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Âjñâ,

Mando:
La forma del Yantra de este
chakra es un círculo blanco
luminiscente con dos pétalos.
En el centro del círculo aparece
un lingam, conocido con el
nombre de Itara Lingam. Tiene
el sonido semilla AUM (OM) y es
de color blanco con azul
cerúleo. Es el tercer lingam que
hallamos en los chakras y
representa a Itara Shivá, quien
tiene el poder de controlar
completamente los deseos
porque controla la mente sutil (sukshma manas). La mente sutil está más allá del funcionamiento
de los sentidos, que están situados en los cinco chakras inferiores.
Deidad Ardhanarishvara: Está dentro del Lingam, mitad masculino, mitad femenino, Shivá-
Shakti es un símbolo de la polaridad básica: la parte derecha es masculina, solar, y la parte
izquierda femenina, lunar. Ardhanarishvara es de color azul alcanforado en el lado de Shivá y
rosa pálido en el lado de Shakti.
Las dos manos de la derecha corresponden a Shivá. En una de ellas sostiene un tridente,
representando los tres aspectos de la conciencia: cognición, afecto y acción. Con su otra mano
otorga valentía. Las manos del lado izquierdo corresponden a Shakti. En una de ellas sostiene un
loto, símbolo de belleza, pureza y conocimiento. En la otra mano sostiene un cetro que se utiliza
para controlar al elefante de la mente. Shiva viste una piel de tigre, que simboliza su control
sobre la naturaleza animal de la mente y está decorada con serpientes, simbolizando el control
del veneno de las pasiones. Shakti viste un sari rojo y una blusa decorada con adornos de oro.
Ardhanarishvara simboliza que toda dualidad ha dejado de existir. Solo hay una entidad que
mana de sí misma. Tiene el dominio completo sobre todos los aspectos del Ser en este plano de
liberación (Moksha). El tercer ojo de Shiva, llamado sva netra (sva, propio; netra, ojo), es el ojo
de la conciencia del yo, el ojo de la clarividencia, el ojo que ve a través de las tres divisiones del
tiempo –pasado, presente y futuro (trikal darshi)-. Los dos ojos están relacionados con Ida y
Pígala, está en el Sushumnâ, en el nadi Chitrini. Cuando se cierran los dos ojos externos, el tercer
ojo interno se abre y consume el origen de los deseos (Kama) en su fuego.
Shakti, Hakini: La diosa Hakini es la guardiana del sexto chakra. Mediante la concentración en
ella, el sadhaka obtiene los poderes y las cualidades que necesita para ser capaz de trabajar en
el chakra Âjñâ. El color rosa pálido de su cuerpo indica que se trata de la Kundalini totalmente
despierta, que está absorbiendo todas las energías y elevándose. Al igual que las Shaktis de los
cinco chakras inferiores, Hakini es un aspecto de Kundalini Shakti. Kundalini ha obtenido una
cabeza adicional en cada chakra y aquí ella tiene seis cabezas que indican: 1. Iluminación, 2.
Control del pensamiento, 3. Atención no-dividida, 4. Concentración perfecta, 5. Meditación sin
obstáculos, 6. Concentración superconsciente (Samprajñata Samadhi).
Ella está sentada sobre un loto de color rosa claro y tiene cuatro manos. En su mano superior

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derecha hay un tambor (damaru), con el que mantiene un ritmo continuado que conducirá al
estudiante a estados de conciencia más altos. Su mano inferior derecha hace el abhai mudrâ el
gesto que otorga el arrojo, la valentía. Su mano superior izquierda está sosteniendo una calavera,
un símbolo del desapego total. Su mano inferior izquierda sostiene un mala que utiliza para
repetir mantras como instrumento para centrar la atención.
Este chakra abarca los planos solar (Yamuna), lunar (Ganga), terreno (Prithvi) y líquido (Jala),
así como los planos de la conciencia (Viveka), neutralidad (Saraswati), austeridad (Tapas),
violencia (Himsa) y devoción espiritual (Bhakti). Los nadis portadores de energías lunares y
solares se entremezclan a través de todos los chakras y se unen en Âjñâ chakra. Los tres “ríos”
de Ida (corriente lunar), Píngala (corriente solar) y Sushumnâ (corriente central neutral), se
encuentran en Triveni, la principal sede de la conciencia. El plano de neutralidad aparece como
un equilibrio entre la energía solar y lunar en el cuerpo. Los componentes de la dualidad se
equilibran, produciendo un estado de pura música y neutralidad. Esto conlleva el sentido de
unicidad y unidad con las leyes cósmicas que aparecen en el plano de la austeridad. La persona
se da cuenta de que él o ella es un espíritu inmortal en un cuerpo temporal. El plano líquido
enfría cualquier calor excesivo generado por el incremento de poderes y purifica la conciencia.
El plano de la devoción espiritual mantiene, el equilibrio adecuado.
El chakra Âjñâ está relacionado con la glándula pineal que es la protuberancia que forma el tercer
ventrículo y está rodeada de fluido cerebroespinal. La glándula pineal ayuda a regular el flujo de
este fluido acuoso transparente que surge del chakra Soma, que está situado encima de Âjñâ, a
través de los ventrículos del cerebro, y hacia abajo a través de la columna vertebral hasta su base.
La glándula pineal responde de forma muy sensible a la luz. Cuando una persona entra en el
chakra Âjñâ, la luz se formará alrededor de su cabeza. Los nadis Ida y Píngala están ligados al
tiempo, de modo que hasta el quinto chakra el yogui también está ligado al tiempo, pero como
Ida y Píngala finalizan en el sexto chakra, el yogui entra en el Sushumnâ, que está más allá del
tiempo (kala- tita). Él o ella se convierten en conocedores del pasado presente y futuro
(trikaladarshi). Para las personas del sexto chakra ya no existe el peligro de recaer; ya no es
posible la reversión espiritual mientras esté en su cuerpo físico, estarán en un estado constante
de conciencia no dual. Pueden entrar en cualquier otro cuerpo a voluntad. Son capaces de
entender el significado profundo del conocimiento cósmico y son capaces de escribir textos
sagrados. En el chakra Âjñâ el yogui se convierte en la manifestación de lo divino, encarnando
todos los elementos en su esencia y forma más puras. La mente alcanza un estado de conciencia
cósmica indiferenciada. Finaliza toda dualidad. La persona que ha evolucionado a través del
chakra Âjñâ, revela lo divino que hay en su interior y refleja la divinidad que hay dentro de los
demás. En Anâhata la persona evoluciona a través del Ananda (beatitud), en Vishuddha a través
Chit ( la conciencia cósmica). En Âjñâ la persona se convierte en Sat (verdad). Ya no existe el
observador y lo observado. La persona logra la realización “Esto es lo que soy; yo soy Esto”, de
modo que encarna el Sat-Chit-Ananda (Existencia, Conciencia y Dicha), “el éxtasis de la
conciencia del Ser”.
Bija mantra Aum: El pranava AUM (OM), es el origen de todos los sonidos y está relacionado
con el Anâhata nada, el sonido cósmico primordial. Así puede crear la conciencia no dual. Es una
combinación de sol (A), luna (U) y fuego (M).

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