---“
En esta segunda bienaventuranza Jesús proclama dichosos a los que sufren,
porque van a recibir el consuelo, es decir, ven a dejar de sufrir. Esto se entiende si
analizamos que cuando lo que se impone no es el interés por el dinero y ayudar a los
demás, es evidente que se elimina la causa de los mayores sufrimientos que nos
acarrea el egoísmo social y colectivo. Si se actúa así, los que sufren van a dejar de
sufrir.
3) Tercera bienaventuranza: “Dichosos los sometidos”…
La tercera bienaventuranza declara dichosos a los sometidos, porque ellos
heredarán la tierra. Esta bienaventuranza quiere decir que a aquellos hombres que
se encuentren sometidos, Jesús promete no ya la posesión de un terrenos como
patrimonio familiar, sino la posesión de la tierra que es bien común para todos. Es la
segunda consecuencia que sigue de la concepción básica: cuando los hombres
renuncian a su codicia por el dinero, entonces la tierra se convierte en bien común.
4) Cuarta bienaventuranza:”Dichosos los que tienen hambre y sed de
justica”….
En esta bienaventuranza se declara dichosos a los que tienen hambre y sed
de justicia. Y son dichosos porque van a ser saciados. En esta bienaventuranza es
importante comprender que la palabra justicia expresa la actividad conforme a una
norma recta, reguladora de las relaciones humanas, que en este caso restaura los
derechos conculcados por la situación social injusta que padecen tanto los que sufren
como los sometidos. Por eso, se puede decir que esta bienaventuranza condensa y
resume los que han dicho las dos bienaventuranzas anteriores. La justicia, en esta
bienaventuranza, se refiere a verse libre de opresión, gozar de independencia y
libertad, es decir, se trata de comprender que en la sociedad humana según el
proyecto divino, el Reino de Dios, no quedará rastro de injusticia .
Por consiguiente, las consecuencias que van a seguir de la opción básica,
compartir con los demás son muy claras: los que sufren van a dejar de pasarlo mal,
nadie va a estar sometido a nadie ni humillado por nadie, y ningún creyente va a
cometer la injusticia contra sus semejantes.
A partir de aquí , en las bienaventuranzas quinta, sexta y séptima vamos a
observar que las mismas expresan las razones profundas de esta nueva situación.
Así, se puede decir, en primer lugar, que se acabaron los sufrimientos, humillaciones
e injusticias porque todos se van a prestar ayuda; en segundo lugar porque todos
van a tener un corazón limpio; y en tercer lugar, porque todos van a trabajar por la
paz.
5) Quinta bienaventuranza:” Dichosos los que `prestan ayuda”….
En esta bienaventuranza se declara dichosos a los que prestan ayuda. Pero
no se trata de misericordia como mero sentido, sino de la actitud que, imitando a
Dios, presta ayuda eficazmente al que lo necesita, debiendo realizarse , sobre todo,
en el terreno de lo corporal , en todo lo que afecta e interesa a la persona; vida social,
cultural… La consecuencia de ello, es que a los que prestan ayuda se les promete
que también la van a recibir, no faltándole a nadie nada, porque todo va a estar a
disposición de todos.
6) Sexta bienaventuranza:”Dichososss los limpios de corazón, porque
ellos verán a Dios”
En ella se promete la felicidad a “los limpios de corazón, porque esos van a
ver a Dios”. Esta limpieza de corazón como disposición permanente se traduce en
transparencia y sinceridad de conducta, creando una convivencia donde reina la
confianza mutua, incapaces de hacer daño a los demás. De esta forma, todos y cada
uno, en la comunidad cristiana, se sienten seguros, estimados , valorados y útiles. Se
les promete que van a ver a Dios, es decir, que van a tener una constante y profunda
experiencia de Dios en sus vidas.
Esta bienaventuranza contrasta con el concepto de pureza meramente ritual y
legalista, pues la pureza de Dios no consiste en estar incontaminado de impurezas
legales, ni se consigue con ritos y ceremonias, sino con la buena disposición hacia
los demás y la sinceridad de conducta.
7) Séptima bienaventuranza: “Dichosos los que trabajan por la paz,
porque a ellos los va a llamar Dios hijos suyos”
En ella se declara que son dichosos “ los que trabajan por la paz, porque a
ésos los va a llamar Dios hijos suyos”. Aquí la paz tiene el sentido de prosperidad,,
tranquilidad, derecho y justicia. En definitiva, la felicidad del ser humana considerado
individual y colectivamente. De ahí que se pueda afirma, que esta bienaventuranza
condesa y resume las dos anteriores ( quinta y sexta), pues en una sociedad donde
todos están dispuestos a prestar ayuda y donde nadie abriga malas intenciones
contra los demás, se realiza plenamente la justicia y se alcanza la felicidad.
A los que trabajan por la paz, Jesús les promete que Dios les llamará hijos
suyos, porque esta actividad hace al ser humano semejante a Dios, instaurando
unas relaciones basadas en la confianza, la intimidad y la colaboración del Padre con
los hijos.
8) Octava bienaventuranza:”Dichosos los que viven perseguidos,
porque tienen a Dios como Rey”
Lleva consigo la misma promesa que la primera: “porque esos tienen a Dios
por Rey”, lo que indica que se trata de la misma cosa, pero expresada de otra
manera, es decir, en la primera bienaventuranza se trata de los que asumen la
opción y el proyecto de compartir con los demás; aquí se trata de los que son fieles a
semejante proyecto, o sea, fidelidad a lo que Dios quiere.
Es como una promesa de felicidad, porque el verse perseguido es la señal
más clara de que uno ha entrado en el proyecto de Jesús. Los que tienen que
soportar la persecución son los que tienen verdaderamente a Dios por rey.
3.-LOS VALORES FUNDAMENTALES DE LA NUEVA SOCIEDAD.
Ante la situación actual de la sociedad, marcada por el afán del dinero y del
lucro, es necesaria la imposición de nuevos valores fundamentales si queremos
seguir el proyecto de Jesús. Pero desde luego, ese cambio no va a venir de de la
dinámica que tenemos actualmente marcada por el consumismo al que estamos
sometidos. Ese cambio, si de verdad queremos seguir a Jesús, debe venir desde el
interior de las personas, mediante una profunda conversión a los valores de la nueva
sociedad que presenta Jesús en el programa de las bienaventuranzas.
Si ahondamos en las bienaventuranzas, nos damos cuenta que en la primera
y la última, las promesas se encuentran en presente, mientras que en las restantes
se encuentran en futuro. Esto quiere decir que las promesas de futuro son efecto de
la opción de la pobreza y de la fidelidad a ella., pudiendo distinguirse, por tanto dos
planos: el del grupo que se adhiere a Jesús y da el paso cumpliendo lo propuesto por
Él, y el efecto de tal opción en la humanidad. En otras palabras, la existencia del
grupo que opta radicalmente contra los valores de la sociedad establecida provoca
una liberación progresiva de los oprimidos y va creando una sociedad nueva.
Todo esto nos indica también que la Iglesia tiene mucho que decir en torno a
esto, y comprender que la Iglesia tiene que ser más carismática y profética no sólo en
sus palabras y predicación, sino también en su organización y comportamiento. Si la
Iglesia se empeña en funcionar como organización de servicios religiosos, poco o
nada efectivo va a decir a nuestra sociedad para cambiarla, siguiendo siendo su
oferta a los hombres la basada en el confort y el consumo, de forma que los servicios
religiosas serán, en la práctica, un objeto más del consumismo imperante.
De ahí la necesidad de tener siempre claro el mensaje de las
bienaventuranzas, que no es otro que el de construir una sociedad en la que el valor
fundamental no es el dinero y todo lo que lleva consigo, sino la solidaridad y el amor
efectivo, que se traduce en el proyecto de compartir.
Mi conclusión sobre estos es que esto es difícil hoy en día, pues somos
materialistas y consumistas, dando sólo valor al lujo , el confort….hay mucho que
hacer para conseguir esos valores fundamentales que Jesús nos transmitió en las
bienaventuranzas, que si las analizamos, la verdad es que son un programa de vida
para liberarnos de los falsos valores del mundo y abrirse a los verdaderos bienes
presentes y futuros.
VALORES DE LAS BIENAVENTURANZAS
Los principales valores que se desprenden de las bienaventuranzas y que
podemos transmitir a los alumnos de infantil y primaria son los siguientes:
 La pobreza - Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el
Reino de Dios.
 La bondad - Bienaventurados los sometidos, porque ellos heredarán la tierra.
 La humanidad - Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán
consolados.
 La justicia - Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque
serán saciados.
 El perdón - Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia.
 La humildad - Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a
Dios.
 La paz - Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados
hijos de Dios.
 La solidaridad - Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de Dios.
SESIONES SOBRE EL VALOR DE LA PAZ.

Dentro de los valores que se desprenden de las bienaventuranzas, he optado


por trabajar el de la paz.

Considero que en la actualidad estamos muy alejados de la idea de paz que


se deriva de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y, aunque la voz
pesimista que todos llevamos dentro nos susurre que todo son bellos propósitos y
utopías de soñadores, la verdad es que debemos considerar a la paz como una de las
principales metas que debemos tener los seres humanos, pues la paz merece el
esfuerzo de todos.

Nosotros, en nuestras aulas tenemos la posibilidad única de formar en la paz a


nuestros alumnos/as a través de nuestra actitud pacífica, dialogante, comprensiva y
serena, que no está reñida con la rectitud, la energía, ni la exigencia. Por lo tanto, el
clima de nuestras aulas debe ser pacífico, y las inevitables peleas infantiles nos deben
llevar siempre a una reflexión oportuna sobre la paz y la no violencia. Debemos
demostrar con la práctica diaria que el acuerdo, el diálogo, el acercamiento afectuoso
ahorran violencia y aportan paz.

Asimismo, siempre que sea posible, debemos insistir en que ser bueno, ser
pacífico y ser portador de paz no significa ser tonto o débil; todo lo contrario: hay que
ser muy fuerte para trabajar por la paz; es mucho más fácil trabajar para la discordia.
Nuestra actitud será siempre pacífica y pacifista; y si perdemos el autocontrol y
tomamos una actitud agresiva, que todo es posible, rápidamente debemos pedir
perdón y reconocer que a veces los nervios nos traicionan, pero que éste no es el
buen camino para la convivencia. De esta manera, daremos dos lecciones a la vez: de
paz y de humildad.
Voy a desarrollar 3 tipos de sesiones:

Sesión : “JUNTOS CONSTRUIMOS LA PAZ”

El objetivo general sería: Descubrir que la paz es un valor que tenemos que construir

entre todos y fomentar el desarrollo de actitudes que la hacen posible.

Los objetivos específicos serían los siguientes:

 Promover el desarrollo de las relaciones amistosas convirtiéndonos en


verdaderos mensajeros de la paz.
 Resolver los conflictos a través del acuerdo, el diálogo, el acercamiento
afectuosos y la reconciliación.

Nivel al que va dirigido: 5º Primaria.

Duración: 60 minutos

Ambientación de la clase: La clase la ambientaríamos con algunos símbolos, para


trabajarlos después en algunas sesiones. Estos símbolos con los que decoraríamos la
clase serían, por ejemplo: una paloma, el ramo de olivo, darse la mano, una bandera
blanca, un abrazo de reconciliación,…..

Desarrollo de la sesión:

- Saludar a los compañeros con algunos de los símbolos de la paz


representados en el aula.
- Comentar los símbolos e intentar descubrir el origen de ellos, por ejemplo la
paloma y el ramo de olivo en la Biblia (Génesis 8, 1-14); ….

- Trabajar en pequeños grupos la actividad “Está claro que…”


Se entregará a cada grupo dos sobres, uno con las frases que comienzan “No
podemos evitar…” y otro con las expresiones que comienzan “Pero nosotros
podemos…” para que las emparejen y después las coloquen en un folio.

- Puesta en común del trabajo de los grupos y reflexión sobre las ideas
emparejadas.

Ejemplos de frases que podemos poner serían, por ejemplo:

Está claro que….

 No podemos eliminar los tanques, los fusiles ni las metralletas.


 No podemos evitar que los niños se les regalen juguetes bélicos.
 No podemos prohibir que en las casas de algunos amigos haya pistolas de
juguetes.
 No podemos evitar que algunos padres traten a sus hijos con violencia.
 No podemos eliminar todos los palos y piedras del campo.
 No podemos evitar que algunos niños den puntapiés o insulten a sus
compañeros.
 No podemos evitar que vendan video juegos violentos.
 No podemos evitar que muchos niños vivan la guerra y estén al otro lado de la
paz
Pero nosotros podemos…
 Pero nosotros podemos no imitar la forma de una pistola con los dedos.
 Pero nosotros podemos tirar todos los juguetes bélicos que nos hayan
regalado.
 Pero nosotros podemos decirles a los amigos que no nos gusta jugar con
juguetes bélicos.
 Pero nosotros podemos denunciar los casos, que conozcamos, de violencia en
las casas.
 Pero nosotros podemos sacar de casa todos los juguetes de guerra.
 Pero nosotros podemos jugar con todos nuestros compañeros y no insultarlos
ni pegarles.
 Pero nosotros podemos elegir videojuegos divertidos y no violentos.
 Pero nosotros podemos rechazar cualquier tipo de violencia.

Otra sesión podría ser la siguiente: “Juego paz positiva o negativa”

- Objetivos:
 Establecer diferencias entre paz positiva y paz negativa.
 Aceptar que la paz es mucho más que la ausencia de violencia.

- Materiales:
 Dos murales con las palabras: paz positiva / paz negativa.
 Tarjetas con frases.
 Cinta adhesiva.
 Caja
- Duración: 60 minutos
- Desarrollo:
 En primer lugar, el grupo se dividirá en dos. Unos dibujarán lo que no es paz y
otros lo que sí es paz. Después veremos los dibujos, donde seguramente
observaremos que en los dibujos de la no paz encontraremos sólo imágenes
de guerra y, en las de paz, palomas, o imágenes de tranquilidad. Esto nos
servirá para introducir el tema de la paz positiva y la paz negativa y pasar a la
siguiente actividad.
 Tenemos dos murales de paz positiva y paz negativa y una caja con frases,
iremos sacando frases y el grupo deberá identificar a cuál de los murales
corresponde
FRASES DE PAZ NEGATIVA
 Paz significa que no hay guerras.
 Estoy tranquilo y en paz, no me peleo con mis compañeros y tampoco hablo
con ellos.
 Yo he visto que le hacían daño, pero como no me gustan los problemas, no he
dicho nada.
 Si hacemos lo que digo y no me lleváis la contraria, todos estaremos bien.
FRASES DE PAZ POSITIVA
 La paz la construimos cada día.
 Entiendo que todos tenemos los mismos derechos y que merecemos vivir bien.
 No es justo que mis compañeros no jueguen con Pedro sólo porque tiene otro
color de piel.
 Yo tengo la posibilidad de elegir cómo resuelvo mis conflictos.
Otra sesión sería la siguiente: “Reflexionamos jugando”. Dinámicas por la Paz
- Objetivos:
 Promover el trabajo cooperativo.
 Reflexionar sobre el concepto de paz y la resolución de conflictos.
- Duración estimada: 1 hora .
 La duración de las dinámicas puede ser de 5 a 15 minutos,
dependiendo del grupo.
 Se realizarán con todo el grupo clase.
- Grupos: primer y segundo ciclo de primaria.
- Desarrollo de la actividad:

Se trata de varias dinámicas para reflexionar jugando sobre la paz y la


resolución pacífica de conflictos. Se proponen una serie de juegos y dinámicas
socio-afectivas, de corta duración y muy simples, para poder llevarlas a cabo
en la escuela. Algunos de estos juegos plantean situaciones de “conflicto” o
algún aspecto relacionado con este, como los problemas de comunicación,
relaciones de poder/sumisión, etc. y aportan elementos para aprender a
afrontar los conflictos.
Los juegos que proponemos son:
 La telaraña,
 La pelota imaginaria,
 La sardina enlatada,
 Qué conflicto está pasando.,
 El nudo.
 El nudo.
 La bandera.
 Tiburones y salvavidas
 Las pelotas…
Ejemplos de cómo se desarrollarían algunos de estos juegos:
1.-¿Qué conflicto está pasando? (primer ciclo de primaria)
Este juego tiene como objetivo enseñar a los niños y niñas a no hacer
prejuicios sin saber antes qué ha pasado.
Desarrollo: una o dos personas salen de la clase o se colocan en un rincón de la
puerta para que no puedan ver qué pasa. Mientras tanto, el grupo trata un conflicto
que antes ha preparado. Los que han salido o están de espaldas tratan de investigar
qué ha pasado y reconocer a las personas que intervienen en el conflicto. Cuando
acabe el conflicto, tendrán que intentar explicar qué creen que ha pasado.
Reflexión: ¿Creéis que a veces juzgamos las situaciones sin saber qué ha pasado?

2.- La pelota imaginaria (primer ciclo de primaria)


Este juego tiene como objetivo estimular el respeto hacia los compañeros.
Desarrollo: nos ponemos en círculo, imaginando que hay una pelota imaginaria. El
dinamizador pasará la pelota imaginaria a alguno de los participantes, el cual tendrá
que hacer un gesto con ella (lanzarla al aire y cogerla, pasarla entre las piernas,
mantenerla en equilibrio sobre la cabeza, etc.).Todos los participantes imitarán este
gesto. Se pasa la pelota al compañero, el cual hará un gesto con ella, diferente del que
se haya hecho hasta el momento, y los otros compañeros tendrán que imitarlo.
Reflexión: ¿Habéis seguido las acciones de los compañeros o ha surgido algún
conflicto? ¿Cuál?

3.-Las pelotas (a partir de primer ciclo de primaria)


Este juego intenta fomentar el espíritu de cooperación, sin excluir a nadie.
Materiales y reglas: un paracaídas, un neumático (o bien un aro que hará las veces
de rueda) y pelotas de varios tamaños. Se trata de meter el mayor número posible de
pelotas dentro de la rueda. La regla es que la pelota que caiga al suelo no puede
volverse a poner en el paracaídas, independientemente de si se ha encestado o no.
Desarrollo: se coloca una rueda justo debajo del agujero del paracaídas. Sobre el
paracaídas pondremos las pelotas.
Se trata de que los jugadores encesten el mayor número de pelotas utilizando la tela
del paracaídas. Si queremos aumentar la dificultad del juego, podemos utilizar varias
cestas y permitir que las pelotas que hayan caído fuera se puedan recuperar. El juego
acaba cuando todas las pelotas están dentro de la rueda.
Valoración: Se comentarán, las dificultades con las que nos hemos encontrado y
cómo las hemos ido resolviendo.

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