5.

Las principales especies del árbol de la evolución

A continuación se va a exponer las especies más destacadas que aparecen en el

árbol filogenético del ser humano, sus características morfológicas más relevantes
relacionadas con el proceso de hominización y el ámbito cultural al que se asocia. Sin
embargo, a la hora de realizar una evolución del ser humano, los científicos se encuentran
ante una ardua tarea debido a que, un nuevo hallazgo puede suponer la duda de las
hipótesis aceptadas hasta el momento y además, la existencia de las brechas que aun
son desconocidas. Es por ello, que aquí se presentan las líneas generales de la propuesta
filogenética de Arsuaga, ya que es la que mayoritariamente recogen los autores de la
bibliografía utilizada.

Antes de pasar a exponer la evolución de las especies, se quiere recoger la

taxonomía general del ser humano para una mayor comprensión a la hora de mencionar
género o especie. Así nuestra clasificación 1 comienza con la pertenencia al Reino Animal,
cuya característica principal que define a este reino es la movilidad. Filo Chordata, el cual
se define con múltiples características como tener columna vertebral, faringe, cola, etc. De
Clase Mammalia, es decir, poseen glándulas mamarias. Orden Primate, cuyo término fue
creado por Linneo para definir a este grupo como los “primeros” ya que están más
desarrollados dentro del reino animal, y dentro del mismo, pertenecen al suborden
Catarrhini, que se caracteriza por tener los orificios nasales abiertos hacia abajo. En
cuanto a la determinación de Familia Hominidae, en la que se incluye a los primates sin
cola. De la Tribu Hominini que abarca a los primates bípedos. Genero Homo, que se
caracteriza por el bipedismo, con
cráneo vertical, la mano prensil y la
encefalización. Y finalmente, se habla
de especie, que son las que vamos a
ver a continuación y de las cuales se
ha de anticipar que todas están
extintas menos la Especie Sapiens,
que es la que responde al ser
humano actual.

1 http://slideplayer.es/slide/1097484/ Video que explica las taxonomía del ser humano.

 De esta manera, si hablamos de género, vemos que comparte características con
todos los grupos de taxones que le preceden, sin embargo, al hablar de géneros
diferentes es que se separan en ese punto por alguna cualidad que les diferencia. Este
tipo de clasificación, se suma a las dificultades mencionadas anteriormente que los
científicos tienen a la hora de realizar un árbol filogenético.
 • Los Australopithecus

La nomenclatura de este género proviene del primer fósil

encontrado, el cual estaba en Sudáfrica. Este es el cráneo del Niño de
Taung en 1924 por Raymond Dart, aunque el más importante es el
esqueleto conocido como Lucy, en 1974 en Hadar (Etipía) por Donald Johanson. La
mayoría de los yacimientos se encuentran en el este de África y son datados entre los 4
millones de años hasta hace 2 millones de años, conviviendo con algunas especies de
Homo.

Dentro del género Australopithecus encontramos varias especies: A. Amnamensis,

A. Afarensis, A. Africanus y A. Garhi principalmente. Además, hay quien incluye tres
especies más el Aethiopicus, el Boisei y el Robustus como género Australopitecus, pero
también hay quien las separa como una línea sucesoria del Australopitecus denominando
a este género Paranthropus, el cual convive con el género Homo. De tocos, se otorga al
A. Afarensis el linaje antecesor del Homo, aunque ha día de hoy se busca el eslavón
perdido.

Ante tal diversidad, se ha optado por recoger unas características físicas generales
como que miden entre 1 y 1,40 metro de altura, pesaban entre 35 y 50 kg, su cráneo
alberga los 500 cm3, tenía frente huidiza, torus supraorbital, prognatismo, su dentadura
era grande y gruesa ya que se alimentaba de vegetales y frutos secos y aunque ya eran
bípedos, sus brazos eran largos. Aunque no se cree que fueran capaces de fabricar
herramientas, sí utilizaban piedras para obtener el tuétano de los huesos de las presas
encontradas.
 • Los Homos

El género Homo, como ya se ha mencionado, engloba a aquellos seres que se

caracterizan por el bipedismo, con cráneo vertical, la mano prensil y la encefalización,
pero además, se identifican por la creación de industria, por tanto de una cultura material.
Es por ello que, la aparición del Homo se sitúa en torno a 2,4 millones de años, atribuida
a un enfriamiento de la Tierra que provoca la separación entre Australopitecus y Homos,
aunque ha día de hoy se busca el conocido eslabón perdido que se identifique con esta
ruptura.

Homo Habilis

El primer resto de Homo Habilis fue encontrado en los años 60 por L. Leakey, el
cual propone este nombre para esta especie ya que se considera el más antiguo hacedor
de útiles. Estos se engloban en la industria olduvayense, ya que los primeros restos y que
han determinado las características de este estilo, se encuentran en el yacimiento de
Olduvai (Tanzania), y consisten en guijarros retocados por una cara para mejorar la
finalidad de la herramienta.

Cronológicamente se encuadran entre 2,3 y 1,5 millones de años y se localiza

principalmente en África Occidental (Etiopía, Kenia, Tanzania). Como caracteristifas
físicas según los restos fósiles medían 1 y 1,5 metro y aunque habían adoptado la
bipedestación, aún tienen los brazos algo más largos que las piernas y mantienen cierta
curvatura en la columna vertebral. Su capacidad craneal se sitúa entre los 630 y 700 cm 3.
Su alimentación se considera omnívora ya que ocasionalmente comían carne.
 Homo Erectus

Los restos de esta especie determinan que la posición erguida es total, teniendo los
brazos ya acortados frente a las piernas largas y fuertes. Esto le permite recorrer largas
distancias y ser la primera especie en salir de África hace 1,8 millones, según la teoría
más aceptada por la Península del Sinaí. Esto facilita entender que el Homo Erectus haya
sido clasificado de nuevo en tres especies que responden a la localización geográfica:
Homo Ergaster en África, Homo Erectus en Asia y Homo Antecesor en Europa,
respondiendo así a un orden cronológico de ocupación del territorio.

Entre las tres, encontramos autores que identifican al Homo Ergaster como un
intermedio entre el Homo Habilis y el Homo Erectus. Otros, creen que tanto el Homo
Ergaster como el Homo Erectus son la misma especie. Pero en cualquier caso, es
precedente del Homo Antecessor, el cual se localiza en Atapuerca (Burgos, España). Aquí
se presentan como tres especies diferentes.
 El Homo Ergaster se sitúa cronológicamente entre el 1,8 y 1 millón de años y ocupa
el continente Africano. A él se atribuye la salida de África hacia Asia por la Península del
Sinaí y a Europa. Su capacidad craneal es de 850 cm 3 y su altura alcanza los 1,80 metros.
Es ya cazador y su industria se identifica dentro del grupo achelense y los conocidos
bifaces.

El Homo Erectus se configura como especie a través de los restos encontrados en

la Isla de Java (Indonesia) por E.Dubois en 1891, por ello se identifica con la expansión
por la zona geográfica asiática. Su industria se atribuye también al achelense, permitiendo
cazar piezas mayores. Esto, junto al control y creación del fuego, supuso una dieta rica en
proteínas provenientes de la carne y la posibilidad de situar aquí un primitivo lenguaje
articulado. Responde así a su capacidad craneal de entre 800-1.000 cm 3 y una altura
similar a la del Homo Ergaster, sin embargo, su cronología se extiende algo más ya que
se inicia hace 1,8 millones de años y termina hace 300.000 años.
 El Homo Antecessor determinado por los restos del yacimiento burgalés de
Atapuerca (España), que lo sitúan hace 800.000 años y con una capacidad craneal de
1.000 cm3 y con características faciales similares a la del Homo Sapiens. Según el
planteamiento de Arsuaga (2006), se identifica con el último ancestro que comparten el
Neandertal y el Sapiens. Esto es posible al identificar al Homo Antecessor como el
ancestro del Homo Heidelbergensis, que se desarrolla en Europa entre el 600.000 al
250.000 años y se considera el antepasado directo del Neandertal, y por otro lado, es el
antepasado de la variante de africana que dará lugar al Cro-Magnon.

Homo Neandertalensis

Antes de hablar de sus características, se ha de entender que en un principio sus

restos fueron considerados como una subespecie del Homo Spiens. Sin embargo, ha día
de hoy y con el aumento de descubrimientos y estudios de ADN, se sabe que es una
especie en sí misma y una rama colateral del Homo Sapiens. Su nombre se debe a uno
de los primeros encuentros situado en el Valle de Neader en Alemania en 1856.

Cronológicamente abarca entre 127.000 y 30.000 años, así, los últimos 10.000
años conviven con los Homo Sapiens. La relación entre ambos no fue uniforme, ni en
tiempo, ni en lugar, ni en modo (bélico o pacífico). Aun que hay que añadir que,
actualmente y desde el hallazgo del Niño Lapedo en 1998, se plantea la posibilidad de
una hibridación entre ambas especies. Por otro lado, al teorizar sobre su extinción
atribuyen se habla de dos factores: la aparición de un nuevo competidor en el campo de
caza (el Homo Sapiens) y la falta de adaptación al nuevo cambio climático. Su
localización principal es en Europa, aunque hay algunas fósiles descubiertos en Asia.

Como características morfológicas se identifica con una estatura media de 1,65

metros, un peso de 80 kg y una anatomía adaptada al periodo glaciar ya que su cara se
caracteriza por una nariz chata y ancha, y aunque hablemos de una capacidad craneal
mayor que la del Homo Sapiens (1.400 cm 3 ), mantiene el torus supraorbital, algo de
prognatismo, y una caja encefálica larga y ancha.

Dentro del ámbito cultural se asocia a la industria musteriense, donde además de

realizar bifaces utilizan la técnica Levallois, incluso confeccionan ropa u adornos. Vivían
en cuevas porque dominaban el uso del fuego y enterraban a sus muertos, por lo que se
esbozan los primero rituales. También se sospecha de que tendrían un lenguaje, por un
lado a través de gestes y por otro emitirían algunos sonidos, aunque no tan complejos
como los del Homo Sapiens, ya que su faringe era más corta y no tienen las mismas
habilidades cognitivas. Aún así, como vemos es una especie de gran complejidad y que
puede arrojar mucha luz al estudio de nuestros ancestros.
 Homo Sapiens / Cromañon

La especie Sapiens es la que corresponde al hombre actual. A la hora de hablar

sobre el surgimiento del hombre moderno, encontramos dos hipótesis 2. La primera es la
hipótesis multiregional, que defiende que tras las migraciones del Homo Ergaster desde
África a otros continentes. Estas poblaciones adquirieron características propias, pero con
el paso del tiempo, se mezclaron unas con otras intercambiando un flujo genético en el
que se trasmitían las características del hombre moderno.

La segunda y más aceptada, es la conocida por Out of Africa. Esta propone que las
primeras poblaciones del hombre moderno se sitúan en una pequeña región de África del
este, y que desde aquí migran a otros continentes y que fueron reemplazando a las
especies que allí vivían. Esta es apoyada, entre otros argumentos, por el estudio de ADN
mitocondrial que sitúa a nuestro antepasado femenino en África y que vivió hace 200.000
años. Es la conocida teoría de la Eva Mitocondrial o Eva Africana. De esta manera, hace
100.000 años el Homo Sapiens llega a Asia Menor, expandiéndose por Asia hace 60.000
años, cruzando el Estrecho de Bering para llegar a America hace 20.000 años y en torno
al 40.000 migra desde Próximo Oriente a Europa.

2 http://evolucionhumana.freehostia.com/contenido.php?contenido=2&resolucion Apuntes muy

completos todo el tema de la hominización.
 Por tanto, al Homo Sapiens cronológicamente se le sitúa hace 200.000 años en
Etopía (por el yacimiento descubierto por Tim White en 1997) y que va espandiendose por
el mundo. Se habla ya de una anatomía moderna con una capacidad craneana de 1.400
cm3 , con frente, sin torus supraorbital marcado, dentadura de 32 piezas, altura de 1,70 m
y peso entre 50 y 80 kg.

Además, culturalmente se organizan en grupos de unos 30 individuos, dentro de un

hábitat desarrollado, eran cazadores y recolectores, se atribuye la industria Auriñaciense,
las practicas religiosas son más complejas, al igual que el lenguaje y aparece la expresión
artística.