Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
A consideración en nuestra materia procesal civil no existen distinciones entre actos inexistentes y
nulos, actos nulos y anulables, nulidades absolutas y relativas, solo se expresa nulidades
Como tal podemos entender que en la doctrina si admiten las distinciones mencionadas donde
podemos clasificarlas así:
2.1. Inexistencia
2. Nulidad absoluta
La nulidad absoluta tiene un vicio estructural que lo priva de lograr sus efectos normales.
La nulidad absoluta “se produce siempre que un acto procesal adolezca de una circunstancia
esencial fijada en las leyes procesales como necesaria para que el acto produzca sus efectos
normales”. V.gr., la nulidad pronunciada por el juez que declara su incompetencia.
Para Couture, “el acto absolutamente nulo tiene una especie de vida artificial hasta el día de su
efectiva invalidación; pero la gravedad de su defecto impide que sobre él se eleve un acto válido”.
2.3. Nulidad relativa
Por otro lado, en la nulidad relativa subyacen vicios que perjudica el interés de alguna de las
partes. Ejemplo: La nulidad sobre la resolución que concede un embargo sobre bienes
inembargables.
2.4. Anulabilidad
Las nulidades extrínsecas atañen a lo formal; las nulidades intrínsecas a los vicios del
consentimiento y al fraude procesal.
Sobre las nulidades intrínsecas provenientes en los vicios del consentimiento, el artículo 226 de la
Ley 1/2000, novísima Ley de Enjuiciamiento Civil española, establece: “Modo de proceder en caso
de intimidación o violencia”.
“1. Los tribunales cuya actuación se hubiere producido con intimidación o violencia, tan luego
como se ven libres de ella, declararán nulo todo lo practicado y promoverán la formación de causa
contra los culpables, poniendo en conocimiento del Ministerio Fiscal”.
“2. También se declararán nulos los actos de las partes o de personas que intervengan en el
proceso sí se acredita que se produjeron bajo intimidación o violencia. La nulidad de estos actos
entrañará la de todos los demás relacionados con él o que pudieren haberse visto condicionados o
influidos sustancialmente por el acto nulo”.
En nuestro ordenamiento jurídico, las nulidades intrínsecas provenientes del fraude procesal se
incoan como una pretensión nulificante, tal como lo prevé el artículo 178 del Código adjetivo.
Como una vertiente propia de las nulidades procesales, la doctrina también se plantea el concepto
de irregularidades en los actos jurídicos procesales, que realmente no se identifican con aquéllas.
“La irregularidad manifiesta una forma de violar la legalidad de las formas, pero el vicio que
trasuntan no es grave ni produce indefensión o crisis en el derecho al debido proceso”. Este tipo
de vicios se distingue de todo los demás porque son válidos y eficaces.
Briseño Sierra], expresa que la “denuncia de irregularidad no afecta al derecho de las partes, sino
que tiene una finalidad puramente vindicativa obtener la corrección disciplinaria del funcionario
que ha dado lugar con su conducta a la irregularidad”.
Ejemplo de una irregularidad procesal: El juez en un proceso no expide sentencia dentro del plazo
señalado en la ley; ello no acarrea la nulidad del proceso, sino una responsabilidad funcional, y, en
teoría, una responsabilidad civil del Estado por el retardo.