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Introducción
Los orígenes del anarquismo se encuentran en la lucha antiautoritaria y por la libertad, es decir,
se remontan hasta el inicio de la humanidad, sin embargo, a raíz de que no existía un fundamento
teórico definido que le diera forma a una matriz ideológica, en la actualidad caracterizamos a estas
luchas como más o menos cercanas al anarquismo según sus rasgos “libertarios” o “anárquicos”. En
general se acepta que el primero en usar la palabra “anarquía” con una connotación positiva fue Pierre
Joseph Proudhon (1809-1865). Esta nueva acepción de la palabra fue transformándose y precisándose
hasta alcanzar una profundidad teórica y práctica que abarca todas las facetas de la vida bajo ciertos
principios básicos, dentro de los cuales existen diversas corrientes.
“El bien más preciado es la libertad” dice una famosa canción anarquista tradicional, 1 la libertad
es la aspiración máxima del anarquismo, sin embargo el problema principal de esta afirmación es
definir lo que significa la palabra “libertad”, y es aquí donde comienzan las similitudes con la visión de
Hinkelammert (entre muchas otras personas y culturas) con la anarquía, ya que para los ácratas el
individuo no existe si no es en comunidad, en sociedad. No tiene sentido entonces predicar la libertad
absoluta de un individuo abstracto, la libertad, como el ser humano mismo, es social: “La libertad del
individuo es incrementada y no limitada por la libertad de todos. Sólo soy libre cuando todos los seres
humanos que me rodean, hombres y mujeres, son igualmente libres. Lejos de limitar o negar mi
libertad, la libertad de los demás es su condición necesaria y su confirmación”.2
Con base en lo anterior se pueden afirmar dos puntos que son fundamentales para todas las
distintas corrientes del anarquismo: la negación del Estado, y el rechazo a la propiedad privada, estas
instituciones están íntimamente ligadas, en la visión anarquista el papel económico del Estado es el de
proteger la propiedad privada y la acumulación de capital. Ambos son fundamentales para el desarrollo
del capitalismo.
El libro más conocido de Proudhon se llama precisamente ¿Qué es la propiedad?, fue publicado
en 1840, con “propiedad” Proudhon “quiso señalar lo injusto de la propiedad como bien usado por el
hombre para explotar el trabajo de otros, sin aportar el esfuerzo propio, de la propiedad que se
caracteriza por rendir intereses y rentas y permitir imposiciones por parte del que no produce sobre el
que produce. En cambio, la propiedad como “posesión”, el derecho de un hombre a disponer de su
1 “A las barricadas”, canción popular, https://es.wikipedia.org/wiki/A_las_barricadas
2 Mijail Bakunin, Escritos de filosofía política 1953, p. 315, es.theanarchistlibrary.org,
https://es.theanarchistlibrary.org/library/mijail-bakunin-escritos-de-filosofia-politica.pdf
vivienda, de la tierra y las herramientas que necesita para vivir, eso era para Proudhon lo justo, la
piedra fundamental de la libertad”.3
Esta obra de Proudhon fue ampliamente discutida, y posteriormente la profundización de esas
discusiones llevaría a formar distintas corrientes, sin dejar de lado que “en esta obra encontramos,
explícita o implícitamente, la esencia de todo el anarquismo: la idea de una sociedad libre unida por
asociación que pone los medios de producción en manos de los trabajadores”,4 todos los anarquistas
estaban de acuerdo en que había principios necesarios para la libertad, y en el plano económico eran la
propiedad colectiva, basada en la diferencia entre propiedad y posesión, y la libre asociación. La
discusión de una sociedad poscapitalista se centró en torno a cómo organizar el trabajo y cómo se
deberían de repartir las ganancias, cómo llegar a una justicia social; las distintas aproximaciones a estos
problemas crearon tres corrientes dentro del anarquismo del siglo XIX: el mutualismo, el colectivismo
y el comunismo.5
Proudhon y los mutualistas proponían la organización democrática en cooperativas y un reparto
proporcional al aporte de cada quien en la producción, se proponía también la organización de una
cooperativa de crédito llamada “Banco del pueblo”, que daría créditos con un interés únicamente
destinado a cumplir los gastos operativos.6 Autores más actuales plantean que “La mayoría de los
anarquistas, sin embargo, rechazan los puntos de vista orientados a los mercados, 7 sugiriendo muchas
veces que los mercados en sí mismos son parte y esencia de la sociedad capitalista. Jarach, por ejemplo,
puntualiza que ha existido «una casi total ausencia de las ideas económicas de Proudhon entre los
anarquistas en los últimos 150 años». Bowman, en su acercamiento al comunismo, se refiere a los
argumentos visionarios de Proudhon como una forma de «capitalismo sin capitalistas» debido a que
retiene algunos aspectos fundamentales del capitalismo.”8
Estas propuestas mutualistas fueron criticadas desde el mismo siglo XIX por los anarquistas
colectivistas, posición asociada normalmente con Bakunin y que proponía la colectivización de la
propiedad, la particularidad de esta corriente es que plantea “los bienes [...] producidos por el trabajo
colectivo, pertenecerán a la comunidad. Y cada miembro recibirá la remuneración por su trabajo, bien
en la forma de artículos [...] o en moneda. En algunas comunidades la remuneración será en proporción
3 George Woodcock, “Prólogo”, en: Pierre Joseph Proudhon ¿Qué es la propiedad?, Libros de Anarres, Buenos Aires,
2005, p.15, https://www.marxists.org/espanol/proudhon/prop/que-es-la-propiedad.pdf
4 Ibíd.
5 La economía del anarquismo, https://disenso.files.wordpress.com/2013/08/economia-del-anarquismo.pdf
6 Luis Buendía y Daniel García “Anarquismo y economía ¿una ausencia eterna?”, Libre pensamiento. Papeles de
reflexión y debate, Confederación General del Trabajo (CGT), Número 102, primavera 2020, p. 53
7 Entendiendo “mercado” como relaciones de intercambio entre propiedad privada, si sólo existe la posesión los
intercambios no podrían llamarse “mercado”
8 Deric Shannon, Anthony J. Nocella II y John Asmakopoulous, Economía anarquista. Una visión global, La Neurosis o
Las Barricadas Editorial. Enero 2015, p.26
a las horas de trabajo; en otras el pago será medido tanto por las horas de trabajo como por el tipo de
trabajo realizado”,9 esta forma de organización era vista como una fase transitoria hacia un sistema
donde estas formas desaparecerían. “Actualmente hay ecos de alguna de estas preocupaciones sobre la
remuneración pueden verse cuando algunos anarquistas abogan por las economías participativas (o
parecon), un socialismo libertario sin mercado desarrollado por Michael Albert y Robin Hahnel y
también defendido por Chris Spannos (…) sin embargo, para los defensores de las parecon, estas no
son vistas normalmente como una fase transitoria hacia un comunismo pleno de libre consumo, sino
como un fin en sí mismas, lo cual les diferencia de la teoría de Bakunin. Se diferencian también en
otros aspectos fundamentales”.10 El mantenimiento del salario como forma de retribución del trabajo es
criticada por la tercera corriente dentro del anarquismo: los comunistas libertarios.
El comunismo libertario tiene ese apellido para diferenciarse del comunismo autoritario, o
estatista, propuesto por Marx y sus seguidores, uno de sus principales teóricos fue Piotr Kropotkin
quien pensaba que es muy complicado calcular de manera adecuada la contribución económica de
cualquier trabajo, ya que «Cada descubrimiento, cada progreso, cada aumento de la riqueza de la
humanidad, tiene su origen en la conjunción del trabajo manual e intelectual del pasado y del presente.
Entonces, ¿con qué derecho alguien se apropia de la menor parcela de ese inmenso todo y dice: "Esto
es sólo mío y no de todos"?» 11 La riqueza producida por el trabajo colectivo a través del tiempo es un
bien social, y debe de estar a disposición de todos, sin importar sus condiciones particulares, bajo la
máxima “De cada quién según sus capacidades, a cada quién según sus necesidades”, dice el famoso
geógrafo anarquista Eliseo Reclús, en su introducción al libro de Kropotkin “La conquista del pan” que
este título persigue la simplificación, pero que “no sólo de pan vive el hombre, “será preciso conquistar
también todo lo necesario o lo simplemente útil para una vida confortable”.12
Me parece interesante comparar esta visión con la de Hinkelammert, particularmente en el uso
del concepto “vida”, o “vida confortable”, ya que va más allá de la satisfacción de necesidades básicas,
comprende que las necesidades son contextuales: no todos necesitamos lo mismo para vivir en todo
momento, depende de una variedad de factores y, en última instancia, del individuo mismo en
comunidad, lo que se considera como “necesario”. Para concluir con esta sección del trabajo se
recuperará la definición de una característica importante de esta corriente del anarquismo que, hay que
decirlo, es indudablemente la corriente mayoritaria: “El comunismo libertario aboga por la propiedad
social de los medios de producción y la distribución en función de la necesidad o, quizá por decirlo
16 Juan Ramón Lacadena, Patentes de genes humanos: ¿sí o no? Reflexiones en torno a la sentencia del tribunal supremo
EEUU, bioeticaweb.com, 29 de septiembre de 2013, https://www.bioeticaweb.com/patentes-de-genes-humanos-aisi-o-
no-reflexiones-en-torno-a-la-sentencia-del-tribunal-supremo-eeuu/ (revisado el 30 de enero de 2021)
17 Boaventura de Sousa Santos, El fin del imperio cognitivo, Editorial Trotta, 2019, p. 21
en la idea que nuestros problemas ecológicos vienen de problemas sociales, y propone una nueva
manera de pensar esta realidad.
Otra vertiente de la ecología social se ha establecido por medio del concepto de “decrecimiento”, como
ejemplo de esta visión se encuentran los trabajos de Serge Latouche. La base de estas teorías es una
crítica de la idea de progreso infinito, Latouche está en contra también de la idea de “desarrollo
sostenible”, como dijo en una entrevista “El desarrollo sostenible es una trampa. El crecimiento es el
incremento cuantitativo de los productos. El desarrollo es la transformación cualitativa de los mismos.
No hay desarrollo sin crecimiento, y el crecimiento implica el desarrollo. Es necesario romper esa
lógica. Los términos ‘crecimiento’ y ‘sostenible’ son contradictorios en sí mismos debido al carácter
limitado de los recursos disponibles en un planeta finito como es la Tierra”.18 A esta caracterización,
con la que estoy de acuerdo, agregaría que la idea misma de acumulación incesante de capital que
caracteriza al capitalismo también es contradictoria con la cantidad limitada de recursos que tenemos.
Sin embargo, cuando le preguntaron a Latouche en esa misma entrevista ¿cómo conciliar el reparto
justo con el capitalismo?, a lo que cualquier anarquista hubiera respondido que es imposible, Latouche
responde que simplemente reduciendo la productividad.19
Así, nos encontramos con una propuesta que mantiene intactas las estructuras de propiedad y plantea
un cambio únicamente en la manera de producir y de consumir, no es una crítica frontal a las bases del
capitalismo sino una propuesta para transformarlo en algo más “amable”, lo cual es contradictorio
también, desde mi punto de vista. La lógica de esta propuesta, más allá de la crítica al productivismo,
está basada en la lógica del mercado “trabajar menos para producir más” dice Latouche en el entendido
de que el incremento en la oferta de trabajo provoca un descenso en los salarios, esto puede
relacionarse con la lucha de los sindicatos anarquistas en los años veinte cuando su propuesta era
establecer las 6 horas de trabajo, después de haber conseguido las 8, seguían la misma lógica, sin
embargo no pensaban que este era su objetivo, simplemente serviría para mejorar el nivel de vida de
una mayor cantidad de trabajadores mientras se preparaba el fin del capitalismo.
Se ha hablado en este trabajo de la necesidad de pensar al sujeto en comunidad, no sólo en un sentido
abstracto sino relacionado con la posibilidad de vivir y reproducir la vida, los anarquistas
tradicionalmente se han negado a expresar fórmulas prescriptivas, programas revolucionarios o pasos a
seguir para llegar a la libertad, a la justicia, porque se entiende que cada individuo y cada comunidad
tiene sus propias maneras de concebir al mundo y sus propios caminos, y que la realidad es mutable e
18 Serge Latouche, entrevista realizada en la Universidad de Zaragoza, España, 15 de junio 2018, revisada en
https://www.revoprosper.org/2018/06/25/serge-latouche-el-trabajo-no-lo-es-todo-la-vida-esta-ahi-fuera/ el 31 de enero
de 2021
19 Ibíd.
impredecible. Sin embargo se han definido ciertas formas de relaciones sociales y económicas que
impiden desde su establecimiento la posibilidad de liberación y justicia porque construyen estructuras
jerárquicas y monolíticas, basadas en el individualismo y la explotación, el Estado y el capital son las
formas que ha tomado la dominación en esta etapa de la humanidad y cualquier alternativa de
liberación tiene que pasar obligatoriamente por su destrucción.
Vivimos en un sistema donde parece que no hay alternativas, que estamos condenados a observar con
impotencia la destrucción del planeta y la injusticia social creciente, sin embargo, para crear
alternativas reales hay que analizar los factores que impiden la construcción de otra forma de vivir, las
raíces de la injusticia. El anarquismo pone el acento en que, para poder llegar a un mundo más justo, es
necesario fundarlo sobre la base de la libertad económica, como la entiende el comunismo libertario, y
la libertad política, entendida como autonomía, democracia directa y libre asociación.
“La libertad y el socialismo son mutuamente complementarios. La realización concienzuda de la
libertad, la justicia y la paz será imposible mientras una gran mayoría de la población permanezca
desposeída en relación a sus necesidades más elementales, mientras esté privada de educación y
condenada a la insignificancia política y social y a la esclavitud —de hecho, si no de derecho—por la
pobreza tanto como por la necesidad de trabajar sin un momento de reposo o de ocio, produciendo toda
la riqueza de la cual el mundo se enorgullece ahora y recibiendo a cambio una parte tan insignificante
que apenas alcanza para asegurar [al trabajador] el pan del día siguiente;... estamos convencidos de que
la libertad sin socialismo es un privilegio y una injusticia, y de que el socialismo sin libertad es
esclavitud y brutalidad.”20 Bakunin escribió esto en 1868 y, aunque el mundo se ha transformado y el
contexto no es el mismo en absoluto, para los anarquistas sigue estando tan vigente en la actualidad
como en el tiempo en que se escribió.
BIBLIOGRAFÍA
- Boaventura de Sousa Santos, El fin del imperio cognitivo, Editorial Trotta, 2019
- Deric Shannon, Anthony J. Nocella II y John Asmakopoulous, Economía anarquista. Una visión
global, La Neurosis o Las Barricadas Editorial. Enero 2015
- Juan Ramón Lacadena, Patentes de genes humanos: ¿sí o no? Reflexiones en torno a la sentencia del
tribunal supremo EEUU, bioeticaweb.com, 29 de septiembre de 2013,
https://www.bioeticaweb.com/patentes-de-genes-humanos-aisi-o-no-reflexiones-en-torno-a-la-
sentencia-del-tribunal-supremo-eeuu/ (revisado el 30 de enero de 2021)
- Luis Buendía y Daniel García “Anarquismo y economía ¿una ausencia eterna?”, Libre pensamiento.
Papeles de reflexión y debate, Confederación General del Trabajo (CGT), Número 102, primavera
2020, p. 53
- Pierre Joseph Proudhon ¿Qué es la propiedad?, Libros de Anarres, Buenos Aires, 2005
https://www.marxists.org/espanol/proudhon/prop/que-es-la-propiedad.pdf
- Piotr Kropotkin, La conquista del pan, Libros de Anarres, Buenos Aires, 2005
- VVAA, La economía del anarquismo, texto basado en una charla dada en la conferencia “Practical
Economics: radical alternatives to a failed economic system” organizada por Radical Routes, una
red de cooperativas autogestionadas, revisado en
https://disenso.files.wordpress.com/2013/08/economia-del-anarquismo.pdf el 2 de febrero de 2021