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CELULITIS
CELULITIS
Adiposidad
Localizada.
Causas
y
Tratamiento.
La
celulitis
es
una
característica
altamente
prevalente
en
la
mujer,
presentándose
en
el
85
al
98%
de
las
mujeres
postpuberales.
La
flacidez
y
la
grasa
localizada
son
características
que
van
ligadas
a
la
celulits,
con
un
enfrentamiento
común,
por
lo
que
se
abordarán
en
conjunto.
Dada
la
alta
prevalencia,
no
hablaremos
de
la
celulitis
o
de
la
grasa
localizada
en
hipogastrio
(bajo
vientre)
y
muslos
como
algo
anormal,
todo
lo
contrario,
lo
esperable
es
que
toda
mujer
tenga
celulitis
y
adiposidad
localizada
en
algún
grado.
Nos
referiremos
en
cambio
a
“condiciones
de
la
mujer
con
un
resultado
estético
desfavorable”.
La
celulitis
es
un
trastorno
de
la
arquitectura
del
tejido
adiposo
humano.
Se
caracteriza
por
una
apariencia
de
depresiones
u
nódulos
en
la
piel
de
la
zona
comprometida.
Pese
a
todos
los
estudios
realizados
sobre
el
tema,
el
conocimiento
fundamental
de
su
fisiopatología
aún
falta,
y
su
tratamiento
permanece
esquivo.
El
término
“celulitis”
se
acuñó
por
primera
vez
en
la
literatura
francesa
hace
más
de
150
años.
Fue
ampliamente
retratada
por
los
artistas
del
siglo
XVII.
La
grasa
tiende
a
localizarse
en
la
mujer
en
la
zona
subcutánea
a
nivel
del
hipogastrio
y
cara
posterolateral
de
los
muslos,
debido
a
la
acción
de
los
estrógenos.
Los
ácidos
grasos
de
las
comidas
se
depositan
fácilmente
en
estas
zonas,
como
también
los
ácidos
grasos
formados
tras
la
ingestión
de
carbohidratos
en
cantidades
abundantes.
Sin
embargo,
esta
grasa
tiende
a
permanecer
en
estos
lugares,
debido
a
que
los
estímulos
hormonales
del
ejercicio
que
normalmente
remueven
grasa
del
tejido
adiposo
para
emplearla
como
fuente
energética,
no
tienen
efecto
significativo
a
este
nivel.
Es
precisamente
esta
grasa
la
que
se
encuentra
vinculada
al
desarrollo
de
celulitis.
Celulitis
no
es
sinónimo
de
obesidad,
ya
que
la
celulitis
también
se
presenta
en
mujeres
delgadas,
y
sólo
vinculada
a
la
grasa
localizada
en
las
zonas
descritas,
donde
existen
cambios
ultraestructurales,
inflamatorios,
histoquímicos,
morfológicos
y
bioquímicos
que
dan
por
resultado
una
visión
externa
cutánea
como
de
piel
de
naranja.
Dado
que
no
hay
mortalidad
asociada,
es
difícil
clasificarla
como
una
patología
,
pese
al
malestar
que
pueda
causar
en
muchas
mujeres.
Causas
de
la
celulitis
1.-‐
Género:
La
celulitis
en
sus
patrones
clásicos
afecta
sólo
a
mujeres.
2.-‐Etnia:
Mujeres
blancas
tienden
a
tener
más
celulitis
que
las
asiáticas.
3.-‐Dieta:
Dietas
ricas
en
carbohidratos
y
grasas
saturadas
tienden
a
depositar
grasa
preferentemente
en
las
zonas
vinculadas
a
la
celulitis,
agravando
el
cuadro.
4.-‐Estilo
de
vida
sedentario:
Largos
períodos
sentado
o
de
pie
promueven
mayor
estasia
sanguínea
produciendo
alteraciones
de
la
microcirculación,
promoviendo
la
retención
de
líquido
a
nivel
subcutáneo,
empeorando
la
celulitis.
5.-‐
Embarazo:
Se
asocia
al
aumento
de
algunas
hormonas
como
prolactina
e
insulina,
y
a
un
aumento
global
de
los
líquidos
corporales.
Ambos
fenómenos
aumentan
la
celulitis
debido
a
una
mayor
lipogénesis
y
a
mayor
retención
de
líquido.
Fisiopatología
de
la
celulitis
1.-‐
Presencia
de
dermis
de
menor
grosor
(flacidez):
Es
una
condición
asociada
tanto
a
la
celulitis
como
a
las
estrías.
Mientras
en
la
celulitis
existe
tracción
perpendicular
de
la
piel
por
los
septums
ligamentosos
del
tejido
celular
subcutáneo,
en
las
estrías
existe
tracción
horizontal,
produciendo
lesiones
de
la
red
de
colágeno
en
algunos
puntos
por
sobredistensión,
que
se
observan
como
marcas
longitudinales
rojas
en
un
comienzo
y
blancoplateadas
una
vez
resuelta
la
inflamación.
Por
lo
tanto
es
muy
probable
encontrar
estrías
en
una
mujer
que
presente
celulitis
en
forma
importante.
En
las
siguientes
imágenes
se
observan
estrías
en
fase
roja
(agudas)
y
en
fase
blanca
(crónicas).
2.-‐
Presencia
de
septums
ligamentosos
subcutáneos
orientados
perpendicularmente
a
la
piel:
En
los
hombres
y
en
mujeres
sin
celulitis,
los
septums
subcutáneos
tienden
a
adherirse
a
la
dermis
en
forma
oblicua,
produciendo
una
menor
tracción
de
la
piel,
mientras
que
en
las
mujeres
con
celulitis,
los
septums
ligamentosos
se
disponen
de
forma
vertical,
traccionando
la
piel
formando
las
depresiones
típicas
de
la
celulitis.
En
la
figura
se
muestran
imágenes
de
resonancia
nuclear
magnética
de
la
piel
y
del
tejido
celular
subcutáneo
del
muslo.
Dermis
y
epidermis
se
observan
oscuras
a
la
derecha
y
bajo
la
dermis
se
observan
los
septums
de
tejido
fibroso;
A
y
B
pertenecen
a
individuos
sin
celulitis,
con
un
trabeculado
de
septums
más
denso
y
oblícuo,
observándose
además
un
menor
grosor
de
la
grasa
subcutánea.
C
y
D
pertenecen
a
mujeres
con
celulitis,
observándose
un
trabeculado
de
septums
fibrosos
menor
y
con
una
disposición
perpendicular
a
la
piel,
además
de
un
panículo
adiposo
mayor.
3.-‐
Aumento
de
la
grasa
subcutánea
en
las
zonas
propensas
a
celulitis:
Existe
en
estas
zonas
una
grasa
superficial,
muy
ligada
a
los
estrógenos,
de
fácil
formación
y
difícil
retiro,
que
ya
se
ha
discutido
ampliamente.
Un
aumento
del
grosor
de
esta
grasa,
junto
con
las
condiciones
previas
descritas,
favorecen
la
protrusión
del
tejido
subcutáneo
en
la
dermis
en
forma
de
indentaciones,
de
modo
que
por
una
parte
va
a
estar
traccionada
por
los
septums
y
por
otro
empujada
por
la
grasa
subcutánea,
formando
los
montes
y
valles
característicos
en
la
superficie
de
la
piel.
En
la
figura
se
muestra
una
resonancia
nuclear
magnética
con
una
sección
de
piel
y
de
tejido
celular
subcutáneo
de
la
zona
del
muslo
de
una
mujer
con
celulitis.
La
epidermis
y
la
dermis
se
observan
oscuras,
mientras
que
el
tejido
celular
subcutáneo
se
observa
claro.
Se
puede
identificar
los
septums
fibrosos,
con
la
presencia
de
un
septum
horizontal
indicada
con
2
flechas
(Fascia
de
Camper),
que
define
una
zona
de
grasa
más
superficial
(la
grasa
relacionada
con
la
celulitis
y
una
grasa
más
profunda).
La
dermis
se
observa
con
el
aspecto
de
un
serrucho
producto
de
las
múltiples
indentaciones
de
la
grasa
subcutánea
en
ella.
Se
observan
los
septums
verticales,
traccionando
la
piel.
4.-‐
Alteración
de
la
microvasculartura
subcutánea
y
dérmica:
Aparentemente
existiría
una
alteración
de
los
pequeños
vasos
sanguíneos
a
nivel
de
la
unión
dérmicosubcutánea,
con
la
consecuente
retención
de
líquido
a
nivel
intersticial.
Esto,
junto
al
depósito
de
glicosaminoglicanos
a
este
nivel,
llevaría
a
edema,
con
la
consecuente
compresión
de
vasos
sanguíneos,
hipoxia
y
microhemorragias,
que
estarían
relacionadas
con
los
fenómenos
atróficos
y
nodulares
en
el
tejido
celular
subcutáneo.
5.-‐
Fenómenos
inflamatorios:
Basado
en
la
sensibilidad
dolorosa
de
las
zonas
de
celulitis,
se
ha
hecho
la
hipótesis
de
la
ocurrencia
de
fenómenos
inflamatorios
asociados,
que
estarían
relacionados
con
la
atrofia
dérmica.
Clasificación
de
la
celulitis
Clásicamente,
de
acuerdo
a
Nürnberberg
y
Müller,
la
celulitis
se
ha
clasificado
en
3
estadios:
-‐Celulitis
grado
1:
Sólo
presente
al
pellizcar
una
sección
de
piel.
-‐
Celulitis
grado
2:
Presente
al
estar
de
pie,
pero
desaparece
al
acostarse.
-‐Celulitis
grado
3:
Presente
también
al
estar
acostada
en
posición
supina
(de
espalda).
La
pintura
al
inicio
se
muestra
a
una
mujer
con
celulitis
grado
3.
Esta
clasificación,
si
bien
ampliamente
difundida,
ha
sido
encontrada
imprecisa
por
algunos
autores,
al
no
segmentar
bien
los
distintos
grados
de
severidad
de
la
celulitis.
En
base
a
eso,
han
planteado
una
nueva
clasificación
fotográfica,
recientemente
validada,
que
es
la
con
la
que
vamos
a
trabajar.
Si
observamos
en
la
figura
a
continuación,
existen
3
pacientes,
clasificadas
como
grado
2
según
la
clasificación
clásica.
Sin
embargo
observamos
notables
diferencias
(leve,
moderada
y
severa),
que
son
abordadas
por
la
nueva
clasificación
propuesta.
Escala
Fotonumérica
para
la
Medición
de
la
Severidad
de
la
Celulitis:
La
escala
que
se
presenta
a
continuación
evalúa
5
aspectos:
Número
de
depresiones
evidentes,
profundidad
de
las
depresiones,
apariencia
morfológica
de
las
lesiones,
grado
de
flacidez,
clasificación
clásica
de
Nürnberberg
y
Müller.
A
cada
uno
de
estos
aspectos
se
le
otorga
un
puntaje,
siendo
éste
0
cuando
la
condición
es
de
absoluta
normalidad,
estando
ausente
el
rasgo
buscado,
y
3
cuando
lo
que
se
evalúa
está
presente
en
forma
severa.
El
puntaje
total
se
obtiene
sumando
todos
los
puntos
obtenidos.
Entre
1
y
5,
hablamos
de
celulitis
leve;
entre
6
y
10,
celulitis
moderada;
entre
11
y
15,
celulitis
severa.
Si
bien
la
evaluación
es
cualitativa
y
subjetiva,
esta
tabla
fue
recientemente
validada
al
ser
aplicada
en
forma
experimental
por
un
grupo
de
expertos,
no
existiendo
diferencias
significativas
entre
el
puntaje
final
asignado
por
cada
uno
de
ellos.
Tratamiento
de
la
Celulitis,
flacidez
y
adiposidad
localizada:
Dado
que
la
celulitis
es
una
condición
inherente
a
la
mujer,
no
existen
a
la
fecha
tratamientos
definitivos,
ni
que
mejoren
substancialmente
esta
condición.
Si
bien
existe
mucha
investigación
al
respecto,
los
estudios
en
general
están
pobremente
diseñados,
no
permitiendo
obtener
información
definitiva
con
respecto
a
la
mejor
alternativa
de
tratamiento.
Considerando
la
naturaleza
multifactorial
de
la
celulitis,
lo
más
lógico
parece
ser
atacarla
por
todos
sus
flancos,
en
una
estrategia
permanente,
con
énfasis
en
la
prevención
de
la
recurrencia,
modificando
los
hábitos
de
vida.
Si
bien
se
ha
invertido
mucho
dinero
en
desarrollar
diversas
cremas,
muchas
de
las
cuales
aseguran
erradicar
la
celulitis,
los
estudios
muestran
que
su
aplicación
en
forma
aislada
cuando
mucho
obtienen
resultados
discretos,
dándole
importancia
a
un
enfoque
terapéutico
que
incluya
masoterapia
(masaje
reductivo
y
linfático)
y
fisioterapia
(ultrasonido,
masaje
con
vacío,
radiofrecuencia,
luz
infraroja
de
baja
intensidad,
crioterapia,
etc).
A
continuación
se
hace
un
análisis
crítico
de
los
tratamientos
disponibles,
y
los
resultados
esperables
de
acuerdo
a
la
evidencia
científica
disponible.
1.-‐
Tratamiento
de
la
obesidad:
La
baja
de
peso
tiene
efectos
variables
sobre
la
celulitis,
a
veces
mejorándola,
a
veces
empeorándola.
Las
pacientes
que
más
se
benefician
de
la
baja
de
peso
son
las
con
sobrepeso
u
obesas,
y
grados
mayores
de
celulitis.
En
pacientes
delgadas,
la
baja
de
peso
puede
tener
un
efecto
paradojal,
al
aumentar
la
complacencia
(distensibilidad)
de
la
piel,
favoreciendo
el
empeoramiento
de
la
celulitis.
2.-‐
Sistemas
de
masaje
(endermologie,
plissagge,
vaccum
massagge,
etc):
Son
masajes
efectuados
mediante
dispositivos
que
producen
succión
de
la
piel
(plissage,
vaccum
massagge),
o
que
la
amasan
a
través
de
unos
rodillos
(endermologie).
Pueden
venir
solos,
o
con
un
rodillo
de
masaje
(endermologie)
Pueden
venir
con
con
radiofrecuencia
monopolar
incorporada
(velasmooth)
o
con
ultrasonido
incorporado
(generalmente
ultracavitación).
Su
funcionamiento
se
postula
en
base
a
la
premisa
de
la
existencia
de
edema
linfático
en
las
zonas
comprometidas.
Los
dispositivos
pretenden
mejorar
la
circulación,
drenar
el
edema
retenido
y
la
grasa
atrapada
en
esta
zona.
Se
puede
considerar
una
mezcla
de
masaje
reductivo
y
drenaje
linfático
integrado.
Los
resultados
han
sido
discretos
en
los
estudios
realizados,
si
bien
se
estudiaron
tratamientos
cortos
de
10
minutos
por
pocas
sesiones.
En
tratamientos
prolongados
de
45
minutos,
en
forma
bisemanal,
tras
alrededor
de
14
sesiones,
se
han
obtenido
resultados
más
importantes,
si
bien
los
efectos
no
han
sido
duraderos.
Es
interesante
lo
que
se
ha
obtenido
con
estos
dispositivos,
dado
que
hacen
lo
que
se
puede
hacer
manualmente
a
través
de
masajes
reductivos
y
drenaje
linfático
manual.
3.-‐
Liposucción:
La
liposucción
es
un
tratamiento
quirúrgico
que
busca
retirar
por
medio
de
aspiración
a
través
de
una
cánula
el
tejido
adiposo
localizado.
Útil
en
grasa
localizada,
pero
ha
sido
sido
decepcionante
en
el
tratamiento
de
la
celulitis,
dado
que
es
la
grasa
muy
superficial
la
vinculada
a
la
celulitis,
y
ésta
es
ricamente
irrigada,
por
lo
que
su
tratamiento
puede
comprometer
la
vasculatura
de
la
piel
llevando
a
necrosis
(muerte
de
tejido).
Se
ha
reportado
también
empeoramiento
de
la
celulitis
en
liposucción
con
fines
reductivos,
esto
parece
ser
por
un
mecanismo
similar
a
la
baja
de
peso
en
mujeres
delgadas
con
celulitis
ya
descrito.
4.-‐
Lipoescultura
ultrasónica:
El
ultrasonido
es
una
onda
acústica
de
alta
frecuencia,
no
audible
para
el
oído
humano,
que
al
ser
aplicado
sobre
el
tejido
adiposo
produce
compresión
y
descompresión
brusca
de
los
adipocitos.
Estas
células
toleran
muy
bien
la
compresión,
no
así
la
descompresión
brusca
que
los
revienta,
liberando
la
grasa
en
su
interior.
Existen
básicamente
3
frecuencias
usadas
en
estética:
3
MHz
(de
acción
más
superficial),
1
MHz
(
de
acción
más
profunda)
y
40
KHz,
llamada
también
ultracavitación
(de
acción
muy
profunda).
Para
la
celulitis,
dado
que
la
grasa
involucrada
es
la
más
superficial,
la
frecuencia
más
usada
es
la
de
3
MHz.
Las
otras
frecuencias
se
emplean
para
tratar
grasa
localizada
con
panículos
adiposos
más
importantes,
principalmente
en
la
zona
abdominal.
Las
frecuencias
más
bajas
se
ocupan
también
a
baja
intensidad
para
producir
sonoforesis,
es
decir
empujar
principios
activos
de
las
cremas
a
través
de
la
piel
(recordando
lo
difícil
que
les
resulta
a
algunas
substancias
el
paso
a
través
de
la
epidermis).
El
ultrasonido
ha
resultado
ser
una
técnica
efectiva
y
mucho
más
segura
que
la
liposucción,
dado
que
actúa
selectivamente
sobre
los
adipocitos,
respetando
la
vasculatura.
Es
importante
eso
si
la
correcta
selección
de
la
frecuencia,
dependiendo
de
la
profundidad
a
la
cual
se
pretenda
trabajar.
En
la
imagen,
dispositivo
de
ultrasonido
MHz
portátil.
5.-‐
Subcición:
Es
un
procedimiento
invasivo
que
consiste
en
la
eliminación
de
los
septums
fibrosos
que
traccionan
la
piel.
Aparentemente
útil,
faltan
estudios
objetivos
y
a
largo
plazo
que
demuestren
su
utilidad
y
seguridad.
Existe
el
riesgo
teórico
de
desestabilizar
la
unión
de
la
dermis
y
el
celular
subcutáneo
con
este
procedimiento.
6.-‐
Mesoterapia:
Consiste
en
la
aplicación
de
inyecciones
subcutáneas
con
substancias
farmacológicas
que
activan
la
lipólisis
(liberación
de
grasas
del
adipocito),
como
aminofilina
o
cafeína,
además
de
fitofármacos,
vitaminas
y
minerales.
La
mesoterapia
sola
ha
demostrado
resultados
variables,
y
dado
que
se
inyecta
la
piel,
existe
la
posibilidad
de
reacciones
adversas
como
infecciones.
7.-‐
Luz
roja
de
baja
intensidad:
Se
ha
experimentado
con
luz
roja
laser
y
no
laser,
de
baja
intensidad.
Se
han
visto
resultados
importantes
al
mezclar
fármacos
tópicos
en
gel
que
producen
lipólisis,
pero
no
sólo
con
luz.
Aparentemente
la
luz
roja
produciría
una
apertura
parcial
en
las
membranas
plasmáticas
de
los
adipocitos
que
liberarían
la
grasa
contenido
en
ellos.
No
está
claro
aún
el
motivo
de
la
sinergia
con
las
drogas
lipolíticas,
que
aparentemente
serían
coadyudantes
en
el
proceso
de
liberación
de
grasas.
8.-‐
Radiofrecuencia:
Los
equipos
de
radiofrecuencia
emplean
corriente
eléctrica
de
alta
frecuencia,
que
al
ser
aplicadas
sobre
el
cuerpo,
generan
calor
local,
al
encontrar
resistencia
al
paso
de
la
corriente,
impuesta
por
el
tejido
abordado.
Básicamente
se
dividen
en
radiofrecuencia
monopolar
donde
por
un
lado
se
aplica
corriente
a
través
de
un
cabezal
del
equipo,
y
ésta
sale
a
través
de
un
parche
de
vuelta
a
la
máquina,
cerrando
el
circuito;
y
radiofrecuencia
bipolar,
donde
la
corriente
circula
entre
2
electrodos
dispuestos
en
el
cabezal
de
tratamiento.
En
la
figura
se
presenta
el
esquema
de
un
sistema
quirúrgico
(electrobisturí)
con
radiofrecuencia
monopolar
a
la
izquierda
y
bipolar
a
la
derecha.
La
diferencia
entre
un
electrobisturí
y
un
dispositivo
para
tratamiento
estético
es
la
potencia
y
la
concentración
de
la
carga
en
el
electrodo,
cuyo
objetivo
en
el
electrobisturí
es
electrocoagular,
y
no
simplemente
producir
calor
como
en
el
dispositivo
de
uso
estético.
La
corriente
de
radiofrecuencia
es
segura,
salvo
que
la
persona
tenga
artefactos
eléctricos
instalados
como
marcapasos,
que
podrían
alterar
su
funcionamiento,
o
prótesis
u
otro
artículo
metálico,
por
donde
la
corriente
podría
buscar
salida.
Los
principales
problemas
que
pueden
presentarse
son
quemaduras,
que
en
general
son
superficiales
y
se
resuelven
sin
cicatriz,
y
cicatrices,
cuando
se
aplica
mucha
intensidad
en
zonas
de
piel
delicada
(muy
raro
que
ocurran).
La
radiofrecuencia
monopolar
tiene
la
ventaja
de
penetrar
más
profundamente,
la
bipolar
de
ser
más
localizada
y
predecible.
En
la
figura
a
la
izquierda
se
observa
el
campo
de
acción
de
la
radiofrecuencia
monopolar,
de
alrededor
de
20
mm.
A
la
derecha,
la
radiofrecuencia
bipolar,
con
una
penetración
equivalente
a
la
mitad
de
la
distancia
entre
ambos
electrodos.
El
principal
mecanismo
de
acción
es
la
generación
de
calor
local,
que
se
ve
exacerbada
cuando
se
aplica
en
conjunto
con
luz
infrarroja.
Con
esto
se
logra
la
activación
de
los
fibroblastos
a
través
de
la
vía
del
shock
térmico
(los
fibroblastos
reaccionan
al
calor
como
lo
harían
frente
a
una
quemadura,
generando
colágeno).
Esto
es
útil
en
la
celulitis,
ya
que
uno
de
los
componentes
de
ésta
es
la
flacidez
de
la
piel.
Pero
además,
la
aplicación
de
calor
local
a
la
grasa,
aceleraría
el
metabolismo
de
los
adipocitos,
y
vasodilaría
vasos
locales,
para
la
remoción
de
grasa
y
líquido
retenido.
En
la
imagen
se
observa
un
equipo
de
RF
bipolar.
Se
han
logrado
buenos
resultados
con
radiofrecuencia,
especialmente
cuando
el
tratamiento
es
integrado
con
dispositivos
de
vacío
(Velasmooth),
o
luz
roja
de
baja
intensidad
(laser
y
no
laser).
En
la
imagen
se
observa
el
equipo
Velasmooth.
9.-‐
Liposucción
laser-‐asistida:
Consiste
en
la
destrucción
de
la
grasa
por
medio
de
laser.
Útil
en
adiposidades
localizadas
pequeñas.
Para
zonas
más
amplias
se
requiere
mayor
investigación.
10.-‐
Agentes
farmacológicos:
Los
derivados
de
la
vitamina
A.,
como
el
retinol
o
ácido
retinoico
han
demostrado
servir,
dado
que
aumentan
la
síntesis
de
colágeno,
mejorando
la
calidad
de
la
dermis,
de
los
septums,
y
delineando
mejor
las
fibras
elásticas.
Existe
controversia
con
los
otros
productos,
de
los
cuales
sólo
la
aminofilina
se
ha
evaluado
específicamente,
dando
resultados
al
ser
empleada
con
luz
roja.
Si
bien
existe
un
sinnúmero
de
cremas,
ninguna
ha
demostrado
servir
para
algo,
cuando
ha
sido
evaluada
como
monoterapia.
11.-‐
Carboxiterapia:
Consiste
en
la
aplicación
de
dióxido
de
carbono
localmente
en
la
grasa.
Esto
produce
vasodilatación
local,
acelerando
el
metabolismo
de
la
grasa.
Podría
tener
resultados,
aunque
faltan
estudios
al
respecto.
12.-‐
Criolipólisis
Selectiva:
Es
conocido
el
hecho
de
que
el
tejido
adiposo
es
más
sensible
al
frío
que
otros
tejidos,
entrando
aparentemente
en
proceso
de
apoptosis
(muerte
celular
programada)
cuando
es
expuesto
a
bajas
temperaturas,
sobre
cero.
Se
han
obtenido
resultados
interesantes
en
animales
de
laboratorio,
y
recientemente
en
humanos,
aunque
aún
falta
investigación
al
respecto.
Conclusiones
La
celulitis
persiste
siendo
un
problema
importante
entre
las
mujeres
postpuberales.
Si
bien
se
ha
estudiado
mucho,
aún
sus
causas
exactas
permanecen
siendo
un
misterio.
Las
terapias
han
sido
algo
decepcionantes,
en
el
sentido
que
tienen
pobre
impacto
y
no
duradero.
La
estrategia
más
lógica,
a
través
de
la
cual
se
han
obtenido
los
mejores
resultados,
es
la
aplicación
de
múltiples
líneas
de
tratamiento,
de
modo
de
abordar
el
problema
en
forma
multifactorial,
tal
como
es
su
naturaleza.
Ninguna
crema
ha
demostrado
algún
resultado
cuando
se
aplica
como
monoterapia
y
los
resultados
de
masajes
y
cremas
solos,
sin
la
incorporación
de
fisioterapia,
son
discretos,
en
el
mejor
de
los
casos.
Tal
vez
lo
mejor
es
entender
que
la
celulitis
es
una
condición
que
acompañará
a
la
mujer
durante
toda
su
vida,
y
que
los
esfuerzos
deben
ir
en
lograr
hábitos
de
vida
adecuados,
junto
con
un
régimen
permanente
de
terapia
estética
multidisciplinaria,
que
incluya
en
forma
balanceada
masajes
con
cremas
y
la
aplicación
de
dispositivos
de
fisioterapia
adecuados
para
cada
caso.