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Hablamos, por tanto, de una enfermedad extremadamente grave y potencialmente mortal, sobre
todo para aquellos perros que no han sido vacunados previamente. Por tanto, se puede intentar
prevenir el desarrollo del virus mediante vacunaciones específicas para aumentar su inmunidad.
En las siguientes líneas desde el equipo del Hospital Veterinario Nacho Menes explicaremos
cómo prevenir esta enfermedad o cómo identificar sus síntomas, en el caso de que nuestro perro
ya la tuviera.
Así que debemos estar muy atentos a cualquier indicio físico o comportamiento extraño que
tenga nuestra mascota para llevarle al veterinario cuánto antes con el fin de hacerle las pruebas
pertinentes que confirmen el diagnóstico. En estos casos, actuar con rapidez resulta clave. A
continuación, exponemos algunos de los síntomas más comunes que puede presentar nuestro
amigo peludo:
Fiebre
Falta de apetito y bajada de peso.
Sin ganas de hacer nada.
Secreción nasal acuosa o con pus.
Vómitos y diarrea.
Deshidratación.
Dificultad al respirar y tos.
Erupciones o póstulas en la piel.
Endurecimiento de las almohadillas.
Enrojecimiento ocular o conjuntivitis.
Convulsiones o contracciones musculares involuntarias.
Movimientos de la mandíbula.
inclinación de la cabeza o parálisis
Cuando hablamos de perros cachorros, los más vulnerables, lo normal es que se les ponga 3
vacunas para inmunizarlos contra el moquillo entre la semana 6 y 12 de vida. Tras esas
primeras veces, la vacuna del distemper se inyectará de forma regular una vez al año y a modo
recordatorio.
Antibióticos.
Antipiréticos.
Analgésicos.
Anticonvulsivos,
Soluciones electrolíticas o suero por vía intravenosa en casos graves.
Po