Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Contenidos:
Desafío: Diseñar una maqueta del circuito productivo de la yerba mate para conocer su
proceso.
Criterios SI NO
Leo e interpreto el contenido de la leyenda
Resuelvo situaciones problemáticas de sumas y restas
Localizo en el mapa de la República Argentina las provincias donde se produce
la yerba mate
Busco y selecciono la información sobre los circuitos productivos de mi país
Diseño la maqueta del circuito productivo de la yerba mate
Actividades: Semana del 9 al 13 de noviembre
Por las noches, la Luna, cuyo nombre guaraní es Yací, alumbraba desde el cielo misionero
las copas de los árboles, plateaba el agua de los ríos y de las cataratas y filtraba apenas sus
rayos entre las hojas que le abrían paso, alumbrando con manchones de luz algunos rincones
de la espesa vegetación. Igual que ahora. Solo que, en aquel tiempo, eso era todo lo que Yací
conocía de la selva misionera.
Pero como Yací era curiosa, quiso ver de cerca las maravillas de las que le habían hablado
el Sol y las nubes: el tornasol de los picaflores, el encaje de los helechos y los picos brillantes
de los tucanes.
Entonces, un día bajó a la Tierra, acompañada de Araí, la nube. Las dos juntas, convertidas
en muchachas se pusieron a recorrer la selva. Era mediodía, y el rumor de los pájaros y los
insectos era ensordecedor, por eso no pudieron escuchar los pasos sigilosos del
yaguareté, que se acercaba, agazapado, dispuesto a atacar. En el preciso instante en que
estaba por pegar el salto, una flecha disparada por un viejo cazador guaraní que venía
persiguiendo el animal fue a clavarse en su costado. La bestia enfurecida se volvió hacia el
tirador, saltó sobre él mientras sangraba por la herida; ante las muchachas paralizadas, una
nueva flecha le atravesó el pecho.
En medio de la agonía del yaguareté, el indio creyó divisar algo así como la sombra de dos
mujeres que escapaban.
Esa noche, acostado en su hamaca, el viejo cazador tuvo un sueño extraordinario. Volvía
a ver al yaguareté, volvía a verse a sí mismo tensando el arco y ahora sí, a dos mujeres de
piel blanquísima y larguísima cabellera. Parecían estar esperándolo y cuando él se les acerco,
Yací lo llamo por su nombre y le dijo que ella y su amiga querían darle las gracias por salvar
sus vidas, por eso iban a entregarle un premio y un secreto. Mañana, cuando despiertes, vas
encontrar ante tu puerta una planta nueva que se llama caá. Con sus hojas, tostadas y
molidas, se prepara una infusión que acerca los corazones y ahuyenta la soledad. Es mi
regalo para vos, tus hijos y los hijos de tus hijos…
Al día siguiente, al salir de la gran casa común que alberga a las familias guaraníes, lo
primero que vieron el indio soñador y los demás miembros de su tevy fue una planta nueva
de hojas brillantes y ovaladas. El cazador siguió las instrucciones de Yací: no olvidó de tostar
las hojas y, una vez molidas, las colocó dentro una calabacita hueca. Buscó una caña fina,
vertió agua y probó la nueva bebida. El gusto era raro y sabroso. La calabaza fue pasando
de mano en mano. Había nacido el mate. (Leyenda guaraní)
Secundaria o ………
Terciaria o ………..