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SALA 1

EL SALUDO Y PRESENTACIÓN PERSONAL

 Siempre que la (lo) saluden corresponda de la misma manera. Negar el saludo


es un agravio muy serio que denota una actitud de rechazo total hacia las
personas.
 Una frase corta pero amable es suficiente para empezar una interrelación de la
mejor manera en nuestro país.
 Pensamos que el saludo no solo es el principio, sino también la esencia de los
buenos modales, por eso debe hacerse mirando a los ojos como señal de
transparencia y sinceridad. ¡Nunca ocultando la mirada!
 Toda persona que se acerca a un grupo debe saludar. Si por descuido alguien
no lo hizo, usted puede darle una lección que no olvidará jamás, tomando la
iniciativa y saludándola. No perderá categoría si toma la iniciativa, por el
contrario, dará un buen ejemplo.
 ¿Pero cuál es la manera correcta de hacerlo? En nuestro país se saluda con la
mano, con un beso, e inclusive con un fuerte abrazo, depende de la situación en
que se encuentre y a quién tenga al frente

Presentación Personal:
 Siempre presenta un hombre a una mujer. “María, te presento a Ricardo, mi
hijo…” “Mamá, te voy a presentar a mi gran amigo Emilio Paredes”.
 El hombre joven a uno mucho mayor del mismo sexo. El de menor al de mayor
rango. Si se le olvida o le cuesta trabajo recordar quién es más o menos
importante, decir algo así como “General Silva, le presento al Capitán Jiménez”.
 Evite ser gracioso al presentar a dos personas, por ejemplo, a una pareja
diciendo: “Juan Tovar y ella es su jefa” (refiriéndose a su esposa). No siempre es
un chiste bien recibido, a menos que el grupo sea de mucha confianza y, sobre
todo, que los amigos Tovar aguanten el chiste.
 En cócteles o reuniones grandes, es recomendables dar a los extraños una idea
de sus actividades antes de dejarlos solos para ayudarlos en su conversación.
 En cuanto a las dos personas presentadas, es de rigor decir algo. Normalmente
todo se reduce a un apretón de manos o alguna frase convencional como
“encantado”, “mucho gusto”, “me encantó conocerla”.
 En el caso de un hombre a una señora, éste debe esperar a que ella extienda la
mano. Si no lo hace, el hombre sonríe y hace una pequeña venia. Es de pésimo
gusto acercarse para darle “el beso social”. Recuerde que, según el protocolo,
es la mujer quien decide cómo desea ser saludada.
SALA 2

EL ACC DE LA IMAGEN

APARIENCIA:
Es tu imagen visual completa, de pies a cabeza.
Ello engloba la ropa vistes, en los colores que más armonizan con tu piel, pelo y
color de ojos, los cortes, largos y patrones de ropa que más favorecen tus
proporciones y escala corporales, estilos adecuados a tu edad, rol, personalidad,
estilo de vida, tu peinado, que sea adecuado a tu edad, fisionomía y trabajo, tus
accesorios (los justos para complementar tu atuendo y en el tamaño y localización
apropiados para tu tipo de cuerpo y proporciones), tu cuidado personal (cabello,
uñas, dentadura, aliento, olor corporal),  tu postura, tu forma de caminar, tu
expresión facial, tu sonrisa.

COMPORTAMIENTO:
Tu actitud y tu comportamiento hacen una gran diferencia en cómo los demás te
ven y te juzgan. Es lo que llamamos experiencia de imagen, y engloba normas de
etiqueta. Sí, sí, etiqueta. Y no, no está pasada de moda. Saber las reglas para estar
cómodo en todas las situaciones y hacer sentir cómodos a los demás jamás pasará
de moda. Pero el área del comportamiento engloba también la actitud. Recuerda
aquel dicho de Maya Angelou “La gente olvidará lo que dijiste. 
La gente olvidará lo que hiciste.  Pero la gente jamás olvidará cómo les hiciste
sentir”.  Saluda cuando llegues a la oficina y despídete cuando te vayas.  Ten
detalles de atención con tus colegas.  No interrumpas cuando hablen.  No
ningunees a nadie. Aplaude los logros de tus compañeras y compañeros.  Haz que
la gente que interactúa contigo se sienta siempre valorada, respetada y apreciada, y
conseguirás que todo el mundo quiera trabajar en tu equipo, contratarte, votarte,
tener una segunda cita.

COMUNICACIÓN:
La comunicación es la capacidad de expresar tus pensamientos y que los demás te
entiendan.  Nos comunicamos tanto a través de nuestras palabras (comunicación
verbal) como de nuestro cuerpo (comunicación no verbal).  Por lo tanto, tienes que
conseguir siempre que tu lenguaje no verbal apoye y confirme el mensaje de tus
palabras. 
La claridad de ideas, un vocabulario amplio y ajustado al público al que te diriges,
proyectar confianza y seguridad en lo que dices a través de un lenguaje corporal
abierto, dirigiendo tu cuerpo hacia tu interlocutor o tu audiencia para demostrar
atención y valorar su presencia.  Todo ello son atributos que mejorarán tu capacidad
de comunicación y te permitirán conectar con tu audiencia.

Bien ordenado y mejor vestido…


Para cualquiera hoy es posible estar bien arreglado y mejor vestido por menos
dinero que en cualquier época. El mundo actual le permite a usted expresar su
personalidad a través de su arreglo e imagen, ya que vestir con propiedad es una
demostración de cultura, de respeto hacia uno mismo y por los demás. El potencial
de sus metas y realizaciones es prácticamente ilimitado y todas las restricciones de
antaño van desapareciendo rápidamente.
Un gran número de personas talentosas no ha logrado una realización completa no
por carecer de méritos, sino porque no supieron cómo vestirse y presentarse, o
quién sabe si ni siquiera les importó… Como verá, usted debe considerarse como
“una mercancía que está a la venta en el mercado de trabajo”. Aunque nos resulta
difícil aceptarlo, “la apariencia de un producto es casi tan importante como sus
ingredientes”.

SALA 3

DIMENSIONES PARA ALCANZAR EL ÉXITO

■ Autonomía. Capacidad que tiene una persona de ejercer control sobre su vida, de


forma libre y responsable.
■ Singularidad. Dimensión del ser humano que lo hace único e irrepetible, lo cual le
permite desarrollar procesos creativos para el logro de sus metas.
■ Apertura. Desarrollo de habilidades de socialización y la capacidad de trabajar en
equipo.
■ Trascendencia. Lograr una meta y pasar a otra por medio del reconocimiento
interno; espíritu, sentimientos y voluntad.
¿Cuáles son los hábitos que le pueden destruir la vida?
El miedo, la derrota, la ansiedad, la desesperación, la autocomprensión, la falta de
perdón, el odio, el rencor, el deseo de venganza, el despecho. Por ejemplo, el quejarse,
renegar, pelear, lamentarse de todo y de todos o el hecho de ser negativo es un mal
hábito que hace mucho daño y va anulándolo, de a pocos.
El famoso Earl Nightingale afirma que “Somos lo que pensamos” y esto es un hecho.
Lo que piensa de usted misma se verá reflejado en sus actitudes y acciones y así es
que el éxito o el fracaso, puede volverse un hábito en su vida.
¡ATRÉVASE A CORRER RIESGOS!
Siempre se habla sobre una característica común a casi todas las personas que han
triunfado y que han sido exitosas todas han tenido “el coraje para arriesgarse a
fracasar”. No hacer nada, no tener nada y no ser nada, evita el fracaso…Pero también
impide el éxito. Cualquier cosa de importancia, implica riesgo. Pero el que eso implica
la realización de sus sueños, es imperdonable
La Imagen del éxito.
¿Quiere usted transmitir la imagen de una persona de éxito?
Algunas mujeres y hombres triunfan porque están destinados a ello, pero la mayor
parte porque ya lo ha resuelto así. Luego que una persona se descubre adquiere
confianza en sí mismo y logra ser auténtica, se impulsará de manera optimista a
alcanzar el éxito.
Una forma de ponerse seriamente en camino para lograr una huella imborrable es
adoptando las “Diez guías para lograr el éxito” elaboradas por Marshall Field, uno de
los hombres de mayor éxito en el mundo:
1. El valor del tiempo: no lo desperdicie.
2. El valor de la perseverancia: no se rinda.
3. El placer de trabajar duro: no sea perezosa.
4. El valor de la sencillez: no sea complicada.
5. El valor del carácter: no sea deshonesta.
6. El poder de la bondad: no sea desalmada.
7. El llamado del deber: no sea irresponsable.
8. La sabiduría del ahorro: no sea derrochadora.
9. La virtud de la paciencia: no sea impaciente.
10. El mejoramiento de las destrezas: no deje de practicar.

SALA 4

NORMAS DE URBANIDAD
Las normas de urbanidad sirven para regular el comportamiento de las personas y así,
garantizar una mejor convivencia en la sociedad. Por eso, es muy importante que las
tengas muy en cuenta a la hora de actuar y relacionarte con otros ya que aplicándolas
construyes vínculos duraderos y respetuosos.
Aquí te compartimos diez normas básicas que debes considerar y aplicar en todo
momento:
 Saluda y despídete al entrar y salir de un lugar, especialmente, si se trata de tu
oficina o de un sitio en el que conozcas a varias personas.
 Evita gritar o hablar demasiado alto en lugares públicos como bibliotecas,
restaurantes o iglesias.
 No estornudes ni tosas encima de otras personas. Para estos casos, la mejor
opción es utilizar un pañuelo de tela o papel.
 Mientras estás en la mesa procura no hablar con la boca llena ni hacer ruidos al
masticar los alimentos. Tampoco apoyes los codos en el comedor.

Respeta el carácter, las opiniones y las costumbres de otras personas y no hagas
referencia a ellas de modo despectivo.
 Escucha atentamente a otros cuando te hablan y no los interrumpas.
 Piensa antes de hablar evitando hacer comentarios que puedan molestar a otras
personas. Esto implica ser prudente y no divulgar los secretos que te cuentan ni
hacer demasiadas preguntas sobre temas personales.
 Procura que el vocabulario que uses al dirigirte a otros sea siempre respetuoso.
Evita emplear malas palabras, sobre todo, cuando te sientas irritada.
 Sonríe en cada oportunidad que tengas. Una sonrisa tiene una influencia positiva
en ti y en los demás. También, contribuye a que tengas una mejor relación con
ellos.
 Evita hacer comparaciones de cualquier tipo ya que puedes herir los sentimientos
de otros y afectar su autoestima.
 Recuerda que la clave para tener una mejor convivencia en tu vida diaria es tratar a
los demás como quieres que te traten.

SALA 5

LA PUNTUALIDAD

Uno de los hábitos más importantes para formar es la puntualidad. El estar a tiempo a
diferentes compromisos o el simple hecho de estar apegado a un horario nos ayudara
mucho en la vida.

La puntualidad es cortesía, educación y respeto. La impuntualidad es una


muestra de falta de cultura, es no apreciar el tiempo de los otros ni el propio; si
este es uno de tus defectos, aquí te damos varias recomendaciones.
El valor de la puntualidad es la disciplina de estar a tiempo para cumplir nuestros
compromisos adquiridos deliberadamente: una cita del trabajo, una reunión de amigos,
un compromiso de la oficina, un trabajo pendiente por entregar, una cita médica...

La puntualidad es necesaria para dotar a nuestra personalidad de carácter, orden y


eficacia, pues al vivir este valor en plenitud estamos en condiciones de realizar más
actividades, desempeñar mejor nuestro trabajo, ser merecedores de confianza.

¿Por qué no somos puntuales?

La falta de puntualidad denota desorden, mal manejo del tiempo, falta de planeación
en nuestras actividades, y por supuesto carencia de una agenda, pero ¿qué hay
detrás de todo esto?

El interés, el deseo y los gustos están muy asociados con la impuntualidad. Es


decir, cuando tenemos un total interés en algo, como por ejemplo una cita para aplicar
a un empleo, seguramente estaremos antes de la hora acordada y tomaremos todas
las medidas para cumplir con este compromiso. Al contrario de la cita donde el
odontólogo la cual nos causa molestia y buscamos aplazarla hasta el último minuto.

Obviamente hay actividades que nos generan un mayor interés y atracción, por eso
para algunas personas, el valor del tiempo varía dependiendo de la situación. El
resultado de vivir de acuerdo con nuestros gustos es la pérdida de formalidad en
nuestro actuar y poco a poco se reafirma el vicio de llegar tarde.

Hay otro factor que también influye en el valor de la puntualidad y es el


orden. Cuando no tenemos claridad de ideas, ni prioridades, tampoco una lista de
pendientes, y menos un mapa de actividades que nos guía, lo más coherente es que el
tiempo se pierda fácilmente. La pereza, el olvido, la falta de concentración también son
motivos que afectan este valor.

Además de lo anterior, la falta de puntualidad tiene un cierto grado de egocentrismo. Es


decir, partir de la base de que el tiempo de los otros es menos valioso que el propio, así
que no importa llegar tarde porque la otra persona no es tan “importante” como lo soy
yo. Además de ser una actitud egoísta es totalmente irrespetuosa.

¿Cómo corregir la falta de puntualidad?

No nos volvemos puntuales de la noche a la mañana. Para querer corregir este error se
necesita voluntad, disciplina, determinación, compromiso y responsabilidad como en
todos los propósitos.
Antes de empezar a poner alarmas, llenar agendas, programar recordatorios, etc., se
tendrá que hacer un cambio de mentalidad. Debemos ser conscientes que toda
persona, evento, reunión, actividad o cita tiene un grado particular de importancia.
Nuestra palabra deberá ser el sinónimo de garantía para contar con nuestra presencia
en el momento preciso y necesario.

Seguido de esto, se tendrá que encontrar la causa que provoca nuestra


impuntualidad (mencionadas anteriormente: interés, importancia, orden,
egocentrismo, pereza, olvido, falta de concentración…). Allí encontrará muchas
respuestas y también las soluciones para desterrar este mal hábito.

Establecer un orden y delimitar prioridades es básico. Asimismo, concentrarse en la


actividad que estamos realizando, procurando mantener nuestra atención para no
divagar y aprovechar mejor el tiempo. Para corregir esto, se tendrá que echar mano de
algunas ayudas, como son las alarmas del computador, agenda electrónica, celular,
pedirle a un familiar o compañero que nos recuerde la hora (sólo algunas veces para
no ser molesto y dependiente).

Por último, habrá que hacer algunos ajustes en nuestro nuevo estilo de vida enmarcado
en la puntualidad. Quizá levantarse un poco más temprano, adelantar el reloj unos
minutos, establecer un horario, entre otros.

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