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El estado de la cuestión
M uchos autores practican una am algam a entre fenóm enos muy dis-
tintos, a pesar de las circunstancias, de las épocas y de los principios
, „estéticos (o antiestéticos) de los filmes o de los grupos considerados.
Parece que la evocación del “cine de vanguardia” com o generalidad
transnacional y transhistórica alienta una actitud globalizadora que,
por contagio, hace figurar a todo el cine que el autor tiene ganas de
distinguir de la producción comercial o de los filmes que, en el seno de
ésta, se despegan de ella . 1 Puede decirse que la oposición entre arte y
cine estándar experim enta una cristalización particularm ente fuerte en
la oposición entre vanguardia y “grueso de la tro p a ” .
Sin em bargo, por las razones que se han enunciado desde nuestras
prim eras líneas, esta actitud, interna al campo cinem atográfico, impi-
de aprehender de m anera esclarecedora los diversos fenómenos reuni-
dos bajo este rubro, en virtud de esta internalización de posiciones que
dependen de otros factores y que, por añadidura, a veces están basadas
en una voluntad de salir del cam po en cuestión.
Sobre este enfoque pesa en particular la hipoteca de la cuestión de la
“ pureza” del cine o, en otros térm inos, de su “especificidad” . Esta reivin-
dicación, capital para construir la legitimidad artística y social del cine,
que acom paña los niveles económicos, jurídicos, sobre todo, estructura
la mayoría de los discursos sobre “la vanguardia” . Jean Mitry, heredero
de los teóricos de la década del veinte (desde Dulac hasta Richter), es
un buen ejemplo de esta actitud, pero también se la encuentra en Peter
Weiss, Paolo Bertetto y, de forma implícita, en N oureddine Ghali.
Los criterios de pertenencia o no a un m ovim iento aparecen cla-
ram ente cuando se trata del cine soviético, donde existen, en efecto,
grupos constituidos, con m anifiestos, declaraciones, posicionam ientos
explicitados por textos, polémicas y filmes (el colectivo Kulechov, los
“k in o k s” de Vertov-Svilova-Kaufman, el grupo Eisenstein-Alexandrov-
Tissé, la FEKS). Asimismo, resultan relativamente identificables cuando
los cineastas son miembros de un colectivo o de un grupo artístico pluri-
2. Helma Schleif (dir.): Stationen der m oderne im film e II. Textes M anifeste
Pamphlete, Berlin, Freunde der Deutschen Kinemathek, 1989 (el primer volu-
men se refiere a la FIFO, a programas, textos y filmes, ibid., tomo I, 1988).
Recientemente se ha publicado en Polonia una antología del mismo tipo, pero
más modesta, que incluye los más recientes manifiestos, tales como el “Dogma”
de Lars von Trier y sus amigos (A. Gwozdz [dir.]: Europejskie m anifesty Kina,
Varsovia, 2002).
184 La vang uardia en el cine
H is t o r io g r a f ía d e l a v a n g u a r d ia e n e l c in e
pensam iento, y las conexiones que tienen con los movimientos artísticos ¡
“tradicionales” , se inscriben en la evolución de las doctrinas estéticas de
fines del siglo XIX, que van del simbolismo al m odernism o. Abel sostie- j
ne que el m odernism o fue de alguna m anera cubierto por esta referencia
al im presionismo que saca ese cine de la subjetividad, de la interioridad,
y que no permite ver en absoluto la dimensión m oderna o modernista
que sin em bargo es patente . 16
Después de varias discusiones term inológicas referidas a las diferen-
tes “ épocas” , la enum eración de las “V anguardias” en Francia, Abel
es el prim ero en aplicarse de m anera tan apuntalada, docum entada, al
problem a planteando de entrada, el hecho de que “ algo cojea con los
términos y las categorías” (pág. 279) y, sobre todo, propone una alter-
nativa a esas clasificaciones y discusiones a veces esencialistas al hablar
de “narrativa de vanguardia” . Según él, se ha “sacrificado” y “desco-
nocido” esa im portante corriente a partir de una acepción estrecha de
la vanguardia com o antitética con respecto a lo narrativo. Bordwell
ya decía que la industria del cine francés se había m ostrado receptiva,
acogedora, con “ la vanguardia” .
Esos dos avances en la investigación del cine francés de la década del
veinte, ignoradas en Francia por la mayoría de los no especializados,
generaron dos trabajos franceses de desigual envergadura, dos tesis, i
una llevada a cabo en la universidad, en 1995, por parte de Noureddine
Ghali sobre “ La vanguardia cinem atográfica en Francia en la década del
veinte” y otra, en 1999, en la École des Chartes por parte de Christophe
Gauthier, “ La pasión del cine. Cinéfilos, cineclubes y salas especializa-
das en París desde 1920 a 1929 ” .
Ghali volvió a exam inar el conjunto de puntos de vista, tanto los de
la época com o los posteriores. Pero al restringir la cuestión únicamente
a los discursos críticos o de proclam a, con exclusión no sólo de los fii
mes, sino de cualquier otro parám etro de naturaleza socioeconómica,
incluso de los discursos extracinem atográficos, concluyó en una autode ■
finición de su objeto. Al no definir la noción de vanguardia, prorrogó el
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El estado de la cuestión 193
Esos dos m om entos (que condensan toda una serie de iniciativas con-
tem poráneas o anteriores) tienen sus correlatos en los diferentes estu-
dios históricos o tem áticos que se desarrollaron a continuación según
dos ejes: uno, global, que trata “el” cine de vanguardia - o el cine expe-
rim ental-; el otro, m onográfico, que analiza en detalle un movimiento,
una corriente, un au tor o un filme y, sobre todo, tal o cual de esas
manifestaciones, de reagrupam iento. De esta m anera, la FIFO propició
en 1979 num erosas publicaciones en Alemania orientadas a reconstruir
los program as y las listas de obras expuestas, las conferencias y los
artículos que acom pañaron esta manifestación. D esafortunadam ente, el
cine no tuvo el lugar que le correspondía en esos estudios, muy a menu-
do procedentes de la historia del arte y de la fotografía . 19 Con referen-
cia al Congreso Internacional del Cine Independiente de La Sarraz, el
mismo año, 1979, asiste al surgimiento de un conjunto de materiales
que docum entan el acontecim iento ,20 y luego, en 1930, su edición en
Bruselas .21 En el mismo orden de ideas, la Filme Liga holandesa (1927-
1933), a la que se le dedica una retrospectiva en Bolonia, a su vez da
lugar a una docum entación con los textos program áticos, manifiestos
y la trascripción de conferencias, debates y controversias .22 Esta nueva
tendencia en la historiografía de la vanguardia resulta extrem adam ente
valiosa, puesto que aborda los propios acontecim ientos que permitieron
intercam bios y debates que son la m atriz de toda una serie de discursos
estéticos e históricos. De esta m anera, esclarece un im portante tram o de
la recepción de ese cine que incluía una dimensión de perform ance más
fuerte que el cine estándar.
Cuando se actualiza esta dimensión “ efím era” , pero que pertenece
con propiedad a esa clase de filmes, el enfoque global que encadena los
filmes y los países en una vasta síntesis se m uestra insuficiente. Así, el
librito de Peter Weiss, Cinéma d ’avant-garde, escrito entre 1953 y 1954
en Suecia, publicado en 1988 en Alemania y luego en Francia, distingue
precursores, se dem ora en la década del veinte, luego en la del treinta,
y se interesa en los m ovim ientos de cine experim ental de posguerra
en Estados Unidos y Europa. La perspectiva histórica es caricaturesca-
mente finalista (se considera a M arey y Méliés en función de hipótesis
posteriores, en cada filme “ya” se distingue esto o aquello). El texto se
apoya sobre todo en descripciones de filmes y en enumeraciones de títu -
los reunidos en la categoría bastante general de “form al” . La Histoire
du cinéma expérimental de Jean Mitry, publicada en 1971, no incurre en
las mismas reservas puesto que el autor adopta una perspectiva histórica
más detallada y se aplica de m anera profunda a las diversas corrientes
que ha definido: la escuela soviética, el surrealismo, la escuela docum en-
tal, el cine directo, el underground, pese a que se puedan discutir las
categorías empleadas y las escansiones históricas (desde los precursores
hasta las secuelas). El conjunto de su enfoque está regido por temas que
son “cine y p in tu ra ” , “ literatura y cine”, “música visual” , “abstrac-
ción” , es decir, que resultan de la confrontación del cine con “ las otras
artes” . Com o en todas las obras de Mitry, el propósito es, sin em bargo,
a m enudo prescriptivo: procede a realizar evaluaciones .23
La obra de Paolo Bertetto, 11 Cinema d ’avanguardia 1910-1930,
que data de 1983, es una antología que publica guiones y proyectos de
filmes (sin distinguir los proyectos realizados -com o Entreacto- y los
poemas cinem atográficos), y escritos teóricos y críticos esencialmente
debidos a dadaístas y surrealistas. En su presentación, Bertetto centra
su principio de enfoque en la especificidad, a la que por esa época la
23. Los problemas estéticos abordados por Mitry son, a partir de entonces,
retomados sobre bases más sistemáticas y, sobre todo, desligadas de las hipótesis
a menudo normativas del autor. Así, recientemente, la tesis de Laurent Guido
sobre “las teorías del ritmo en el cine francés entre 1920 y 1930” (Universidad
de Lausana, 2004) o sus estudios sobre la musicalización (1895, n° 38, “Músi-
que!”, octubre de 2 0 0 2 ).
196 La vang uardia en el cine
28. Stephen C. Foster (dir.): Hans Richter, Activism, Modernisms and the
Avant-Garde, Cambridge, MIT Press, 1998.
29. Jeanpaul Goergen (dir.): Walter Ruttmann Eine Dokumentation, Berlín
(oeste), Freunde der Deutschen Kinemathek, 1989.
30. M. Lewinsky-Straüli: “Une avant-garde au Japón: Une page folie de
Kinugasa Teinosuke, 1926”, en Archives, n° 15, junio de 1988, e “Internationa-
le und nationale Avantgarde in Japan” (tesis de la Universidad de Zürich).
31. Christopher Horak (dir.): Lovers o f Cinema: The First American Film
Avant-garde, 1919-1945, Madison, University of Wisconsin Press, 1995.
32. Román Gubern: Proyector de luna. La generación del 27 y el cine, Bar-
celona, Anagrama, 1999.
33. Brian Taves: “Robert Florey and The Hollywood Avant-garde”, en
Unseen Cinema (incluido en J.-M Bouhours, B. Posner e I. Ribadeau-Dumas
(dir.), En marge de Hollywood, op. cit., págs. 112-119.
198 La vanguardia en el cine
del veinte (René Clair, H ans Richter), luego de las del sesenta y del
setenta (W arhol, Ken Jacobs, W erner N ekes)- entre el cine “prim itivo”,
los trucos, los efectos disnarrativos, discontinuidades, atracciones, etc.
y el posicionam iento de vanguardia, que se había ocultado en beneficio
de una investigación orientada hacia la pintura m odernista y la “pure-
za” del medio (Lawder), inspiraron a varios investigadores, como Noel
Burch, Tom Gunning, Bart Testa .34
Aunque a térm ino no se pueda sostener con seriedad que el proyecto
de los agentes com prom etidos en la producción de los filmes “de los
primeros tiem pos” pueda coincidir con el de los artistas de vanguar-
dias, se ha podido com probar en más de un caso que esos dominios
no resultaban tan estancos com o se podría creer, que no se trataba sin
duda de los protagonistas más alejados posibles en el seno del campo
cinem atográfico y que estaba todo para ganar si se los confrontaba no
tanto para postular su similitud sino para dibujar mejor sus respectivos
contornos y estudiar su perm eabilidad recíproca, que se podrá conside-
rar a voluntad en términos de influencias, de intertextos o de mestizaje
antes de m ensurar la dimensión social de esos parentescos. Por cierto
que no resulta indiferente que se haya sustraído el enfoque del cine de
vanguardia de un modelo estético que hacía de él un dom inio reservado,
elegido, elitista, el parangón de la pureza en relación con el com prom iso
del comercio y de la cultura de masas en la medida en que la empresa
vanguardista -si se la quiere distinguir de la nebulosa m odernista- no
entra en esta óptica antitética con su proyecto a térm ino extraartístico.
Sin duda, las prácticas artísticas de fines del siglo XX y principio del
XXI -a sí com o sus comienzos, que son muy anteriores a este período-,
volcadas hacia la mezcla de los m edios, la perform ance y la instalación,
más globalm ente las “actitudes” y las formas de vida y de socialidad
implicadas en el gesto artístico, nos permiten ver mejor lo que se destaca
en esas dimensiones en los cines de vanguardia.