HACIA LA REFORMA DEL PODER EJECUTIVO

Raúl Lizárraga Bobbio

Contexto

El Perú mantiene un modelo de Estado que ha mostrado su ineficacia para lograr

procesos de desarrollo humano sostenible, inclusivo, equitativo y descentralista. Este
perfil indeseable conduce a buscar su reforma sustantiva. La propuesta del gobierno
de Vizcarra no apunta en esa dirección, lo cual lo equipara con la postura de la
mayoría parlamentaria. En efecto, ambos muestran una plataforma de acciones
puntuales, no sistémicas y marginales, cuyo horizonte temporal apenas supera el corto
plazo y mantiene una textura neoliberal.

En ese entorno, el perfil de las políticas económicas en curso y las previsibles en los
próximos años se dibuja, en la práctica visible o soterrada por:

a) las exigencias mercantilistas de los gremios empresariales, liderados por la

CONFIEP;

b) la fragilidad de la bancada oficialista y la oposición sin tregua de las bancadas

formadas por Fuerza Popular y el APRA,

c) las brechas presupuestales que se viene arrastrando, restringiendo su capacidad

para para comprometer inversiones y políticas de alta envergadura,

d) la escasa credibilidad social sobre el comportamiento del aparato público,

acentuado por los escándalos derivados del Lava Jato – Odebrecht;

e) las varias demandas económicas y sociales insatisfechas que inevitablemente

enervarán los conflictos sociales.

Políticas Generales

Para superar esos retos se requiere asumir una clara decisión política al más alto nivel
para abordarlos y ejecutar, entre otras, las siguientes políticas generales:

a) impulsar efectivas reformas del Estado y de la plataforma productiva del país, con
una visión hacia el mediano – largo plazo; basadas en las Políticas de Estado surgidas
del “Acuerdo Nacional” y en los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” propiciadas por
las Naciones Unidas;

b) avanzar en los procesos descentralizadores a partir del reordenamiento económico

del territorio, optimizando el desempeño de los tejidos viales, energéticos, portuarios y
urbanos;

c) adecuar la estructura institucional del gobierno nacional y de los gobiernos

regionales y locales, a los objetivos políticos, sociales, económicos, administrativos y
ambientales establecidos en un Plan Nacional de Desarrollo Sostenible hacia el
mediano – largo plazo;
d) propiciar la realización de inversiones públicas y privadas en conglomerados que
permitan el aprovechamiento diversificado de nuestros recursos naturales y humanos
disponibles;

e) modificar la Constitución rompiendo el grillete que coloca al Estado como un ente

subsidiario en materia económica – empresarial.

Ejes temáticos prioritarios

La complejidad económica, técnica, social y política de los objetivos a ser satisfechos

invoca una selección priorizada de temas que enmarquen la Agenda del Poder
Ejecutivo en particular; entre otros, los siguientes:

a) planificación estratégica y programación presupuestaria;

b) tecnología, competitividad e innovación productiva;

c) pobreza e inequidad social;

d) descentralización y reordenamiento del territorio;

e) protección del ambiente y uso racional de los recursos naturales;

f) corrupción y seguridad ciudadana;

g) desarrollo rural – campesino;

h) seguridad alimentaria y energética.

Reformas básicas en el Poder Ejecutivo

Con ese encuadre, deberían considerarse al menos las siguientes reformas en el

Poder Ejecutivo:

a) activación del Consejo de Coordinación Intergubernamental (CCI), para articular y

compatibilizar el funcionamiento de los tres niveles de Gobierno: Nacional, Regional y
Local; lo cual implica replantear la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo;

b) redefinición del número y funciones de los Ministerios, en función de un Proyecto

de Desarrollo Nacional;

c) asignación al gobierno nacional de atribuciones normativas y decisorias en cuanto a

políticas públicas se refiere;

d) asignación a los gobiernos regionales y locales la función asociada a la prestadora

de servicios básicos y a la ejecución directa o indirecta de proyectos alineados con las
estrategias de desarrollo con alcance nacional;

e) establecimiento de una norma que designe al presidente de la República como Jefe

de Estado y al Primer Ministro como Jefe de Gobierno.
Nueva red ministerial1

A partir de las reformas arriba señaladas se postula una nueva trama ministerial que
debe configurarse en consideración a criterios de simplicidad que aligere procesos
administrativos, de claridad que evite la duplicidad de atribuciones y de mecanismos
que faciliten la articulación de acciones entre los ministerios que pudieran, en ciertos
casos, determinar competencias compartidas o delegadas. En tal sentido, se propone
tentativamente la siguiente red ministerial2:

a) Ministerio de Planeamiento para el Desarrollo y la Descentralización 3; que

reemplazaría, con mayores capacidades técnicas y políticas al Centro de
Planeamiento Estratégico Nacional – CEPLAN y que absorbería a la Secretaria de
Descentralización de la PCM, al Instituto de Estadística e Informática, a la Dirección
General de Inversiones del MEF, a PROINVERSIÓN;

b) Ministerio de Hacienda, que tendría como función fundamental el resguardo

del equilibrio macro económico y el manejo de la Hacienda Pública, en concordancia
con la Superintendencia de Banca y Seguros y del Banco Central de Reserva;

c) Ministerio para Diversificación Productiva y el Comercio; que absorbería al

Ministerio de la Producción y al Ministerio de Comercio Exterior y Turismo;

d) Ministerio de Educación, Cultura y Deportes; que absorbería al Ministerio de

Cultura y al Ministerio de Educación, así como al Instituto Peruano del Deporte;

e) Ministerio de Desarrollo Agropecuario; que reemplazaría al Ministerio de

Agricultura y Riego;

f) Ministerio del Ambiente y Uso Racional de los Recursos Naturales; que

reemplazaría al Ministerio del Ambiente, además de que haría más transparente y
proactivo el desempeño de las políticas públicas orientadas a impulsar el uso racional
de los recursos naturales;

g) Ministerio de Inclusión Social; que absorbería al Ministerio de la Mujer y

Poblaciones Vulnerables, al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y al
Viceministerio de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
El manejo de los Proyectos de Inversión Social, como JUNTOS y Qaly Warma, estaría
obviamente bajo su comando;

h) Ministerio de Relaciones Exteriores; que conservaría su actual perfil;

i) Ministerio del Interior; que conservaría su actual perfil;

1
. Actualmente existen los siguientes Ministerios: a) Presidencia del Consejo de Ministros, b) Agricultura
y Riego, c) Ambiente, d) Comercio Exterior y Turismo, e) Cultura, f) Defensa, g) Desarrollo e Inclusión
Social, h) Economía y Finanzas, i) Educación, j) Energía y Minas, k) Interior, l) Justicia y Derechos
Humanos, m) Mujer y Poblaciones Vulnerables, n) Producción, ñ) Relaciones Exteriores, o) Salud, p)
Trabajo y Promoción del Empleo, q) Transportes y Comunicaciones, r) Vivienda, Construcción y
Saneamiento.
2
. Una nueva nomenclatura ministerial implica formalizar una renovada Ley Orgánica del Poder
Ejecutivo (LOPE).
3
. el Catedrático de la Universidad del Pacifico Germán Alarco, ha planteado también esta opción y otras
relacionadas con el manejo del desarrollo social.
j) Ministerio de Defensa; que conservaría su actual perfil;

k) Ministerio de Energía, independiente del Ministerio de Energía y Minas;

l) Ministerio de Minería y Petróleo;

m) Ministerio de Transportes y Comunicaciones; que conservaría su actual perfil;

n) Ministerio de Salud; a cargo de comandar las políticas nacionales en ese

sector, incluyendo a EsSalud, a los hospitales de las Fuerzas Armadas y de la Policía,
a las clínicas municipales y a los establecimientos de Solidaridad Nacional;

o) Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo; que conservaría su actual perfil;

p) Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento; que mantendría su actual

perfil;

q) Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, que mantendría su actual perfil;

La Oficina del Primer Ministro se mantendría como el ente coordinador del Gabinete.

En la dimensión regional, esta segmentación sectorial podría ser parcialmente

asumida, aunque con una mayor simplificación, mediante las siguientes gerencias:

a) Planeamiento, Presupuesto y Gestión Territorial,

b) Desarrollo Social;

c) Desarrollo Económico – Productivo,

d) Infraestructuras.

Reformas en los Sistemas Administrativos

Las reformas en el Poder Ejecutivo deben tener un soporte administrativo que

impliquen, en lo esencial:

a) integrar los sistemas administrativos, definidos en la Ley Orgánica del Poder

Ejecutivo, pero definiendo diferencialmente las competencias de las distintas
dependencias ejecutoras de la administración pública nacional, regional y local,

b) procesar información para la toma de decisiones institucionales con un enfoque

multisectorial;

c) implementar el Gobierno Electrónico;

d) implementar un Plan Nacional de Desarrollo de Capacidades de la Función Pública

al 2021.

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