Está en la página 1de 3

Mulholland Drive 

  

Cuando me vi esta película por primera vez quedé muy confundida. No entendía el orden
de los sucesos. Ahora que me la vi por segunda vez, aunque igual sigo confundida con
aspectos sobre la trama, creo que logré entender la cronología.   

Antes de mencionar la temporalidad, que es el elemento impactante de Mulholland Drive,


me gustaría hablar de la escena inicial, ya que no le encuentro mucho sentido y siento que
es exactamente lo que David Lynch quería lograr con ciertas partes de la película (creo que
es de esas películas que no deberían ser sobre analizadas porque el encanto surge de todo el
misterio). Mulholland Drive comienza con varias parejas bailando swing frente un fondo
morado. Desde la escena inicial se nos avisa que probablemente no le vamos a encontrar
sentido a algunas situaciones de la película. Lynch al principio nos intenta engañar
haciéndonos creer que la película va a ser sobre detectives investigando un asesinato. Este
elemento “cliché” es uno de los muchos aspectos que nos revelan el tema de Mulholland
Drive: La búsqueda del típico sueño americano. Otra película de Lynch, Blue Velvet,
comienza con una escena que critica este anhelo. En Mulholland se usa la excusa de los
límites de los celos y lo que estos pueden ocasionar para hablarnos sobre la realidad,
representada por Diane, y el sueño americano, representado por Betty. 

La estructura de Mulholland Drive es una estructura circular. Es decir, comienza por el fin.
La película está dividida en dos secciones. La primera, es decir, la sección que hace
referencia al sueño americano es cuando Rita (¿Camila?) y Betty intentan descifrar el
accidente automovilístico de Rita. Durante esta sección pasan varios acontecimientos que
se relacionan con la historia principal y que eventualmente nos ayudarán a entender todo lo
que ocurre a continuación. La segunda, es decir, la sección que representa la macabra
realidad, empieza cuando Rita abre la cajita azul. En este momento llega un personaje que
sabíamos que existía pero nunca lo habíamos visto: Diane. Ahí nos enteramos por qué Rita
se accidentó.  

Esta estructura hace que el espectador se sienta cautivado por la película y se esfuerce para
conectar los personajes con sus funciones. Los personajes son, en mi opinión, uno de los
aspectos más intrigantes de Mulholland. El personaje principal es Rita, aunque en la
segunda sección se nos muestra a Diane como la causante de todos los problemas. La
evolución de Rita es muy repentina ya que se da debido al accidente automovilístico. Por
otro lado, la evolución de Betty es gradual. Lynch diseñó a Betty como la típica rubia
inocente que va a Los Angeles a cumplir su sueño de actriz pero que eventualmente se ve
atrapada en un misterio que debe resolver.  

Ahora bien, esos no son los personajes extraños. La escena con los dos hombres en la
cafetería, el hombre tenebroso que ven después en el parqueadero, todos los actores del
club “Silence” y los adultos mayores de edad con sus risas macabras son los personajes
que, aunque son secundarios y no añaden nada específico a la trama inicial de la película,
ayudan a agudizar el ambiente oscuro que Lynch buscaba recrear y les dan fortaleza al tema
de la realidad y los sueños.  

En cuanto a la espacialidad, la iluminación influye en cómo se ve cada lugar de la película.


La primera sección de Mulholland Drive se ve como cualquier película hollywoodense. Se
desarrolla en Los Ángeles así que vemos palmeras, oficinas, calles, casas lujosas, la ciudad
está radiante. Todo lo que cualquier joven promesa podría desear. Cuando va terminando
esta sección y comienza la segunda, podemos evidenciar un cambio drástico en la
iluminación de las escenas. Debido a que la segunda sección es el elemento sorpresa (y
macabro) de la película, Lynch juega con las luces para generar un ambiente misterioso, tal
y como lo vimos en Seven. Dicho de otro modo, la manera en la que el director le brinda
información al espectador acerca de la temporalidad a través de los espacios. Es tan sutil y
magistral que puede pasar inadvertida y es parte del encanto de la película: la luz como
elemento central en la crítica de las expectativas y sueños que convergen en L.A., la ciudad
siempre soleada de Estados Unidos, la ciudad luz.  

La música de la película no es para nada extraña. Gira en torno a la premisa de cualquier


película de suspenso. Utiliza una orquesta de cuerdas, a veces hay música diegética. De vez
en cuando mezcla los elementos acústicos de la orquesta con recursos electrónicos. Sin
embargo, la escena del club “Silence” es bastante peculiar. Aquí se utiliza el sonido para
reforzar la temática de la película (es decir, lo real y lo irreal). El presentador del club
anuncia que no hay banda. Que toda la música que va a sonar es pregrabada. Y así nosotros
sepamos que no hay nadie tocando, cuando sale un trompetista pensamos que él sí lo está
haciendo. De igual manera con la cantante. Esta escena es una metáfora gigantesca en
donde Lynch nos dice que, así estemos viendo que algo está sucediendo, probablemente no
es cierto. 

También podría gustarte