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CAUBET
La autora describe la normativa sobre la asignación universal por hijo para protección
social, puntualizando en sus conclusiones los efectos trascendentes de esta medida.
OBJETIVOS PERSEGUIDOS
Con esta medida, como se aclara en los considerandos del decreto que trato, se alerta que sólo ofrece
una respuesta reparadora a una población que ha sido castigada por políticas económicas de corte
neoliberal. Se expresa que la clave para la solución estructural en el tema de la pobreza sigue afincada en
el crecimiento económico y en la creación constante de puestos de trabajo. Pero se señala que el trabajo
decente sigue siendo el elemento cohesionante de la familia y de la sociedad, al permitir el desarrollo de
la persona.
CONDICIONES
La resolución (ANSeS) 393/2009 precisa las condiciones que deben concurrir para el otorgamiento de
la prestación universal por hijo:
1. Grupo familiar. Se entiende por grupo familiar al niño, adolescente y/o persona discapacitada que
genera la asignación, y a la persona o personas relacionadas que tienen al mismo a su cargo, dentro del
marco del artículo 14 bis de la ley 24714, que incorpora esta asignación al Régimen Nacional de
Asignaciones Familiares, previendo que se abonará por cada menor acreditado por el grupo familiar
hasta un máximo de cinco menores.
2. Percepción de la asignación. Esta asignación será percibida por quien resulte titular, cuando las
personas a cargo del grupo familiar sean monotributistas sociales, se encuentren desocupados o
desempeñándose en la economía informal con un ingreso inferior al salario mínimo, vital y móvil, y
siempre que se encuentre comprendido por alguna de las incompatibilidades mencionadas en el artículo
9 del decreto 1602/2009. Esas incompatibilidades son que cobren sumas originadas en prestaciones
contributivas o no contributivas nacionales, provinciales, municipales o de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, la prestación por desempleo o prestaciones previsionales, o del régimen general de
asignaciones familiares.
RESIDENCIA EN EL PAÍS
Para acceder a esta asignación, el niño, adolescente y/o persona discapacitada deben residir en la
República Argentina, ser argentinos nativos o naturalizados o con residencia legal en el país no inferior a
tres años previos a la solicitud.
PRESENTACIÓN DE LA SOLICITUD Y DE LA DOCUMENTACIÓN
El solicitante radicado en una provincia deberá presentar ante la autoridad competente [ANSeS y
Unidades de Atención integral (UDAI)] la certificación firmada por el funcionario público provincial
competente de la que surja si el o los integrantes del grupo familiar del menor o discapacitado resultan
beneficiarios o no de planes oficiales de empleo y/o capacitación de carácter provincial.
Los integrantes del grupo familiar (niños, adolescentes y/o discapacitados) deberán cumplir con los
requisitos de sanidad, vacunación y escolaridad exigidos por la norma reglamentaria.
FECHA DE PAGO
Esta asignación se abonará desde la fecha en que se cuente con la información necesaria en las bases
de datos del ANSeS.
HIJOS DISCAPACITADOS
La ANSeS procederá a la verificación médica pertinente, salvo que el hijo discapacitado contare con un
certificado de discapacidad vigente extendido de conformidad con la ley 22431 o con una declaración
judicial de insanía o bien con informe de profesionales médicos producido en el marco del Ministerio de
Desarrollo Social.
CONCLUSIONES
Por este medio, se implementa en parte el Plan Nacional de Acción para los derechos de niñas, niños y
adolescentes, que es un mecanismo integrador que, con eje en la familia, intenta lograr la inclusión social
de vastos sectores, los más vulnerables del conjunto social que no se encuentran siquiera alcanzados por
el régimen general de asignaciones familiares.
La prestación que se crea se pone en línea con los propósitos de la Declaración Internacional sobre la
Protección de la Niñez, lo cual significa un paso adelante en la intención de cumplir con la normativa
constitucional [art. 75, inc. 22), CN]. Afirma una toma de posiciones explícita en materia de política
económica contraria al neoliberalismo, lo cual ratifica los lineamientos generales que se han seguido hasta
ahora, invirtiendo en 180 grados los principios que se sustentaron en la década del noventa.
Destaco la importancia de requerir el cumplimiento de las disposiciones sanitarias mínimas, que
incluyen la vacunación obligatoria, y además unir la asignación con el cumplimiento de la educación
obligatoria en la enseñanza primaria y en la enseñanza media. Este requerimiento ya ha originado efectos
de enorme importancia, pues se ha incrementado de manera notoria la matrícula escolar. Y a través de la
educación se acentúan las posibilidades de inclusión social.
Destaco además que el incremento de la capacidad de consumo de extendidos sectores de la población
-los más carenciados- beneficia a todo el cuerpo social al generar una mayor demanda, lo que mejora la
situación de sectores de la producción y del comercio y la creación de empleos.
En definitiva, entiendo que la asignación universal por hijo para protección social, si bien no acabará
con la pobreza, constituye un paso importante en el largo y difícil camino para lograr dicha meta y para
acentuar las posibilidades de la inclusión social de los sectores más carenciados.