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El descubrimiento de útiles dentro de un yacimiento ha sido de gran importancia

desde los orígenes de la Prehistoria, incluso ha sido una de las primeras divisiones
cronológicas creadas, como se ha visto en el aprtado que trata la periodización de la
Prehistoria.

Si se retomamos este punto, John Lubbock perfila la propuesta de Thomsen,


creando la clasificación de las Cuatro Edades: Paleolítico, Neolítico, Edad de Bronce y
Edad de Hierro; al cual se le suma la propuesta de Gabriel de Mortillet, el cual crea fases
paleolíticas. Es esta cronología la que se toma de referencia para analizar la cultura
material que han dejado nuestros ancestros.

Para comenzar debemos entender que Paleolítico etimológicamente significa


piedra antigua. No por ello debemos creer que el primer material que fue utilizado por
nuestros antepasados es la piedra, sino que también, utilizaban objetos de madera los
cuales no se han conservados por ser un material perecedero. De este modo, la piedra es
muy abundante y por ello es determinante para la clasificación cultural, dividiendo el
Paleolítico en tres fases: Paleolítico Inferior, Paleolítico Medio y Paleolítico Superior.

Antes de entrar en detalle en cada una de estas tres divisiones, hay que tener en
cuenta que el origen de las herramientas se asocia al Homo Habilis, ya que el
Australopitecus utiliza palos, piedras, huesos que al no ser modificados no se identifican
como herramientas.

Por tanto, el Paleolítico Inferior comenzaría hace 2, 6 millones de años, ya que el


yacimiento de Hadar (Etiopía) ofrecen las piezas más antiguas que corresponden a esta
fecha. Sin embargo, el primer yacimiento en el que se encontró un tipo de útiles que se
han bautizado con el nombre de dicho yacimiento es Olduvai (Tanzania), en el que se
encuentran piezas de 1,6 millones de años. Dentro de la cultura olduvayense (o plebbe
culture para fuera de África) se han encontrado tanto piedras y lascas sin retocar como
cantos rodados o guijarros que han sido retocados. A esta últimas servían para hacer
diversos trabajos y se clasifican en dos tipos. El primero, los “choppers”, son guijarros
tallados por percusión directa por un percutor duro y móvil (otro guijarro) por una de sus
caras, creando un filo cortante. El otro se conoce como “Chooper tool”, cuya talla es igual
pero por ambas caras. La abundancia de estas herramientas hace pensar que eran de
“usar y tirar”, es decir que, debido a la rapidez de su fabricación y la adaptación a una vida
nómada en la que no se puede llevar mucho equipaje, se fabricaban las herramientas en
el momento necesario y después se abandonaban. Es por ello, que estarán presentes a lo
largo del paleolítico aunque irá disminuyendo su fabricación ya que aparecerán otros
útiles más sofisticados como el bifaz.

Este nuevo instrumento, el bifaz, es representativo de la cultura Achelense, nombre


que deriva del yacimiento Saint Acheul (Francia). Sus orígenes se fechan en torno a hace
1,6 millones de años y su primer uso se asocia al Homo Ergaster y Homo Erectus. De
guijarros se pasa a la utilización de un núcleo de sílex, el cual es percutido directamente
para eliminar el córtex por ambas caras y con el detalle de eliminar irregularidades con
otro tipo de percutor más blando para obtener dos caras lisas y un filo cortante. Los
primeros intentos de realizar este instrumento, que sirve como hacha de mano, quedan
recogidos bajo la denominación cultura abbevillense, mientras que los que tienen una
técnica más acabada es la ya citada cultura achelense. En esta última, también se incluye
otros útiles como los hendedores, que son lascas con filo cortante que se utilizan como
cuchillos.
En cuanto al Paleolitico Medio se identifica con una evolución en las técnicas de
talla, la conocida por Levallois. Esta consiste en preparar el núcleo para obtener lascas,
las pequeñas partes que se desprenden del mismo, con formas concretas. De este modo
aparece una variedad de tipos de útiles amplia, entre los que destaca la raedera, que
sirve para raspar pieles o madera; el denticulado o buril que sirve para grabar la madera o
o el hueso; el raspador o las puntas que son lascas con forma triangular con múltiples
funcionalidades como raspar madera, cortar como una navaja o como lanzas. Todo este
conjunto de herramientas comprende la cultura musteriense y su desarrollo se atribuye al
Homo Neandertalensis y posiblemente a su ancestro el Homo Heidelbergensis, de ahí
que cronológicamente se sitúe entre hace 250.000 y 35.000 años.
El Paleolítico Superior se caracteriza por un nivel técnico desigual, dependiendo
de la zona geográfica a la que se aluda pero sin duda se atribuye al Homo Sapiens y por
tanto se remonta sus orígenes a 35.000 años. La piedra que se toma para realizar útiles
comienza a ser más pequeña y los trabajos más complejos. Es conocida como técnica
laminar. Otra de las características que define a este periodo es el uso de otros materiales
como la madera o los huesos. En cuanto a la industria ósea, aunque ya se utilizaba con
anterioridad no era trabajado como ahora, donde se encuentran objetos como azagayas,
que se utilizaba para pescar y cazar, dando lugar al arpón; las varillas para alizar pieles;
las agujas para coser; o los famosos propulsores que ayudaba a dar potencia y precisión
a las lanzas. De este modo, aparecen pequeñas piezas de arte mobiliar que muestran una
intención artística, de la cual se hablará más adelante.
Todo este complejo cultural queda clasificado en cuatros tipos. Las dos primeras
culturas, la Perigordiense y la Auriñaciense se caracterizan por ser una época de tránsito ,
donde la primera se da en Francia y Península Ibérica y aún no se trabaja la industria
ósea, mientras que la segunda aparece en África y si desarrolla el uso de otros materiales
comenzando con las primeras clasificaciones artísticas. Le sigue la cultura Solutrense que
se identica de nuevo con la Península Ibérica y Francia, donde se alcanza una perfeción
técnica estandarizada. Y finalmente el Magdaleniense, que se extiende por todo el
continente europeo aunque con diferenciaciones regionales pero es el más complejo de
todos ellos.

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