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La reanimación cardiopulmonar (RCP) básica consiste en las maniobras que se deben realizar
cuando nos encontramos ante una persona que está en parada cardiorrespiratoria (PCR), es
decir inconsciente y sin respiración.
Para saber si una persona está inconsciente, una opción sería hablarle fuerte: «¡¡Oiga, se
encuentra bien, me escucha?!«; a la vez que se trataría de moverle los hombros. Si no reacciona
a estos estímulos es que está inconsciente y puede que en PCR. Si estás sólo, grita pidiendo
ayuda y comunica la situación al servicio de emergencias.
Una vez comunicada la emergencia, tumba a la persona boca arriba en una zona dura, con
brazos y piernas extendidas («decúbito supino») y colócate de rodillas junto a ella. No la
coloques encima de una cama ni cualquier otro sitio blando ya que, en caso de iniciar la RCP, las
compresiones cardíacas no serán efectivas.
Cuando una persona está inconsciente, la lengua puede caer hacia atrás y bloquear las vías
respiratorias: debes realizar una maniobra que desplace la lengua de las vías y deje paso al aire.
Se conoce como maniobra frente-mentón, porque debes colocarle una mano en la frente y la
otra en el mentón o mandíbula y desplazar la cabeza hacia atrás hiper-extendiendo el cuello.
Verificar que se ha avisado al 112 o al 061 y, si puede ser, comunicar que vas a iniciar la RCP a
una persona con PCR, dónde te encuentras, si sabes qué ha pasado... todo lo que te pregunten.
Si hay más gente, pídeles que llamen ellos a los servicios de emergencias y no pierdas tiempo
antes de iniciar la RCP. Pide también que localicen un desfibrilador.
Si observas que respira, debes colocarlo en posición lateral de seguridad. Es una postura que
impide que la lengua bloquee las vías respiratorias y también para que en caso de vómito la
persona no se ahogue. Llama a emergencias y explica la situación. La persona puede haber
sufrido un coma etílico, una intoxicación por drogas o por humo… pero no está en parada.
Una vez detectada la PCR debes iniciar la RCP básica (masaje cardíaco y ventilaciones).
Es una situación inesperada, pero que se puede revertir si se actúa con rapidez y eficacia.
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Vamos a explicar las maniobras que deben realizarse en un adulto en base a las
recomendaciones por parte del European Resuscitation Council, última guía del año 2015:
Masaje cardíaco con compresiones para bombear la sangre, y la respiración artificial mediante
insuflaciones (boca a boca) para aportar oxígeno. La relación en la actualidad es de 30-2 (30
compresiones – 2 ventilaciones).
Para realizar el masaje cardíaco, la persona debe estar situada en una superficie dura, tumbada
boca arriba. El resucitador debe estar colocado en un lateral de rodillas.
Procura despejar la zona del pecho para poder realizar bien el masaje y también para poder
aplicar parches del desfibrilador en caso que se consiga uno.
Las compresiones se realizan 2-3 dedos por encima de la parte final del esternón (hueso que
une las costillas en el pecho). Ese es el punto de compresión.
Colocamos el talón de una mano en el punto, y la otra mano encima entrelazando dedos y
traccionando hacia arriba para que la superficie de apoyo sea solo el talón de la mano inferior.
Brazos extendidos completamente y perpendiculares al pecho del paciente. La fuerza de las
compresiones debe ser tal que notemos que el pecho baja unos 5 centímetros
aproximadamente.
En una RCP larga, es más que probable que se produzcan fisuras o fracturas de costillas. Es un
mal menor. En primeros auxilios prima la vida frente a las lesiones.
Un ejemplo para conseguir el ritmo lo más exacto posible, es contar en voz alta: 1001, 1002,
1003….
Las insuflaciones las debes hacer a la vez que realizas la maniobra frente-mentón (para abrir las
vías aéreas), pinzando la nariz (para que el aire insuflado no se escape por ella) y mirando hacia
el pecho (comprobando si se eleva).
Existe rechazo a dar el boca a boca y no estás obligado a realizarla pero sí deberás realizar el
masaje continuamente. Hay que tener en cuenta que casi el 60% de las PCR suceden en el hogar,
o sea que será un familiar o conocido al que le ha ocurrido y que la probabilidad de sobrevivir es
mucho mayor si realizas las ventilaciones.
En el caso de que la parada sea por causas cardiacas, que son la mayoría, el oxígeno que sigue
conteniendo la sangre es suficiente para oxigenar el cerebro durante unos minutos mientras que
llega la ayuda especializada.
Pero esto no será efectivo transcurridos 3-4 minutos o en aquellos casos en los que la PCR se
debe a causas ventilatorias tales como asfixia o ahogamiento. En estos casos las ventilaciones
son totalmente necesarias.
Si hay dos socorristas, es recomendable que uno haga las compresiones y el otro las
ventilaciones. Y tras 2 minutos (5 ciclos de 30:2) alternarse en ambas maniobras. Si alguien ha
conseguido un desfibrilador, colócalo y sigue las instrucciones. Este sería el tercer eslabón de
la cadena de supervivencia, y fundamental para la reanimación de la persona con PCR.