Tema

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Logoterapia y Análisis existencial

La Logoterapia es considerada la “Tercera escuela de psicoterapia de Viena”, siendo
el psicoanálisis de Freud la primera y la escuela Adleriana la segunda. Ésta nace de la
visión del neurólogo y psiquiatra Viktor Frankl quien, en base a sus estudios
médicos, conocimientos filosóficos y, tras su propia experiencia como prisionero en
cuatro campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, plantea que el
hombre busca, ante todo, el sentido, que sólo se puede encontrar desde la dimensión
que él denomina espiritual.

Para encontrar los precursores de la Logoterapia, hay que remontarse a la filosofía
clásica con Sócrates. Ineludiblemente aparecerían también en sus precedentes ciertas
corrientes del siglo XIX como el existencialismo y la fenomenología. Es así que
filósofos como Kierkegaard, Jaspers, Heidegger, Husserl y Scheler fueron moldeando
las ideas que más tarde tomarían cuerpo con la Logoterapia y el Análisis Existencial.
Por otra parte, entre sus influencias en el campo de la psicología, resaltan las ideas de
Freud y Adler, sin olvidar otros autores, menos conocidos, pero igualmente
importantes, como Binswanger, Aller, Schwarz o pensadores de corrientes humanistas
como Rollo May, Maslow, Rogers, Goldstein, entre otros.

La Logoterapia nace a principios del siglo XX, cuando la psicología llegaba a su auge y
la humanidad se encontraba en un periodo histórico crítico. Tras un primer conflicto
bélico mundial y ante la amenaza de un segundo que se vislumbraba peor,
encontramos al ser humano como una criatura llena de cuestionamientos, insatisfecho
con las respuestas simplistas y reduccionistas que la ciencia, la técnica y el
psicologismo intentaban imponer. Las ideas conductistas y psicoanalistas
amenazaban al hombre con someterlo a un determinismo ciego, que lo reducían a lo
bio-psico-social. Frankl siguió muy de cerca las ideas de Freud y trabajó junto a Adler
durante algún tiempo, sin embargo, su espíritu indagador ante los vacíos que
encontraba en estas psicoterapias, lo llevó a profundizar más en campos
antropológicos que irían forjando su propia teoría.

La idea de que hay algo en el hombre que lo mueve más allá del placer o del poder, se
vio probada, por su propia experiencia como “un preso ordinario”, como él mismo se
llamaría,. Estando en circunstancias límites de supervivencia, pudo hacer vida lo que
venía predicando: la existencia del hombre está centrada en la lucha por
encontrar un sentido a su vida.

La palabra “logos”, viene del griego λóγος. Se trata de un término que ha sido usado
en varios contextos a lo largo de la historia. En el pensamiento frankleano equivale a
“sentido”, significado” o “propósito” (Frankl, 2016). Es así como la Logoterapia puede
definirse como el “método de tratamiento basado en el descubrimiento de sentido y
en la elaboración de la pérdida del sentido” (Langle, 2000). En palabras del mismo
Frankl, la Logoterapia es la escuela de psicoterapia que “se centra en el
significado de la existencia humana, así como en la búsqueda de dicho sentido
por parte del hombre.” (Frankl, 2016)

El esqueleto de la Logoterapia como disciplina terapéutica es llamado «Análisis
Existencial», el cual es el fundamento filosófico que enmarca la visión sobre el
hombre y la orientación que debe tener la investigación logoterapéutica. Éste, junto a
la visión del ser humano como individuo indivisible, sostienen las ideas de voluntad
de sentido, libertad de la voluntad y sentido de vida.

Frankl insistió mucho en que la psicoterapia debía estar centrada en la singularidad
de cada persona, para lo cual advirtió la necesidad de una antropología filosófica o
visión del hombre que integre todas sus manifestaciones existenciales, evitando
todos los posibles reduccionismos.

En palabras de Frankl “La Logoterapia y el Análisis Existencial son las dos caras
de una misma teoría”. Esto explica que no se pueda hablar de Logoterapia sin su
fundamento en la antropología filosófica que lo sostiene. Por lo tanto, todos los
escritos e intervenciones de Frankl abordan el Análisis Existencial, aunque es en su
obra Logoterapia y Análisis existencial (Frankl, 2011), donde el tema es tratado en
detalle, explicando que, a pesar del juego de palabras “el Análisis Existencial no es
ningún análisis de la existencia, puesto que un análisis de la existencia no existe”. La
existencia es demasiado compleja para ser analizada. Ésta no puede ser objeto de
análisis ni de síntesis, no puede ser tomada como una materia de la cual se pueda
hacer un estudio minucioso, identificación de sus componentes y examen de las
situaciones que permitan sacar conclusiones específicas.

El Análisis Existencial en la Logoterapia es el fundamento que explica la existencia
desde los planos óntico y ontológico, constituyendo un intento de antropología
psicoterapéutica en la cual la persona se despliega y desarrolla en las situaciones
concretas de su vida. En otras palabras, es lo que sostiene el pensamiento frankleano
en contraposición a la visión psicológica reductivista planteada por otras
psicoterapias.

Este fundamento filosófico, sostiene que el hombre es indivisible y sólo en su
dimensión espiritual se integra su unidad. Aunque no es la única dimensión humana,
es el puente donde todo se integra y desde donde se da la verdadera dimensión del
existir, elevando los planos somático-psíquicos hacia lo más esencial y constitutivo del
ser humano. Por eso el actuar humano sólo puede ser visto de forma completa y
acabada desde la unidad, de modo que las dimensiones física y psíquica forman una
totalidad en conjunto con lo espiritual.

Si el Análisis existencial es el sustento filosófico, la Logoterapia viene a ser la
técnica concreta que se construye sobre este pilar, es la terapia concreta mediante la
búsqueda del sentido.

El mismo Frankl afirmaba que la Logoterapia no es ninguna panacea, sino un tipo de
psicoterapia abierta e inclusiva dispuesta a colaborar con otras áreas de la psicología
y otras disciplinas (Cevallos, 2016). El gran aporte de la técnica frankleana es la
consideración de la dimensión espiritual, es decir, el dar un paso más allá de lo bio-
psico-social. Sólo al comprender esta dimensión, se puede acceder al tratamiento de
una existencia autotrascendente y plenamente libre.

Hay que entender que Espiritual no se refiere a “espiritualista” o religioso. La
dimensión espiritual, como estudiaremos más adelante en este curso, es esa realidad
propiamente humana, desde la cual cada hombre es capaz de trascender y vivir en
plena libertad, asumiendo sus responsabilidades.

Como terapia específica, la Logoterapia está encaminada al tratamiento de las
llamadas “neurosis noógenas”, cuya causa reside en conflictos existenciales, vacío,
falta de sentido en la vida, etc. Puede tratar problemas de origen diverso, pero que
muchas veces parten de dilemas existenciales o una frustración de la voluntad de
sentido.

La Logoterapia también puede aplicarse como terapia inespecífica, es decir, como
complemento de otras psicoterapias. Ésta sirve para tratamientos de neurosis
psicógenas, psicosis, enfermedades somatógenas, trastornos mentales y pautas de
disfunción biológica, psicológica o de comportamiento.

La Logoterapia se puede desarrollar en distintas áreas como la psicológica,
pedagógica o de consejería. Como cualquier psicoterapia cuenta con técnicas
específicas como la derreflexión, intención paradójica, modulación de actitudes, entre
otras, las cuales están encaminadas al autodistanciamiento y trascendencia.

En conclusión, podemos ver que la Logoterapia y el Análisis Existencial se requieren
mutuamente, pues la técnica concreta requiere de un sustento antropológico-
filosófico que dé razón acerca de la búsqueda de sentido y la capacidad de trascender
que todo ser humano tiene por ser propiamente espiritual.

 Bibliografía

Cevallos, E. (2016). La didáctica del amor en pareja. Alicante: Acacia.
Frankl, V. (2011). Logoterapia y Análisis Existencial. Barcelona: Herder.
Frankl, V. (2016). El hombre en busca de sentido. Barcelona: Herder.
Längle, A. (2000). Viktor Frankl. Una biografía. Barcelona: Herder.