Bachillerato de Artes Escénicas, Música y danza. I.E.S. López-Neyra.

Lenguaje y práctica musical.

Tema 4. Armonía. Los acordes.

El término armonía tiene varios significados y muchos usos en el lenguaje común. En líneas generales
hablamos de armonía o algo armonioso cuando existe proporción, correspondencia y equilibrio entre
las diversas partes que forman un todo. En música, la armonía se refiere al estudio de los acordes
desde un amplio punto de vista: cómo se forman, tipos de acordes y la manera en que éstos se
encadenan en una pieza musical. Es una ciencia basada en la experiencia auditiva que estudia y regula
la naturaleza de los acordes y las relaciones que entre ellos se establecen. La armonía, como
disciplina teórica, surgió en el siglo XVIII, en el momento en que se estaba configurando el sistema
tonal. De hecho, la armonía convencional está íntimamente ligada a la tonalidad.

Los acordes. Definición. Tipos.

Un acorde es un conjunto de sonidos de distinta altura que suenan a la vez, escritos en la partitura
uno encima de otro. Existen multitud de acordes diferentes, en función del estilo musical y del
período histórico. Resulta imposible tratar todos ellos en unas pocas líneas, por lo que nos
centraremos en los más importantes de la armonía tradicional o clásica.

Acorde por 4as Acorde cluster

En primer lugar tenemos que hablar de los acordes tríadas. Son aquellos formados por tres sonidos
superpuestos por terceras, es decir, a distancia de 3ª y 5ª desde la nota más grave que sirve de
base, denominada fundamental.

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Los acordes pueden presentarse en distintos estados, según la nota que aparezca en el bajo. Así, si
el acorde tiene la fundamental como nota más grave, está en estado fundamental. Si es la 3ª la que
está en el bajo, el acorde está en 1ª inversión, y en 2ª inversión si es la 5ª la que ocupa este lugar.

Según la naturaleza de sus intervalos, los acordes adquieren distintas propiedades, clasificándose en:

Perfecto mayor, que consta de una 3ª Mayor y una 5ª Justa.

Perfecto menor, que consta de una 3ª menor y una 5ª Justa.

De 5ª disminuída, que consta de una 3ª menor y una 5ª disminuída.

De 5ª Aumentada, que consta de una 3ª Mayor y una 5ª Aumentada.

*Construye en tu cuaderno un acorde tríada sobre cada grado de la escala Mayor y menor, y
determina de qué tipo es cada uno de ellos.

Los acordes de séptima se forman superponiendo una tercera a la quinta del acorde. Añadiendo una
tercera menor al acorde perfecto mayor de la dominante se forma un acorde de cuatro sonidos
llamado séptima de dominante.

Cifrado de los acordes.

El cifrado es un modo de escritura de los acordes que responde a un código de cifras o letras bajo el
que los acordes aparecen ocultos, y que el intérprete se encarga de desarrollar. El cifrado
convencional proviene del Barroco, y consiste en la expresión de los intervalos que se forman desde
la nota más grave del acorde: la cifra 5 o el bajo sin cifra alguna para el E.F., las cifras 63 o 6 para la
1ª inversión, 46 para la 2ª inversión y +7 para la 7ª de Dominante.

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El cifrado americano presenta una letra mayúscula asociada a cada nota:

Por lo general, si el cifrado no lleva más indicación que el nombre de la nota, representa un acorde
p.M. sobre esa nota; si lleva una m minúscula detrás, representa un acorde p.m. y la 7ª de Dominante
se representa añadiendo a la nota fundamental un 7.

*¿Serías capaz de desarrollar este cifrado con notas en el pentagrama?

Arpegios.
El arpegio es una manera de ejecutar los distintos tonos de un acorde de manera sucesiva en lugar
de simultánea. Los arpegios, a veces denominados como acordes “desplegados”, se utilizan mucho en
la música instrumental y rara vez en la puramente vocal. La guitarra, el arpa o el piano están entre
los instrumentos que más emplean este recurso. Normalmente se utilizan para el acompañamiento de

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la melodía. Un ejemplo de arpegio acompañando la melodía lo tenemos en la famosa sonata de

Beethoven Claro de luna, o en el Ave María de Schubert. Cuando en la partitura encontramos una
línea vertical ondulada al lado de un acorde, debemos ejecutarlo de forma arpegiada, más o menos
rápida.

Progresiones de acordes. Las cadencias.

Los acordes se encadenan en una pieza musical en lo que se denominan secuencias o progresiones de
acordes. La armonía estudia cómo se encadenan estos acordes. La progresión armónica más habitual
en la música tonal va de la tónica (I) a la dominante (V), y de la dominante a la tónica. Hablamos de
un movimiento de tensión-relajación.

Las progresiones se detienen descansando al final de una frase musical, de un período o sección, o al
final de la obra. Esos descansos constituyen las cadencias. Éstos son los tipos básicos de cadencia:

La cadencia perfecta refleja el movimiento de dominante-tónica. Antes de la dominante suele

aparecer un segundo o cuarto grado: II-V-I ; IV-V-I. En la cadencia perfecta los dos últimos acordes
(V-I) están en estado fundamental. Por su carácter fuertemente conclusivo suele emplearse
únicamente al final de la pieza o de secciones amplias.

La cadencia plagal realiza el recorrido IV-I. Es un poco menos conclusiva, pero igualmente muy
utilizada en los finales.

La cadencia imperfecta, igual que la perfecta pero con uno o los dos acordes finales invertido, es
menos conclusiva.

La semicadencia es un reposo en la dominante (V) o subdominante (IV). Se utiliza mucho en procesos

intermedios.

La cadencia rota es aquella en la que tras la dominante se escucha el segundo grado o el sexto, pero
no el primero, como sería de esperar. Es de carácter suspensivo.

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La modulación.
Modulación es el paso de una tonalidad a otra dentro de un pasaje musical. La modulación se realiza
normalmente mediante acordes de transición, que las tonalidades comparten, o mediante
cromatismos. No siempre implica un cambio de armadura, aunque es necesario hacerlo si modulamos a
una tonalidad con unas alteraciones muy diferentes de la original o la nueva tonalidad se prolonga
durante mucho tiempo. La modulación más común se produce hacia los denominados tonos vecinos
(tonalidades cercanas, relativas y homónimas) si bien las posibilidades de modulación son muy
amplias.

Notas extrañas.
Desde el punto de vista armónico, denominamos notas extrañas a las que no pertenecen al acorde,
que se compone de las que llamamos notas reales. Con ellas se consigue dar un mayor interés a la
línea melódica, desarrollando el discurso musical e introduciendo disonancias. Algunas son:

- Notas de paso. Son las que aparecen por grados conjuntos entre dos notas de un mismo
acorde o de dos acordes distintos. Las notas de paso ocupan las partes débiles del compás.

- Notas de floreo o bordaduras. Son notas que se ejecutan a distancia de segunda superior o
inferior con respecto a la nota real del acorde y que vuelven nuevamente a esa misma nota
de la que habían partido.

- La apoyatura es una nota que no pertenece al acorde, pero se percute en tiempo fuerte
sobre éste resolviendo en tiempo débil y por grados conjuntos en la nota del acorde a la que
ha desplazado.

- Retardo. Es una nota que, perteneciendo a un acorde, prolonga su sonido sobre el acorde
siguiente retardando de esta forma la aparición de la nota real en el segundo de los acordes

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y convirtiéndose en una nota extraña en él.

- Anticipación. Es una nota que no corresponde al acorde en que aparece, pero que es propia
del acorde siguiente. Se encuentra situada en parte o fracción débil.

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