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LA MODULARIDAD DE LA MENTE (Fodor, 1983)

La psicología del procesamiento de la información considera la mente humana como un


sofisticado sistema de procesamiento en el que hay que diferenciar las estructuras (o arquitectura
del sistema), las representaciones (o información que entra en ese sistema, es tratada por él,
puede ser almacenada y puede salir de él en forma de respuesta) y los procesos (operaciones o
transformaciones realizadas por el sistema sobre las representaciones.

Marr (1976; 1982) adopta el concepto de módulo que utilizan los expertos en ordenadores para
designar las partes diferenciadas de un proceso, denominando “principio de diseño modular” al
supuesto de que “un cálculo complejo puede ser fragmentado como una colección de partes tan
independientes entre sí como lo permita la tarea general”. Las ventajas de este supuesto residen
en que un sistema modular permite mejorar un módulo sin necesidad de volver a diseñar el
sistema entero. Por el contrario, en un sistema que no tenga este tipo de diseño, cualquier cambio
en una de sus partes tendrá consecuencias en otras muchas partes.

La propuesta de Marr va a ser desarrollada por Fodor (1983), quien sostenía que la mente posee
una arquitectura modular: esto es, la mente está compuesta por un conjunto de sistemas
especializados, encapsulados y autónomos de procesamiento de información (módulos) y por
sistemas de procesamiento de propósito general (sistemas centrales). Fodor es innatista, es decir,
afirma que nacemos con estructuras mentales ya definidas. El desarrollo no es más que el
develamiento de esas estructuras. No hay que construir nada.

Dentro de la arquitectura mental, hay tres estructuras: los transductores, los Sistemas de Entrada
(módulos propiamente dichos) y los Sistemas Centrales.

Los transductores transforman los datos provenientes del entorno a un formato que pueda
procesar cada sistema especializado de entrada. Permiten que la información entre al sistema
transformándola en representaciones mentales. Los procesos cognitivos son una secuencia de
transformaciones de esas representaciones. En cada procesador hay una representación de
entrada y una de salida, derivada de la primera. Fodor no profundiza mucho en estas estructuras,
dedicándose principalmente a explicar los sistemas de entrada y los sistemas centrales. Podría
considerarse a los transductores a estructuras tales como los receptores sensoriales, que captan la
energía de los elementos ambientales transformándola en un tipo de energía que la mente puede
procesar (representaciones aptas para el sistema).

Los sistemas de entrada son las estructuras mentales de los cinco sentidos y el módulo del
lenguaje. Estos sistemas analizan las representaciones que entran en el sistema cognitivo, y se
encargan de ejecutar los procesos perceptuales, es decir, de generar representaciones que
caracterizan la disposición de las cosas en el mundo. Median entre la salida de los transductores y
los mecanismos cognitivos centrales. Pero no es que son seis nomás, sino que son módulos
especializados en cada facultad, por ejemplo la percepción del color o del movimiento. Estos
sistemas producen representaciones a través de un trabajo sobre los transductores en un formato
compatible al Sistema Central.
Los Sistemas de Entrada son considerados modulares porque tienen las características que se
mencionan a continuación, aunque cada una de estas propiedades puede estar presente en mayor
o menor grado en cada sistema modular (la noción de modularidad admite grados). Los Sistemas
Centrales no son modulares.

SISTEMAS DE ENTRADA

Función: mostrar el mundo al Sistema Central, análisis de entrada.

Los sistemas de entrada se parecen al procesador multipropósito del PPI. Son los mediadores
entre los transductores y los sistemas centrales. La información que pasa al S. Central sería sobre
la organización de los objetos en la realidad. Por esto se dice que tienen el objeto de presentar el
mundo al pensamiento (al sistema central). Los sistemas de entrada son una familia de módulos o
sistemas computacionales específicos por dominio que se caracterizan por lo siguiente:

1. Encapsulamiento informativo (*esto es clave*)

Los sistemas de entrada están informativamente encapsulados. Esto significa que las operaciones
de los sistemas de entrada no se ven afectadas en su mayoría por el flujo descendente de
información de los Sistemas Centrales. Un ejemplo son las “ilusiones visuales”, como el fenómeno
fi. Fodor dice que aunque sepas y tengas conciencia de que es un truco, no puedes evitar verlo.
Cuando decimos, entonces, que está encapsulado, significa “impenetrabilidad cognitiva”: no es
susceptible a ser modificado por procesos superiores (razonamiento, lógica).

2. Especificidad de dominio

Se refiere al ámbito de problemas para los cuales el módulo dispone de procesamiento. Cada
módulo sólo puede proporcionar respuestas a una gama restringida de cuestiones. Existen
mecanismos psicológicos diferenciados que corresponden a dominios estimulares diferenciados.
Ejemplo: tenemos un módulo para el análisis fonético del habla y otro para el análisis de estímulos
auditivos no verbales. Dentro de la visión, hay un módulo para el color, la forma, etc.

3. Obligatorios

No hay manera de evitar la percepción. Las operaciones de los módulos están mediadas por
procesos automáticos que se aplican obligatoriamente. Si escuchamos la oración: “Ha venido
Juan”, no podemos evitar oírla como una oración gramatical (en lugar de una secuencia de
sonidos). Lo que sí se puede hacer es no prestarle atención o tapar el transductor (taparse los
oídos). Fodor dice que igualmente la información entra, avanza.

4. Rápidos

Son de los procesos psicológicos más veloces que tenemos. Esto está relacionado tanto con la
obligatoriedad de estos sistemas (al no tener que decidir si y cómo hacer algo, se ahorran pasos
computacionales, con el consiguiente ahorro de tiempo) y como con el encapsulamiento
informativo y la especificidad de dominio, al no consultar más información que la estrictamente
necesaria para alcanzar sus metas.

5. Ligados a arquitectura neuronal fija

Cada módulo tendría asociada una localización neural característica, en el sentido de que la
información dispondría de rutas privilegiadas de acceso, que facilitarían su flujo de una
determinada estructura neuronal a otra también determinada. Este tipo de accesibilidad
diferencial sólo tiene sentido en los sistemas encapsulados, no así en los sistemas centrales, que
necesitan integrar la información por lo cual trabajan de modo completo en la masa cerebral.

6. Deterioro específico

Los sistemas de entrada exhiben patrones de daño característicos y específicos. Al tratarse de


mecanismos funcionalmente diferenciados, los módulos pueden dañarse selectivamente, con lo
que las representaciones que salen de ellos estarán selectivamente alteradas. Hay síndromes
patológicos bien definidos que afectan a un módulo y no a otro vecino. Por ejemplo las afasias y
las agnosias.

7. Los productos de su procesamiento son superficiales (poco elaborados)

Los sistemas de entrada proporcionan categorizaciones básicas, no interpretadas. Las


representaciones que salen de un módulo para entrar al sistema central son una representación
superficial y acotada de las características del estímulo.

8. Las representaciones de entrada suelen ser relativamente inaccesibles a la consciencia

El acceso desde el procesador central a las representaciones mentales que los sistemas de entrada
computan es limitado. En una primera aproximación, no sólo estamos obligados a percibir una
oración, sino que sólo la podemos percibir de esa manera. Por eso se dice que el funcionamiento
de los sistemas de entrada es insensible a las necesidades del sujeto. Pero esto es relativo. Los
sistemas de entrada realizan una serie de análisis intermedios sobre la información que sale de los
transductores. Los módulos más próximos a los transductores son completamente inaccesibles
para cualquier propósito del Sistema Central. Pero cuando uno más asciende y se aleja de los
transductores, más accesibles se hacen esas representaciones a los sistemas centrales. El
ordenamiento perceptivo es de abajo-arriba (procesamiento bottom-up), o sea de los
transductores al Sistema Central, pero a su vez el acceso se verifica de arriba hacia abajo
(procesamiento top-down), o sea que mientras más cerca del Sistema Central más condicionado
por él y los propósitos del sujeto.

9. Sucesión de estadios en su ontogénesis

La ontogénesis (desarrollo de la estructura del individuo), pasa por una sucesión de estadios
universales en la formación de los módulos, en relación a su cadencia y secuenciación. Por
ejemplo, la adquisición del lenguaje, las capacidades visuales de los bebés, tienen un desarrollo
endógenamente determinado, si bien se actualiza bajo el impacto de agentes ambientales.

LOS SISTEMAS CENTRALES

Función: fijar creencias

Vimos ya que los Sistemas de Entrada son módulos que computan a ciegas. No importa lo que el
sujeto crea o quiera. En cambio en el Sistema Central es donde se erige el sistema de creencias
humanos, al derivar hipótesis de arriba abajo (top-down) sobre cómo es el mundo, gracias a la
interacción entre los productos que salen de los sistemas de entrada y lo que se encuentra ya
almacenado en la memoria a largo plazo.

Los sistemas centrales son los encargados de integrar la información procedente de los sistemas
de entrada con el fondo general de conocimientos del sujeto. Unos mecanismos computacionales
que llevan a cabo esa integración deben tener acceso a información procedente de más de un
dominio, y no pueden estar encapsulados: cuanto más elevado sea un proceso cognitivo, mayor es
el número de dominios diferentes en los que se basa para integrar la información.

No podemos saber cuáles son las características de los sistemas centrales, porque son procesos
muy holísticos, muy molares, que afectan a todo el organismo (esto se llama pesimismo
Fodoriano: mientras más molar un proceso más incomprensible es). Sí podemos saber que las
características de los sistemas centrales son opuestas a las de los sistemas de entrada, o sea que
son: lentos, inespecíficos, influidos por lo que el sistema ya conoce y por consiguiente se tratan de
procesos relativamente no encapsulados, no obligatorios, controlados a menudo de manera
consciente e influidos por metas cognitivas globales. Este hecho de no estar encapsulados es lo
que hace que no sean “módulos”.

De esta manera, de acuerdo con Fodor, habría como mínimo dos familias de sistemas cognitivos:
por un lado, los módulos, que son modos de organización computacional verticales (ascendentes
o sensoriales, descendientes o motores), relativamente específicos de dominio y encapsulados, y
por el otro, los procesos centrales, que son modos de organización computacional horizontales,
relativamente independientes del dominio y no encapsulados. Así, la función característica de los
módulos es el análisis de la información que entra en el sistema y la organización de las respuestas
motoras, mientras que la de los procesos centrales es la fijación de la creencia.

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