Está en la página 1de 5

LECCIÓN 10 Curva de compactación de un suelo

Seguimos con este post la divulgación de conceptos básicos


relacionados con una de las unidades de obra que más patologías
conlleva a largo plazo: la compactación. En otros posts anteriores ya
hablamos de los tramos de prueba y de la compactación dinámica. La
compactación constituye una unidad de obra donde la interacción
entre la naturaleza del suelo, sus condiciones, la maquinaria y el buen
hacer de las personas que intervienen en ella son cruciales.
Desgraciadamente, en numerosas ocasiones se trata a la
compactación como una unidad de obra complementaria o auxiliar.
Las variables que más influyen en la compactación son la naturaleza
del terreno, su grado de humedad y la energía aplicada. Estas
variables se estudian a continuación.

Figura 1. Curva de compactación


La densidad, humedad y huecos están relacionados entre sí. Se
trata de comprobar empíricamente lo que ocurre al someter a un suelo
a un proceso de compactación. Dicho experimento consiste en golpear
capas dentro de un cilindro, mediante un procedimiento normalizado, y
medir la densidad seca y humedad en cada caso. Se realizará el
estudio sometiéndolo a diversas energías de compactación y
humedades.

Este experimento permite la obtención de las curvas de


compactación, que relacionan el peso específico seco y la humedad
de las muestras de suelo compactadas con una energía determinada,
y que presentan un máximo, más o menos acusado, según su
naturaleza. Los valores típicos de los pesos unitarios máximos secos
oscilan entre 16 y 20 kN/m3, con los valores máximos en el intervalo
de 13 a 24 kN/m3. Cifras superiores a 23 kN/m3son raras, ya que este
valor es cercano al hormigón húmedo. Los contenidos típicos de
humedad óptima oscilan entre el 10 y 20% con un intervalo máximo
del 5 al 30%. Generalmente se requieren cinco puntos con el objeto de
obtener una curva fiable, con una humedad entre puntos que no se
diferencien en más del 3%.

Se puede definir como índice de compactación (IC) a la relación


entre el peso específico seco del terreno compactado y el peso
específico seco óptimo.

Antes de llegar a la humedad óptima, el agua favorece la


densificación al actuar con cierto efecto lubricante, pero al pasar de la
óptima, la densidad seca decrece ya que el aire no sale tan fácil por
los huecos, y el agua desplaza a parte de las partículas sólidas. La
rama descendente de la curva tiende a aproximarse asintóticamente a
la de saturación del suelo. Hogentogler (1936) considera que la forma
de la curva de compactación se debe a dichos procesos de
hidratación, lubricación, hinchamiento y saturación reflejados en la
Figura 2.

Figura 2. Efectos del contenido de humedad en la compactación

Si se aplican diferentes energías de compactación, ocurre lo que


se indica en la Figura 3: el peso específico seco máximo aumenta,
pero con una humedad menor y las ramas descendentes se acercan
de forma progresiva con humedades altas, ya que el aumento de
energía lo absorbe el exceso de agua. Los máximos suelen situarse
sobre la misma línea de huecos de aire, en general alrededor de
na=5%.

Figura 3. Variación de la energía de compactación

La composición granulométrica del suelo y su sensibilidad al agua


de su fracción fina son muy significativas al compactar. Los terrenos
granulares sin finos presentan curvas de compactación aplanadas, sin
un máximo muy definido, teniendo escasa influencia su humedad. Los
suelos finos (más del 35% en peso) presentan pesos específicos
secos más bajos que si no tuviesen tantos finos, y por consiguiente
precisan de mayor humedad. Lo idóneo es una mezcla de tamaños
más o menos continua, con un máximo del 10 al 12% de finos .
Figura 4. Curvas de compactación para diversos materiales (Johnson y
Sallberg, 1960)

En obra suele ser difícil mantener contenidos de agua próximos al


óptimo, lo cual implica que si las curvas de compactación tienen ramas
con fuertes pendientes, éstos materiales van a ser más difíciles de
compactar, ya que pequeños cambios de humedad causan fuertes
bajas en la densidad. Son preferibles curvas con cuyas ramas tengan
pendientes más suaves.

También podría gustarte