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Via Crucis
Via Crucis
Padre Nuestro…
Como cristianos, Señor, sabemos que la fuerza nos viene de la cruz. Que en ella se
esconde nuestra victoria y el secreto de nuestra felicidad. Ayúdanos a entender el
valor del sacrificio y de la sinceridad de nuestros gestos a favor de los demás.
Amén.
3ª Estación:
JESUS CAE POR PRIMERA VEZ
Jesús cae y muerde, bajo la cruz, el polvo del camino. Y los hombres y mujeres de
nuestro tiempo seguimos desmoronándonos bajo el peso de grandes maderos de
dificultades y de falsas ideologías.
Unas cruces...nos vienen como la mala suerte de cada día Otras tantas…nos las
buscamos queriendo o sin querer. Otras, las cargamos injustamente sobre los hombros
de los demás.
¡Cuántos miles de hombres y mujeres aplastados por la depresión y la tristeza,
humillados por la violencia y la explotación! ¡Cuántos caídos Señor en nuestra tierra!
Padre Nuestro…
Señor; tú que salvas y levantas al que a Ti te grita no dejes que pasemos de largo de
aquellos que están en el suelo bajo el peso de una cruz. Danos ojos para ver y manos
para levantar.
Amén.
4ª Estación:
JESUS ENCUENTRA A SU MADRE
Desde una esquina, de este Vía crucis, María –tu madre- ha salido a tu encuentro. Lo
ha hecho en esta noche a través de la presencia de todos nosotros.
Jesús; ayúdanos en esta noche, como María, a dar sin recibir nada a cambio...pero
sobre todo a salir de las catacumbas de nuestra cobardía para dar razón de nuestra
esperanza.
Amén.
5ª Estación:
JESUS AYUDADO POR EL CIRINEO
Padre Nuestro…
Ayúdanos, Señor, en esta noche a construir un cielo nuevo y una tierra nueva
arrimando y brindando nuestro hombro en toda situación que nos parezca injusta.
Amén.
6ª Estación:
LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO A JESUS
Sólo cuando consolamos y animamos a los que sangran podemos descubrir en nuestro
pañuelo el rostro de CRISTO.
Hoy, como ayer, todos podemos pintar el mejor lienzo de DIOS para nuestras casas y
para nuestras vidas: haciendo el bien sin mirar a quien. El amor gratuito se da sin
condiciones y sin mirar situaciones: simplemente… se regala.
Señor Jesús, que nos invitas a estar atentos a las necesidades de los demás, danos la
fuerza que viene de ti para consolar a los que están tristes con el mismo consuelo
que tu nos has regalado, para que en este mundo herido por la indiferencia y la
competitividad seamos testigos de tu amor.
Amén.
7ª Estación:
EL SEÑOR CAE POR SEGUNDA VEZ
La vida de todos nosotros, a la corta o a la larga, está marcada por heridas profundas:
soledad, fracaso, desprecio, falta de afecto, decepciones.
Padre Nuestro…
Señor Jesús, que en tus caídas nos muestras tu deseo de compartir nuestra
fragilidad, ayúdanos a mostrarnos al mundo sin las caretas del poder, sino frágiles y
necesitados de otros. Ayúdanos como Iglesia herida a sanarnos y sanar a quienes por
nuestro pecado hemos hecho sufrir.
Amén.
8ª Estación:
JESUS ENCUENTRA A LAS MUJERES DE
JERUSALÉN
Nunca, nadie como Cristo, dio un papel tan protagonista a la mujer. Quiso beber del
cántaro de la Samaritana; perdonó a la que tanto amó; resucitó al hijo de aquella que
le pedía con FE; se dejó embalsamar y querer por ellas........
Señor Jesús, tú que al pie de la cruz nos dejaste como Madre a una mujer…haznos
caer en la cuenta de la igualdad de hombre y mujer ¡háblanos Señor! para en la
defensa de la dignidad de cada persona no nos quedemos en simples palabras.
Amén.
9ª Estación:
JESUS CAE EN TIERRA POR TERCERA VEZ
Sólo tropieza quien anda Señor, pero, te confesamos, que los hombres y mujeres
estamos en un constante accidente. El camino del justo siempre resulta duro y pesado.
Y el camino de muchos de nosotros. en cuantas ocasiones. se hace plomizo y enredado
por el peso de nuestras malas acciones.
Padre Nuestro…
Señor Jesús, que no nos desanimemos por las injusticias que existen en nuestra
sociedad. Que podamos ser portadores de esperanza ante tantos que se sienten
botados y desplazados por el progreso y el poder. Danos la gracia de ser
instrumentos de santificación de los hombres y mujeres.
Amén.
10ª Estación:
JESUS DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS
Señor Jesús, que la ser despojado de tus vestiduras nos muestras el camino de la
austeridad y la sencillez de corazón. Ayúdanos a no apegarnos a los bienes
materiales, sino que usarlos al servicio de tu Reino, y que nos podamos aferrar de lo
que verdaderamente necesitamos, que es a Ti.
Amén.
11ª Estación:
JESÚS CLAVADO EN LA CRUZ
Ninguno de los que te hemos acompañado te vemos como fracasado. Nos has atraído
hacia Ti como el imán se hace con el hierro.
Supiste perdonar… al que te negó. Supiste amar… al que te traicionó. Que veamos,
Señor, desde lo alto de la cruz, el horizonte de las grandes o pequeñas hazañas que
realizamos a favor de los demás.
Padre Nuestro…
Señor Jesús, taladrado de manos y pies te muestras con los brazos extendidos
abrazando al mundo entero. Danos la fuerza de extender nuestras manos siempre
para acoger a los que se sienten despreciados y abandonados. Que el amor que
derramas en la cruz sea para nosotros el impulso para amar y servir a todos.
Amén.
12ª Estación:
JESUS MUERE EN LA CRUZ
No nos salva Señor tu cruz… sino el amor que ha muerto en ella. No nos salva, Señor,
un madero… sino la sangre que has derramado en ella. Tu camino, Señor, nos conduce
la luz de quien se fía de Dios. Nos descubre la fidelidad al servicio del hombre por el
hombre.
Señor Jesús, que no has querido reservar para ti ni tu propia vida, sino que la has
dado por todos, danos la fuerza para gastarnos por los demás, por ser portadores de
tu Buena Nueva, para seguirte aún en medio de las dificultades y los desaciertos.
Amén.
13ª Estación:
JESÚS BAJADO DE LA CRUZ
Es la hora de recoger la fruta que ha sido exprimida. No hay mayor grandeza que la
VIDA OFRECIDA.
No hay mayor testimonio que EL MORIR PARA QUE OTROS TENGAN VIDA No hay
puerta que se resista en el cielo al grito de: ¡¡MISIÓN CUMPLIDA!!
Padre Nuestro…
Concédenos sentirte vivo y, sobre todo, que cuando llegue el instante de nuestra
partida nos encuentres VELANDO EN ORACIÓN y CANTANDO TUS ALABANZAS.
Te bendecimos, Señor, más que nunca en esta noche, porque sabemos que estás vivo
y que todos los que creemos en Ti, te acompañamos y damos razón de tu existencia.
Al contemplarte en el sepulcro recordamos a tantos hermanos nuestros que han
muerto en la soledad, el abandono, las guerras. Ayúdanos a velar junto a Ti para
poder experimentar contigo la alegría de la Resurrección.
Amén.
ORACIÓN POR LA PAZ
Amen.