Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Una vez realizadas estas pruebas se utilizará la información conseguida para volver al
laboratorio y perfilar el proceso descubierto inicialmente para seguir indagando en sus
propiedades, cerrando así el ciclo en una especie de espiral de nuevo.
Modelo de “psicología social aplicable.”
Propuesto por Mayo y Lafrance es el más complejo, ofrece dos novedades.
- La primera es que introduce el concepto de calidad de vida, que para las autoras es
el motor de la aplicación.
- La segunda es la introducción del concepto de adaptadores, que recogería todas
aquellas actividades que permitirán a los psicólogos sociales unir en un todo
armonioso las distintas fases de cualquier aplicación, y en concreto, las que se
describen en el modelo.
Si queremos elevar la calidad de vida de un determinado grupo, esto sólo será eficaz según
estas autoras, si lo hace desde un conocimiento psicosocial válido. Para ello tendrá que
“definir el problema” (primer adaptador) al que se enfrenta con la ayuda de algún “método
previamente seleccionado” (segundo adaptador). Ambos adaptadores vincularían la
búsqueda de la calidad de vida y la construcción del conocimiento adecuado.
Por tanto la secuencia de este modelo comienza por la “calidad de vida”, pasa por la
“construcción del conocimiento adecuado” y termina con la “utilización e intervención”.
Los adaptadores facilitan el pase de una fase a la siguiente.
Es cíclico, como los anteriores, ya que el resultado de la intervención se analiza para
comprobar si se ha mejorado realmente la calidad de vida y vuelve a poner el proceso en
marcha.
Este modelo es de carácter normativo, es decir, un ideal a perseguir pero difícil de alcanzar
por dos razones. La primera es la extrema complejidad derivada del número de pasos
necesarios para llevar a cabo la aplicación, ya que aparte de las tres grandes fases
señaladas, es necesario recurrir a adaptadores, seis en total, dos en cada tránsito entre
fases. La segunda razón es el desafío que constituye la incorporación de esos seis
adaptadores, que cada uno de ellos exigen un análisis de muchos factores diferentes
DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL APLICADA.
Según Sánchez Vidal, se puede hablar de definiciones “implícitas” y “explícitas” de
Psicología Social Aplicada.
Implícitas: hay que deducir de la obra de aquellos autores que analizan las propiedades y
características de la Psicología Social Aplicada sin llegar a proporcionar una definición
directa. Entre las características, destaca como una de las más relevantes el cambio de rol
del psicólogo, que se involucra en la aplicación.
Lo plantea Lewin cuando habla de la necesidad de “análisis de una realidad concreta”,
Cialdini cuando exige comprobar “el poder y la generalidad” y Mayo y LaFrance al
introducir el adaptador de analizar el sistema social en el que se va a actuar.
Sánchez Vidal propone estos roles que puede asumir el psicólogo social:
- Activista: toma partido por su cliente y asume sus reivindicaciones.
- Abogado: promueve la causa de sus clientes, generalmente en contra de sus
adversarios.
- Mediador: trabaja para poner de acuerdo a dos partes en conflicto.
- Investigador aplicado: se centra en el análisis de la situación que demanda
modificación y trata de distanciarse de los puntos de vista tradicionales.
- Ejecutor: lleva a su término los acuerdos a los que se ha llegado.
UN MODELO RECIENTE DE RELACIÓN ENTRE APLICACIÓN, TEORÍA E
INVESTIGACIÓN PSICOSOCIALES.
Buunk y Van Vugt: Estos autores propusieron un modelo centrado en la resolución de
problemas sociales, la metodología PATH.
Objetivo: utilizar el conocimiento psicosocial para llegar al diseño de un programa de
intervención a través de una serie de pasos sucesivos que se conectan coherentemente
entre sí por medio de una utilización sistemática y estratégica de las aportaciones de la
disciplina.
El modelo se compone de cuatro fases que dan nombre a la metodología:
Problema (problem): Se debe definir el problema con la mayor precisión y concreción
posibles. La metodología PATH únicamente puede emplearse con problemas de naturaleza
aplicada, está especialmente indicada para problemas que puedan definirse en función de
comportamientos, actitudes, cogniciones y respuestas emocionales o afectivas.
Análisis (Analysis): comienza con la especificación de la variable sobre la que se desea
actuar a través de la intervención, es decir, la variable dependiente.
Una vez elegida, la variable dependiente debe guiar la búsqueda de modelos y teorías
psicosociales que puedan ayudar a resolver el problema. En el inicio de la revisión
bibliográfica conviene centrarse en el análisis de las distintas explicaciones teóricas
existentes, que son como enfoques alternativos para abordar la cuestión de interés.
Posteriormente estas explicaciones se deben reducir en función de tres criterios:
relevancia, validez y verosimilitud.
Prueba (test): se formula un modelo que debe contener las variables seleccionadas en la
fase de análisis anterior. Este modelo, que es el núcleo de la metodología PATH, debe
especificar cuál es la variable dependiente sobre la que se desea incidir, así como otras
variables susceptibles de cambiar como consecuencia de la intervención. El modelo debe
señalar las relaciones entre las variables, basándose en una amplia evidencia empírica y
siguiendo un principio de parsimonia: en general, cada variable no debería afectar a más de
tres variables, ya que un modelo excesivamente complejo no podría traducirse en
intervenciones específicas.
Ayuda (Help): consiste en desarrollar un programa de intervención a partir del modelo
formulado previamente. Solamente podrá aplicarse un programa de intervención adecuado
si el modelo contiene factores que se puedan modificar, como las actitudes o los estados
afectivos. Otros factores que pueden ser relevantes para el problema, como el género o la
edad, no pueden cambiar por la acción del psicólogo social, de modo que deben excluirse
del modelo.
Psicólogos sociales básicos se centran en desarrollar teorías y ponerlas a prueba por medio
de investigaciones diseñadas para ese fin. La motivación fundamental es la curiosidad
científica
Psicólogos sociales aplicados se preocupan por comprender y solucionar problemas
prácticos. Predomina el intento de solucionar problemas concretos y de mejorar la calidad
de vida de las personas.
Definición de Psicología Social Aplicada.
Primera definición: Es la parte de la Psicología Social que, con base en las teorías, los
principios, los métodos y la evidencia de investigación psicosocial, intenta realizar
aportaciones a la comprensión de problemas sociales y prácticos y poner en práctica
intervenciones capaces de mejorar el funcionamiento de personas, grupos, organizaciones,
comunidades y sociedades con respecto a problemas sociales y prácticos.
Segunda definición: Es la aplicación sistemática de constructos, principios, teorías,
técnicas de intervención, métodos de investigación y resultados de investigación
psicosociales para comprender o mejorar los problemas sociales.
DOS EJEMPLOS DE APLICACIONES PSICOSOCIALES.
Afrontamiento del prejuicio en la universidad.
Walton y Cohen señalan que las diferencias socioeconómicas entre grupos marginados y
no marginados se mantienen por la existencia de numerosos factores estructurales, como
diferencias de renta, nivel de formación de las familias de origen y apoyo social. Este es un
motivo social humano fundamental definido como la necesidad de establecer relaciones
positivas con otros.
Según apuntan Walton y Cohen, los miembros de grupos socialmente estigmatizados
presentan mayor incertidumbre que los grupos no estigmatizados respecto a su
pertenencia social a distintas instituciones. Los miembros de grupos negativamente
estereotipados tienden a sentirse inseguros sobre la posibilidad de desarrollar relaciones
sociales positivas en estos escenarios. La intervención sobre esa incertidumbre en el
proceso de transición a un nuevo escenario podría generar amplios y diversos beneficios.
La transición puede suponer frecuentes contratiempos y situaciones de aislamiento. Su
bienestar y rendimiento dependerá de si los estudiantes interpretan o no estas
experiencias como la confirmación de su falta de pertenencia social. Su intervención trata
de evitar este tipo de interpretaciones y fomentar significados no amenazantes de las
experiencias adversas que encuentran los estudiantes durante el proceso de transición.
El modelo de Mayo y LaFrance establece dos adaptadores que permiten conectar la
preocupación por la calidad de vida con la construcción del conocimiento. Esos
adaptadores son la definición del problema y la elección del método apropiado. Éste último
es el método experimental, tanto la intervención como en estudios previos, en los que
demuestran que ese problema surge de la incertidumbre que experimentan los estudiantes
afroamericanos acerca de su pertenencia social.
Una vez identificado el sentimiento de pertenencia social, es necesario realizar dos
actividades más antes de pasar a la utilización e intervención. Son el análisis del sistema
concreto y la definición del rol que va a desempeñar el psicólogo social.
En esta intervención, la evaluación se realiza con medidas cuantificables y tiene lugar en
dos momentos distintos: durante la semana siguiente a la intervención y tres años después.
Los autores interpretan los resultados como una muestra de que las desigualdades entre
grupos marginados y no marginados en el ámbito académico tienen un componente
psicológico, el sentimiento de pertenencia social, sobre el que se puede actuar.
Lucha contra el prejuicio hacia las personas obesas.
Las personas obesas sufren discriminación en la sanidad, en el contexto escolar, en las
relaciones interpersonales, en los medios de comunicación y en el ambiente de trabajo,
entre otros.
Ciao y Latner intentaron aplicar las ideas de Lewin sobre la investigación-acción para
incrementar el bienestar de la población obesa por medio de la reducción del prejuicio que
sufren los miembros de este colectivo. Recurrieron a la teoría de la disonancia de
Festinger para intentar mejorar la visión que se tiene de las personas obesas. La idea
nuclear es que la disonancia genera malestar en la persona, y que ésta hará todo lo posible
por eliminar dicho estado y orientará sus cogniciones en un intento de lograr el anhelado
equilibrio.
El cuestionario para medir el prejuicio del experimento fue el AFAT (Actitudes antiobesos):
‘’Menosprecio social y de carácter’’ (SCD), ‘’Culpa de control del peso’’ (WCB), ’’Falta de
atractivo físico y romántico’’ (PRU).
Resultados: creer que se es una persona amable y con pocos prejuicios (autoconcepto que
habían activado al clasificarlos altos en valores de benevolencia) entraba en contradicción
con menospreciar a las personas obesas, lo que provocaba disonancia, es decir, malestar
psicológico. Cuanto más decepcionados se sentían los participantes por sus puntuaciones,
más tendían a cambiar su actitud hacia los obesos.
La conclusión es que una teoría desarrollada experimentalmente, la teoría de la disonancia
cognitiva, ha servido para diseñar y llevar a cabo una intervención destinada a reducir el
prejuicio hacia un amplio sector de la población. Esta intervención supone una aportación a
la teoría de la disonancia cognitiva, en la medida en que ha mostrado que su efectividad,
está limitada y se circunscribe a aspectos relacionados con la valoración de las personas
obesas, que son aquellos en los que un individuo puede llegar a sentirse decepcionado
consigo mismo si dicha valoración no concuerda con sus valores.
Esta retroalimentación de la aplicación sobre la teoría supone que una doble aportación:
- Especifica los límites de la aplicación de la teoría de la disonancia.
- Pone de relieve la auténtica naturaleza del motivo de la disonancia, aquello que
realmente tiene la capacidad de poner en marcha ese sentimiento de malestar
interno que experimenta la persona.