Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Contestación de la demanda
Referencias
LECCIÓN 1 de 3
Una vez que el juez haya admitido la demanda iniciada por el actor, ordenará
darle a conocer al demandado de la existencia de un proceso judicial en su
contra. Cuando el actor inicia la demanda y abre la instancia, comienza el litigio y
cuando el demandado comparece y contradice, aparece la controversia.
Los hechos y el derecho pueden ser negados por el demandado. En ese caso, deberá aportar su versión de
los hechos e indicar cuál es el derecho que considera aplicable y por qué.
La documentación puede ser impugnada por el demandado. El actor deberá ofrecer otra prueba
complementaria que confirme la autenticidad y veracidad de esa documentación.
Y las defensas serán las oportunidades legales que tendrá el demandado para sortear las pretensiones del
actor.
Sin embargo, estas reglas no siempre se cumplen acabadamente y suelen tenerse en cuenta las
circunstancias de cada causa en particular. Muchas veces, el demandado comparece al proceso y en su
contestación de la demanda solo niega los hechos en forma amplia y general, o sin dar su propia versión de
los hechos, o sin ofrecer prueba tendiente a acreditar sus dichos. Todas esas actitudes generan
entorpecimientos en el proceso más que esclarecer la situación. En razón de ello, la jurisprudencia y doctrina
argentinas se han ido expresando.
En la causa, la demandada empleadora, Sra. Ince, negó puntualmente que la actora, Sra.
Galliano, se hubiera desempeñado como costurera en su domicilio, sin proponer otra
versión de los hechos plasmados en la demanda.
En ese marco, la Cámara Laboral señaló que “el comportamiento desplegado por la
accionada en estos autos deviene susceptible de ser encuadrado en las previsiones del
artículo 316 del CPCC, atento a que en absoluto ha coadyuvado a esclarecer su propia
posición procesal”.
Adoptar una postura consistente en solo negar puntualmente cada una de las
afirmaciones de la actora pero sin brindar una versión propia de los hechos, no satisface
las exigencias legales que imponen una carga de afirmación: el artículo 192 del Código de
Procedimiento Civil y Comercial de la provincia de Córdoba (de aplicación supletoria para el
proceso laboral en esa provincia) que establece como deber del accionado que confiese o
niegue categóricamente los hechos afirmados en la demanda, bajo pena de que su
silencio o evasivas puedan ser tomadas como confesión. Ante ello, el juez se puntualizó
que “al sólo existir una negativa general y luego particular de los hechos afirmados, pero no
una manifestación surgida desde la argumentación de la parte demandada, se produce el
supuesto contemplado en la norma”, por lo que “corresponde por ende aplicar los
apercibimientos legales, consistentes aquí en tener por reconocidos los hechos afirmados
por la parte actora, excepto desde luego que sean desvirtuados por prueba en contrario”.
[1] Cámara del Trabajo de San Francisco, in re: “Galliano Irene Esther c/ Blanca Ince”.
En este caso, la demandada había contestado la demanda. Sin embargo, la forma en la que lo hizo no fue la
correcta.
El Código de Procedimiento Civil y Comercial de la Nación prevé, al igual que la Provincia de Córdoba, el
requisito de la negativa con la propia versión de los hechos en su artículo 356, que dice:
Deberá, además:
2) Especificar con claridad los hechos que alegare como fundamento de su defensa.
[2] Artículo 330. Código de Procedimiento Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso
de la Nación.
Lo que busca el ordenamiento es equiparar las exigencias: el actor debe ser muy claro en su redacción de la
demanda para permitirle al demandado efectuar una correcta defensa. El demandado, entonces, debe
actuar de la misma manera negando o reconociendo categóricamente los hechos y negando o reconociendo
los documentos invocados por el actor. De esta manera, se busca también una mayor precisión del objeto
litigioso.
A la demandada no le basta con negar los hechos afirmados por el actor, sino que tiene la carga de fundar
esa negativa. Es decir, debe brindar su propia versión de cómo ocurrieron los hechos, en cumplimiento de los
principios de buena fe procesal y cooperación dinámica.
En definitiva, la carga procesal que recae sobre el demandado es tan exigente como la del propio actor para
interponer su demanda. Si las partes se encuentran en condiciones de aportar todos los elementos posibles
sobre la realidad de los hechos, deben hacerlo. Ello no significa que si el demandado no se encuentra en
condiciones de saber si ocurrieron o no los hechos, es posible que solo lo niegue porque no tiene otros
elementos para aportar. Con esto puede verse que dependerá de las circunstancias de cada causa en
particular hasta dónde llegará esa exigencia y cuál será la consecuencia que acarree.
SUBMIT
LECCIÓN 2 de 3
El principio de contribución procesal se le impone tanto a los litigantes como a los terceros ajenos al
proceso. Este principio parte de la concepción de que el proceso no es esencialmente “adversarial”, sino que
lo reemplaza por un concepto ligado al método de discusión dialéctica para dirimir conflictos.
Una consecuencia de este principio es la exigencia del hablar claro de los adversarios en determinados
actos procesales, y en el supuesto de no manifestarse inequívocamente, quedará la parte respectiva
hundida en el riesgo de soportar una situación procesal desventajosa.
La clara expresión que brindan las partes al tribunal está vinculada predominantemente a la versión de los
hechos (y no a la verdad histórica o real), por cuanto en el proceso civil prevalece el formalismo en el relato
de los hechos que las partes plantean en sus escritos de demanda o de su contestación.
No siempre los litigantes llevan a la causa judicial los hechos tal como acontecieron en el mundo real. Sin
embargo, eso no encierra al magistrado, quien puede indagar sobre la verdad real de lo acontecido para
aproximarse a aquella y juzgar el caso con espíritu de justicia. Incluso, para ello, tiene en su poder las
medidas para mejor proveer a fin de resolver con justicia el caso concreto.
La sanción prevista para la violación de este principio difiere según si el incumplimiento de la carga refiere a
los hechos o, en su caso, a la prueba documental. Ante la falta de negativa, el silencio o las respuestas
evasivas respecto de los hechos, el juez los puede apreciar como reconocimiento. En cambio, ante el
incumplimiento de la carga con relación a los documentos, el juez debe tenerlos por reconocidos o
recibidos.
Sí, se exige que la negativa de los hechos sea categórica y que el demandado aporte
su propia versión de lo acontecido.
SUBMIT
LECCIÓN 3 de 3
Referencias
Artículo 330. Código de Procedimiento Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación.