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El rapto o el delito de rapto, es aquel que se comete cuando una persona retiene a

otra, utilizando violencia, intimidación o el engaño, esto con la finalidad de alterar


la libertad sexual de la víctima. Como se puede entender, lo que diferencia a este
tipo penal de cualquier otra variante de la desaparición forzada de personas, es el
carácter sexual del delito, sin este no podríamos estar hablando de haberse
cometido un rapto.
Esta acción, anteriormente se encontraba tipificada en nuestro Código penal
Estatal, hasta que después de algunas reformas, fue derogado en 2014, antes de
esto, el artículo 168 del mencionado Código, nos lo tipificaba y le daba una
punibilidad de dos a seis años de prisión, aumentando hasta con una mitad más,
si el delito se cometía en contra de una persona menor de catorce años.

Este tipo penal se encargaba de tutelar la libertad sexual de las personas.


Sin embargo, su tipificación lejos de ayudar, otorgaba una sanción menor al actor
que lo cometiera, en comparación a otros tipos punibles de secuestro, cosa que no
tenía mucho sentido, pues además en este tipo penal, ya no solo es el privar a una
persona de la libertad, también se le agrega el intentar alterar la libertad sexual,
como ya mencione antes, siendo que a día de hoy esto sería un agravante al
delito de desaparición de personas y al secuestro que incrementaría
considerablemente la pena.
También hay que decir que los artículos que regulaban el rapto le facilitaban
formas de extinguir la punibilidad al actor del delito, esto dejaba desprotegida a la
víctima, por lo cual ya no era necesario seguir manteniendo este tipo penal, con lo
cual los tres artículos (168, 169 y 170) que tipificaban el rapto fueron derogados.
Opinión personal
En mi opinión, con respecto al título que contenía los artículos los cuales
tipificaban al rapto, fue correctamente derogado, pues de entrada el hecho de que
solo se persiguiera por querella trae consigo varios posibles problemas y formas
de evitar este tipo penal, además de que el hecho de casarse con el raptor
extinguía la pretensión punitiva, cosa que, para mí, de entrada, está mal, pues no
debería permitirse el matrimonio entre un secuestrado y su raptor.
Esta bastante claro que este tipo penal se tipifico en otros tiempos y a pesar de las
reformas que se aplicaron para adaptarlo a la realidad social de cada época, se
decidió por derogar, decisión con la cual estoy de acuerdo.

El código actual, con el apoyo de la Ley General para prevenir y sancionar los
delitos en materia de secuestro, tipifica todos los posibles de secuestro y
desaparición de personas, no hay necesidad de que se tipifique el rapto, pues el
código y la ley antes mencionada abarcan las acciones que este tipificaba.

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