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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA

DEL PERÚ

TEMA

Historia y evolución de la institución de la albacea en el Perú

INTEGRANTES

Pérez Lozano Joseph

Marca Arévalo William Alessandro

Zavaleta Ticerán Oscar Reyker

Lomparte Alvarado Grecia Alejandra

Valdivia Vila Jeffry

MATERIA

Derecho de familia y sucesiones

DOCENTE

Alva Galarreta Mirko Juan José

Chimbote-Perú

2021
INDICE

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………..…….3

HISTORIA………………………………………………………………………………4

Capacidad: mujeres, menores y personas jurídicas……………………


4

La remuneración como identidad jurídica


latinoamericana…………..5

Temporalidad: rasgo
clave………………………………………………….5

LA EVOLUCION DE LA INSTITUCIÓN DE LA ALBACEA EN EL


PERÚ……….5

Concepto de la albacea………………………………………………………
5

Albacea en el Perú……………………………………………………………5

a) Naturaleza jurídica……………………………………………………….6
b) ¿Quiénes pueden ser
albaceas?.......................................................7

Características del cargo de


albacea……………………………………...7

CONCLUSIÓN…...…………………………………………………………………….8

BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………..9
INTRODUCCIÓN
HISTORIA
La Albacea es la modalidad hispana del ejecutor testamentario y como
tal se trata la persona encargada de cumplir, en todo o en parte, la   voluntad
del testador después de ocurrida su muerte. La figura del ejecutor
testamentario no existió en la Roma primitiva. La ejecución del testamento se
vinculaba entonces al heredero a quien se consideraba como sucesor y
representante de la persona misma del de cujus. Ya en libro 35 del Digesto y
luego en la Novela 18 de Justiniano, que recogen al Derecho romano clásico y
posclásico, aparecen ciertos vestigios de la institución, pero sólo para encargos
específicos. No debe confundirse, sin embargo, al ejecutor testamentario en
general del albacea, que, ciertamente, es una variedad de aquél.
La institución emergió, en realidad, durante la Edad Media bajo el
influjo del Derecho Canónico. En España, el Fuero Real dedicó un título
completo a los albaceas. La sexta partida contuvo igualmente disposiciones
sobre la materia. En ese cuerpo legal se les llama “testamentarios”. Se conoció
entonces justamente a los albaceas con los   nombres de cabezaleros,
testamentarios, mansesores y fideicomisarios. La etimología de la dicción
albacea se remonta a la dominación árabe en la península ibérica. Se
generalizó el uso de los albaceas gracias al derecho canónico.  Conviene
recordar un curioso detalle: Juan José Calle al elaborarse el código civil de
1936 se opuso a la idea de reemplazar el albaceazgo con un administrador de
herencia como propuso Alfredo Solf y Muro. Tal sugerencia fue
desestimada habida cuenta que no se conformaba con la tradición jurídica
peruana y española
Capacidad: mujeres, menores y personas jurídicas
En torno a la capacidad de los albaceas se presenta una discusión
interesante en la historia del Derecho respecto de la aptitud de la mujer.
Vidaurre en su Proyecto estaba a favor que se le confiera el albaceazgo con el
mismo ahínco que rechazaba esa prerrogativa para los religiosos. Según
Vidaurre el religioso nunca puede ser albacea ni siquiera con el permiso de su
superior.  Tampoco les está permitido elegir albaceas, entiéndase por dativos,
es decir, nombrados judicialmente. Jamás podría facultarse para que elijan el
albacea. Ni siquiera puede confiárseles a los confesores ni a los religiosos la
ejecución de comunicados secretos. Además, en este marco, la jurisdicción
eclesiástica no puede asumir atribuciones en materia testamentaria.
La remuneración como identidad jurídica latinoamericana
En la tradición jurídica peruana el albaceazgo despunta con una
característica central: es remunerado. En ello se distancia nítidamente de la
legislación española en la que el ejercicio del cargo es gratuito y resulta
interesante subrayar esa disparidad que se inicia en el siglo XIX. El artículo 830
del código civil de 1852 precisamente consagraba ya esta característica, “en
premio de su trabajo”, sobre una base porcentual un tanto complicada.
Temporalidad: rasgo clave
Un aspecto crucial del albaceazgo es un carácter temporal. Un
albaceazgo perpetuo es una institución contranatural que confundiría los
linderos que separan a los herederos y legatarios de los ejecutores
testamentarios. Se confundiría el medio con el fin. Se transformaría al albacea
en una suerte erradita de beneficiarios. En la doctrina canónica y civil el término
cronológico constituyó, por otro lado, uno de los temas más discutidos.

LA EVOLUCION DE LA INSTITUCIÓN DE LA ALBACEA EN EL PERÚ

Concepto de la albacea
El albacea es la persona nombrada por el autor de la herencia con
objeto o fin de ejecutar y hacer cumplir su voluntad en los términos de su
testamento. Será el encargado de custodiar los bienes del haber hereditario y
hacer la distribución de los mismos entre los herederos y/o legatarios,
conforme. A la voluntad del testador.
El albacea tendrá que aceptar su cargo en la sucesión, por lo que
podemos afirmar que se trata de un cargo voluntario, y habiéndolo aceptado se
constituye en la obligación de desempeñarlo.
Está obligado a dar cuenta de su encargo a los herederos, por lo que
hace al cumplimiento de las obligaciones encomendadas por el testador.
Albacea en el Perú:
Su definición, el Código Civil de 1984 (Decreto Legislativo N° 295 de 25
de julio de 1984), regula en su artículo 778 la definición del albacea de la
siguiente manera: El testador puede encomendar a una o varias personas, a
quienes se denomina albaceas o ejecutores testamentarios, el cumplimiento de
sus disposiciones de última voluntad.
Las disposiciones testamentarias ordinariamente deberían ser
cumplidas por los sucesores del causante, sin embargo, con cierta frecuencia
ello no resulta siendo viable por la oposición de intereses que en muchos casos
se da entre estos sucesores, por ello existe en el Derecho Sucesorio una
institución denominada Albaceazgo con una función muy definida de hacer
cumplir la voluntad del testador, en atención a ello se ha dado la potestad al
causante para designar a una o varias personas, los albaceas, llamados
antiguamente cabezaleros o mansesores.
De otro lugar, la definición hecha en nuestro actual Código Civil
considera que puede haber uno o varios ejecutores testamentarios, asimismo,
nos señala que el albacea puede ser un heredero o una tercera persona no
beneficiaria de la herencia y que tiene la categoría de un administrador
ejecutivo de las disposiciones del testamento; “los ejecutores testamentarios
son aquellas personas a quienes el testador da el cargo de hacer ejecutar sus
disposiciones. EL albacea es un simple administrador de los bienes del
causante no es un heredero ni puede modificar los derechos de los herederos
conferidos en el testamento”.
a) Naturaleza jurídica

Respecto a la naturaleza jurídica del albacea hay muchas posiciones


en la doctrina, unos la consideran como una figura de representación, un
mandato y otro una institución autónoma y especial que solamente se puede
dar con la muerte del testador.
Hay quienes refieren que el albaceazgo se tara de un mandato post
morten. El albacea saca sus poderes de una cláusula del testamento, y tiene
como misión velar por la última voluntad del testamento, quien sería su
mandante; sin embargo; la misma crítica que se realiza para la representación,
ya que se estaría representando a alguien quien ya no existe, como es el caso
del testador.” Hay una tercera posición que señala que el albaceazgo está
referido a un cargo creado por la ley y cuyo nombramiento corresponde al
testador, pero no porque él otorgue poder o facultades a nadie, sino que estas
facultades de las que goza el albacea vienen ya creadas por ley, tesis recogida
por la ley italiana. Se refiere que este sistema permitiría tener al albacea como
una institución autónoma, sin necesidad de recurrir a normatividad ajena a la
institución (por ejemplo, los casos de la representación y el mandato), y en
efecto en nuestra legislación peruana, se ha previsto un conjunto de
disposiciones que regulan en forma independiente al albacea.
b) ¿Quiénes pueden ser albaceas?
 Las personas físicas.
 Las personas morales.
 Los notarios.
Características del cargo de albacea
 Es un nombramiento en atención a la persona, es decir, el testador de
signa a una persona en calidad de albacea, por la confianza que tiene
en su futuro desempeño para hacer cumplir su voluntad. El testador
puede nombrar uno o más albaceas.
Sin embargo, cuando el testador no hubiera nombrado albacea o el
elegido no desempeñara el cargo, los herederos podrán elegir al
albacea por mayoría de votos. Si la mayoría no resuelve, será el juez el
que resolverá, eligiendo de entre los propuestos por los herederos.
Si los herederos son menores de edad, serán sus tutores o los
representantes, con arreglo a la ley, los que voten por ellos.
Si no existe heredero o el que es nombrado como tal no acepta la
herencia, o cuando no hay legatario, el juez nombrará al albacea. Pero
si hay legatarios o toda la herencia se distribuye en legados, el albacea
será nombrado por estos.
 El albacea no está obligado a aceptar el cargo; se trata de un cargo
voluntario, y habiéndolo aceptado se constituye en la obligación de
desempeñarlo.
 Es intransmisible: si se excusa el albacea, éste deberá ejercer el cargo
en tanto se resuelve sobre su excusa y se nombra a uno nuevo. Si no se
excusa o el albacea renuncia sin causa justificada, perderá lo que le
hubiera dejado el testador.
 Es indelegable: el albacea no podrá delegar el cargo que ha recibido ni
por su muerte pasa a sus herederos; pero no está obligado a actuar
personalmente, puede hacerlo por mandatarios que obren bajo sus
órdenes, respondiendo el albacea, por los actos de éstos.

CONCLUSION

El albacea tiene una gran responsabilidad en la formación del


patrimonio y la distribución del patrimonio, por lo que siempre es recomendable
que se busque asesoramiento legal para evitar posibles problemas con los
beneficiarios, teniendo en cuenta también que un testamento es un acto
jurídico que incluye elementos que lo fortalecen, como una imagen que
transmite derechos y deberes, en la que se agregan elementos e imágenes
para aumentar su vigencia pero también unos factores u otros que pretenden
agilizar la promulgación de fallos tras su fenecimiento, además se abolieron los
procedimientos de concesión de licencias lo que redujo la seguridad jurídica en
la emisión y ejecución, lo que podría considerarse debilidades.

Así mismo se determinó en la presente investigación que nuestro país


ha pasado por una crisis de confianza que afecta a la sociedad en su conjunto
sus instituciones y sistemas gubernamentales de administración de justicia,
pero en lugar de incidir en la voluntad, se ha reafirmado. Se trata de una
poderosa institución jurídica, que genera incertidumbre en un autor. Además de
que su voluntad se expresó en el momento de su muerte, fue fundamental para
fortalecer y superar este período.

Afirmamos nuestra posición que los testigos deben estar presentes en


la ejecución de un testamento público, sin embargo, de acuerdo con este, debe
hacerse ante un notario de calificaciones, capacidad y buena fe, y teniendo la
función de brindar seguridad desde el momento de la su inversión. En la fe del
público, no hay que olvidar que la actividad se desarrolla con posterioridad a la
muerte del autor y en ocasiones puede ser impugnada por muy diferentes
motivos, de manera que los testigos brindan una seguridad más privilegiada y
también un medio para acreditar la voluntad del testador. Relaciona

BIBLIOGRAFÍA

Núñez, Carlos Ramos. «Albaceas: el legado ibérico y la tradición nacional.»


2014.
<https://p3.usal.edu.ar/index.php/iushistoria/article/view/2069/2594>.

Calderon Fernandez, J. J. (2018). Análisis de la regulación del albaceazgo en


el Código Civil peruano de 1984, como instrumento para el cumplimiento
de las disposiciones testamentarias. (Tesis de lisenciatura). Universidad
Continental, Huancayo. Obtenido de
https://repositorio.continental.edu.pe/bitstream/20.500.12394/5097/1/
IV_FDE_312_TE_Calderon_Fernandez_2018.pdf

Fernández Arce, C., & Bustamante Oyague, E. (2017). Derecho de Sucesiones.


(Tesis para optar el grado de Magíster en Investigación Jurídica ).
Pontificia Universidad Catolica del Peru, Lima. Obtenido de biblioteca
virtual juridica:
https://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/handle/20.500.12404/8911

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