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Rebollo Pimentel Gerardo

Cuasicristales

El Premio Nobel de Química de 2011 ha reconocido a Daniel Schechtman por el descubrimiento de


estructuras no periódicas ordenadas a largo alcance o, mejor conocidas, como cuasicristales. A
causa de que este descubrimiento cambió el paradigma de los requisitos para el reconocimiento
de un patrón de difracción discreto, su aceptación inicial no fue fácil, sino la combinación de
pruebas experimentales amplias con desarrollos matemáticos previos forzados por el
conocimiento de estos hechos. Los descubrimientos recientes de estructuras cuasicristalinas en
minerales han extendido la fama de este concepto. Los cuasicristales, o sólidos cuasiperiódicos,
crecidos por vez primera por el grupo de Dan Shechtman del National Bureau of Standards en
1984, exhiben simetrías (icosaédrica o decagonal) que no presentan los sólidos cristalinos. Por
tanto, su estructura cristalina no es periódica, es decir, no se puede construir mediante la
repetición de una celda unidad. El método tradicional para su crecimiento se basa en el
enfriamiento rápido de metales fundidos, de manera que los átomos no tienen tiempo de acceder
a las posiciones de equilibrio correspondiente a los sólidos cristalinos

Los cuasicristales son estructuras relativamente comunes en aleaciones con metales como el
cobalto, hierro y níquel. A diferencia de sus elementos constituyentes, son malos conductores de
la electricidad. No presentan acusadas propiedades magnéticas y son más elásticos que los
metales ordinarios a altas temperaturas. Son extremadamente duros y resisten bien la
deformación, por lo que se pueden utilizar como recubrimientos protectores antiadherentes.

¿Qué tuvo que ver Linus Pauling?

Había un grupo que no estaba de acuerdo con los resultados de Schechtman, el grupo de ¨los
incrédulos¨ abarcaba a toda la comunidad científica, pero lo peor del caso es que era liderado por
el dos veces ganador del Nobel, Linus Pauling. Éste se enteró del patrón de difracción que
Shechtman había descubierto y de inmediato se puso en contra de la afirmación de que
correspondía a un nuevo tipo de material. El mismo Linus Pauling, se dice, comentó que "no
existen los cuasicristales, lo que existen son los cuasicientíficos". La indiscutida autoridad de
Pauling fue un pesado lastre para el reciente descubrimiento. Pauling incluso le propuso a
Shechtman que escribieran juntos un artículo donde tendría la posibilidad de descartar una parte
de sus ideas. De regreso a su alma mater, el Instituto Tecnológico de Israel, Shechtman se
encontró con Ilian Blech, un físico teórico que le dijo que sus resultados ya habían sido reportados
por otros investigadores pero que nadie había encontrado una explicación para ellos. Shechtman
respondió entonces: "Ilian, este material nos está diciendo algo y ahora te reto a que encontremos
de qué diablos se trata".

Finalmente, en 2011, Shechtman recibió el premio Nobel de química "por el descubrimiento de los
cuasicristales". En cuanto a Pauling, aunque jamás dejó de buscar una teoría alternativa para los
patrones de difracción de Schechtman, a la larga tuvo que aceptar que la idea de Schechtman era
al menos plausible.

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